Friday, October 16, 2020

Entendiendo la Relación Entre la Generosidad y la Revelación




 Mateo 6:22-23

Tu ojo es una lámpara que da luz a tu cuerpo. Cuando tu ojo es bueno, todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es malo, todo tu cuerpo está lleno de oscuridad. Y si la luz que crees tener en realidad es oscuridad, ¡qué densa es esa oscuridad!” NTV


Este pasaje tiene un significado muy importante y es que en la versión en inglés Complete Jewish Bible “CJB,” podemos descubrir lo que el Señor intencionaba decir con estas palabras. Donde dice “Cuando tu ojo es bueno,” de acuerdo a esta versión, esto se refiere a que el nivel de revelación que recibimos acerca de Dios y de los caminos de su Reino refleja nuestro nivel de generosidad. Sin embargo, donde dice, “Cuando tu ojo es malo,” se refiere a que el nivel de oscuridad o falta de revelación refleja lo poco generosos que somos ante los ojos de Dios. 


Es decir, que existe una diferencia entre los que reciben niveles de revelaciones del Señor más altos y aquellos que permanecen en la oscuridad acerca de las cosas, especialmente las cosas espirituales. Esa diferencia reposa en nuestro nivel de generosidad, nuestro dar. Aquellos que constantemente dan de acuerdo con la voluntad y dirección de Dios saben por revelación cuándo y cómo Dios se mueve y participan de estos movimientos. Pero, aquellos que no entienden la importancia de dar o "invertir" de acuerdo con la voluntad de Dios, tienden a permanecer en la oscuridad, estancados y operando de acuerdo con los movimientos pasados debido a la falta de revelación de Dios y lo que Él está haciendo. 


Podemos ver un ejemplo de esto en Mateo 25:14-30 con la parábola de los dos siervos fieles que duplicaron sus talentos o inversiones y el que escondió su talento en la arena en lugar de invertirlo. Los versículos 21 y 23 nos revelan lo que el "verdadero" Maestro de esos fieles siervos les dijo: "El amo dijo: ‘Bien hecho, mi buen siervo fiel. Has sido fiel en administrar esta pequeña cantidad, así que ahora te daré muchas más responsabilidades. ¡Ven a celebrar conmigo!’”. NTV


Pero el siervo que cavó un hueco en la arena lo que significa que eligió acaparar el talento o dinero que recibió por temor a perderlo tenía otro maestro: el espíritu de mammon o avaricia. Mateo 6:24 nos da un descubrimiento muy importante acerca de a quién podemos estar sirviendo. "Nadie puede servir a dos amos. Pues odiará a uno y amará al otro; será leal a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y al dinero.” NTV


Es importante que comprendamos cómo realmente vemos el dinero y los recursos que Dios nos ha puesto a disposición para nuestra vida y para Su servicio. Cuando reconocemos a nuestro verdadero Maestro, entonces podemos aprender a avanzar el Reino de la manera que Dios nos prescribe sin temor.  Nuestro dar sin entender principios importantes del Reino de Dios puede terminar en falta de fruto o a lo mínimo, no recibir de acuerdo al nivel al cual Dios nos quería dar acceso.


Obviamente, podemos ver que este siervo llamado perverso y perezoso carecía de conocimiento y entendimiento de estos principios y lo demostró con las decisiones que tomó. Por eso, en vez de elogios de su amo, recibió una reprimenda por desperdiciar los recursos del Reino en su estado de temor que lo llevó a centrarse en sí mismo, en lugar de centrarse en Dios a pesar de que pensaba que estaba haciendo lo correcto. Mateo 25:25-27 nos dice,


"Tenía miedo de perder su dinero, así que lo escondí en la tierra. Mire, aquí está su dinero de vuelta”. »Pero el amo le respondió: ‘!Siervo perverso y perezoso! Si sabías que cosechaba lo que no sembré y recogía lo que no cultivé, ¿por qué no depositaste mi dinero en el banco? Al menos hubiera podido obtener algún interés de él’”. NTV


Pero, ¿por qué fue este el caso para este siervo? Debido a que la Escritura nos describe cómo se mueve el Reino — En primer lugar, el siervo reconoció que esos recursos pertenecían a su amo. Luego, nos presenta el método por el que el Reino se mueve—se mueve cuando algunos han plantado y otros pueden cosechar lo que se plantó, y cuando algunos siembran semillas y otros pueden cosecharlas de la manera prescrita por el Señor. En otras palabras, nuestro dar tiene un método y un propósito que debemos aprender y entender cómo aplicar.


En el Reino de Dios, los que entendemos este principio y nos movemos con él, sabemos que esto de ninguna manera implica que perdemos lo que sembramos o plantamos si otros llegan a cosecharlo o recogerlo. Pero significa que servimos al Dios que multiplica nuestros recursos y por Su capacidad sobrenatural hace que nuestros esfuerzos naturales produzcan un mayor impacto que nos bendecirá no sólo a nosotros, sino también a aquellos a quienes Dios nos pide que le entreguemos esos recursos que antes administrábamos, y ahora Dios les ha asignado administración de ellos. 


Cuando damos a Dios lo que está en nuestra mano con este entendimiento, comenzaremos a abilitar en nuestras vidas nuevos niveles de revelación que nos llevarán a dimensiones más altas y que nos darán acceso a más de estos recursos que nos ayudarán a hacer hazañas mucho más grandes para avanzar el Reino de los cielos en major territorio. Isaías 55:8-9 nos revela que los pensamientos y formas en las que Dios opera son superiores a los nuestros. Por lo tanto, debemos escudriñar cuáles son esos pensamientos y formas de operar superiores de Dios al que podemos tener acceso cuando con oración buscamos oír y seguir su receta para nosotros dar. 


Nuestro dar de acuerdo con la receta que nuestro Señor nos da también nos ayuda a hacer mayores hazañas con menos esfuerzo. Los esfuerzos del mundo sólo les suma y muchas veces lo que hacen es restarles. Pero las cosas que hacemos siguiendo las instrucciones del Señor con sabiduría y entendimiento garantizarán que recibiremos una multiplicación de nuestros talentos y recursos porque, como reitero, aprendimos a aumentar nuestros esfuerzos con las revelaciones del Reino que nos hacen ver una multiplicación grandiosa. Isaías 60:1-5 también nos muestra,


¡”Levántate, resplandece! ¡Tu luz ha llegado! ¡Ya la gloria del Señor brilla sobre ti! La tierra está cubierta de tinieblas, y una densa oscuridad envuelve a las naciones; pero sobre ti brilla el Señor, como la aurora; sobre ti se puede contemplar su gloria. Tu luz guiará los pasos de las naciones; los reyes se guiarán por el resplandor de tu aurora. Levanta la vista y mira a tu alrededor: todos estos se han reunido, han acudido a ti. Tus hijos vienen de muy lejos; tus hijas son llevadas en brazos. Cuando veas esto, te pondrás radiante; tu corazón se ensanchará y quedará maravillado al ver que a ti llega la abundancia del mar, y sobre ti se vuelcan las riquezas de las naciones.” RVC


Según esta Escritura, algunas personas caminan con gran luz e iluminación que proviene de las revelaciones que reciben acerca de Dios y Su Reino. Esto los hace atraer las riquezas y la influencia que provienen de la gloria de Dios a medida que administran esas revelaciones y aprenden a aplicarlas en su vida. Pero otros caminan en profunda oscuridad sin saber qué hacer porque el mundo les ha enseñado a usar sólo lo que tienen para su propio consumo ahora o en el futuro. 


Su mentalidad de pobreza les dice que tal vez no haya suficiente de lo que tienen para compartirlo con otros. La idea de entregar un recurso a otros los aterroriza. Ellos no entienden quién es el verdadero dueño y cuando El dirige dar todo el recurso, El tiene cosas mayores que quiere revelar y permitirnos el acceso. Ellos no saben que, según Proverbios 25:2, "Es privilegio de Dios ocultar un asunto, y privilegio del rey descubrirlo.” NTV


¿Por qué es esto? Porque se necesita intimidad con nuestro Creador y Señor, y un corazón inquisidor para escudriñar lo que está en Su corazón y asociarnos con El para manifestar en la tierra exactamente lo que descubrimos que está en Su corazón para nosotros y para aquellos a quienes estamos llamados a influir a favor de Su Reino. El tener grandes talentos y destrezas que nos ayudan a manubrarnos con facilidad en nuestra industria, no es lo mismo que tener el entendimiento espiritual necesario para ver a Dios moverse sobrenaturalmente en y a través de nosotros. 


Hay muchos cristianos bien intencionados que aman al Señor pero siguen caminando en grandes tinieblas porque carecen de las revelaciones que los ayudarán a salir de la opresión y la desesperación. Estas personas han aceptado el status quo y por falta de entendimiento, viven como si intercambiaran los juicios del Señor su Dios por los caminos del mundo que tienen como fundamento el miedo. Oseas 4:6 nos dice esto. “Mi pueblo está siendo destruido porque no me conoce. Así como ustedes, sacerdotes, se niegan a conocerme, yo me niego a reconocerlos como mis sacerdotes. Ya que olvidaron las leyes de su Dios, me olvidaré de bendecir a sus hijos.” NTV


Esto no significa que Dios no ame a Su pueblo. Pero significa que la ignorancia de los principios de Su Reino produce una falta de conciencia de cuándo ellos están violando esos principios, lo que da paso a sacudimientos en sus vidas. Por lo tanto, uno de los principios que la gente viola más a menudo se encuentra en Lucas 6:38 que nos dice: "Den, y recibirán. Lo que den a otros les será devuelto por completo: apretado, sacudido para que haya lugar para más, desbordante y derramado sobre el regazo. La cantidad que den determinará la cantidad que recibirán a cambio».” NTV


Esto significa que cuando damos a Dios, también El se derrama sobre nosotros. Esto se llama la ley del intercambio. Nuestro Dios es un Dios bueno y muy generoso y siempre quiere que nos asociemos con El. Y cuando soltamos  lo que está en nuestra mano, recibimos lo que está en Su mano. Esto incluye los niveles de revelación que nos ayudarán a avanzar Su Reino con sabiduría y entendimiento. Así que esta ley dice que primero, damos de acuerdo con las instrucciones de Dios, y luego recibiremos las revelaciones que nos ayudarán a ver las riquezas de Su gloria manifestadas en nuestra vida en sus muchas facetas y para cualquier área de nuestra vida que las necesitemos.


Sólo para Dios sea toda la gloria.**


Imagen de Google Images

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