Friday, March 7, 2014

Oración para Remover Obstáculos a Nuestra intimidad con Dios


Hice un estudio de las posibles razones que nos impiden tener momentos íntimos de comunión con el Señor, nuestro Dios. De las cosas que he encontrado, fui guiada a hacer una oración que, aunque larga en su contenido, nos ayudará a ser conscientes de las cosas que nos mantienen alejados de ese maravilloso tiempo de comunión con nuestro Señor y nos dará hambre y fervor para liberarnos de todos estos obstáculos. Como siempre, a Él sólo sea toda la gloria.

Clemente y misericordioso Padre, en el nombre de tu Hijo Jesús, venimos a tí con corazones humildes a buscar tu rostro y a pedir tu ayuda para mantener un clima espiritual donde tu presencia pueda reinar libremente en nuestras vidas y nuestra intimidad contigo pueda crecer de una manera que mantenga todo revestimiento religioso lejos de nosotros y nos haga libres y sin miedo a caminar desnudos delante de tí. Gracias, Señor por atraernos con ternura a ti y poder correr con emoción y alegría cuando te escuchamos llamarnos. Gracias, Señor que en tu misericordia y gracia eliminas con nuestro arrepentimiento, toda culpa, condenación y pena por los pecados y los errores cometidos para que con valor podamos ir delante tu trono en nuestro tiempo de necesidad de tí.

Señor, tu voz es hermosa, y esperamos pacientemente a que nos hables y nos muestres tu corazón y nos hables de tus obras y tu poder. Padre, te pedimos que elimines cualquier escudo en nuestros corazones y almas que están causando obstrucciones a nuestra comunión y nos hacen querer escondernos de tu presencia. Te pedimos que toda las fortalezas religiosas que se han amontonado y nos han llevado lejos de tu verdad que nos hace libres sean destruidas ahora en el nombre de Jesús. Padre, confesamos nuestros pecados y pedimos que la sangre de tu hijo Jesucristo nos limpie de toda culpa y condenación, para que el enemigo no pueda venir delante de tí para acusarnos, ni pueda soltar ninguna mentira para condenarnos con sus espíritus para destruirnos en nuestras emociones. Ayudanos, Señor a caminar en tu luz donde podemos encontrar limpieza por medio de tu palabra de verdad que nos hace libres y donde nos espera tu amor, perdón y sanación. Señor amado, ayudanos a quitarnos cualquier máscara que encubra heridas profundas de nuestro pasado. Padre, hemos estado usando estas máscaras tan bién y hemos estado caminando fingiendo que todo está bien con nuestras almas, y te hemos mantenido a tí, amante de nuestras almas, a distancia. Nos hemos convertido en pretendientes que desfilamos en un estilo de vida hipócrita con cubrimientos que nos esconden de tí, tu luz y tu verdad.

Pero Jesús vino a sanar a los quebrantados de corazón y a liberar a los oprimidos. Por esta razón te pedimos, nuestro sanador maravilloso, que caves profundamente y toques la raíz de nuestro dolor. Sonda e incluso perfora a través de nuestras heridas ulceradas y permite que la luz de tu amor que no cambia, penetre en nuestro interior profundo. Señor, nos entregamos a ti y elegimos perdonar a quienes nos han hecho daño y nos han ofendido, y en vez, optamos por sembrar bendiciones a otros. Elegimos permanecer con corazones abiertos delante de tí, soltando la misericordia y el perdón a cosas del pasado y dejar que hagas esto en nosotros. Padre, líbranos del malvado que puede venir con burlas para hacer nuestras heridas más agudas. Debido a esto, Padre, te pedimos perdón por cualquier carnalidad que hemos demostrado y que nos pueden haber llevado a rezar oraciones impías contra otros en juicio o que rezamos para manipular a la gente o nuestras circunstancias. Tu llamas a estas oraciones, oraciones de brujería.

Señor, ayúdanos a no ser utilizados del enemigo para soltar palabras u oraciones que maldicen lo que tú has bendecido, que asesinan en vez de hablar vida, y que oponen a aquellos que tu has asignado a formar parte de nuestras vidas, especialmente nuestros líderes. Santo Padre, ayudanos a ser completamente guiados y envueltos por tu maravilloso Espíritu Santo para soltar bendiciones y tu amor por los demás a través de nuestras oraciones, peticiones y deseos. Ayudanos para que las palabras de nuestras bocas y las meditaciones de nuestros corazones sean aceptables a tí. Que tu luz sagrada brille en nuestras emociones para que no seamos perjudiciales para con nosotros mismos o contra otros, ni nos convirtamos en obstáculos que hacen caer a otros. Renunciamos a cualquier ira y miedo y te pedimos que desarraigues cualquier espíritu de control que quiera usar las heridas de nuestras almas para pecar contra ti, pecar contra nosotros mismos, o pecar contra otros.

Escóndenos, Señor bajo tus alas y en tu lugar secreto, Oh Dios Altísimo, cuyo poder ningún enemigo puede resistir. Ayudanos a cerrar todas las puertas al enemigo al renunciar a las falsas enseñanzas, tradiciones y cualquier falsedades acerca de tí y de lo que nos creaste para ser en la tierra. Haznos fuertes en tí y ayúdanos a desear hacer tu voluntad. Ayudanos también a no ser cautelosos observadores mientras otros te sirven fielmente y caminan contigo en tu poder y autoridad porque elegimos caminar con tu consejo y en la estación correcta y tabla de tiempo para nosotros. Padre amado, ayúdanos a no estar preocupados con la forma en que nos miramos o con lo que otros piensen de nosotros, o cómo nos vemos cuando damos pasos de fe. Ayudanos también a no detenernos a nosotros mismos por el miedo al rechazo o el temor de la autoridad o las opiniones de los demás. Ayúdanos, Señor para no ser complacedores de la gente y a elegir intercambiar en la Cruz el miedo que nos paraliza por la fe que nos impulsa hacia adelante a nuestro destino. Padre, decidimos ser valientes leones de Dios; elegimos pisar esos espíritus de intimidación y ser más que vencedores. Gracias, Padre que al bañarnos en tu amor y tu bondad insondables, sabemos que tu estás por nosotros, así que quién puede ponerse en contra de nosotros, porque nos creaste a tu imagen y semejanza como objetos consumidores de tu amor.

Padre, mantennos también lejos de la trampa religiosa de la crítica a los demás y de convertirnos en guardianes del comportamiento de otros. Dispara contra nuestros escudos protectores y despojanos de esas armaduras con la luz penetrante de tu verdad, nivela las montañas que levantamos dentro de nosotros y endereza toda mentalidad torcida, sabiendo que la verdad puede doler por un momento, pero podemos orar y hablar con la motivación del amor que purifica y nos hace libres. Señor Jesús, ayúdanos a no imponernos limitaciones a nosotros mismos o a otros por creer las mentiras del enemigo hasta el punto de hacer fortalezas de esas mentiras en nuestras mentes. Gracias por la luz de la verdad de tu palabra que nos ayuda a no estar de acuerdo con las palabras negativas enviadas desde el campo del enemigo que no están en alineación con tu voluntad y tu plan para nosotros. Padre, líbranos de estas mentiras que el enemigo utiliza para confinarnos en lugares pequeños de falsas expectativas y dolor. Ayudanos a no aceptar las circunstancias que atravesamos como algo que no puede cambiar y a elevarnos por encima de la desesperanza al correr a la luz de tu presencia. Padre, tu nos amas y nos has hecho más que vencedores, guerreros por tu verdad que declaramos la guerra con el nombre y la sangre de Jesús para salir de nuestras limitaciones impuestas por el enemigo a través de la Cruz de nuestro Señor Jesús donde somos guiados a intercambiar nuestras voluntades para la tuya.

Te pedimos, Señor, ayuda para que nuestra visión sea clara y nuestros ojos estén concentrados y enfocados en tu Hijo para que no cedamos al enemigo, al permitir que filtros contaminados y obstáculos visuales bloqueen tu presencia profética. Ayúdanos a no obstaculizar la dimensión reveladora de tu presencia en la que queremos caminar con ojos puros. Líbranos de los impulsos y las tentaciones de la carne. Crucifica y limpianos de los deseos de la carne, lujuria de los ojos y la vanagloria de la vida porque queremos que tu poder se mueva a través de nosotros, como vasos limpios que caminamos con manos y corazones puros, capaces de subir a tu colina y pararnos fuertes en tu lugar Santo. Padre, presentamos nuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, y aceptable a tí y como instrumentos de justicia y santidad, y vivos de entre los muertos. Nos presentamos a tí para ser santificados y empoderados al ser tocados por tu fuego encendido dentro de nosotros y tu luz que brilla para que otros puedan ser tocados a través de nuestras vidas.

Padre, ayúdanos a no ser sabios en nuestros propios ojos, y a no querer recibir la gloria o el crédito por las cosas que haces por tu gracia y misericordia a través de nosotros. Renunciamos al orgullo y la auto-exaltación, y con corazones humildes elegimos postrarnos delante tí para adorarte y exaltarte. Elegimos adorarte y eliminar el orgullo desde su trono autonombrado en nuestros corazones porque reconocemos que la adoración es la herramienta más poderosa que poseemos en la guerra espiritual y no queremos ser opuestos por tí por haber encontrado orgullo en nosotros. Señor, que nuestros corazones sean moradas para que tu Hijo Jesús suelte su reinado en nuestras vidas y para que las obras de las tinieblas sean destruidas en nuestro camino. Rey Jesús, toma tu asiento legítimo de honor y autoridad en nuestras vidas al acercarnos a tí y saca el orgullo y la soberbia de su lugar ilegal porque no queremos caminar con un personaje corrupto, sino que deseamos que el carácter de tu Hijo brille a través de nosotros, en nuestra adoración, en nuestra intimidad y ministerio a tí, en nuestras congregaciones y comunión juntos, y en las cosas que hacemos para avanzar tu reino. Elegimos adorarte de una manera extravagante ya que fuimos creados para adorarte y darte la gloria y el honor solo a tí.

Poderroso Señor, ahora decidimos participar de la Cruz de Jesús. Decidimos participar de la muerte y la vida de tu hijo, para que podamos caminar libres de obstáculos a nuestra intimidad contigo, porque Jesús ya pagó el precio de su sangre para comprar nuestra libertad para adorarte y servirte en justicia y santidad. Padre de gloria, pon tus brazos a nuestro alrededor y danos pasión en nuestros corazones por tu presencia. Marcanos para escuchar tu corazón y vivir en intimidad contigo a través de tu Hijo Jesucristo. Te agradecemos y te alabamos por el cuerpo y la sangre de Jesús que fueron dados a nosotros para que podamos caminar con vidas nuevas para la gloria de tu Hijo y para que nosotros seamos uno con Él así como Él es uno contigo. Esto lo pedimos y lo sellamos en el nombre de Jesús. Amén.


No comments:

Post a Comment