Lucas 6:37-38
No juzguen, y no serán juzgados. No condenen, y no
serán condenados. Perdonen, y serán perdonados. 38 Den,
y se les dará una medida buena, incluso apretada, remecida y desbordante.
Porque con la misma medida con que ustedes midan, serán medidos.’’
RVC
Dar para que la red no se rompa
– este principio o ley de la reciprocidad mostrado en el pasaje, será lo único
que destacaremos en esta enseñanza porque el cuerpo de Cristo ha sido en su
mayoría, ignorante de esto, y por esa razón, el enemigo ha estado robando,
matando y destruyendo de ellos más de lo que se le debería haber permitido.
Estamos llamados a estar conectados unos con otros y así, tal y como somos
llamados un cuerpo, tenemos muchas partes que no pueden funcionar aparte de las
otras. Es por eso que cuando una parte del cuerpo duele, tal vez debido a un
accidente, o por negligencia, o porque ignoramos una advertencia para no
agarrar un objeto que estaba demasiado caliente o demasiado afilado, todo el
cuerpo se ve afectado de una manera u otra.
Por lo tanto, si la mano duele, todo el cuerpo se ve
afectado por la sensación que nos hace sentir el dolor. Y a pesar de que
podemos tratar de llevar a cabo los planes para nuestro día sin usar la mano
lastimada, las cosas no se logran tan eficientemente como si tuviéramos el uso
completo de la misma. Así que lo que se espera hacer es buscar ayuda para sanar
y restaurar nuestra mano para que podamos usarla otra vez completa y
eficientemente, y de esa manera, todo el cuerpo se sentirá bien y sin dolor y
puede lograr hacer las cosas de manera más óptima.
Lo mismo sucede con nosotros cuando, como miembros del
cuerpo de Cristo ignoramos las indicaciones de Dios para cuidar bien de sus
miembros, para evitar sufrimientos innecesarios, conflictos y divisiones
innecesarias, retrasos innecesarios, problemas innecesarios, agotamiento
innecesario y frustración, pérdida innecesaria de oportunidades para avanzar y
desaliento innecesario.
Esto a su vez crea muchos pródigos que se van porque
no todo el mundo es lo suficientemente fuerte como para permanecer en estas
condiciones y soportar lo tanto que los han hecho esperar, aquellos que ignoran
y descuidan la orden de Dios para ayudarlos en sus necesidades. Así que algunas
de las maneras en que estamos llamados a estar conectados y cuidar bien de
otros miembros del cuerpo mientras sembramos semillas para nuestros propios
tiempos de necesidad incluyen:
Oración e intercesión – cuando
ignoramos las indicaciones del Señor de orar e interceder por alguien, esta
persona no puede recibir la ayuda necesaria en tiempos de su necesidad porque
las cosas suceden en la tierra cuando las llamamos a que vengan del cielo por
medio de nuestras oraciones. Si el hermano o la hermana se desvía de su camino
de rectitud porque no hay suficientes intercesores que tomen su posición en
serio y los llamen de nuevo al redil a través de sus oraciones, ayuno, y
consejería (como el Señor les guie), y de esta manera guerrear para decirle al
enemigo que quite sus manos de esa persona, el o ella continuará por el camino
equivocado, pero Dios pedirá cuenta de nosotros, y cuando nosotros o un miembro
de nuestra familia se está descarriando y podemos necesitar a alguien que ore y
haga guerra en su nombre , recibiremos el mismo trato que le dimos a esa oveja
por la que Dios nos llamó a dejarlo todo a un lado para rescatarla en oración.
No debemos orar de acuerdo a lo que vemos, mucho menos
debemos criticar ni juzgar, calumniar ni chismear de la persona, sino, según el
consejo del Señor, como se explica en otras enseñanzas de esta serie, debemos
usar el discernimiento justo porque es entonces que podemos hacer la voluntad
de Dios y no ser guiados por nuestros propios deseos o ideas. Por eso, orar en
lenguas nos ayuda a orar siempre exactamente lo que es la voluntad del Padre
acerca de la persona o las circunstancias, especialmente en casos en los que no
sabemos qué pedirle al Señor al respecto.
Así que cuando no obedecemos a Dios para ayudar y
cuidar de otro miembro del cuerpo a través de nuestras oraciones, estamos sembrando
semillas para que otros nos ignoren en sus tiempos de oración porque este
principio espiritual dice que lo que hacemos o no hacemos por otros, Dios hace
que nos suceda a nosotros. Esto también se llama el principio de la siembra y la
cosecha del cual expandiremos a continuación.
Finanzas y Recursos – lo
mismo sucede cuando vemos a alguien que necesita una mano de ayuda con fianzas
y Dios nos pide que lo ayudemos en su tiempo de necesidad. Si estas personas
han estado clamando a Dios por ayuda y Él les dio la promesa de que les
ayudaría, y luego nos dice a nosotros que fuimos escogidos para ser la
respuesta a las oraciones de esas personas e ignoramos la invitación del Señor,
el que ignoremos su invitación no hará que el Señor se vea como un mentiroso ante
ellos. Él levantará ayuda para ellos de otra manera, pero la(s) persona(s) que
ignoraron el mandato han sembrado la clase de semilla equivocada para sus
propios tiempos de necesidad.
El resultado será que ellos también serán ignorados
por Dios porque ellos lo ignoraron cuando Él les dio el mandato de ser la
respuesta a la oración de otros. Nunca sabemos dónde vamos a terminar en algún
momento de nuestra vida que requerirá que otros nos den una mano ayuda. Por lo
tanto, como hijos de Dios, necesitamos ser conscientes de nuestro llamado a
ponernos a disposición de Él para que nos use con las finanzas y los recursos
que Él nos ha dado para ayudar a otros a acercarse a Él y tener las cosas
materiales que necesitan para cubrir sus necesidades básicas.
Derramando sobre los demás lo que Dios ha derramado
sobre nosotros – además, muchas veces Dios nos ordenará darles a
otros la sabiduría y las revelaciones que Él nos da y nos permite compartir
(algunas revelaciones deben ser guardadas por un tiempo designado y Dios nos
dirá cuando hacer eso y necesitamos obedecer) porque todos estamos conectados
como una red con nudos que la mantienen junta. Entonces, lo que ayudamos a los
demás a conocer y entender que les ayudará a acercarse a Dios y también a recibir
lo que ellos le están pidiendo para que puedan ir por el camino de su justicia y
rectitud hacia su destino, es lo que estamos llamados a hacer como cuerpo. Dios
nos ha dado este mandato indicado en Mateo 28:19-20,
19 “Por
tanto, vayan y hagan discípulos en todas las naciones, y bautícenlos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. 20 Enséñenles
a cumplir todas las cosas que les he mandado. Y yo estaré con ustedes todos los
días, hasta el fin del mundo.» Amén.” RVC
Dios no es un mentiroso, y Él hará accesible a esas
personas lo que Él les ha prometido, y es nuestro trabajo tener oídos que
escuchan y ojos atentos para ser la respuesta a la oración de nuestros hermanos
y hermanas cuando somos motivados por el Espíritu Santo, así que no nos
comportemos como Caín quien le dijo a Dios, más bien descaradamente cuando Dios
le preguntó dónde estaba su hermano Abel, que él no era el guardián de su
hermano (Génesis 4:9). Pero la verdad de la palabra es que debemos ser el
guardián uno del otro en la manera que Dios nos pide. Números 23:19 explica,
“Dios no es un hombre, por lo tanto, no miente.
Él no es humano, por lo tanto, no cambia de parecer.
¿Acaso alguna vez habló sin actuar?
¿Alguna vez prometió sin cumplir?” NTV
Él no es humano, por lo tanto, no cambia de parecer.
¿Acaso alguna vez habló sin actuar?
¿Alguna vez prometió sin cumplir?” NTV
Debido a que Dios cumplirá con la promesa que hizo a
la(s) persona(s), Gálatas 6:7 advierte a aquellos que deciden ignorar lo que
Dios les está pidiendo que hagan, razonando la incitación de Dios demasiado
hasta que la desestiman por completo, o porque se niegan a obedecer porque
ellos creen que son dueños de todo lo que tienen cuando de hecho, Dios eligió
ponerlo en sus manos y les dio el poder de obtenerlo, pero ellos no saben que
muchas veces lo que se nos da para crecer y multiplicar no es para nosotros,
sino que lo levantamos para que otros lo usen, y debemos dárselos cuando Dios
nos indique. La escritura dice:
“No se dejen engañar: nadie puede burlarse de la
justicia de Dios. Siempre se cosecha lo que se siembra.” NTV
El Salmo 24:1 nos recuerda que todo le pertenece al
Señor, incluso nosotros para adorarle y obedecer sus mandatos, “La tierra es
del Señor y todo lo que hay en ella; el mundo y todos sus habitantes
le pertenecen.” NTV
Deuteronomio 8:18 continúa diciendo: “Acuérdate
del Señor tu Dios. Él es quien te da las fuerzas para obtener
riquezas, a fin de cumplir el pacto que les confirmó a tus antepasados mediante
un juramento.” NTV
Esa es también la razón por la que Esther 4:13-14
amonesta: 13 “Mardoqueo le envió la siguiente
respuesta a Ester: «No te creas que por estar en el palacio escaparás cuando
todos los demás judíos sean asesinados. 14 Si te
quedas callada en un momento como este, el alivio y la liberación para los
judíos surgirán de algún otro lado, pero tú y tus parientes morirán. ¿Quién
sabe si no llegaste a ser reina precisamente para un momento como este?”
Cuidando la red – para
mantener la red que somos como miembros del cuerpo de Cristo, hay cosas que
tenemos que hacer para evitar que se rompa tales como:
1. Reparar y limpiar las redes, como se indicó
anteriormente, siendo conscientes y obedeciendo las indicaciones del Señor para
dar una mano ayuda y soporte, orar, o cualquier otra cosa que el Señor nos
ordene a hacer a nombre de otros para ser la respuesta a sus oraciones. Marcos
1:19 dice:
“Un poco más adelante por la orilla, Jesús vio a
Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, en una barca, reparando las redes.”
NTV
Lavado de la red – para
asegurarse de que ninguna contaminación del enemigo se entre en ella o puntos
de vista humanísticos o mundanos, que podrían afectar su funcionamiento óptimo
y eficiente, y en lugar, que cada cosa potencial que podemos lograr juntos
dirigido por Dios, se realice a medida que cuidamos de los miembros del cuerpo
asignados a nosotros, para esto, debemos crear crecimiento exponencial y avance
por medio de la ayuda que portamos unos a los otros. Lucas 5:2 dice:
“Jesús notó dos barcas vacías en la orilla porque
los pescadores las habían dejado mientras lavaban sus redes.” NTV
3. Prepararnos para entrar en lo profundo –
esto tiene que hacerse no sólo en tiempos de lucha para ir a rescatar a otros,
sino también cuando nos estamos preparando para una poderosa pesca victoriosa.
Para esto, trabajar en unidad y asegurarnos de que todos los miembros que son
asignados para nosotros ayudar son atendidos y respondemos a sus clamores como
hemos sido instruidos por Dios tal y como se espera de nosotros. Lucas 5:4
dice:
“Cuando terminó de hablar, le dijo a Simón:
—Ahora ve a las aguas más profundas y echa tus redes
para pescar.” NTV
Lucas 5:5 también dice,” —Maestro —respondió
Simón—, hemos trabajado mucho durante toda la noche y no hemos pescado nada;
pero si tú lo dices, echaré las redes nuevamente.” NTV
Muchos han sido abandonados y han trabajado solos y
sin ayuda hasta el punto de agotamiento y sus cargas se han vuelto más pesadas
de lo que ellos son capaces de soportar debido a aquellos que eligieron ignorar
los mandatos del Señor para ser la respuesta a sus oraciones y ayudarles a
llevar su carga (Gálatas 6:2).
Así que Lucas 5:6 también nos avisa que el no cuidar
de la red (el cuerpo de Cristo) causa que llegue al punto de ruptura. Cuando
esto sucede, cualquier victoria o avance es de corta duración y esto crea
problemas más grandes para aquellos que están cargando la carga de una manera
que es más pesado de lo que se suponía que debía haber sido. Dice,
“Y esta
vez las redes se llenaron de tantos peces ¡que comenzaron a romperse!”
NTV
Sin embargo, Juan 21:6, 8, y 11 describe cuántas
veces, debido a que las cosas se han hecho incorrectamente en el cuerpo, el
Señor tiene que intervenir y demandar que todos se pongan en su postura
correcta a veces reprendiendo o eliminando la obstrucción o la ignorancia que
les impide actuar de acuerdo a su voluntad para que la red no se rompa y todo
el mundo, trabajando en unidad, pueda tener la victoria segura y duradera que
puede conducir a más victorias porque cada nudo en la red o miembro del cuerpo
es atendido adecuadamente y con prontitud. Los versículos dicen,
6 “Entonces
él dijo:
—¡Echen la red a la derecha de la barca y tendrán
pesca!
Ellos lo hicieron y no podían sacar la red por la gran
cantidad de peces que contenía.” NTV
8 “Los
otros se quedaron en la barca y arrastraron la pesada red llena de pescados
hasta la orilla, porque estaban solo a unos noventa metros[a] de
la playa.” NTV
11 “Así que
Simón Pedro subió a la barca y arrastró la red hasta la orilla. Había 153
pescados grandes, y aun así la red no se había roto.”
NTV
Sólo Dios sea toda la gloria. ■
Imágenes
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