Saturday, April 7, 2018

Entendiendo Tu Jurisdicción y Tiempo Correcto de Recibir 2: Evitando ser un Ladrón de Gloria

Éxodo 20:23 
 No fabriquen ídolos de oro o plata para adorarlos en vez de adorarme a mí.” TLA

Este mandamiento podría entenderse como una advertencia para no hacer estatuas o amuletos, o hacer rituales o conseguir pociones para que nos ayuden a "triunfar y tener poder". Mientras que eso es verdad porque el verdadero éxito y poder sólo puede venir de nuestra relación con Dios, también existe el hecho de que cuando vivimos nuestra vida aparte de la dirección de Dios, lejos de mostrarle nuestra dependencia solamente de Él, y nuestra voluntad fiel de servirle y hacer todo lo que Él nos pide que hagamos en cualquier área de nuestra vida, nos convertimos en ladrones de su gloria.

Cuando no obedecemos sus órdenes, le estamos mostrando que preferimos convertirnos en nuestros propios dioses. Hemos mencionado que esto es lo que le sucedió a Adán y a Eva cuando decidieron obedecer la incitación de la serpiente en lugar de mantener con firmeza el mandato del Señor sin importar el tipo de tentación que les llegara. También, cuando preferimos convertirnos en nuestros propios dioses, estamos abriendo camino para que el espíritu de la auto-exaltación venga a influenciarnos.

Este espíritu quiere obtener renombre y elogio de los demás por las cosas que conseguimos lograr. En otras palabras, este espíritu quiere aclamación y honor. Pero el problema con eso es que cuando Dios nos está llevando a través de un proceso y rechazamos el proceso y su tiempo para que podamos cumplir nuestros llamados y propósitos de Él, corremos el riesgo de convertirnos en un obstáculo para otros y de esta manera obstruir lo que Él quiere hacer no sólo en nuestras vidas, sino también a través de nuestras vidas para que otros lo conozcan y reciban los beneficios de entrar en contacto con un portador de gloria.

Eliseo entendía esto acerca de Dios y su proceso en el desierto. Mencionamos en la última enseñanza que él se centró en lo que Dios quería de él durante su tiempo de preparación en el desierto. Él podía recibir a personas que necesitaban su ayuda, ya que sabían que él era la voz de Dios para la región y podía darles la solución de Dios que necesitaban para sus problemas. Pero a pesar de que el podía oír la voz de Dios para traer soluciones para otros, todavía necesitaba mantener el mandato del Señor y seguir resistiendo en el desierto hasta que Dios lo sacó en el momento del final de su proceso.

Después de que este período terminó, Eliseo pudo recibir ofrendas que le permitirían cumplir la visión de Dios para su Ministerio y para su sustento. Vemos en 2 Reyes 8:7-9 que después de que Eliseo terminó su tiempo en el desierto de pruebas, él vino a Damasco y supo que otro hombre de renombre estaba enfermo. Esta vez fue Ben-Hadad rey de Siria. Cuando el rey se dio cuenta de que el hombre de Dios había llegado a la zona, envió a su siervo con una ofrenda que esta vez Eliseo podía recibir.


Tiempo después, Eliseo se fue a la ciudad de Damasco. Ben-hadad, el rey de Siria, estaba enfermo, y cuando le dijeron que el profeta había llegado, le dijo a Hazael: ‘Toma un regalo y llévaselo al profeta. Dile que le pregunte a Dios si voy a sanar.’
Hazael fue a buscar a Eliseo, y en cuarenta camellos, le llevó de regalo de lo mejor que había en Damasco. Cuando llegó delante de Eliseo, le dijo:
—Ben-hadad, rey de Siria, te considera como un padre. Me envía para que me digas si él va a sanar de su enfermedad.” TLA

Eliseo había completado con éxito un proceso importante en el que soportó todas las tentaciones de buscar auto-aclamación y control de sus circunstancias. También hemos visto que Jesús pasó por el mismo proceso y las tentaciones a las que lamentablemente, muchos en el cuerpo de Cristo han sucumbido cuando no entienden que están pasando por un proceso en el que están obligados a seguir el liderazgo del Espíritu Santo muy estrechamente, al mantener una comunión fuerte con El y eso es todo lo que Dios requiere de ellos en ese momento.

Él no nos pedirá que busquemos fortuna o fama o éxito sin la preparación apropiada en la que El escudriña nuestros corazones para mostrarnos las cosas que ve. Durante este tiempo Dios no se preocupa de perfeccionar nuestros dones, tanto como en perfeccionar nuestro corazón para obedecer todo lo que Él nos pide hacer o dejar ir por la causa de su Reino, y dejar de seguir nuestras agendas carnales. Es por eso que vemos en Mateo 4:1-11 que Jesús también estaba obligado a pasar tiempo en el desierto de pruebas y todas las cosas que Él soportó del enemigo que no podía descarrilarlo de su proceso porque Él conocía su identidad como Hijo de Dios y también que Dios estaba dispuesto y podía proveer lo que Él necesitaba, podía protegerlo, y llevarlo a avanzar al lugar y tiempo donde cumpliría su llamado.

Por esta razón, Él fue capaz de vencer todas las tentaciones del enemigo durante su tiempo en el desierto antes de entrar en su tiempo y lugar designado para entrar en el Ministerio en nombre del pueblo (jurisdicción o Metron) asignado a Él. Éstos eran el pueblo de Israel. Jesús entendía que sólo Dios podía convertirlo en un portador de su gloria y Él que lo envió es el único merecedor de recibir la gloria debida a su nombre y no ídolos. Además, Jesús no necesitó buscar la auto-exaltación porque toda gloria y exaltación pertenecen solamente a Dios. La escritura dice:


1 “Luego el Espíritu de Dios llevó a Jesús al desierto, para que el diablo tratara de hacerlo caer en sus trampas.
Después de ayunar en el desierto cuarenta días con sus noches, Jesús tuvo hambre. Entonces llegó el diablo para ponerle una trampa, y le dijo:
—Si en verdad eres el Hijo de Dios, ordena que estas piedras se conviertan en pan.
Jesús le contestó:
—La Biblia dice:
‘No sólo de pan vive la gente;
también necesita obedecer
todo lo que Dios manda.’
Después el diablo llevó a Jesús a la ciudad de Jerusalén. Allí lo subió a la parte más alta del templo, y le dijo:
—Si en verdad eres el Hijo de Dios, tírate abajo, pues la Biblia dice:
‘Dios mandará a sus ángeles
para que te cuiden.
Ellos te sostendrán,
para que no te lastimes los pies
contra ninguna piedra.’
Jesús le contestó:
—La Biblia también dice: ‘Nunca trates de hacer caer a tu Dios en una trampa’.
Por último, el diablo llevó a Jesús a una montaña muy alta. Desde allí podían verse los países más ricos y poderosos del mundo. El diablo le dijo:
—Todos estos países serán tuyos, si te arrodillas delante de mí y me adoras.
10 Jesús le respondió:
—Vete de aquí, Satanás, porque la Biblia dice:
“Adoren a Dios y obedézcanlo sólo a él”.
11 Entonces el diablo se fue, y unos ángeles vinieron a servir a Jesús. TLA

Podemos ver en el texto que toda tentación servía para cuestionar si Jesús conocía su identidad como hijo de Dios, y que la protección y la exaltación provienen de Dios, en su forma, y en su tiempo. Entonces, vemos que por supuesto, Él pasó la prueba y en el versículo 11 se puede observar que como Él había terminado su tiempo en el desierto, entonces pudo recibir ayuda de otros.

No hasta que Jesús había terminado su tiempo de preparación para entrar en el Ministerio, pudo también tener discípulos para verter en ellos lo que el Padre había derramado en Él por medio de su Espíritu. Esto es porque la palabra y las instrucciones que le fueron dadas y cada revelación tenía un tiempo designado para ser revelados a través de Él. Si Jesús lo hubiera hecho por su cuenta antes del tiempo de Dios, Él les habría dado comida espiritual al pueblo que se habría contaminado y mezclado con otras doctrinas en los corazones de la gente porque esta palabra tenía un tiempo específico para ser revelada y no antes. Después de que Jesús fue comisionado para entrar en el Ministerio entonces hubo hombres y mujeres que le daban ofrendas para su sustento y Ministerio. Lucas 8:1-3 expone esto cuando dice:


1 “Después de esto, Jesús andaba por todas las ciudades y aldeas, y allí proclamaba y anunciaba las buenas noticias del reino de Dios. Lo acompañaban los doce, y también algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malignos y de enfermedades: María, a la que llamaban Magdalena, y de la que habían sido expulsados siete demonios; Juana, la mujer de Chuza, el intendente de Herodes; Susana, y muchas otras que los atendían con sus propios recursos. RVC

Ahora permítanme mencionar que Guejazí, el siervo de Eliseo y sus hijos también fueron restaurados de su lepra cuando decidieron compartir los despojos que descubrieron que los asirios habían dejado atrás después de que Dios les tendió una emboscada para poner fin a la sequía en la tierra. Los hombres compartieron el botín diciéndoles a las personas que estaban en un tiempo muy degradante de sequía dónde podían conseguir los bienes que ellos habían encontrado en abundancia. 2 Reyes 7 explica esto. La lepra los había dejado y Guejazí pudo pararse delante del rey de Israel.

La Biblia explica que nadie que tuviera lepra podía acercarse a las multitudes y mucho menos estar cerca del rey. Así que el hecho de que Guejazí estaba delante del rey y conversando con él, demuestra que estaba libre de la lepra. Su acto de bondad que también demostró su arrepentimiento por tratar de adelantarse al tiempo de Dios para él, provocó que Dios lo restaurara y también a sus hijos a la salud y a una relación correcta con El. Esto hizo que él fuera capaz de servir al Señor y al rey en nombre de otros. 2 Reyes 8:4-5 dice:

El rey estaba en ese momento hablando con Guejazí, el criado del varón de Dios, y le decía:
‘Por favor, háblame de todas las maravillas que ha hecho Eliseo.’
Y mientras Guejazí le contaba al rey cómo Eliseo le había devuelto la vida a un muerto, la madre del hijo resucitado por Eliseo llegó a pedirle al rey la devolución de su casa y de sus tierras. Guejazí exclamó entonces:
‘Su Majestad, ¡ésta es la mujer, y éste es su hijo, al que Eliseo devolvió la vida!.’” RVC


Por lo tanto, lo mismo nos pasa a nosotros cuando le pedimos a Dios que escudriñe nuestros corazones para ver si encuentra en nosotros que hemos tratado de robar su gloria por ir delante de su tiempo y lugar para nosotros cumplir nuestros llamados. Él espera nuestro clamor con arrepentimiento, mientras lo buscamos con todo nuestro corazón para que nos limpie de la influencia del espíritu de la auto-exaltación para continuar exaltando su nombre por encima de cada nombre y tentación del enemigo. Sólo a Dios sea toda la gloria. ▪

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