Saturday, April 13, 2019

Cuando Nuestro Libro de Destino es Editado


Mateo 25:24-30
24 Pero cuando se presentó el que había recibido mil monedas, dijo: “Señor, yo te conozco que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste. 25 Y como tuve miedo, fui y escondí tus mil monedas en la tierra. Aquí tienes lo que es tuyo”. 26 Su señor respondió y le dijo: “¡Siervo malo y perezoso! ¿Sabías que cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí? 27 Por lo tanto, debías haber entregado mi dinero a los banqueros y, al venir yo, habría recibido lo que es mío con los intereses. 28 Por tanto, quítenle las mil monedas y denlas al que tiene diez mil monedas. 29 Porque a todo el que tiene le será dado, y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. 30 Al siervo inútil échenlo en las tinieblas de afuera”. Allí habrá llanto y crujir de dientes.” RVA - 2015

Esta historia en realidad tiene dos lados. Comenzando en el versículo 19 de Mateo 25 (no escrito aquí) vemos que existe el lado de los dos primeros siervos que, cuando fueron llamados a presentarse para dar cuentas de lo que habían hecho con las monedas que se les había confiado, se descubrió que habían tomado los riesgos necesarios para multiplicarlas según la norma del Reino de Dios. Pero en esta enseñanza nos vamos a centrar en lo que pasó con el siervo que no tomó los riesgos necesarios y quizo sentirse seguro con lo que tenía.

El versículo 24 explica esta norma del Reino de Dios y dice, Pero cuando se presentó el que había recibido mil monedas, dijo: “Señor, yo te conozco que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste." Debido a que la tierra es del Señor y la plenitud de la misma (Salmo 24:1), Él puede decidir quién siembra algo y quién llega a cosecharlo. Y cuando entendemos este estáncia de Dios, cuando sembramos algo nos podemos regocijar con aquellos que lo cosechan. Juan 4:37-38 también describe,

37 Porque en esto es verdadero el dicho: “Uno es el que siembra y otro es el que siega”. 38 Yo los he enviado a segar lo que ustedes no han labrado. Otros han labrado, y ustedes han entrado en sus labores.”
Amós 9:13-14 nos explica lo que sucede cuando los que siembran trabajan juntos con los que cosechan: la restauración sucede y las cosas que cayeron en ruinas pueden ser reconstruidas.

13 He aquí, vienen días —declara el Señor—
cuando el arador alcanzará al segador,
y el que pisa la uva al que siembra la semilla;
cuando destilarán vino dulce los montes,
y todas las colinas se derretirán.
14 Restauraré el bienestar de mi pueblo Israel,
y ellos reedificarán las ciudades asoladas y habitarán en ellas;
también plantarán viñas y beberán su vino,
y cultivarán huertos y comerán sus frutos
.” LBLA

Pero volviendo a la historia del siervo infiel en Mateo 25, él pensó que estaba haciendo lo correcto al aferrarse al talento, el don, la provisión o la posición que le dieron en nombre de otros, pero poco sabía que actuaba de manera presuntuosa y como la escritura dice, terminó haciendo menos de lo menos. Esto esperemos que abra nuestros ojos a las realidades de la norma del Reino de Dios para nosotros. Somos llamados creyentes y aquellos que estamos predestinados a caminar conforme a los designios de su Reino. Para explicar más, todos tenemos un libro de destino escrito sobre nosotros.


Este libro menciona los planes y propósitos de Dios para nosotros, así como el cómo, cuándo y en qué forma debemos cumplir nuestro destino en la tierra. Pero sabiéndolo o no esto el irnos en contra de la corriente del Reino de Dios crea un vacío para nosotros. En otras palabras, cuando no caminamos en alineación con Dios y los principios de su Reino que aprendemos a aplicar en nuestra vida a medida que pasamos valioso tiempo de intimidad con Él, entonces no podemos estar posicionados cuando llegue el momento de cumplir nuestro destino.

La desobediencia contínua da como resultado que nuestro libro de destino o libro de la vida sea editado o alterado. Cuando se edita nuestro libro, hay partes de nuestro llamado que son removidas y dadas a otros que se encuentran fieles de acuerdo con las normas del Reino de Dios. La parte triste de esto es que hay personas que han sido fieles a Dios y al avance de su Reino a través de sus vidas durante muchos años hasta que una desobediencia particular y persistente puede descarrilarlos hasta el punto de encontrar su destino alterado porque fue editado lejos de la intención original de Dios para ellos. Podemos ver esto en 1 Samuel 2:27-30,

27 Entonces un hombre de Dios vino a Elí y le dijo: Así dice el Señor: “¿No me revelé ciertamente a la casa de tu padre cuando ellos estaban en Egipto, esclavos de la casa de Faraón? 28 “¿No los escogí de entre todas las tribus de Israel para ser mis sacerdotes, para subir a mi altar, para quemar incienso, para llevar un efod delante de mí? ¿No di a la casa de tu padre todas las ofrendas encendidas de los hijos de Israel?29 “¿Por qué pisoteáis mi sacrificio y mi ofrenda que he ordenado en mi morada, y honras a tus hijos más que a mí, engordándoos con lo major de cada ofrenda de mi pueblo Israel?” 30 Por tanto, el Señor, Dios de Israel, declara: “Ciertamente yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí para siempre”; pero ahora el Señor declara: “Lejos esté esto de mí, porque yo honraré a los que me honran, y los que me menosprecian serán tenidos en poco.” LBLA


Cuando las cosas nos han sido robadas por el enemigo, con la ayuda de Dios podemos verlas restauradas e incluso multiplicadas en nuestras vidas porque no desistimos de perseguir lo que Dios dijo es nuestro. Esto es diferente de cuando nos hemos extraviado del sendero de la rectitud y nos negamos a regresar. Cuando se nos advierte una y otra vez de volver de nuestro mal hacer y nos negamos, podemos terminar siendo expulsados del lugar que originalmente fuimos llamados a ocupar sin forma de volver de nuevo. Ezequiel 3:20-21 ilustra esto,
20 Y cuando un justo se desvíe de su justicia y cometa iniquidad, yo pondré un obstáculo delante de él, y morirá; porque tú no le advertiste, él morirá por su pecado, y las obras de justicia que había hecho no serán recordadas, pero yo demandaré su sangre de tu mano. 21 Sin embargo, si tú has advertido al justo para que el justo no peque, y él no peca, ciertamente vivirá porque aceptó la advertencia, y tú habrás librado tu vida.”

Como sabemos, esto es lo que le sucedió a Adán y Eva después de que desobedecieron el único mandato de Dios de no comer del fruto del árbol del cual se le había advertido no comer (Génesis 2:16-17). Daniel 4:34-35 nos revela la postura de Dios como nuestro Dios, Creador, Gobernante y Señor. Algo que el rey Nabucodonosor tuvo que aprender por sí mismo mientras pasaba siete años en el desierto de pruebas porque el orgullo fue encontrado en su corazón y reclamó sus logros y poder para gobernar como algo que consiguió sin dar gloria a Dios por ellos. Es Dios quien nos da el poder de obtenerlos (Deuteronomio 8:18) para que podamos cumplir su mandato para nosotros y para nuestras generaciones. Dice,

34 Pero al fin de los días, yo, Nabucodonosor, alcé mis ojos al cielo, y recobré mi razón, y bendije al Altísimo y alabé y glorifiqué al que vive para siempre;
porque su dominio es un dominio eterno,
y su reino permanece de generación en generación.
35 Y todos los habitantes de la tierra son considerados como nada,
mas El actúa conforme a su voluntad en el ejército del cielo
entre los habitantes de la tierra;
nadie puede detener su mano,
ni decirle: “¿Qué has hecho?
’” LBLA

Pero la Biblia nos advierte en Isaías 51:1 que debemos mirar a la roca desde donde fuimos excavados y hasta el hoyo de la fosa del la cual nos caímos porque elegimos seguir la rectitud. Esto significa que Dios siempre quiere que volvamos a Él y al sendero del que nos desviamos. El enemigo envía su nube demoníaca de confusión y distracciones que alejan a muchos del camino correcto en su intento de descarrilar su destino. Pero Dios nunca deja de llamarlos de regreso.

El Señor, que está celoso de nuestra devoción y que nuestra adoración sea sólo a Él, todavía tiene su mirada hacia aquellos que deciden volver a caminar fielmente con Él. Así que mientras que las cosas que se perdieron debido al descarrilamiento y la desalineación a su voluntad y sus caminos no pueden regresar de la misma manera, una vez que volvamos al camino correcto, aunque sea estrecho y cuesta arriba, podemos estar seguros de ver cómo Él nos restaurará y nos ampliará de nuevo no sólo en nuestro territorio, sino en nuestra influencia y capacidad para recibir más de Él y las riquezas y la bondad de su Reino.

Esto sucede porque perseguimos la gloria que se perdió en nuestras vidas. En otras enseñanzas de esta pagina de blog hemos dicho que Adán y Eva no pudieron restaurar su gloria y, en cambio, vivieron el resto de sus vidas y sudando para obtener lo que una vez recibieron cuando caminaron bajo la nube de gloria de Dios continuamente. Por lo tanto, si elegimos regresar a Dios y sus caminos, podemos estar seguros de ver la gloria de Dios restaurada en nuestra vida cuando completamos el mandato de Dios en el proceso que Él elige para que caminemos hacia esa manifestación.
Sólo él será toda la gloria. ▪

Imágenes cortesía de Google Images

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