Saturday, May 26, 2018

PRINCIPIOS DE POSTURA EN LA ORACIÓN 10

Libertad para recibir a través del perdón - esta es la enseñanza final de esta serie, pero no la menos importante de todas las que hemos mencionado que nos ayudarán a recibir respuestas a nuestras oraciones. Ninguna de estas posturas funcionará si no hay perdón en nuestros corazones. Podemos confesar y reclamar las cosas que queremos ver manifestadas (Marcos 11:22-24), orar juntos en común acuerdo con otros porque la Biblia dice que donde dos o más se reúnen para pedir algo en acuerdo, nuestro Padre celestial lo cumplirá (Mateo 18:19), o podemos tratar de usar cualquiera de las otras posturas de oración. Sin embargo, necesitamos cumplir dos condiciones principales cuando le pedimos a Dios cualquier cosa:

1-Lo que pedimos debe ser la voluntad del Padre para nosotros (Mateo 7:21).
2-Tenemos que venir a Él libres de rencores cuando oramos. Mark 11:25-26 advierte,

25 Y cuando oren, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en los cielos les perdone a ustedes sus ofensas. 26 Porque si ustedes no perdonan, tampoco su Padre que está en los cielos les perdonará a ustedes sus ofensas.’” RVC

Es primordial que tomemos tiempo para examinar nuestros corazones y permitir que Dios nos muestre si hay rencor hacia alguien porque si no hemos liberado a aquellos que nos han herido, nos han ofendido, se burlaron de nosotros, nos calumniaron y hablaron chismes de nosotros, o nos maltrataron de alguna manera, no podemos recibir lo que le estamos pidiendo a Dios que haga por nosotros. Veamos un par de ejemplos de este importante principio de perdonar a otros o a nosotros mismos antes de recibir respuestas a nuestras oraciones encontrado en la Biblia.

El ejemplo de Job - mencionamos en otras enseñanzas de esta serie que Job recibió una doble porción de herencia cuando oró por sus amigos. Pero la razón por la que sus amigos vinieron a él para que orara por ellos es porque habían hablado mal de él y lo culparon por todo lo que le estaba pasando sin entender que él estaba en un proceso que Dios le permitió pasar antes de que pudiera ser confiado con las verdaderas riquezas del Reino y rangos superiores de autoridad en el espíritu. Ellos pensaron e incluso dijeron que Job debía haber estado en pecado, y es por eso que él estaba pasando por todo lo que él atravesó.

Sin embargo, ellos no sabían que al hacer eso, se auto-provocaron entrar en el mismo proceso en el desierto de pruebas que Job pasó porque juzgaron mal el hombre ungido de Dios. Su juzgamiento violó el principio que dice ' no toques a mi ungido y no hagas daño a mis profetas. ' 1 Crónicas 16:2-22 dice:

20 Andaban de nación en nación,
y de un reino a otro reino;
21 pero Dios no dejó que lo agraviaran,
sino que por ellos castigó a los reyes
22 y dijo: «¡No toquen a mis ungidos!
¡No les hagan daño a mis profetas!’”
RVC

Así que, para que no recibieran aquello a lo que se habían abierto, Dios ordenó a los amigos de Job que fueran a darle una ofrenda que Él les especificó para Job, y Job oraría por ellos porque Dios respondía sus oraciones, pero no las oraciones de aquellos que hablaron mal de él y lo acusaron falsamente. Pero también está el aspecto de que Job necesitaba perdonarlos. Sin el perdón, él no pudo haber orado y recibir respuestas de Dios. Su corazón necesitaba estar limpio y libre de rencor, amargura y resentimiento hacia ellos, porque entendía que Dios tenía un propósito en permitir incluso que otros lo acusaran y tuvieran actitudes erróneas hacia él, porque eso le ayudó a asegurarse de que su corazón estaba bien con Dios, a pesar de lo que otros pensaban de él.


El ejemplo de José – sabemos que los hermanos de José estaban celosos de él y querían matarlo. José les había hablado de sus sueños, pero eso no ayudo las cosas para él. En lugar de matarlo, sus hermanos lo arrojaron a un hoyo y más tarde lo vendieron a un vendedor de esclavos egipcio. Allí, en Egipto, tuvo que saltar muchos obstáculos. Entre ellos, José tuvo que huir de la lujuriante atracción de la esposa de Potifar que lo llevó a la cárcel porque fue acusado falsamente.

Allí en la prisión fue ascendido como administrador, y el Espíritu Santo le dio la interpretación de los sueños del panadero y del mayordomo que restauró al mayordomo de nuevo al Palacio para servir al Faraón. El mayordomo le había prometido a José que le pediría al Faraón que lo sacara de la cárcel, pero pasaron un par de años antes de que eso sucediera. José llegó al Palacio después de un tiempo, y se convirtió en el segundo al mando después del Faraón. Su posición fue estratégica y ayudó a hacer de Egipto el país más rico e importante del mundo en esos tiempos debido a la sabiduría para la administración que Dios le había dado a José.

Sin embargo, cuando la sequía se había desatado en otras partes del mundo, incluyendo la tierra donde vivían el padre y los hermanos de José, ellos terminaron viniendo a Egipto para encontrar alivio de la sequía. Después de algunos encuentros con sus hermanos, José finalmente les dijo quién era porque su popularidad y rango de autoridad en ese país lo habían hecho rico y sus hermanos no lo habían reconocido. Una vez que él se reveló a ellos, él tenía la opción de elegir el vengarse por sí mismo o el perdonarlos por lo que le habían hecho años anteriores. Él eligió perdonarlos y la familia se pudo reconciliar. También pudo ver a su padre de nuevo y ser el que les ayudó a ser completamente aliviados de la sequía cuando se mudaron a Egipto para estar con José.

Sin perdonar a sus hermanos, José no habría podido disfrutar plenamente de la recompensa que Dios tenía para él en Egipto, el lugar donde más sufrió. Lo que, es más, su posición e influencia en la tierra habría sido de corta duración porque si hubiera usado su autoridad para vengarse, Dios lo habría removido porque la razón por la que Dios lo envió por delante de su familia, era para ayudarlos durante el tiempo en que ellos más lo necesitaban.  Afortunadamente, el eligió reconciliarse con su familia y asegurarse de que no sufrirían la hambruna que otros tuvieron que soportar durante siete largos años.


Las finanzas y el rencor – otro aspecto importante de nuestro caminar como creyentes cuando se trata de dar ofrendas a Dios es que, cuando venimos al altar a darle a Dios de lo que Él nos dio, si nuestro corazón tiene algo en contra de otra persona, u otra persona tiene algo contra nosotros y lo sabemos, estamos obligados a hacer lo mejor que podamos para resolver el problema, asegurándonos de que perdonamos y somos perdonados, para que podamos darle una ofrenda limpia al Señor. Mateo 5:23-24 dice:

23 Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja allí tu ofrenda delante del altar, y ve y reconcíliate primero con tu hermano, y después de eso vuelve y presenta tu ofrenda.” RVC
Esto es clave de obedecer porque el dinero tiene voz, y si lo que está hablando de nosotros es la revelación de lo que está en nuestros corazones hacia otros, o que otros fueron heridos o perjudicados por nosotros y no hemos hecho nada al respecto, y de esta manera estamos violándolos a ellos y a este principio del Reino, nuestra ofrenda hablará en contra de nosotros, en lugar de a favor de nosotros. Recuerden lo que Gálatas 6:7 dice,

No se engañen. Dios no puede ser burlado. Todo lo que el hombre siembre, eso también cosechará. RVC

Ciertamente no queremos sembrar que Dios no nos libere de nuestras ofensas porque no hemos perdonado las ofensas de nuestro hermano o hermana (Mateo 6:14-15). También no queremos ver que el daño o la herida que le causamos a otros vengan sobre nosotros porque fuimos descuidados con los demás y sembramos las semillas equivocadas para nosotros mismos en nuestro tiempo de necesidad. Lucas 6:36-38 ofrece para nosotros el patrón que debemos seguir para recibir de Dios en abundancia cuando le damos ofrendas, incluyendo ofrendas de dinero. Dice,

36 “Sean ustedes compasivos, como también su Padre es compasivo.
37 ‘No juzguen a otros, y Dios no los juzgará a ustedes. No condenen a otros, y Dios no los condenará a ustedes. Perdonen, y Dios los perdonará. 38 Den a otros, y Dios les dará a ustedes. Les dará en su bolsa una medida buena, apretada, sacudida y repleta. Con la misma medida con que ustedes den a otros, Dios les devolverá a ustedes.’” DHH

No podemos reclamar para nuestras vidas el versículo 38 mientras descuidamos los versículos anteriores en este pasaje. Necesitamos seguir el procedimiento apropiado y podemos ver en estos versículos que primero, necesitamos asegurarnos de que no hablemos contra otros, incluyendo aquellos que nos han ofendido o lastimado. También estamos amonestados a no tratar de tomar la posición de Dios como juez para señalar con el dedo y condenar o declarar a otros culpables. Pero debemos dejar la venganza solo en las manos de Dios (Romanos 12:19). Lo que se espera de nosotros en cambio, es que los perdonemos y los liberemos de lo que han hecho contra nosotros, y busquemos ayuda si la herida y la ofensa fueron severas y necesitamos un toque sanador profundo de nuestro Señor.

Hay otras fuentes, pero estoy incluyendo aquí un artículo de Katie Souza de los Ministerios “Extended End” en Maricopa, Arizona publicado por elijahlist.com. Yo misma utilizo este procedimiento para ayudarme cada vez que veo la necesidad de sanación en mi alma o Dios me pide que lo busque para ser sanada de heridas pasadas. Sigue el enlace aquí para la version en inglés. "Three Basic Steps for Inner healing" 


Sigue el enlace aqui para la versión en espaňol que tambien tiene un par de explicaciones mias. "Tres Pasos Basicos Para la Sanacion Interna"

Hemos mencionado antes que cuando juzgamos y señalamos el dedo a otros y elegimos caminar con rencor hacia otros por lo que nos hicieron, nos abrimos para que el mismo espíritu que los oprimió a ellos e influencio para que nos hirieran daño venga y nos oprima a nosotros y también nos influencie para hacerle el mismo tipo de daño a otros. Necesitamos recordar el adagio que dice que cuando apuntamos un dedo a otros, cuatro dedos también nos apuntan a nosotros.


Esto es cierto porque nos convertimos en aquello a lo que no perdonamos de otros. No podemos vivir nuestras vidas siendo legalistas y pensar que todo el mundo debe ser castigado y que podemos mantener una lista de lo que se nos ha hecho, pero olvidamos que otros también pueden estar guardando una lista de lo que les hemos hecho 1 Corintios 13:5). Es primordial que busquemos la sanación de nuestros corazones porque eso también nos ayuda a discernir y evaluar las circunstancias que nos rodean y el verdadero motivo de los corazones de otras personas de la manera correcta.

Eso también nos ayuda a caminar como creyentes maduros y ser conocidos por el amor de Dios en nuestros corazones (Mateo 5:5) que se demuestra en cómo lidiamos con las circunstancias en nuestras vidas y las personas involucradas para que podamos separarlas de las cosas que ellos han hecho contra nosotros. En otras palabras, juzgamos el pecado, pero no el pecador. Esta es otra forma en la que nos separamos del mundo porque nos hemos convertido en agentes de  salvación, sanación, liberación y restauración, ya que permitimos que el amor perfecto de Dios en nosotros expulse sus temores. 1 Juan 4:18 dice:

En esa clase de amor no hay temor, porque el amor perfecto expulsa todo temor. Si tenemos miedo es por temor al castigo, y esto muestra que no hemos experimentado plenamente el perfecto amor de Dios.” NTV

Muchas personas viven con el miedo, que abre el camino para la falta de perdón, el orgullo, la ira, el resentimiento, la amargura, y otros pecados, porque no quieren ser heridos u lastimados nuevamente, y es la razón por la que la mayoría de ellos no perdona. Pero cuando permitimos que nuestro amoroso Padre haga un trabajo profundo de eliminar cada capa de dolor y de ideas de que Él no nos ama o que otros no pueden amarnos, podemos ser liberados de un corazón huérfano, y en su lugar, permitir que su paz que sobrepasa todo entendimiento guarde nuestras mentes y nuestros corazones (Filipenses 4:6-7), y de esa manera , podemos extender esa misma paz a los que nos rodean tanto como podamos, porque se nos ha ordenado vivir en paz con todos lo mejor posible.

Romanos 12:18 dice esto, “Hasta donde dependa de ustedes, hagan cuanto puedan por vivir en paz con todos.” DHH

Elegir caminar en obediencia a este mandato y pedirle a Dios que nos ayude a obedecer su palabra para estar en paz con los que nos rodean tanto como sea posible, nos ayuda a ser desarrollados en los frutos del espíritu encontrados en Gálatas 5:22-24 que dice,

22 En cambio, el Espíritu de Dios nos hace amar a los demás, estar siempre alegres y vivir en paz con todos. Nos hace ser pacientes y amables, y tratar bien a los demás, tener confianza en Dios, 23 ser humildes, y saber controlar nuestros malos deseos. No hay ley que esté en contra de todo esto. 24 Y los que somos de Jesucristo ya hemos hecho morir en su cruz nuestro egoísmo y nuestros malos deseos.” TLA

Lo que, es más, caminar en los frutos del espíritu listados esta vez por la versión Reina Valera Contemporánea que en Gálatas dice 5:22-23, 22 Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza. Contra tales cosas no hay ley.” RVC

Queremos ver las señales y milagros que Dios promete que nos seguirán porque creemos (Marcos 16:17-18) y elegimos caminar en amor y perdón hacia los demás y esto a su vez nos ayudara a que se manifiesten a través de nosotros los dones del espíritu declarados en 1 Corintios 12:6-11 para beneficios de los que nos rodean:

Se pueden realizar distintas actividades, pero es el mismo Dios quien da a cada uno la habilidad de hacerlas. Dios nos enseña que, cuando el Espíritu Santo nos da alguna capacidad especial, lo hace para que procuremos el bien de los demás.A algunos, el Espíritu les da la capacidad de hablar con sabiduría, a otros les da la capacidad de hablar con mucho conocimiento, a otros les da una gran confianza en Dios, y a otros les da el poder de sanar a los enfermos. 10 Algunos reciben el poder de hacer milagros, y otros reciben la autoridad de hablar de parte de Dios. Unos tienen la capacidad de reconocer al Espíritu de Dios, y de descubrir a los espíritus falsos. Algunos pueden hablar en idiomas desconocidos, y otros pueden entender lo que se dice en esos idiomas. 11 Pero es el Espíritu Santo mismo el que hace todo esto, y el que decide qué capacidad darle a cada uno.” TLA

Por lo tanto, seamos personas que perdonamos rápidamente y a menudo, porque se nos manda perdonar hasta 70 veces 7 (Mateo 18:27). Esto significa que perdonamos siempre y perdonamos a todo el mundo porque también necesitamos perdón cuando hacemos cosas con conocimiento o desconocimiento que puedan herir u ofender a otros. Así que, recordemos que, si queremos ser usados de Dios con fuerza, necesitamos liberar a otros que nos han causado daño o nos han ofendido si no queremos ser oprimidos de una manera que nos haga hacer lo mismo con otros. Sólo Dios sea toda la gloria.


Imágenes cortesía de Google Images

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