Friday, March 5, 2021

Nueva Temporada Para Crecer en Sabiduría y Estatura Espiritual 1

 Mateo 6:25-27

"“Por tanto les digo: No se afanen por su vida, qué han de comer o qué han de beber; ni por su cuerpo, qué han de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Miren las aves del cielo, que no siembran ni siegan ni recogen en graneros; y su Padre celestial las alimenta. ¿No son ustedes de mucho más valor que ellas? ¿Quién de ustedes podrá, por más que se afane, añadir a su estatura un milímetro?” RVA-2015


En las últimas temporadas, algo prevalente han sido las muchas personas que han permitido que el miedo y el caos del mundo penetren sus corazones y mentes por encima de la verdad de la Palabra de Dios y Sus promesas. Pero a través de esta enseñanza, Dios está llamando a Su Novia a crecer en sabiduría y estatura espiritual. Esto significa que Dios nos está exigiendo llegar a crecer espiritualmente más altos. 


Hubo un cambio el primero de Marzo que trajo este llamado a crecer en sabiduría y estatura espiritual por el cual Dios nos está llamando a niveles más altos de madurez espiritual. Esto significa que se nos requiere:


1. Dejar atrás nuestra inmadurez de las temporadas pasadas. Sentiremos señales en nuestro espíritu a los que el Señor quiere que prestemos atención y no ignoremos cuando Él nos muestre cosas que no le agradan.


2. Mostrar nuestra dependencia de Dios y obedecer Su voluntad para nosotros. Los sacudimientos siguen sucediendo de las cosas que se hicieron fuera de Su voluntad.


3. Se necesita una aplicación más intencional de Proverbios 3:5-7 el cual dice, "Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento. Busca su voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará cuál camino tomar. No te dejes impresionar por tu propia sabiduría. En cambio, teme al Señor y aléjate del mal.” NTV


4. Someternos más a Dios y a las autoridades que Él ha establecido en nuestra vida.


1 Samuel 2:22-26

“Elí ya era muy viejo. Cuando se enteró de todo lo que hacían sus hijos con los israelitas, los llamó y les dijo: «¿Por qué se comportan así? Ya la gente me ha contado todo lo malo que ustedes hacen. Todos en Israel hablan mal de ustedes. Si una persona ofende a otra, Dios puede decidir quién tiene la razón; pero si alguien ofende a Dios, no hay quien pueda defenderlo». Sin embargo, los hijos de Elí no hicieron caso al regaño de su padre. Además, Dios ya había decidido quitarles la vida. Mientras tanto, el niño Samuel seguía creciendo, y Dios y la gente lo querían mucho.” TLA


El profeta Samuel aprendió de algunos malos ejemplos que el desprecio por la autoridad de Dios y la rebeldía en lugar de someternos a Él y a las autoridades establecidas por Él crea consecuencias graves e indeseadas. Pero él (Samuel), aprendió a ser obediente a Dios, y con la sabiduría que Dios le dio a su temprana edad, comprendió la sumisión de la manera correcta. El honor de Dios y la sumisión apropiada a las autoridades son muy importantes para Él. Jesús también nos dio este ejemplo cuando estaba en la tierra.


Lucas 2:51-52 demuestra,

"Luego regresó con sus padres a Nazaret, y vivió en obediencia a ellos... Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en el favor de Dios y de toda la gente.” NTV


Algunos de ustedes han oído mi historia de cuando fui llevada al cielo en el año 2001. Allí vi algunas de las cosas que leemos en la Biblia como las puertas de perla, el mar de gente, la luz brillante que viene del trono, y otras cosas. Sin embargo, me di cuenta de que todos a mi alrededor eran más altos que yo. Tuve curiosidad por eso y le pregunté a mi guía celestial por qué era más baja de estatura que todos los demás. Y el guía me dijo que era porque necesitaba crecer en sabiduría y estatura. 


Por lo tanto, yo también tuve que aprender a someterme a Dios y a los hombres de acuerdo con la voluntad de Dios para mí lo que me concedió el favor de Dios y de los hombres a medida que crecía espiritualmente más alto. Estamos llamados a alcanzar la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Esto tiene que ver no sólo con ser más altos en el espíritu sometiéndonos a nuestras figuras de autoridad espiritual y natural, sino que también nos hace crecer en autoridad, que proviene de nuestra dependencia total de Dios en todo lo que hacemos. 


Efesios 4:13 dice, 

"hasta que todos lleguemos a estar unidos por la fe y el conocimiento del Hijo de Dios; hasta que lleguemos a ser un hombre perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;” RVC


Nuestra autoridad para hablar a nuestras montañas o para ordenar que cesen las tormentas y declarar la paz sólo puede suceder cuando adquirimos más conocimiento de Dios y caminamos en nuestra autoridad delegada. Esto es el resultado de nuestra continua comunión con Él y nuestra obediencia a Él con temor y asombro reverenciales.


Mateo 8:8-9 también dice,

"El centurión le respondió: ‘Señor, yo no soy digno de que entres a mi casa. Pero una sola palabra tuya bastará para que mi criado sane. Porque yo también estoy bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes. Si a uno le digo que vaya, va; y si a otro le digo que venga, viene; y si le digo a mi siervo: “Haz esto”, lo hace.’” RVC


Este llamado a crecer en sabiduría y estatura espiritual es a la iglesia del tercer día. Esta iglesia reconoce que con Cristo resucitamos, pero también ascendimos a lugares celestiales y operamos desde allí. Estamos sentados a la derecha del Padre en estos lugares celestiales en Cristo, desde donde estamos llamados a gobernar la tierra, someter al enemigo, y también co-gobernar y co-reinar con Él. 


Efesios 1:19-21 nos dice:

"y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros, los que creemos, según la acción de su fuerza poderosa, la cual operó en Cristo, y lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a su derecha en los lugares celestiales, muy por encima de todo principado, autoridad, poder y señorío, y por encima de todo nombre que se nombra, no sólo en este tiempo, sino también en el venidero.” RVC


Elegir ser más conscientes de la palabra de Dios y aprender a operar desde los lugares celestiales en nuestra vida cotidiana nos ayuda a no ceder a los miedos o a las artimañas del enemigo que resultan ser sólo humo y espejos cuando el intenta evitar que cumplamos la voluntad de Dios. Además, cuando Él nos ataca, si somos conscientes de nuestra posición en lugares celestiales con nuestro Dios, se hace más fácil someternos a Él, resistir al diablo y verlo huir (Santiago 4:7).


Un ejemplo de esto en mi vida es de cuando mi hijo tenía 14 años. Le regalaron un teléfono celular. Yo no se lo regalé y lo vi rebelarse con su uso del teléfono. Me desafiaba porque quería hacer cosas como sus amigos. Así que le advertí que si no obedecía lo que le pedía que hiciera, le quitaría el teléfono. Bueno, en resumen, terminé quitándole su celular.


Esto sucedió un fin de semana y durante ese tiempo el Señor me pidió que fuera a una iglesia en particular que no era mi iglesia. Mientras me preparaba para ir, mi hijo amenazó con irse de la casa, así que se vistió y se fue. Pude discernir la táctica del enemigo para evitar que obedeciera el mandato de Dios de ir a la Iglesia.


Así que en lugar de ir tras mi hijo, le dije al diablo: "Diablo, voy a esa iglesia te guste o no". Dos minutos más tarde, mi hijo regresó y no me creó más problemas sobre el teléfono celular. Pude ir y hacer lo que Dios me había mandado hacer sin preocupaciones. 


Otras veces ha tratado de evitar que haga algo que Dios me ha asignado hacer poniendo síntomas en mi cuerpo de malestares y dolores, u otras cosas. Pero siempre respondo de la misma manera. Le ordeno que se vaya y le recuerdo que no puede invadir este templo del Espíritu Santo. Así que cancelo su asignación contra mí y le digo que voy a donde Dios me envía y que no puede detenerme.


Vivir continuamente con miedo a las cosas atrofia nuestro crecimiento espiritual, pero ese temor nos deja cuando operamos desde los lugares celestiales, a la derecha de Aquel que es el amor. Esto nos ayuda a discernir al enemigo y sus planes que, más probablemente, vienen a infligir miedo en nosotros. Este miedo se convierte entonces en la raíz de la ira, el orgullo, la rabia, la amargura, el rencor, el resentimiento, la ofensa y la lista continúa. Pero la Biblia dice en 1 Juan 4:16-18,


"Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. En esto se perfecciona el amor en nosotros: para que tengamos confianza en el día del juicio, pues como él es, así somos nosotros en este mundo. En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor lleva en sí castigo. Por lo tanto, el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.” RVC


Más en la parte 2. Sólo a Dios sea toda la gloria.*


Imágenes de Google Images 

No comments:

Post a Comment