Lucas 22:31-32
31 “Dijo
también el Señor:
—Simón, Simón, mira que Satanás los ha pedido a
ustedes para sacudirlos como si fueran trigo; 32 pero
yo he rogado por ti, para que no te falte la fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a
mí, ayuda a tus hermanos a permanecer firmes.” DHH
Hay momentos en que pasamos por circunstancias que nos
dejan preguntándonos ¿Qué está sucediendo y por qué? Esto es probablemente como
se sintió Pedro cuando vio todo lo que le rodeaba desmoronándose. El antecedente
de la situación es que Jesús estaba enseñando a sus discípulos sobre la
verdadera forma de hacer liderazgo y servicio después de la cena de Pascua. Durante
la cena, Él también había anunciado que uno de ellos lo traicionaría, y con
esto se refería a Judas Iscariote.
Los discípulos empezaron a discutir entre ellos acerca
de quién estaba tratando de traicionarlo de entre ellos, pero Jesús usó la
oportunidad para hacerle saber a Pedro que Satanás mismo estaba buscando
tamizarlo. Esto significa que el enemigo estaba pidiendo poner a Pedro en
juicio. Pedro se dedicó a caminar y servir a Jesús como discípulo y había
dejado todo atrás, su familia y su carrera para seguirlo. Pero nunca se le
ocurrió que había algunos antecedentes de su pasado que el enemigo iba a usar
en su contra, tal vez en un momento en que podría haber sido elegido para una
promoción en el espíritu.
Para explicar más, esto es lo que sucede a veces
cuando el Reino nos ha elegido para una promoción, pero el enemigo viene
delante del Señor para acusarnos y decirle a Dios por qué no debemos recibir la
manifestación de esta promoción o bendición que estamos esperando del Señor. El
enemigo hace eso porque ve que podemos tener pecados que no hemos confesado ni
hemos buscado la forma de dejar de cometerlos y se han convertido en obstáculos
para recibir las bendiciones de Dios para nosotros.
Así que lo que se manifiesta en su lugar es la
acusación del diablo a través de personas que están heridas y contaminadas con
el espíritu del mundo y no disciernen que lo que necesitamos es tiempo con
nuestro Señor para buscar la sanación de nuestras heridas y la confesión de
nuestros pecados que Dios nos revela. Mateo 26:69-74 dice:
69 “Mientras
Pedro estaba sentado afuera, en el patio, se le acercó una criada y le dijo: ‘También
tú estabas con Jesús el galileo.’ 70 Pero él lo negó
delante de todos, y dijo: ‘No sé de qué hablas.’ 71 Y
se fue a la puerta. Pero otra criada lo vio, y dijo a los que estaban allí: ‘También
éste estaba con Jesús el nazareno.’ 72 Pero él lo negó
otra vez, y hasta juró: ‘No conozco a ese hombre.’ 73 Un
poco después, los que estaban por allí se acercaron a Pedro y le dijeron: ‘Sin
lugar a dudas, tú también eres uno de ellos, porque hasta tu manera de hablar
te delata.’ 74 Entonces él comenzó a maldecir, y a
jurar: ‘No conozco a ese hombre.’ Y enseguida cantó el gallo. “RVC
Jesús le había advertido a Pedro que él lo negaría
tres veces (Marcos 14:30) y aunque Pedro le había asegurado que eso nunca
sucedería, el miedo a morir, después de ver a su Maestro arrestado y condenado
a muerte, se apoderó de él y su boca pronunció palabras que no quería realmente
decir, pero fue en su naturaleza sin arrepentimiento que mentiría para proteger
su propia carne. El pasaje dice que Pedro negó el conocer a Jesús tres veces.
Esto está diciendo también que Pedro mentía por hábito y esto fue considerado su
injusticia o falta de rectitud con Dios. Apocalipsis 22:14-15 explica el
posible argumento del enemigo contra Pedro por mentir,
14 “Bienaventurados
los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida y para entrar
por las puertas en la ciudad. 15 Pero afuera se
quedarán los pervertidos, los hechiceros, los que han caído en la inmoralidad
sexual, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y practica la
mentira.” RVC
El enemigo sabía que Dios quería llevar a Pedro a
obtener otros niveles de poder y autoridad en su ascenso espiritual, y por eso
el Señor permitió su temporada en el desierto porque él tenía que superar esas
tendencias de decir mentiras para salvar su propia carne por temor. Lo mismo sucede
con nosotros y cuando nos encontramos siendo calumniados o acusados de algo sea
cierto o no, la manera correcta de manejar la situación es que nos dirijamos a
nuestro Señor y le preguntemos de qué es lo que el enemigo nos está acusando en
lugar de tomar represalias contra la gente que están siendo utilizados por el
enemigo. Efesios 6:12 nos dice por qué,
“La batalla que libramos no es contra gente de
carne y hueso, sino contra principados y potestades, contra los que gobiernan
las tinieblas de este mundo, ¡contra huestes espirituales de maldad en las
regiones celestes!” RVC
Esa es una de las razones por las que nos envían a
pasar momentos en el desierto de pruebas. En este lugar podemos enfrentarnos
con las cosas que nos impiden ser creyentes efectivos o que necesitan ser
podados de nosotros porque no nos ayudan a crecer en los caminos y en las cosas
en las que Dios quiere hacernos fuertes.
Para dar un ejemplo, recuerdo que cuando tenía seis
años tuve una experiencia en la que vi a mi papá respondiendo de manera
incorrecta a una situación y rechazó a alguien para favorecer a la persona
equivocada. Él estaba demostrando una debilidad que tenía en el área de
relaciones que causó en mi un miedo al rechazo desde ese momento. Yo no estaba
consciente de que este miedo permaneció conmigo durante muchos años de mi vida adulta.
Ni siquiera podía reconocer cual era la razón por la que estaba teniendo problemas
con algunas relaciones en mi vida que significaban mucho para mí.
Entonces el Señor me dio una promesa a través de una
profecía que involucraba el área de las relaciones. La promesa sonaba muy bien
cuando la recibí, pero lo que vi fue de total opuesto a lo que me prometieron.
Comencé a recibir acusaciones, calumnias de la gente, chismes sobre mí, y el
rechazo, y aunque el pecado era generacional, es decir, yo no había cometido
ningún pecado en esa área, pero era el miedo que estaba profundamente arraigado
en mí lo que me hizo pasar por un periodo de juicio en el desierto.
Allí pude ver lo que estaba causando el miedo y cómo
entró en mi porque finalmente estaba sola con mi Dios queriendo conocer su
perspectiva sobre mi situación y pude recibir las revelaciones de las verdades
que me liberaron (Juan 8:36). También me alegro de haber podido ver a mi papá
crecer más fuerte en el área de las relaciones y cómo él aprendió a responder
de acuerdo a la voluntad de Dios para él y para la gente a su alrededor. Así
que mi papá venció en esa área, pero todavía yo necesitaba completar mi tiempo
en el desierto de pruebas que aseguraría que sería liberada del miedo al
rechazo y aprendí a responder de la manera correcta cuando esas situaciones
llegaban.
Esta vez en el desierto también me ayudó a alcanzar el
nivel de autoridad y unción donde el enemigo no podía usar sus acusaciones o el
miedo al rechazo en mi contra porque fuí liberada por completo y ya no estaba
en cautiverio con él. Isaías 10:27 nos explica que Dios nos ayuda a ser
liberados del yugo de esclavitud del enemigo. Dice,
“En ese día, el Señor acabará con la
servidumbre de su pueblo.
Romperá el yugo de la esclavitud
y se lo quitará de los hombros.” NTV
Romperá el yugo de la esclavitud
y se lo quitará de los hombros.” NTV
Esto también le pasó a Job. En Job 1 vemos que él tuvo
una buena vida y confiaba en Dios. Había un muro de protección de Dios a su
alrededor y todo lo que tenía. Pero llegó el momento en que Satanás pidió que
lo tamizaran o lo pusieran en juicio porque pensaba que, si Job perdía todo, él
abandonaría a Dios y lo maldeciría a su cara. Esto significa que Job también tenía
una promoción espiritual, pero Dios quería asegurarse de que el fuera
fortalecido en las áreas donde era débil para que no perdiera sus bendiciones tiempo
después de recibirlos y al final, él pudo recibir una doble porción de
herencia. Los versículos 6-12 nos dicen:
6 “Un
día los miembros de la corte celestial llegaron para presentarse delante
del Señor, y el Acusador, Satanás, vino con ellos. 7 El Señor le
preguntó a Satanás:
—¿De dónde vienes?
Satanás contestó al Señor:
—He estado recorriendo la tierra, observando todo lo
que ocurre.
8 Entonces
el Señor preguntó a Satanás:
—¿Te has fijado en mi siervo Job? Es el mejor hombre
en toda la tierra; es un hombre intachable y de absoluta integridad. Tiene
temor de Dios y se mantiene apartado del mal.
9 Satanás
le respondió al Señor:
—Sí, pero Job tiene una buena razón para temer a Dios: 10 siempre
has puesto un muro de protección alrededor de él, de su casa y de sus
propiedades. Has hecho prosperar todo lo que hace. ¡Mira lo rico que es! 11 Así
que extiende tu mano y quítale todo lo que tiene, ¡ten por seguro que te
maldecirá en tu propia cara!
12 —Muy
bien, puedes probarlo —dijo el Señor a Satanás—. Haz lo que quieras
con todo lo que posee, pero no le hagas ningún daño físico.
Entonces Satanás salió de la presencia del Señor.”
NTV
A medida que leemos el libro entero, veremos que Job
también fue acusado de personas que se pensaban ser sus amigos. Podemos ver que
estos hombres sabían ciertas cosas acerca de Dios y los caminos del Reino, pero
todavía se quedaron cortos de entender lo que realmente estaba sucediéndole a
Job, y por qué perdió su familia, salud, riquezas y buena reputación como líder
en su región.
Job pasó por un momento muy difícil que duró más de lo
que él hubiera preferido. Pero al final, fue encontrado fiel a Dios y contento
de haber recibido las revelaciones que le ayudaron a vencer durante su tiempo
en el desierto. Job 42:1-3 nos revela el descubrimiento de Job de que algo
estaba obstruyendo su comprensión de los caminos de Dios, y le impedía ver las
cosas con la perspectiva correcta. Pero sus ojos estaban finalmente abiertos y
él pudo ver de la manera en que Dios veía las circunstancias en su vida para
que pudiera lidiar con ellas correctamente. Dice,
1 “Entonces
Job respondió al Señor:
2 ‘Sé que
todo lo puedes,
y que nadie puede detenerte.
3 Tú preguntaste: ‘¿Quién es este que pone en duda mi sabiduría con tanta ignorancia?’.
Soy yo y hablaba de cosas sobre las que no sabía nada,
cosas demasiado maravillosas para mí.’” NTV
y que nadie puede detenerte.
3 Tú preguntaste: ‘¿Quién es este que pone en duda mi sabiduría con tanta ignorancia?’.
Soy yo y hablaba de cosas sobre las que no sabía nada,
cosas demasiado maravillosas para mí.’” NTV
Lo que, es más, Job era un hombre compasivo antes de
su juicio. Esto fue probado en la manera que él hizo sacrificios a Dios en
nombre de sus hijos que estaban quizás descarriados o incluso rechazaban a
Dios. Él quería ver a cada hijo pródigo en su familia regresar al Señor, y eso
se convirtió en una fuerza mayor para él después del juicio. Para entonces, y
como se mencionó en otras enseñanzas de este blog, él estaba dispuesto a
perdonar y orar por los que lo habían agraviado. La mano de Dios era evidente en
su vida una vez más, y recibió una doble porción de todo lo que tenía antes y también
volvió a ser prominente en la tierra para la gloria de Dios.
Jesús, por otro lado, pasó por un tiempo de pruebas y
juicio en el desierto después de que fue bautizado en el río Jordán por su
primo Juan el Bautista. Allí, tuvo un encuentro con el Padre quien lo reconoció
como su Hijo. Esto era una señal de que había recibido una promoción en el
espíritu. Así que, justo después de este encuentro de promoción, fue enviado al
desierto de las pruebas donde venció al enemigo justo antes de entrar en el
Ministerio (Leer Mateo capítulos 3-4).
Sin embargo, después de sólo unos pocos años de
Ministerio, Jesús fue envia
do a morir en la Cruz por la humanidad. Él también
fue tamizado o puesto a prueba. Pero la diferencia entre la forma en que Jesús respondió
a su temporada de pruebas y la de Pedro y Job fue que Pedro y Job reaccionaron
con temor, pero Jesús respondió con fe ya que él sabía que era inocente y que
era la voluntad del Padre que él pasara por esa prueba. Esto era necesario
porque le daba el nivel de poder y autoridad y la unción necesaria para vencer
al enemigo y resucitar con una poderosa victoria como Hijo de hombre. Lucas
22:15-22 nos revela esto,
15 “Jesús
dijo: ‘He tenido muchos deseos de comer esta Pascua con ustedes antes de
que comiencen mis sufrimientos. 16 Pues ahora les
digo que no volveré a comerla hasta que su significado se cumpla en el reino de
Dios’.
17 Luego
tomó en sus manos una copa de vino y le dio gracias a Dios por ella. Entonces
dijo: ‘Tomen esto y repártanlo entre ustedes. 18 Pues
no volveré a beber vino hasta que venga el reino de Dios’.
19 Tomó un
poco de pan y dio gracias a Dios por él. Luego lo partió en trozos, lo dio a
sus discípulos y dijo: ‘Esto es mi cuerpo, el cual es entregado por ustedes.
Hagan esto en memoria de mí’.
20 Después
de la cena, tomó en sus manos otra copa de vino y dijo: ‘Esta copa es el
nuevo pacto entre Dios y su pueblo, un acuerdo confirmado con mi sangre, la
cual es derramada como sacrificio por ustedes.
21 ‘Pero
aquí en esta mesa, sentado entre nosotros como un amigo, está el hombre que me
traicionará. 22 Pues está establecido que el Hijo
del Hombre tiene que morir. ¡Pero qué aflicción le espera a aquel
que lo traiciona!’. NTV
Jesús fue acusado falsamente y traicionado, pero cuando
estaba siendo crucificado, Lucas 23:34 nos dice, "Jesús dijo: ‘Padre,
perdónalos, porque no saben lo que hacen’ …’" Podemos ver que Jesús no salió del juicio,
sino que se enfrentó a él sabiendo que era inocente, pero que tenía que
cumplirse lo que se prometía en las Escrituras que Él tomaría los pecados del
mundo sobre sí mismo, para que pudiéramos tener la salvación y la vida eterna y
participar de la nueva alianza de la gracia.
Este es un gran ejemplo para nosotros de cómo debemos
confrontar esas cosas que el enemigo encuentra en nosotros y por las que nos
acusa ante el Padre para exigir que no recibamos sus promesas. Por lo tanto, a
medida que nos encontramos en esos tiempos de prueba, debemos correr a los
brazos de nuestro Dios amoroso y viviente, que está más que ansioso por revelarnos
lo que el enemigo encuentra en nosotros para que ese pecado pueda ser clavado a
la Cruz a través de nuestro arrepentimiento y confesiones a Él y a otros como Él
nos indica, según Colosenses 2:14 que dice:
“Él anuló
el acta con los cargos que había contra nosotros y la eliminó clavándola en la
cruz.” NTV
Santiago 5:16 también nos hace saber que después de
confesar nuestras faltas o pecados, y buscar la sanación de nuestras vidas en
el área confesada y la restauración de nuestra rectitud con Dios, podemos estar
seguros de que nuestras oraciones darán en el blanco y podemos recibir las
respuestas que estamos buscando. Dice:
“Confiésense los pecados unos a otros y oren los
unos por los otros, para que sean sanados. La oración ferviente de una persona
justa tiene mucho poder y da resultados maravillosos.” NTV
Así que, ahora por favor únanse a mí en esta oración.
Padre celestial y amoroso, venimos a ti dispuestos y en pos de tu justicia en
nuestras vidas. Queremos ser restaurados a un caminar de rectitud contigo y
pedirte que nos ayudes a superar las cosas por las que el enemigo nos acusa, de
acuerdo con 2 Crónicas 7:14-15 que dice que si nosotros, tu pueblo, quienes
somos llamados por tu nombre, nos humillamos ante ti, oramos, buscamos,
anhelamos, y requerimos de tu rostro y nos devolvemos de nuestros caminos
malvados, entonces oirás desde el cielo, perdonarás nuestros pecados, y sanarás
nuestra tierra. Y ahora tus ojos estarán abiertos y tus oídos atentos a las
oraciones ofrecidas en este lugar mientras clamamos y pedimos que nos reveles
lo que el enemigo está usando contra nosotros para obstruirnos de vivir vidas
victoriosas que te dan gloria y verdadera evidencia de que tu mano está sobre nosotros.
Queremos alejarnos de todo pecado, y ser liberados de la esclavitud por tu mano
poderosa que nos levanta de la fosa del miedo y la desesperación. Pedimos esto
en el nombre que está sobre cada nombre. El poderoso nombre de Jesús. Amén.
Sólo a Dios sea toda la gloria. ■
Imágenes cortesía de Google Images
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