Friday, June 1, 2018

Cuando el Enemigo Quiere Tamizarte

Lucas 22:31-32
31 Dijo también el Señor:
—Simón, Simón, mira que Satanás los ha pedido a ustedes para sacudirlos como si fueran trigo; 32 pero yo he rogado por ti, para que no te falte la fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, ayuda a tus hermanos a permanecer firmes.” DHH

Hay momentos en que pasamos por circunstancias que nos dejan preguntándonos ¿Qué está sucediendo y por qué? Esto es probablemente como se sintió Pedro cuando vio todo lo que le rodeaba desmoronándose. El antecedente de la situación es que Jesús estaba enseñando a sus discípulos sobre la verdadera forma de hacer liderazgo y servicio después de la cena de Pascua. Durante la cena, Él también había anunciado que uno de ellos lo traicionaría, y con esto se refería a Judas Iscariote.

Los discípulos empezaron a discutir entre ellos acerca de quién estaba tratando de traicionarlo de entre ellos, pero Jesús usó la oportunidad para hacerle saber a Pedro que Satanás mismo estaba buscando tamizarlo. Esto significa que el enemigo estaba pidiendo poner a Pedro en juicio. Pedro se dedicó a caminar y servir a Jesús como discípulo y había dejado todo atrás, su familia y su carrera para seguirlo. Pero nunca se le ocurrió que había algunos antecedentes de su pasado que el enemigo iba a usar en su contra, tal vez en un momento en que podría haber sido elegido para una promoción en el espíritu.

Para explicar más, esto es lo que sucede a veces cuando el Reino nos ha elegido para una promoción, pero el enemigo viene delante del Señor para acusarnos y decirle a Dios por qué no debemos recibir la manifestación de esta promoción o bendición que estamos esperando del Señor. El enemigo hace eso porque ve que podemos tener pecados que no hemos confesado ni hemos buscado la forma de dejar de cometerlos y se han convertido en obstáculos para recibir las bendiciones de Dios para nosotros.

Así que lo que se manifiesta en su lugar es la acusación del diablo a través de personas que están heridas y contaminadas con el espíritu del mundo y no disciernen que lo que necesitamos es tiempo con nuestro Señor para buscar la sanación de nuestras heridas y la confesión de nuestros pecados que Dios nos revela. Mateo 26:69-74 dice:

69 Mientras Pedro estaba sentado afuera, en el patio, se le acercó una criada y le dijo: ‘También tú estabas con Jesús el galileo.’ 70 Pero él lo negó delante de todos, y dijo: ‘No sé de qué hablas.’ 71 Y se fue a la puerta. Pero otra criada lo vio, y dijo a los que estaban allí: ‘También éste estaba con Jesús el nazareno.’ 72 Pero él lo negó otra vez, y hasta juró: ‘No conozco a ese hombre.’ 73 Un poco después, los que estaban por allí se acercaron a Pedro y le dijeron: ‘Sin lugar a dudas, tú también eres uno de ellos, porque hasta tu manera de hablar te delata.’ 74 Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: ‘No conozco a ese hombre.’ Y enseguida cantó el gallo. “RVC

Jesús le había advertido a Pedro que él lo negaría tres veces (Marcos 14:30) y aunque Pedro le había asegurado que eso nunca sucedería, el miedo a morir, después de ver a su Maestro arrestado y condenado a muerte, se apoderó de él y su boca pronunció palabras que no quería realmente decir, pero fue en su naturaleza sin arrepentimiento que mentiría para proteger su propia carne. El pasaje dice que Pedro negó el conocer a Jesús tres veces. Esto está diciendo también que Pedro mentía por hábito y esto fue considerado su injusticia o falta de rectitud con Dios. Apocalipsis 22:14-15 explica el posible argumento del enemigo contra Pedro por mentir,


14 Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida y para entrar por las puertas en la ciudad. 15 Pero afuera se quedarán los pervertidos, los hechiceros, los que han caído en la inmoralidad sexual, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y practica la mentira.” RVC

El enemigo sabía que Dios quería llevar a Pedro a obtener otros niveles de poder y autoridad en su ascenso espiritual, y por eso el Señor permitió su temporada en el desierto porque él tenía que superar esas tendencias de decir mentiras para salvar su propia carne por temor. Lo mismo sucede con nosotros y cuando nos encontramos siendo calumniados o acusados de algo sea cierto o no, la manera correcta de manejar la situación es que nos dirijamos a nuestro Señor y le preguntemos de qué es lo que el enemigo nos está acusando en lugar de tomar represalias contra la gente que están siendo utilizados por el enemigo. Efesios 6:12 nos dice por qué,

La batalla que libramos no es contra gente de carne y hueso, sino contra principados y potestades, contra los que gobiernan las tinieblas de este mundo, ¡contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes!” RVC

Esa es una de las razones por las que nos envían a pasar momentos en el desierto de pruebas. En este lugar podemos enfrentarnos con las cosas que nos impiden ser creyentes efectivos o que necesitan ser podados de nosotros porque no nos ayudan a crecer en los caminos y en las cosas en las que Dios quiere hacernos fuertes.

Para dar un ejemplo, recuerdo que cuando tenía seis años tuve una experiencia en la que vi a mi papá respondiendo de manera incorrecta a una situación y rechazó a alguien para favorecer a la persona equivocada. Él estaba demostrando una debilidad que tenía en el área de relaciones que causó en mi un miedo al rechazo desde ese momento. Yo no estaba consciente de que este miedo permaneció conmigo durante muchos años de mi vida adulta. Ni siquiera podía reconocer cual era la razón por la que estaba teniendo problemas con algunas relaciones en mi vida que significaban mucho para mí.

Entonces el Señor me dio una promesa a través de una profecía que involucraba el área de las relaciones. La promesa sonaba muy bien cuando la recibí, pero lo que vi fue de total opuesto a lo que me prometieron. Comencé a recibir acusaciones, calumnias de la gente, chismes sobre mí, y el rechazo, y aunque el pecado era generacional, es decir, yo no había cometido ningún pecado en esa área, pero era el miedo que estaba profundamente arraigado en mí lo que me hizo pasar por un periodo de juicio en el desierto.

Allí pude ver lo que estaba causando el miedo y cómo entró en mi porque finalmente estaba sola con mi Dios queriendo conocer su perspectiva sobre mi situación y pude recibir las revelaciones de las verdades que me liberaron (Juan 8:36). También me alegro de haber podido ver a mi papá crecer más fuerte en el área de las relaciones y cómo él aprendió a responder de acuerdo a la voluntad de Dios para él y para la gente a su alrededor. Así que mi papá venció en esa área, pero todavía yo necesitaba completar mi tiempo en el desierto de pruebas que aseguraría que sería liberada del miedo al rechazo y aprendí a responder de la manera correcta cuando esas situaciones llegaban.

Esta vez en el desierto también me ayudó a alcanzar el nivel de autoridad y unción donde el enemigo no podía usar sus acusaciones o el miedo al rechazo en mi contra porque fuí liberada por completo y ya no estaba en cautiverio con él. Isaías 10:27 nos explica que Dios nos ayuda a ser liberados del yugo de esclavitud del enemigo. Dice,


En ese día, el Señor acabará con la servidumbre de su pueblo.
    Romperá el yugo de la esclavitud
    y se lo quitará de los hombros.”
NTV

Esto también le pasó a Job. En Job 1 vemos que él tuvo una buena vida y confiaba en Dios. Había un muro de protección de Dios a su alrededor y todo lo que tenía. Pero llegó el momento en que Satanás pidió que lo tamizaran o lo pusieran en juicio porque pensaba que, si Job perdía todo, él abandonaría a Dios y lo maldeciría a su cara. Esto significa que Job también tenía una promoción espiritual, pero Dios quería asegurarse de que el fuera fortalecido en las áreas donde era débil para que no perdiera sus bendiciones tiempo después de recibirlos y al final, él pudo recibir una doble porción de herencia. Los versículos 6-12 nos dicen:

Un día los miembros de la corte celestial llegaron para presentarse delante del Señor, y el Acusador, Satanás, vino con ellos. El Señor le preguntó a Satanás:
—¿De dónde vienes?
Satanás contestó al Señor:
—He estado recorriendo la tierra, observando todo lo que ocurre.
Entonces el Señor preguntó a Satanás:
—¿Te has fijado en mi siervo Job? Es el mejor hombre en toda la tierra; es un hombre intachable y de absoluta integridad. Tiene temor de Dios y se mantiene apartado del mal.
Satanás le respondió al Señor:
—Sí, pero Job tiene una buena razón para temer a Dios: 10 siempre has puesto un muro de protección alrededor de él, de su casa y de sus propiedades. Has hecho prosperar todo lo que hace. ¡Mira lo rico que es! 11 Así que extiende tu mano y quítale todo lo que tiene, ¡ten por seguro que te maldecirá en tu propia cara!
12 —Muy bien, puedes probarlo —dijo el Señor a Satanás—. Haz lo que quieras con todo lo que posee, pero no le hagas ningún daño físico.
Entonces Satanás salió de la presencia del Señor.” NTV

A medida que leemos el libro entero, veremos que Job también fue acusado de personas que se pensaban ser sus amigos. Podemos ver que estos hombres sabían ciertas cosas acerca de Dios y los caminos del Reino, pero todavía se quedaron cortos de entender lo que realmente estaba sucediéndole a Job, y por qué perdió su familia, salud, riquezas y buena reputación como líder en su región.
Job pasó por un momento muy difícil que duró más de lo que él hubiera preferido. Pero al final, fue encontrado fiel a Dios y contento de haber recibido las revelaciones que le ayudaron a vencer durante su tiempo en el desierto. Job 42:1-3 nos revela el descubrimiento de Job de que algo estaba obstruyendo su comprensión de los caminos de Dios, y le impedía ver las cosas con la perspectiva correcta. Pero sus ojos estaban finalmente abiertos y él pudo ver de la manera en que Dios veía las circunstancias en su vida para que pudiera lidiar con ellas correctamente. Dice,

1 “Entonces Job respondió al Señor:
‘Sé que todo lo puedes,
    y que nadie puede detenerte.
Tú preguntaste: ‘¿Quién es este que pone en duda mi sabiduría con tanta ignorancia?’.
    Soy yo y hablaba de cosas sobre las que no sabía nada,
    cosas demasiado maravillosas para mí.’”
NTV

Lo que, es más, Job era un hombre compasivo antes de su juicio. Esto fue probado en la manera que él hizo sacrificios a Dios en nombre de sus hijos que estaban quizás descarriados o incluso rechazaban a Dios. Él quería ver a cada hijo pródigo en su familia regresar al Señor, y eso se convirtió en una fuerza mayor para él después del juicio. Para entonces, y como se mencionó en otras enseñanzas de este blog, él estaba dispuesto a perdonar y orar por los que lo habían agraviado. La mano de Dios era evidente en su vida una vez más, y recibió una doble porción de todo lo que tenía antes y también volvió a ser prominente en la tierra para la gloria de Dios.


Jesús, por otro lado, pasó por un tiempo de pruebas y juicio en el desierto después de que fue bautizado en el río Jordán por su primo Juan el Bautista. Allí, tuvo un encuentro con el Padre quien lo reconoció como su Hijo. Esto era una señal de que había recibido una promoción en el espíritu. Así que, justo después de este encuentro de promoción, fue enviado al desierto de las pruebas donde venció al enemigo justo antes de entrar en el Ministerio (Leer Mateo capítulos 3-4).

Sin embargo, después de sólo unos pocos años de Ministerio, Jesús fue envia
do a morir en la Cruz por la humanidad. Él también fue tamizado o puesto a prueba. Pero la diferencia entre la forma en que Jesús respondió a su temporada de pruebas y la de Pedro y Job fue que Pedro y Job reaccionaron con temor, pero Jesús respondió con fe ya que él sabía que era inocente y que era la voluntad del Padre que él pasara por esa prueba. Esto era necesario porque le daba el nivel de poder y autoridad y la unción necesaria para vencer al enemigo y resucitar con una poderosa victoria como Hijo de hombre. Lucas 22:15-22 nos revela esto,

15 “Jesús dijo: ‘He tenido muchos deseos de comer esta Pascua con ustedes antes de que comiencen mis sufrimientos. 16 Pues ahora les digo que no volveré a comerla hasta que su significado se cumpla en el reino de Dios’.
17 Luego tomó en sus manos una copa de vino y le dio gracias a Dios por ella. Entonces dijo: ‘Tomen esto y repártanlo entre ustedes. 18 Pues no volveré a beber vino hasta que venga el reino de Dios’.
19 Tomó un poco de pan y dio gracias a Dios por él. Luego lo partió en trozos, lo dio a sus discípulos y dijo: ‘Esto es mi cuerpo, el cual es entregado por ustedes. Hagan esto en memoria de mí’.
20 Después de la cena, tomó en sus manos otra copa de vino y dijo: ‘Esta copa es el nuevo pacto entre Dios y su pueblo, un acuerdo confirmado con mi sangre, la cual es derramada como sacrificio por ustedes.
21 ‘Pero aquí en esta mesa, sentado entre nosotros como un amigo, está el hombre que me traicionará. 22 Pues está establecido que el Hijo del Hombre tiene que morir. ¡Pero qué aflicción le espera a aquel que lo traiciona!’. NTV

Jesús fue acusado falsamente y traicionado, pero cuando estaba siendo crucificado, Lucas 23:34 nos dice, "Jesús dijo: ‘Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen’ …’"  Podemos ver que Jesús no salió del juicio, sino que se enfrentó a él sabiendo que era inocente, pero que tenía que cumplirse lo que se prometía en las Escrituras que Él tomaría los pecados del mundo sobre sí mismo, para que pudiéramos tener la salvación y la vida eterna y participar de la nueva alianza de la gracia.

Este es un gran ejemplo para nosotros de cómo debemos confrontar esas cosas que el enemigo encuentra en nosotros y por las que nos acusa ante el Padre para exigir que no recibamos sus promesas. Por lo tanto, a medida que nos encontramos en esos tiempos de prueba, debemos correr a los brazos de nuestro Dios amoroso y viviente, que está más que ansioso por revelarnos lo que el enemigo encuentra en nosotros para que ese pecado pueda ser clavado a la Cruz a través de nuestro arrepentimiento y confesiones a Él y a otros como Él nos indica, según Colosenses 2:14 que dice:

 Él anuló el acta con los cargos que había contra nosotros y la eliminó clavándola en la cruz.” NTV

Santiago 5:16 también nos hace saber que después de confesar nuestras faltas o pecados, y buscar la sanación de nuestras vidas en el área confesada y la restauración de nuestra rectitud con Dios, podemos estar seguros de que nuestras oraciones darán en el blanco y podemos recibir las respuestas que estamos buscando.  Dice:

Confiésense los pecados unos a otros y oren los unos por los otros, para que sean sanados. La oración ferviente de una persona justa tiene mucho poder y da resultados maravillosos.” NTV

Así que, ahora por favor únanse a mí en esta oración. Padre celestial y amoroso, venimos a ti dispuestos y en pos de tu justicia en nuestras vidas. Queremos ser restaurados a un caminar de rectitud contigo y pedirte que nos ayudes a superar las cosas por las que el enemigo nos acusa, de acuerdo con 2 Crónicas 7:14-15 que dice que si nosotros, tu pueblo, quienes somos llamados por tu nombre, nos humillamos ante ti, oramos, buscamos, anhelamos, y requerimos de tu rostro y nos devolvemos de nuestros caminos malvados, entonces oirás desde el cielo, perdonarás nuestros pecados, y sanarás nuestra tierra. Y ahora tus ojos estarán abiertos y tus oídos atentos a las oraciones ofrecidas en este lugar mientras clamamos y pedimos que nos reveles lo que el enemigo está usando contra nosotros para obstruirnos de vivir vidas victoriosas que te dan gloria y verdadera evidencia de que tu mano está sobre nosotros. Queremos alejarnos de todo pecado, y ser liberados de la esclavitud por tu mano poderosa que nos levanta de la fosa del miedo y la desesperación. Pedimos esto en el nombre que está sobre cada nombre. El poderoso nombre de Jesús. Amén.
Sólo a Dios sea toda la gloria.

Imágenes cortesía de Google Images


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