El lunes por la mañana, mientras oraba, tuve una visión en la que me vi en los terrenos de la bolsa de Valores en Wall Street. De repente, una de las principales pantallas de ticker bursátil cayó al suelo delante de todos los corredores y otros que estaban allí. Algunos de ellos pusieron sus manos sobre sus cabezas con temor y asombro y otros corrieron asustados hacia la puerta en caso de que eso fuera causado por un terremoto. No vi un terremoto físico en la visión, pero sabía que esto era un sacudimiento económico. En ese momento, el Señor me habló las palabras de Hageo 2:7-8.
"Haré temblar a todas las naciones y traerán los tesoros de todas las naciones a este templo. Llenaré este lugar de gloria, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales. La plata es mía y el oro es mío, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales.” NTV
Pero una vez más, y como lo ha hecho desde antes del final del año 2020, el Señor me aseguró que la Iglesia no se hundirá.
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