Friday, April 5, 2013

El Sacrificio Agradable

12 Por lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a él le agrada. Esa es la verdadera forma de adorarlo.”
A muchas personas les gusta hacer cosas para agradar a Dios. Es como si ellos creen que pueden ayudar a Dios a configurar su plan y propósito para ellos y para las vidas de otros como si fueran co-creadores con El, pero raramente se detienen  para pedirle que es lo que El encuentra aceptable en lo que hacen. Como explica el pasaje anterior, la verdadera forma de adorar a Dios es entregarnos  totalmente a Él. Esto lo hacemos cediendo incondicionalmente nuestro espíritu, nuestra alma y nuestro cuerpo y darle control total de cada área de nuestras vidas muriendo a nuestros deseos y planes y rindiéndonos a los deseos y planes de El para nosotros y para los demás a nuestro alrededor (para no querer influenciar o impedir fuera de la voluntad de Dios).
No hacer esto nos pondrá en un lugar donde seríamos considerados que caminamos en una forma en la que ofrecemos sacrificios a demonios y no a Él porque el hacer cosas por nuestras cuentas y sin considerar su plan y deseo para nosotros nos hace ver como que practicamos la brujería. 1 Corintios 10:20 dice: “20 No, de ninguna manera. Lo que digo es que esos sacrificios se ofrecen a los demonios, no a Dios. Y no quiero que ustedes tengan parte con los demonios.”
Para explicar más, todo lo que el Señor tiene para nosotros fue planeado y propuesto con sabiduría desde los principios del mundo en su plan para toda la humanidad (Proverbios 3:19). Por eso, necesitamos buscarlo para que Él pueda presentarnos no sólo sus promesas para nosotros, sino también el camino que Él ha elegido en nuestro proceso hasta que se cumplan estas promesas. Sólo porque nos dio una promesa no significa que vamos a manipular nuestro caminar para su cumplimiento de manera diferente a la intención de Dios y antes del tiempo estipulado por El para su manifestación porque su  proceso puede parecer difícil y largo.
Los planes y propósitos de Dios siempre deben prevalecer y nosotros requerimos rendirnos a ellos porque nuestra parte es una pieza más del rompecabezas que Él ha armado para completar su visión para toda la tierra que es que conozcan a su Hijo y aprendan a relacionarse con El como Padre. Por eso, El pensar y actuar por nuestra cuenta nos hace idólatras y personas que sacrificamos a los demonios y no a Dios así como lo hacen los que practican la hechicería. Además, sólo Él sabe cuáles son las bases que nos apoyan en nuestras formas de pensar a la hora que nos llamó y nos dio la promesa que Él tiene que destruir por medio de la verdad de su palabra. Cuanto mayor sea la promesa más el trabajo que Él tiene que hacer en nosotros para asegurar que cuando llegamos a nuestro destino, no estamos contaminados con influencias demoníacas que nos impedirían permanecer en el lugar prometido. Podemos llegar, pero otra cosa es estar equipados para poder  permanecer en ese lugar.
Hay una forma y un tiempo requeridos para prepararnos hasta el cumplimiento de las promesas de Dios para nosotros. El mundo y su sistema quieren cosas instantáneas. Manipulan su camino hacia la manifestación de las cosas que ellos quieren. Pero no somos de este mundo y siempre habrá un proceso que seguir diseñado para sacudir los cimientos de pensamientos que nos llevaron a actuar en forma pecaminosa y nos ha impedido entrar en el Reino de Dios y toda su justicia (entramos cuando  creemos y aceptamos sus preceptos con obediencia que es lo que nos hace justos).
Mateo 6:33 nos dice, “Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten.”
Esto significa que estamos llamados a aprender los caminos de Dios y la manera correcta de pensar, hablar, actuar y continuar practicando estas cosas en todos los niveles del proceso hasta que hemos dominado lo que necesitamos y hasta que eso se convierta en segunda naturaleza en nosotros, porque eso será lo que nos sostendrá en el lugar que Dios nos ha asignado a través de sus promesas porque hemos alcanzado la madurez como hijos de Dios que reflejamos a su hijo Jesucristo.
Sólo Él sabe cuánto tiempo tomara y qué pruebas tendremos que pasar para poder llegar a ese lugar. Gálatas 6:7 advierte, “No se dejen engañar: nadie puede burlarse de la justicia de Dios. Siempre se cosecha lo que se siembra.”
Queremos sembrar semillas del Espíritu de Dios y no a influencias demoníacas. Queremos sembrar los frutos del espíritu y no el fruto de la carne que es guiado por los demonios que nos influenciaban cuando vivíamos como el resto del mundo que no lo conoce, como se describe en Gálatas 5:19-26, “19 Cuando ustedes siguen los deseos de la naturaleza pecaminosa, los resultados son más que claros: inmoralidad sexual, impureza, pasiones sensuales, 20 idolatría, hechicería, hostilidad, peleas, celos, arrebatos de furia, ambición egoísta, discordias, divisiones, 21 envidia, borracheras, fiestas desenfrenadas y otros pecados parecidos. Permítanme repetirles lo que les dije antes: cualquiera que lleve esa clase de vida no heredará el reino de Dios.
22 En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, 23 humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas!
24 Los que pertenecen a Cristo Jesús han clavado en la cruz las pasiones y los deseos de la naturaleza pecaminosa y los han crucificado allí. 25 Ya que vivimos por el Espíritu, sigamos la guía del Espíritu en cada aspecto de nuestra vida. 26 No nos hagamos vanidosos ni nos provoquemos unos a otros ni tengamos envidia unos de otros.”
A El solo sea toda la gloria.
Todas los pasajes Bíblicos fueron tomados de la Nueva Traducción Viviente  (NTV).
Imagenes de Google Images.

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