Friday, April 5, 2013

Los Gritos de Jubileo para Recuperar

Nuevamente les presento un fragmento de mi libro. Esta vez es para ayudarles a reconocer la importancia de gritar de júbilo, lo que provoca en el campamento del enemigo, y los beneficios que recibirán cuando obedecen las impresiones del Espíritu del Señor para hacerlo.
Hay un aspecto importante de nuestro llamamiento apostólico como hijos de Dios para ser usados como vasos que traen el gobierno de Dios en nuestras situaciones para ver justicia hecha a nuestro favor y juicio sobre nuestro enemigo. Isaías 9:2-7 explica,
El pueblo que camina en oscuridad
    verá una gran luz.
Para aquellos que viven en una tierra de densa oscuridad,
    brillará una luz.
Harás que crezca la nación de Israel,
    y sus habitantes se alegrarán.
Se alegrarán ante ti
    como la gente se goza en la cosecha,
    y como los guerreros cuando se dividen el botín.
Pues tú quebrantarás el yugo de su esclavitud
    y levantarás la pesada carga de sus hombros.
Romperás la vara del opresor,
    tal como lo hiciste cuando destruiste al ejército de Madián.
Las botas de los guerreros
    y los uniformes manchados de sangre por la guerra
serán quemados;
    serán combustible para el fuego.
Pues nos ha nacido un niño,
    un hijo se nos ha dado;
el gobierno descansará sobre sus hombros,
    y será llamado:
Consejero Maravilloso, Dios Poderoso,
    Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Su gobierno y la paz
    nunca tendrán fin.
Reinará con imparcialidad y justicia desde el trono de su antepasado David
    por toda la eternidad.
¡El ferviente compromiso del Señor de los Ejércitos Celestiales
    hará que esto suceda!

El juicio en el día de Madián que el versículo 4 se refiere, es lo que sucedió cuando Gedeón y su ejército de 300 hombres cargados con gritos bajo la inspiración del Espíritu de Poder del Señor (Isaías 11:2), cargaron contra el ejército de sus enemigos. Esto causó el ejército de los madianitas, los amalecitas y los hijos de Oriente que les habían robado varias veces que se confundieran hasta que se enfrentaran entre sí y huyeran (jueces 7:22), y 120,000 de ellos se quitaron la vida unos a otros (jueces 8:10). Los Reyes de los tres ejércitos fueron también capturados y decapitados (que selló su derrota y volteo las mesas a favor del ejército israelita que era pequeño pero conquistador). Estos gritos también fueron acompañados con el sonar  de las trompetas (nuestras bocas son las trompetas cuando gritamos nuestras alabanzas y adoración y declaramos nuestras victorias en Jesús).
Además, 2 Crónicas 20:19-24 se refiere a la cuenta de los israelitas de Judá y los habitantes de Jerusalén que, guiados por el rey Jehoshaphat, comenzaron a cantar alabanzas a Dios después de que el Sacerdote Levita Jahaziel,  inspirado por el Espíritu Santo, les aseguró de la protección de Dios y la liberación de los tres ejércitos enemigos que vinieron contra ellos. El versículo 19 muestra que los levitas de dos clanes estaban posicionados para alabar al Señor con un grito fuerte de júbilo, y a la mañana siguiente cantaron alabanzas al Señor. Las alabanzas y los gritos deben haber causado un revuelo que dio lugar a las emboscadas de Jehová contra los hijos de Amón, Moab y del Monte Seir. Estos tres ejércitos enemigos, al igual que en el ejemplo anterior se enfrentaron entre sí y fueron totalmente aniquilados. Lo que quedaba para los israelitas era recoger el botín. Había tanto botín que les tomó tres días para recogerlo todo.
Además, Isaías 42:12-14 explica que cuando damos gloria a Jehová y declaramos su alabanza, Él va adelante como un hombre poderoso a agitar los celos como un hombre de guerra. Y el Señor mismo grita con alboroto como una mujer que está en parto para destruir y devorar a los enemigos. Él hace esto a través de nosotros cuando lo adoramos y alabamos su nombre con gritos bajo la influencia de su espíritu de poder así como lo hizo Jesús.
En Hageo 2:22 el Señor dijo:22 Derrocaré los tronos reales y destruiré el poder de los reinos de las naciones. Volcaré sus carros de guerra, los caballos caerán y los jinetes se matarán unos a otros.”
Así que en esencia, el Señor utiliza nuestros gritos de alabanza con júbilo para confundir al enemigo y causar burla entre ellos cuando al pelear nuestras batallas, El lucha para defendernos (Salmo 2:1-5; Isaías 19:1-4).Así, cuando el Espíritu del Señor le dirige a gritar, sabe que la finalidad del mismo, entre otras cosas es para que el Señor de los ejércitos se muestre fuerte contra el enemigo y le permita a usted tener acceso a los despojos de la batalla. A El solamente sea toda la gloria.
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