El peso del honor- el
principio del dar honor es muy importante para el caminar del creyente. Se nos
manda, como se ha mencionado en las enseñanzas anteriores, amar a nuestro Dios
con todo nuestro corazón, alma, fuerza y mente, y amar a nuestro prójimo como a
nosotros mismos.
Honrar a Dios - Marcos
12:32-33 también nos dice que hacer esto es más importante que cualquier
sacrificio. Dice, 32 “El maestro de la ley religiosa
respondió:
—Bien dicho, Maestro. Has hablado la verdad al decir
que hay solo un Dios y ningún otro. 33 Además yo sé
que es importante amarlo con todo mi corazón y todo mi entendimiento y todas
mis fuerzas, y amar a mi prójimo como a mí mismo. Esto es más importante que
presentar todas las ofrendas quemadas y sacrificios exigidos en la ley.” NTV
En otras palabras, esta escritura nos está diciendo
que amar a Dios debe ser nuestra primera prioridad en todo lo que hacemos. Esto
garantiza que tomaremos parte de las bendiciones espirituales y terrenales de
su Reino en todas las formas en las que Él quiere derramarlas sobre nosotros.
También, como ya se ha dicho, eso lo hacemos pasando un tiempo precioso de
intimidad con Él por medio de la lectura de la palabra, alabando y adorándolo a
Él, y obedeciendo cada mandamiento que sale de su boca.
También se nos manda amar a nuestro prójimo como nos
amamos a nosotros mismos. Pero, ¿cómo honramos a Dios y a nuestro prójimo?
Hemos afirmado en las enseñanzas anteriores que una manera importante es dar
una mano de ayuda siempre que sea posible, ya sea financiera, con recursos, con
nuestra sabiduría, con nuestras oraciones, con nuestras buenas actitudes hacia
ellos, y en todos los sentidos que Dios nos ordena.
Pero hay otras maneras que necesitamos ser honorables
para los que nos rodean, ya que la honra es el vehículo por el cual vienen las
bendiciones del Reino de Dios a nosotros. Esto significa que la medida de honor
que damos a otros es la medida que recibiremos para nosotros mismos. Esto
también es parte de la ley de la reciprocidad o de la siembra y cosecha. 1
Samuel 2:30 dice:
30” Por lo
tanto, el Señor, Dios de Israel, dice: prometí que los de tu rama de la
tribu de Leví me servirían siempre como sacerdotes. Sin embargo, honraré a
los que me honran y despreciaré a los que me menosprecian.”
NTV
Esta escritura muestra que perdemos el acceso a lo que
no honramos y la forma pesada en la que Dios lidia con el tema del honor en
nuestra vida. Por lo tanto, algunas de las maneras en que demostramos honor a
otros, según las escrituras incluyen:
Honrando a nuestro padre y madre –
Efesios 6:2-3 nos dice: 2 “Honra a tu padre y a tu
madre». Ese es el primer mandamiento que contiene una promesa: 3 si
honras a tu padre y a tu madre, ‘te irá bien y tendrás una larga vida en la
tierra’”.
Este pasaje nos está dejando saber que Dios es un
Dios de orden y autoridad. La autoridad también significa orden y alineación a
la que necesitamos aprender a someternos. Dios nos dio un padre y una madre, ya
sea biológicos o una figura paterna para que nosotros aprendamos a someternos.
Cuando aprendemos a someternos a nuestros padres, nos sometemos también a Dios
porque Él los estableció como figuras de autoridad en nuestra vida que lo
representan a Él. Deshonrar a nuestros padres nos abre el camino para que
caminemos en una vida maldita porque elegimos rechazar la autoridad que Dios
estableció en nuestras vidas.
Soy consciente de que no todo el mundo sabe cómo ser
padre o ser una figura paterna de autoridad a la que quisiéramos someternos,
pero como se dice en artículos posteriores de este blog, nuestro trabajo es
orar por ellos porque esto nos asegurará que estaremos en rectitud con Dios y
viviremos una vida de bendiciones, porque el desacuerdo con nuestro padre y
madre o las figuras paternales en nuestra vida no significa que debamos dejar
de honrarlos. Para aquellos que son mayores de edad, esto también incluye que
nos ocupemos de ellos financieramente y en todas las maneras en la que podemos
hacerlo. Mateo 23:23 nos dice que no descuidemos ser misericordiosos, justos y
fieles. Este mandato es para cada área de nuestra vida, incluyendo cómo
tratamos a nuestros padres. Dice,
23 “¡Qué
aflicción les espera, maestros de la ley religiosa y fariseos! ¡Hipócritas!
Pues se cuidan de dar el diezmo sobre el más mínimo ingreso de sus jardines de
hierbas, pero pasan por alto los aspectos más importantes de la ley: la
justicia, la misericordia y la fe. Es cierto que deben diezmar, pero sin
descuidar las cosas más importantes.” NTV
De la misma manera, Efesios 6:4 también divulga que
los padres no deben ser obstáculos para sus hijos e irritarlos al poner más
disciplina que amor y cuidado en su relación. En otras palabras, hay tiempos de
disciplina, pero también, hay momentos en los que nuestro deber como padres es
permitir que fluya el don de Dios en ellos y que ellos tengan la libertad de
ser usados por Dios, incluso en formas que no comprendemos y para las que
necesitamos ejercitar discernimiento de sus etapas de crecimiento y cómo Dios
los está utilizando o la libertad que necesitan para ser ellos mismos y no lo
que pensamos que ellos deben ser. La escritura dice,
“Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos,
sino más bien edúquenlos con la disciplina y la instrucción que quiere el Señor.”
NTV
Malaquías 4:5 revela la importancia de permitir que la
relación entre padres e hijos sea fortalecida en el Señor. Por esto, Él está
poniendo a nuestra disposición su toque sanador para que todo lo que el enemigo
ha hecho para dividir a las generaciones pueda ser destruido. Nuestro trabajo
es orar y seguir el liderazgo del Espíritu Santo para nuestras familias. De lo
contrario, el enemigo puede venir con una trampa de la que sería difícil salir.
Esta trampa puede trascender generaciones si no se busca liberación con
prontitud y correctamente. La escritura dice:
"'Miren ustedes: Voy a enviarles al profeta
Elías, antes que llegue el día del Señor, que será un día grande y terrible. 6 Y
él hará que padres e hijos se reconcilien. De lo contrario vendré y castigaré
su país, destruyéndolo por completo.’” NTV
Honrando a nuestros padres espirituales
– lo primero que hay que entender acerca de esto es que un padre espiritual no
es lo mismo que un mentor. Para aprender a honrarlos de la manera apropiada,
primero necesitamos entender la diferencia entre un mentor y un padre o una
madre espiritual. Un mentor es alguien que nos da conocimiento de cómo triunfar
a nivel público o profesional. Pero un padre espiritual es aquel que no sólo
quiere vernos triunfar en estas áreas, sino que nos hará sentir incómodos como
él o ella nos dirá por el liderazgo del Espíritu Santo lo que ellos ven mal en
nuestro caminar personal con Dios y en nuestro carácter porque nuestro
crecimiento y afianzamiento en nuestras áreas débiles como hijos de Dios, como
padres, como cónyuges, como amigos, como hijos, en cómo manejamos nuestras
finanzas, o tratamos a nuestros empleados y negocios es importante para ellos
tal y como son importantes para Dios.
En otras palabras, por su enseñanza de la palabra y a
través de la comunión con ellos, nos traerán corrección y nos enseñarán su
sabiduría que nos ayudará a vencer en las áreas donde nos ven débiles y también
nos dicen cómo han vencido al enemigo por la sabiduría de Dios en sus vidas. 1
Corintios 4:14-16 dice en la versión Reina Valera Actualizada 2015,
14 “No
les escribo esto para avergonzarlos, sino para amonestarlos como a mis hijos
amados. 15 Pues aunque tengan diez mil tutores en
Cristo, no tienen muchos padres; porque en Cristo Jesús yo los engendré por
medio del evangelio. 16 Por tanto, los exhorto a
que sean imitadores de mí.” RVA-2015
Hay muchos que no entienden que una vez que hemos
recibido de Dios la amonestación para honrar a aquellos a quienes Él ha puesto
en nuestra vida como una figura paterna espiritual debemos recibirlos. La razón
es porque ellos ponen gran esfuerzo en sus oraciones y en obras para enseñarnos
el camino del Reino que asegurará que tengamos éxito en toda área de nuestra
vida, ya sea, personal y espiritual, corporativa y social, mental y física, y
con nuestra familia por la verdad del Evangelio Entonces, nuestra respuesta a
ellos debe ser de honrarlos sirviéndoles y obedeciendo lo que Dios ha dicho a
través de ellos. Incluso cuando empezamos a caminar una vida exitosa no
significa que empecemos a pensar que hemos llegado a ser más altos que ellos.
Ellos todavía trabajan en el espíritu a favor de nosotros con sus oraciones, guerra
espiritual, y la sabiduría que Dios les da para nosotros.
Para esto, debemos ser respetuosos de su tiempo y no
descuidar el reunirnos con ellos y servirlos de la manera que Dios nos indica
como lo hizo Eliseo con Elías. 1 Reyes 19:21 dice que Eliseo, quien estaba
trabajando con sus bueyes, arando el campo, abandonó todo y siguió a Elías y le
sirvió. Si Dios no nos está pidiendo que dejemos todo atrás, no necesitamos
hacer eso, pero Él nos está pidiendo que pasemos tiempo con nuestros padres
espirituales y en comunión con ellos y servirles en la forma en que Dios
también nos especifica.
Esto es importante porque en los caminos del Reino, si
queremos ser grandes y llegar lejos, necesitamos servir a los demás de la
manera que Dios nos dice. La búsqueda de la grandeza comienza a través de
nuestro servicio de aquellos a quienes estamos llamados a aprender y a ser de
ayuda para ellos. Así es como realmente aprendemos y alcanzamos otras
dimensiones en el espíritu, no buscando la grandeza como el mundo lo hace.
Cuando no servimos de la manera apropiada y designada por Dios a aquellos a los
que Él ha puesto en nuestras vidas para enseñarnos los caminos del Reino y
dirigidos por el Espíritu del Señor, estamos perdiendo nuestro crecimiento a
mayores estaturas y dimensiones de poder y autoridad en el espíritu y nos
convertimos en blanco del enemigo para confundirnos, descarrilarnos, y cegarnos
del camino del Señor para nosotros, que puede llevarnos a recibir juicio. 1
Corintios 4:18-21 establece,
8 “Pero
algunos se han inflado de soberbia, como si yo nunca hubiera de ir a
ustedes. 19 Pero iré pronto a ustedes, si el Señor
quiere, y llegaré a conocer, ya no las palabras de aquellos inflados, sino su
poder. 20 Porque el reino de Dios no consiste en
palabras, sino en poder. 21 ¿Qué quieren? ¿Que vaya
a ustedes con un palo, o con amor y en espíritu de mansedumbre?” RVA-2015
Honrar a nuestro cónyuge – Esta
es un área importante para prestar atención en la forma en que dirigimos
nuestras actitudes, nuestras palabras, y en esencia, cómo tratamos a nuestro
cónyuge. La Biblia es muy directa y clara en lo que se espera de nosotros como esposos
y esposas. Algunas de esas advertencias implican:
1 Corintios 11:11 dice: “11 No
obstante, en el Señor ni el hombre existe aparte de la mujer ni la mujer existe
aparte del hombre.” RVA-2015
Efesios 5:21-26 explica: 21 “y
sometiéndose unos a otros en el temor de Cristo: 22 Las
casadas estén sujetas a sus propios esposos como al Señor, 23 porque
el esposo es cabeza de la esposa así como Cristo es cabeza de la iglesia, y él
mismo es salvador de su cuerpo. 24 Así que, como la
iglesia está sujeta a Cristo, de igual manera las esposas lo estén a sus
esposos en todo.
25 Esposos,
amen a sus esposas así como también Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí
mismo por ella, 26 a fin de santificarla,
habiéndola purificado en el lavamiento del agua con la palabra,” RVA-
2015
Parte de esto no es dejarle todo el peso de cuidar a
los hijos, el hogar, y la responsabilidad de orar por ella misma y por los
hijos y criarlos en los caminos del Señor. El ambiente espiritual y la fuerza
de su caminar con Dios como familia es primordialmente la responsabilidad del
esposo y la esposa debe ser su apoyo en esto. Así es como el esposo honra a su
esposa e hijos al asumir ese papel como cabeza espiritual, no sólo para
proporcionar finanzas y disciplina, sino para vivir una vida equilibrada con fuerza
espiritual y financiera, y el cuidado de todos los miembros de la casa por el
beneficio de la alineación correcta de marido y mujer.
Pero si ese no es el caso, 1 Pedro 3:1-2 dice: 1”
Asimismo ustedes, mujeres, estén sujetas a su marido para que, si algunos no
obedecen a la palabra, también sean ganados sin una palabra por medio de la
conducta de sus mujeres, 2 al observar su manera de
vivir reverente y casta.” RVA 2015
Colosenses 3:19 también dice, “Esposos, amen a su
esposa y no se amarguen contra ella.” RVA-2015
Además, 1 Pedro 3:7 también revela la importancia de que
los esposos den honra a sus esposas y no tratarlas duramente para que sus
oraciones sean contestadas. Dice,
“De la misma manera, ustedes maridos, tienen que
honrar a sus esposas. Cada uno viva con su esposa y trátela con entendimiento.
Ella podrá ser más débil, pero participa por igual del regalo de la nueva vida
que Dios les ha dado. Trátenla como es debido, para que nada estorbe las
oraciones de ustedes.” NTV
Por último, pero no menos importante, la unión
matrimonial a través de la intimidad sexual, no debe ser descuidada entre esposos
como 1 Corintios 7:3-5 instruye,
3 “El
esposo debe satisfacer las necesidades sexuales de su esposa, y la esposa debe
satisfacer las necesidades sexuales de su marido. 4 La
esposa le da la autoridad sobre su cuerpo a su marido, y el esposo le da la
autoridad sobre su cuerpo a su esposa.
5 No se
priven el uno al otro de tener relaciones sexuales, a menos que los dos estén
de acuerdo en abstenerse de la intimidad sexual por un tiempo limitado para
entregarse más de lleno a la oración. Después deberán volverse a juntar, a fin
de que Satanás no pueda tentarlos por la falta de control propio.”
NTV
Honrando a nuestros líderes del gobierno –
1 Timoteo 2:1-4, 8 dice: 1” En primer lugar, te ruego que ores
por todos los seres humanos. Pídele a Dios que los ayude; intercede en su
favor, y da gracias por ellos. 2 Ora de ese modo
por los reyes y por todos los que están en autoridad, para que podamos tener
una vida pacífica y tranquila, caracterizada por la devoción a Dios y la
dignidad. 3 Esto es bueno y le agrada a Dios
nuestro Salvador, 4 quien quiere que todos se
salven y lleguen a conocer la verdad.” NTV
Por lo tanto, de acuerdo con esta escritura, debemos
primeramente mantener la actitud correcta hacia aquellos a quien Dios ha puesto
en posiciones gubernamentales porque Dios los estableció allí, estemos de
acuerdo con eso o no. Cada vez que vemos u oímos acerca de cualquier política o
ley que no sea adecuada para nuestro país o nuestros conciudadanos, debemos
orar para que los líderes caminen en la verdad y la sabiduría de Dios para que
tomen las decisiones correctas y así vivamos una vida pacífica en nuestros
países, nuestros condados, nuestras ciudades y vecindarios. El calumniar y
chismear sobre ellos no logra nada bueno. Sólo nos hace ser usados por el
diablo para hablar en contra de ellos y esto también nos hace deshonrarlos.
Hacer esto también le da al enemigo más armas para acusarlos y engañarlos en
sus vidas para que cometan más errores. Hay que detener el ciclo vicioso del
enemigo contra nuestros líderes y contra nosotros.
Honrando a nuestras autoridades civiles-Romanos
13:1-4 explica claramente cómo debemos lidiar con nuestras figuras de autoridad
civil. Esto incorpora a nuestros policías y bomberos, a los militares, incluso
a los conductores de autobuses públicos, y otras autoridades públicas. Dice,
1” Toda persona debe someterse a las autoridades de
gobierno, pues toda autoridad proviene de Dios, y los que ocupan puestos de
autoridad están allí colocados por Dios. 2 Por lo
tanto, cualquiera que se rebele contra la autoridad se rebela contra lo que
Dios ha instituido, y será castigado. 3 Pues las
autoridades no infunden temor a los que hacen lo que está bien, sino en los que
hacen lo que está mal. ¿Quieres vivir sin temor a las autoridades? Haz lo
correcto, y ellas te honrarán. 4 Las autoridades
están al servicio de Dios para tu bien; pero si estás haciendo algo malo, por
supuesto que deberías tener miedo, porque ellas tienen poder para castigarte.
Están al servicio de Dios para cumplir el propósito específico de castigar a
los que hacen lo malo.” NTV
Honor en el mercado –
Efesios 6:5-9 nos revelan la manera correcta de comportarnos en nuestros
lugares de trabajo y si somos los dueños de negocios o los jefes, lo que
nuestra actitud debe ser hacia aquellos bajo nuestra autoridad. Dice,
5 “Esclavos,
obedezcan a sus amos terrenales con profundo respeto y temor. Sírvanlos con
sinceridad, tal como servirían a Cristo. 6 Traten
de agradarlos todo el tiempo, no solo cuando ellos los observan. Como esclavos
de Cristo, hagan la voluntad de Dios con todo el corazón. 7 Trabajen
con entusiasmo, como si lo hicieran para el Señor y no para la gente. 8 Recuerden
que el Señor recompensará a cada uno de nosotros por el bien que hagamos,
seamos esclavos o libres.
9 Y
ustedes, amos, traten a sus esclavos de la misma manera. No los amenacen;
recuerden que ambos tienen el mismo Amo en el cielo, y él no tiene favoritos.”
NTV
Para más explicación acerca de este tema, vea las otras
enseñanzas en esta serie.
Sólo a Dios sea toda la gloria. ■
Imágenes cortesía de Google Images
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