Tuesday, March 26, 2013

Ponte el Turbante Nuevo 2

Malaquías 4:1-2 (NBLH)
1“Porque viene el día, ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen el mal serán como paja; y el día que va a venir les prenderá fuego,” dice el Señor de los ejércitos “que no les dejará ni raíz ni rama. Pero para ustedes que temen (reverencian) Mi nombre, se levantará el sol de justicia con la salud en sus alas; y saldrán y saltarán como terneros del establo.”
Dios tiene una dispensación de tiempo y etapas para nuestro desarrollo al prepararnos para nuestro lugar destinado en el que cumpliremos su plan y propósito para nuestras vidas. En estas estaciones, Él permite que pasemos por circunstancias diseñadas para quemar lo malo que ha sido incrustado en nosotros por el mundo y su sistema. Como una mecha de vela es retorcida o trenzada para poder absorber la cera licuada y llevarla a la llama, de esa misma manera nosotros hemos absorbido las formas torcidas del mundo como he mencionado en otros mensajes por medio de nuestras culturas, tradiciones y por personas que nos han influenciado nuestra manera de pensar, creer y actuar.
 Pero el Señor nos ayuda a salir de los caminos mundanos que han torcido nuestra mente consciente y subconsciente y nos han llevado a pensar y creer en formas que son contrarias a su voluntad y los caminos de su reino. Éstos no pueden utilizarse donde Él nos lleva a influir a otros como ciudadanos del cielo. Así que en esencia, las circunstancias por las que Él nos permite transitar están creadas para desenredarnos de esas maneras de pensar, creer y comportarnos al Dios quemar lo torcido con su fuego y  nos lava con su palabra para renovar nuestras mentes conforme a la suya y a sus caminos. Nuestro trabajo es ir continuamente a Él para ser lavados y permitir que su fuego abrazador queme lo que no puede permanecer en nosotros.
No tenemos que correr de estas pruebas que nos  ayudan a ver al Señor como el único Dios que existe y nos forjan cada vez más en su imagen y semejanza. Así podemos amarle a Él con todo nuestro corazón, toda nuestra alma y todas nuestras fuerzas y amar a nuestro prójimo (Lucas 10:27-28). Podemos amar al prójimo entonces cuando podemos vernos reflejados cada vez más en Dios porque hemos aprendido a recibir su amor por nosotros. Hay dos cosas que Dios juzga y desarrolla en nosotros en cada etapa del proceso en que Él nos lleva hasta alcanzar nuestro destino en El y aun después: nuestro amor y adoración exclusivos por Él y nuestro amor por nuestro prójimo como a nosotros mismos. Somos probados en cada etapa en estas dos áreas de nuestro caminar con Dios. No importa cuánto dinero ganamos, cuantos dones y destrezas tenemos y cuando éxito alcanzamos si fallamos en esas dos áreas.
Con este péndulo Dios mide dónde estamos en comparación a dónde vamos. Con esto El prueba que otros dioses (ídolos) hemos creado en nuestros corazones y cómo tratamos a otros en nuestras mentes, con nuestra boca y con nuestras acciones. Dios no puede ser  burlado, todo lo que sembramos cosechamos (Gálatas 6:7), por lo tanto, es importante que podamos soportar estas pruebas y no pretender que porque amamos a Dios y sabemos que nos ama, nos podemos hacer una burla de su asombrosa gracia para que hagamos las cosas que Él nos ha llamado a cumplir.
Malaquías 3:2-4 nos dice, 2 ‘¿Pero quién podrá soportar el día de Su venida? ¿Y quién podrá mantenerse en pie cuando El aparezca? Porque Él es como fuego de fundidor y como jabón de lavanderos. 3 Y Él se sentará como fundidor y purificador de plata, y purificará a los hijos de Leví y los acrisolará como a oro y como a plata, y serán los que presenten ofrendas en justicia al Señor. 4 Entonces será grata al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días de antaño y como en los años pasados.” NBLH
El habla en esta escritura de los sacerdotes, los hijos de Leví, quienes serían los que tendrían que soportar estas pruebas en las que el Señor quema la escoria y la suciedad que ha mantenido la dureza de nuestros corazones, el pecado y la esclavitud. Todos estamos llamados a ser sacerdotes de Jehová. Dios ordeno esto desde la época del éxodo de los israelitas de Egipto. Éxodo 19:5-6 explica, 5 Ahora pues, si en verdad escuchan Mi voz y guardan Mi pacto, serán Mi especial tesoro entre todos los pueblos, porque Mía es toda la tierra. 6 Ustedes serán para Mí un reino de sacerdotes y una nación santa.’ Estas son las palabras que dirás a los Israelitas.” NBLH
Pero la verdad es que no podemos ser liberados sin la ayuda del Sol de Justicia (Jesús [Malaquías 42]) que viene a ayudarnos a disfrutar de la vida en abundancia que Él nos dio al morir en la cruz al sanarnos y nos restaurarnos de adentro hacia afuera. También, como la escritura revela, porque estamos llamados a ser santos y consagrados al culto del Señor, El quita las cosas en nosotros que nos impiden caminar en santidad para que podamos cumplir con nuestro sacerdocio de ser separados del mundo y su sistema para caminar en nuestro llamado a ser posesiones peculiares y tesoros del Señor en este como ciudadanos del cielo. Por lo tanto, es importante permanecer firme, inamovibles y perdurables en estas pruebas que nos convertirán en oro refinado para la gloria del Señor (1 Corintios 15: 58). A El sólo sea toda la gloria.

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