Tuesday, February 26, 2019

Entendiendo la Forma Bíblica Verdadera de Dar


Mateo 6:24
Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá al uno y amará al otro, o se dedicará al uno y menospreciará al otro. No pueden servir a Dios y a las riquezas.”

Muchos de nosotros hemos oído hablar de la doctrina de dar esperando recibir en proporción o por encima de lo que hemos dado, pero esto no es una doctrina Bíblica. Esto los puede alarmar, pero lo que se practica aquí es en realidad la doctrina del comercio (donde se hace un intercambio de un artículo o dinero para recibir una mercancia). El que hizo el comercio en la escritura fue el diablo y a través de su principado de Baal (dios de la agricultura a cargo del sistema económico satánico que es venerado por muchos que practican el ocultismo y la idolatría) y su espíritu de avaricia/Mammon (medio hombre-medio toro símbolo del dios de la riqueza obtenida por la codicia).

Este es también el sistema utilizado en el mundo y aquellos bajo la influencia de este Principado dan sólo con la expectativa de recibir algo a cambio, especialmente para su propio beneficio. Un ejemplo de esto es cuando Amán quiso dar 330,000 kilos de plata para ver que el pueblo judío que vivía dentro de las provincias del gobierno del rey Asuero fuese eliminado. Él intercambió el dinero con la expectativa de presenciar la eliminación del pueblo judío en esa zona. Lo hizo por su propio beneficio al ser utilizado por el enemigo para expandir su reino satánico en la tierra a través de la posición de autoridad que ocupaba Amán. Esther 3:8-9 dice,

8 Luego Amán dijo al rey Asuero:
—Hay un pueblo disperso y separado entre los pueblos en todas las provincias de tu reino, cuyas leyes son diferentes de las de cualquier pueblo. Ellos no observan las leyes del rey y el rey no tiene ventaja en dejarlos vivir. Si al rey le parece bien, que se decrete por escrito que se los destruya, y yo pesaré en manos de los administradores de las obras públicas trescientos treinta mil kilos de plata, que serán traídos a los tesoros del rey.”

Ezequiel 28:16, 18 también nos describe las maneras comerciales de Satanás que, después de servir al Señor cubriéndolo con su adoración, se elevó con altanaería y orgullo y comenzó a hacer cosas que demostraban que él esperaba recibir algo similar a la adoración que Dios estaba recibiendo de él. Dice,

16 “” ‘A causa de tu gran comercio
te llenaron de violencia y pecaste. Por eso, te expulsé del monte de Dios,
y un querubín protector hizo que desaparecieras de en medio
de las piedras de fuego."

18 "Por tus muchos pecados
y por la iniquidad de tu comercio profanaste tu santuario.
Yo, pues, hice que en medio de ti
se desatara y te devorase el fuego.
Te convertí en cenizas sobre la tierra ante los ojos de cuantos
te observaban.”


Pero el tipo Bíblico de dar nos lleva a dar al Señor en todo lo que hacemos, porque lo amamos y amamos a nuestro prójimo como hemos aprendido a amarnos a nosotros mismos (Lee Lucas 10:27). Esto se debe a que debemos poner nuestra fe (confianza) en Él y su poder para suministrar lo que necesitamos y de esta manera estamos cumpliendo la ley del amor. Él solo es nuestra fuente y podría llenarnos de su amor, afecto, provisión, gracia, fuerza, compañerismo, apoyo, claridad mental, fortaleza espiritual, etc., y Él nos da esas cosas según las riquezas de su gloria. Lo que es más, Él es capaz de hacer extremadamente y abundantemente sobre todo lo que podíamos pedir o pensar. Efesios 3:14-20 explica,

14 Por esta razón doblo mis rodillas ante el Padre, 15 de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, 16 a fin de que, conforme a las riquezas de su gloria, les conceda ser fortalecidos con poder por su Espíritu en el hombre interior 17 para que Cristo habite en sus corazones por medio de la fe de modo que, siendo arraigados y fundamentados en amor, 18 ustedes sean plenamente capaces de comprender, junto con todos los santos, cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, 19 y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa todo conocimiento para que así sean llenos de toda la plenitud de Dios.
20 Y a aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o pensamos, según el poder que actúa en nosotros,”

Al leer Filipenses 4:14-20, podemos ver que el pueblo de Filipo ayudó al apóstol Pablo en sus tiempos difíciles enviándole ayuda financiera una y otra vez. Es evidente que ellos conociían el verdadero principio Bíblico de dar y recibir donde dieron, especialmente para asociarse con él con el fin de apoyarlo en el cumplimiento de su llamamiento en Macedonia y Tesalónica. Por esto, entendieron que Dios mismo lo contaba a su cuenta como ofrenda hecha a Él. También entendieron como el apóstol afirmó que Dios era el que proveería todas sus necesidades de acuerdo con las riquezas de su gloria y para su gloria solamente. La escritura dice,

14 “sin embargo, hicieron bien en participar conmigo en mi tribulación.
15 también saben, oh Filipenses, que al comienzo del Evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en cuanto a dar y recibirse sino ustedes solos. 16 porque aun a momento enviaron para mis necesidades una y otra vez. 17 no es que busque donativo sino que busco fruto que abunde en la cuenta de ustedes. 18 sin embargo, todo lo que he recibido y tengo abundancia. Estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviaron, como olor fragante, un sacrificio aceptable y agradable a Dios. 19 mi Dios, pues, suplirá toda necesidad de ustedes conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. 20 A nuestro Dios y padre sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.”

De la misma manera, Mateo 6:19-21 nos amonesta, 19 “’No acumulen para ustedes tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido corrompen, y donde los ladrones se meten y roban. 20 Más bien, acumulen para ustedes tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido corrompen, y donde los ladrones no se meten ni roban. 21 Porque donde esté tu tesoro, allí también estará tu corazón.

No obstante, Lucas 6:37-38 ha sido un pasaje muy mal entendido y ampliamente utilizado en la iglesia para explicar la entrega de diezmos y ofrendas. Pero en realidad, lo que nos dice es que a medida que damos, estamos sembrando. Sí, estamos sembrando no sólo en el área de las finanzas para nuestros tiempos de necesidad, sino también para los tiempos en que no deseamos ser juzgados, ni condenados, sino perdonados. Esto es cierto en el área de las relaciones interpersonales cuando damos a otros que no nos están dando en la misma proporción de amor, cuidado, atención, perdón, favor o entendimiento que nosotros les damos a ellos. Pero también cuando somos nosotros los que tenemos que aumentar en estas áreas para reconstruir la confianza de los demás hacia nosotros. Para ello, es posible que necesitemos perdón y otra oportunidad para dar y sembrar para la restauración de esas relaciones que Dios nos ha dado que no valoramos antes. La escritura dice,


37 “’No juzguen, y no serán juzgados. No condenen, y no serán condenados. Perdonen, y serán perdonados. 38 Den, y se les dará; medida buena, apretada, sacudida y rebosante se les dará en su regazo. Porque con la medida con que miden se les volverá a medir’”.

Aquellos que siguen el sistema demoníaco del comercio se ofenden y son rápidos para romper y dejar que sus relaciones se deterioren cuando otros no hacen por ellos lo que esperan porque entran en la relación esperando algo que se haga también a favor de ellos. Ellos han sido condicionados por la influencia del gobernante de este mundo a no dar asi como si dieran al Señor con el fin de ser una bendición para los demás. Pero la verdadera forma Bíblica de dar dice que damos y sembramos el amor, el afecto, la comprensión, la amistad, el honor y otras cosas a nuestros padres, hermanos, hijos, cónyuges, amigos, jefes y otros, tal como queremos que nos den así como se describe en la regla de oro (véase Lucas 6:31).

Con respecto a la psicología social empleada en este mundo, se espera que vivamos bajo la ley de reciprocidad que dice, según Google.com y traducido al español, que — "cuando alguien hace algo bueno para ti, tendrás un impulso psicológico profundamente arraigado para hacer algo agradable en devolución. De hecho, tú puedes incluso corresponder con un gesto mucho más generoso que la buena obra original de ellos. "

Esto puede sonar bien, excepto cuando damos o hacemos algo por otros con el motivo equivocado de esperar que algo se haga por nosotros, pero nos decepcionamos cuando elegimos hacer lo que dice la escritura con la idea de negociar en lugar de dar y confiar en Dios para suministrar lo que necesitamos. Además, en muchos casos podemos estar haciendo el dar a otros, pero lo que nos hace vacilar es esperar recibir de la gente como sólo Dios puede darnos a nosotros debido a nuestra falta de intimidad y comunión con Él. Es de allí de donde podemos recibir las cosas que necesitamos porque Él es un recompensador de aquellos que lo buscan diligentemente y nos recompensa con lo que necesitamos porque Él ya sabe que necesitamos.

Hebreos 11:6 nos dice, De hecho, sin fe es imposible agradar a Dios. Todo el que desee acercarse a Dios debe creer que él existe y que él recompensa a los que lo buscan con sinceridad.” NTV

Mateo 6:31-33 también nos indica, 31 “’Así que no se preocupen por todo eso diciendo: ‘¿Qué comeremos?, ¿qué beberemos?, ¿qué ropa nos pondremos?’. 32 Esas cosas dominan el pensamiento de los incrédulos, pero su Padre celestial ya conoce todas sus necesidades.33 Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten.” NTV

Aquellos que no lo buscan, esperan que otros les den lo que sólo Dios puede dar. Pero no estamos diseñados a dar como Dios da sin tener ese tipo relación con Él. Un gran ejemplo del verdadero principio Bíblico de dar a los demás a medida que damos al Señor, confiando en Él para abastecer nuestras necesidades se encuentra en Efesios 6:5-8. Este ejemplo en particular puede ser acerca de cómo debemos comportarnos en el mercado o lugares de empleo, pero es una gran representación de cómo debemos dar a los que nos rodean. Nos explica,

5 Esclavos, obedezcan a sus amos terrenales con profundo respeto y temor. Sírvanlos con sinceridad, tal como servirían a Cristo. 6 Traten de agradarlos todo el tiempo, no solo cuando ellos los observan. Como esclavos de Cristo, hagan la voluntad de Dios con todo el corazón. Trabajen con entusiasmo, como si lo hicieran para el Señor y no para la gente. 8 Recuerden que el Señor recompensará a cada uno de nosotros por el bien que hagamos, seamos esclavos o libres.” NTV

Sólo a Dios sea toda la gloria. ▪

Imágenes cortesía de Google Images

Escrituras tomadas de la Reina Valera Actualizada 2015 (RVA-2015) a menos que se indique lo contrario.

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