En esta tercera enseñanza sobre las posturas de la
oración resaltaremos la importancia de buscar nuestra madurez en las cosas del
espíritu por lo que se nos exige ejercitar nuestros sentidos, y ser limpios y
apartados para caminar en santidad. La santidad es quien somos llamados a ser.
No es un pensamiento o sugerencia de Dios para nosotros, sino un mandato de
nuestro Señor. Él es santo y no mezcla nada de quién Él es y de los caminos de
su Reino con las cosas del mundo o quien lo rige. Por lo tanto, algunas otras
cosas a considerar para ser fuertes como creyentes en nuestro caminar como una
novia madura incluyen:
Discernimiento – la
capacidad sobrenatural del Espíritu Santo de ayudarnos a distinguir entre las
manifestaciones del Espíritu Santo, los espíritus demoníacos o los espíritus
humanos. Cuando discernimos en la atmósfera que nos rodea o cuando una persona
habla, debemos ser capaces de discernir al espíritu que está operando. Esto
viene con la práctica. Hebreos 5:14 dice,
14 “El
alimento sólido es para los que ya han alcanzado la madurez, para los que
pueden discernir entre el bien y el mal, y han ejercitado su capacidad de tomar
decisiones.” RVC
Isaías 11:1-5 también dice,
“De ese tronco que es Jesé, sale un retoño;
un retoño brota de sus raíces.
2 El espíritu del Señor estará continuamente sobre él,
y le dará sabiduría, inteligencia,
prudencia, fuerza,
conocimiento y temor del Señor.
3 Él no juzgará por la sola apariencia,
ni dará su sentencia fundándose en rumores.
4 Juzgará con justicia a los débiles
y defenderá los derechos de los pobres del país.
Sus palabras serán como una vara para castigar al violento,
y con el soplo de su boca hará morir al malvado.
5 Siempre irá revestido de justicia y verdad.” DHH
“De ese tronco que es Jesé, sale un retoño;
un retoño brota de sus raíces.
2 El espíritu del Señor estará continuamente sobre él,
y le dará sabiduría, inteligencia,
prudencia, fuerza,
conocimiento y temor del Señor.
3 Él no juzgará por la sola apariencia,
ni dará su sentencia fundándose en rumores.
4 Juzgará con justicia a los débiles
y defenderá los derechos de los pobres del país.
Sus palabras serán como una vara para castigar al violento,
y con el soplo de su boca hará morir al malvado.
5 Siempre irá revestido de justicia y verdad.” DHH
En su explicación básica, por el espíritu del Señor,
debemos discernir como Él nos encumbra con su sabiduría, conocimiento y
entendimiento, y con su consejo sobre las situaciones o las personas con las
que estamos lidiando, o lo que estamos viendo en el ámbito espiritual acerca de
alguien o algo cuando estamos intercediendo con oración. El espíritu del temor
del Señor sobre nosotros también nos lleva a juzgar correctamente sobre estas
cosas.
Es la justicia de Jesús lo que nos lleva a hacer estos
juicios y si estamos viendo algo que es divino, demoníaco o humano, así que
cuando abrimos nuestras bocas para hacer la evaluación correcta o el juicio
sobre ellas en la oración, no debe venir de nuestra auto-justicia que podría
darnos la opinión equivocada sobre lo que estamos viendo o escuchando. Esto es
especialmente importante si hemos sido heridos u ofendidos y no hemos tratado
de ser sanados. El enemigo usaría esas áreas en nuestra alma que no están sanadas
para hacernos ver las cosas de la manera equivocada, en vez de ver con los ojos
del amor como Jesús. Entonces, cuando nuestros filtros están sanados, podemos
ver claramente.
Un ejemplo de esto viene del rey Salomón, quien rindió
un juicio legítimo para dos prostitutas que llegaron ante el disputando sobre
un bebé. El bebé de una de ellas había muerto y esta mujer cambió el bebé
muerto por el bebé de la otra mujer que estaba vivo. Cuando la madre del bebé
vivo notó que el bebé muerto no era el suyo, ella discutió con la otra mujer hasta
llegar a la corte del rey para intentar recobrar a su bebé nuevamente. Pero el
rey hizo algo bastante inusual para descubrir quién era la verdadera madre del
niño vivo. 1 Reyes 3:24-28 dice,
24 “Luego
ordenó:
—¡Tráiganme
una espada!
Cuando le
llevaron la espada al rey, 25 ordenó:
—Corten
en dos al niño vivo, y denle una mitad a cada una.
26 Pero
la madre del niño vivo se angustió profundamente por su hijo, y suplicó al rey:
—¡Por
favor! ¡No mate Su Majestad al niño vivo! ¡Mejor déselo a esta mujer!
Pero la
otra dijo:
—Ni para
mí ni para ti. ¡Que lo partan!
27 Entonces
intervino el rey y ordenó:
—Entreguen
a aquella mujer el niño vivo. No lo maten, porque ella es su verdadera madre.
28 Todo
Israel se enteró de la sentencia con que el rey había resuelto el pleito, y
sintieron respeto por él, porque vieron que Dios le había dado sabiduría para
administrar justicia.” DHH
En el
Nuevo Testamento, Jesús también usó discernimiento. Un hombre que estaba
paralizado fue traído a Él y Jesús sanó al hombre, pero también le dijo que sus
pecados habían sido perdonados. Esto revela que la vida pecaminosa del hombre
trajo la enfermedad de la que Jesús lo curó. Pero muchos a su alrededor
empezaron a llamar sus acciones y palabras una blasfemia en sus mentes. Jesús,
discerniendo sus pensamientos, dijo en Mateo 9:4-8,
4 ”Pero
como Jesús se dio cuenta de lo que estaban pensando, les preguntó:
—¿Por qué
tienen ustedes tan malos pensamientos? 5 ¿Qué es
más fácil, decir: “Tus pecados quedan perdonados”, o decir: “Levántate y
anda”? 6 Pues voy a demostrarles que el Hijo del
hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados.
Entonces
le dijo al paralítico:
—Levántate,
toma tu camilla y vete a tu casa.
7 El
paralítico se levantó y se fue a su casa. 8 Al ver
esto, la gente tuvo miedo y alabó a Dios por haber dado tal poder a los
hombres.” DHH
Podemos
ver que como Jesús expuso la raíz de la enfermedad y perdonó el pecado que
trajo la manifestación de la enfermedad, Él entonces declaró al hombre sanado y
la manifestación de sus palabras al hombre vino inmediatamente después de hacer
el juicio correcto sobre la persona y lo que tomaría para que la sanación se
manifestara.
1 Tesalonicenses
5:19-22 también nos da alguna indicación de nuestra responsabilidad como
creyentes para aprender a discernir rectamente. Dice,
19 “No
apaguen el fuego del Espíritu. 20 No desprecien el
don de profecía.21 Sométanlo todo a prueba y retengan lo
bueno. 22 Apártense de toda clase de mal.”
DHH
Limpiar
nuestros corazones – mantener nuestro corazón limpio es también
importante para ayudarnos a ver las respuestas a nuestras oraciones. Lucas 6:45
nos dice:
45 “El
hombre bueno dice cosas buenas porque el bien está en su corazón, y el hombre
malo dice cosas malas porque el mal está en su corazón. Pues de lo que abunda
en su corazón habla su boca. “DHH
Esto
puede reflejarse en la manera en que oramos y por esa razón necesitamos
mantener un corazón indulgente hacia aquellos que nos han herido u ofendido. Es
cierto que muchas veces, es difícil perdonar a los demás, pero nuestra
respuesta correcta es buscar a Dios para que nos sane del dolor en nuestros
corazones porque cada pecado cometido por nosotros o por otros en contra de
nosotros, corta nuestra alma hasta que el escape que sale de nosotros es la
injusticia en sus diversas formas. Algunas de esas formas pueden ser el rencor,
el chisme, la calumnia, la ira o el orgullo, que están arraigados en el miedo.
Este miedo podría hacernos levantar muros que mantengan a otros afuera para
evitar que nos lastimen más. Pero también nos mantiene como en un asedio que no
nos permitirá sanar de lo que nos hiere o nos ofende fácilmente. Para esto, el buscar
la sanación de nuestros corazones (alma) es esencial.
Esto
también es importante porque los filtros en nuestros corazones evitan que
podamos ver claramente, así como cuando el filtro en la secadora no está limpio
lo que hace que la ropa tome más tiempo para secar. Asimismo, la máquina se
fuerza a trabajar más arduamente para hacer el trabajo por la que fue diseñada a
hacer eficazmente. Entonces, al igual que la secadora necesita mantenimiento
del filtro limpiado después de cada uso, necesitamos buscar a Dios para nuestra
sanación de heridas y de ofensas continuamente. Entonces, podremos ver
claramente las cosas que vemos en el ámbito espiritual y juzgar a las personas
y las situaciones que vemos justamente y con el amor de Jesús y no como el
diablo lo haría, con acusaciones y rechazo cuando eso no es necesario.
Otra cosa
que debemos tener presente son las cosas que permitimos entrar por nuestras compuertas
que son nuestros ojos, oídos, nariz, boca y órganos sexuales. Cuando ponemos
malas imágenes, películas oscuras o música oscura con el lenguaje equivocado, o
cuando hay abuso de drogas o alcoholismo u otros tipos de abuso de substancias,
o sexo fuera del matrimonio, todas esas cosas profanas, abominables o engañosas
se interponen en el camino de nuestro juicio justo sobre las cosas, y por consiguiente,
nos impiden ver las respuestas a nuestras oraciones si estas no son de
arrepentimiento y de pedirle a Dios que nos ayude a ser liberados de estas
ataduras. En otras palabras, vivir injustamente no nos da la respuesta para más
dinero, o para la salud, o para la paz, o para el favor o para que podamos
tener las relaciones correctas en nuestras vidas.
Apocalipsis
21:8 explica, 8 “Pero en cuanto a los cobardes, los
incrédulos, los odiosos, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales,
los que practican la brujería, los que adoran ídolos, y todos los mentirosos, a
ellos les tocará ir al lago de azufre ardiente, que es la segunda muerte.’” DHH
Gálatas
5:19-21 también nos permite saber que, 19 “Es
fácil ver lo que hacen quienes siguen los malos deseos: cometen inmoralidades
sexuales, hacen cosas impuras y viciosas, 20 adoran
ídolos y practican la brujería. Mantienen odios, discordias y celos. Se enojan
fácilmente, causan rivalidades, divisiones y partidismos. 21 Son
envidiosos, borrachos, glotones y otras cosas parecidas. Les advierto a
ustedes, como ya antes lo he hecho, que los que así se portan no tendrán parte
en el reino de Dios. DHH
Apocalipsis
21:27 también nos amonesta diciendo, “pero nunca entrará
nada impuro, ni nadie que haga cosas odiosas o engañosas. Solamente entrarán
los que tienen su nombre escrito en el libro de la vida del Cordero.” DHH
Limpieza
de nuestros hogares – otra cosa que hacer es limpiar nuestros hogares de
cualquier objeto que represente idolatría y el ocultismo. Estas cosas mantienen
a una persona en cautiverio e impiden la manifestación de las bendiciones de
Dios. Muchas manifestaciones del enemigo provienen de esos objetos y Dios nos
llama a abstenernos de poseerlos y a mantener nuestros hogares libres de este
tipo de levadura que representa el mal tipo de influencia en nuestras vidas de
espíritus demoníacos.
Algunos
de esos artículos pueden ser libros, esqueletos y figuras que tienen cráneos o
esqueletos como en nuestra ropa o joyería. He visto cómo estas cosas se han
puesto de moda, pero llaman la muerte y perdidas en la vida del portador en
diferentes formas.
Además,
aquellos que practican la brujería y hechicería, y no hay tal cosa como la hechicería
o la brujería buena, se están abriendo para que el espíritu del Anticristo los influencie
y ate para comportarse como él. Este espíritu sólo quiere matar, robar y
destruir a otros. Pero lo malo es que, como dice la regla de oro en Lucas 6:31,
“Traten a los demás como ustedes quieran ser tratados.” RVC. Esto va en
ambos sentidos, si bendecimos y siempre queremos lo mejor para los demás,
estamos sembrando para que la bendición venga a nosotros, pero para aquellos
que eligen querer y hacer el mal hacia los demás, eso es lo que vendrá sobre
ellos que practican tal maldad para su propio beneficio egoísta.
Éxodo
12:19 nos dice: 19 No deberá haber levadura en
sus casas durante siete días, porque cualquiera que coma pan con levadura será
eliminado de la comunidad israelita, tanto si es extranjero como si es del país.
DHH
Este
pasaje habla de la preparación judía para las fiestas que incluían la limpieza
de sus casas de cualquier cosa profana, abominable o engañosa como se menciona
en esta enseñanza. Esta es una ordenanza importante porque de la misma manera
que Dios nos pide que cuidemos de nuestros corazones, Él también nos manda a
ser conscientes de lo que sucede en nuestros ambientes que podrían descarrilarnos
lejos de Él y de sus caminos. Así que otras cosas que quitar de nuestro medio
que no son agradables a Dios incluyen amuletos, encantos, estatuas, altares a
dioses falsos, fotos, CDs, DVDs y todo lo que Dios muestra que no le agrada. Lo
mismo ocurre con las relaciones con personas que no aprueba, los programas de
televisión que Él nos podría ordenar dejar de ver, y así sucesivamente.
1
Corintios 5:6-8 dice: 6 “Ustedes no tienen
razón para sentirse orgullosos. Ya conocen el dicho: ‘Un poco de levadura hace
fermentar toda la masa.’ 7 Así que echen fuera esa
vieja levadura que los corrompe, para que sean como el pan hecho de masa nueva.
Ustedes son, en realidad, como el pan sin levadura que se come en los días de
la Pascua. Porque Cristo, que es el Cordero de nuestra Pascua, fue muerto en
sacrificio por nosotros. 8 Así que debemos celebrar
nuestra Pascua con el pan sin levadura que es la sinceridad y la verdad, y no
con la vieja levadura ni con la corrupción de la maldad y la perversidad.
DHH
Lucas
12:1 también nos relata las palabras de advertencia de Jesús a sus discípulos
acerca de las doctrinas y enseñanzas equivocadas que provienen de la
contaminación con las cosas que se oponen a la verdad de su palabra y a nuestra
santidad (ser apartados para vivir para Él y estar encaminados en sus caminos
como representantes de su reino en la tierra) para vivir nuestras vidas con intencionalidad.
Dice la Escritura,
“Entre
tanto se juntaron miles y miles de personas, tantas que unas a otras se
atropellaban. Jesús comenzó a hablar, dirigiéndose primero a sus discípulos: ‘Cuídense
de la levadura de los fariseos, es decir, de su hipocresía.”
DHH.
Para El
solo sea toda la gloria. ■
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