Tuesday, January 23, 2018

Eligiendo Amar y no Hacer Ídolos de la Creación de Dios



30 ‘Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas.’ 31 El segundo en importancia es: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo.’ No hay otro mandamiento más importante que éstos.”

Según el Strong’s Concordance, una de las palabras griegas para describir el amor es agàpe y se define es como: amor, benevolencia, buena voluntad, estima, banquetes de amor. Pero más apropiadamente se refiere al amor que se centra en la preferencia moral. Típicamente, también se refiere al amor divino o al amor de Dios por el hombre y del hombre por Dios.

La palabra griega para los deseos carnales es epithumia y significa: deseo, anhelo apasionado, lujuria, afán de, deseo desmesurado. EPI significa "enfocado en" y thymòs, "deseo apasionado" — apropiadamente, pasión basada en deseos fuertes (impulsos). Éstos pueden ser positivos o negativos si el deseo es inspirado por la fe (la persuasión innacida de Dios).

Podemos ver por estas definiciones que las dos palabras pueden implicar cosas similares, pero el resultado final es diferente. El amor se centra en servir y beneficiar a otros mientras la lujuria (deseos carnales) se centra en servir y beneficiarse a sí mismo. De esta diferencia, podemos ver la naturaleza de Dios y la naturaleza del diablo porque ambos buscan afinar su respectiva naturaleza en nuestros corazones. Nuestro trabajo es tomar una decisión sobre qué naturaleza permitir crecer y arraigar en nuestros corazones. Dependiendo de nuestra elección, tendremos al final, la vida en abundancia o la destrucción.

Dios nos hizo a su imagen y semejanza. Se pueden decir muchas cosas acerca de esta afirmación, pero en esta enseñanza nos enfocaremos en el hecho de que Él nos creó para amarlo y adorarlo. También nos hizo para amar la creación que Él ama. Pero la serpiente (Satanás) vino con su contaminación de egoísmo en el Jardín del Edén para convertir nuestro amor en idolatría. Lo hizo a través de Adán y Eva. Antes de la aparición de la serpiente, Adán amaba a Dios y a su creación y fue utilizado por Él de una manera poderosa para colaborar con Dios a favor de aquello por lo cual había recibido autoridad para influir.

Lo que permitió a Adán hacer eso fue Dios y su naturaleza amorosa que le ayudó a desear lo mejor para aquello que se le confió. La relación sana que tuvo con su Dios le provocaba cuidar de su creación y asegurarse de que estaba bien preservada y que crecía saludablemente. Para esto, Adán contaba con todo lo necesario para hacerlo porque su confianza y dependencia en Dios eran fuertes y la gloria del Reino de Dios estaba a su alcance.

Entonces Eva vino y se convirtió en su ayuda idónea y los dos pudieron hacer aún más juntos en unidad. Ellos demostraban ese amor que Dios había derramado en ellos no sólo para Él, sino también hacia el otro, al igual que para su creación. Con el uso de sus dones y talentos y su trabajo de unidad se podía lograr mucho más de ellos para cumplir el mandato que Dios les había dado de ser fructíferos, multiplicarse, someter, llenar la tierra y tomar dominio sobre las cosas por las que habían sido bendecidos (empoderados) para cuidar (ver Génesis 1:17-18).


Pero la serpiente vino con su astucia para engañar a Eva y hacerle cuestionar el mandato de Dios para ellos de no comer del fruto del árbol prohibido — el árbol del conocimiento del bien y del mal. Eva y después Adán comieron de la fruta y su desobediencia trajo una transformación en ellos que los convirtió en personas que se enfocaron más en sí mismos que en las cosas que una vez amaron. Todavía hacían su trabajo en el jardín, pero ahora sus propias agendas eran más importantes.

Para ese entonces, podían ver las cosas de una manera diferente y ya no podían razonar las cosas de acuerdo a la naturaleza amorosa de Dios. Ya no podían darse de todo corazón para cuidar de lo que se les confió sin esperar algo a cambio. Ya no podían relacionarse con Dios de la misma manera que lo hacían antes. Además, sus sentidos ya no se usaban para colaborar con Dios. Ahora su enfoque era satisfacer sus propios deseos e ir tras de lo que parecía, sonaba, y se sentía bien para ellos.

Entonces se hizo difícil para ellos pedir ayuda al Señor cuando se veían retados al tratar de cumplir con su mandato de tornar aquello a lo que se les había dado conforme a los caminos del Reino de Dios. Esto sucedió porque en lugar de la fe que se activa a través del amor, el miedo que pervierte el razonamiento entró en sus corazones. Entonces, a partir de ese momento se convirtieron en seres sensuales (enfocados en sus sentidos donde los deseos de los ojos, los deseos de la carne, y la vanagloria de la vida se hicieron más importantes para ellos) y esto se convirtió en la brújula para las decisiones que tomaban.

1 Juan 2:16 también declara: " Porque todo lo que hay en el mundo, es decir, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo."

Gálatas 5:6 dice: " Porque en Cristo Jesús nada valen la circuncisión ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor."

Cuanto más hacían esto, más se alejaban de aquel que amaba caminar con ellos y escuchar sus grandes ideas para nombrar las cosas que se les daban como administradores de su creación. Su contaminación era demasiado fuerte e hizo que se preocuparan por sus propias ambiciones a expensas de las cosas que Dios había puesto bajo su cuidado. Esto sucedió hasta que ya no podían habitar en el jardín porque para entonces ellos y Dios tenían diferencias incompatibles.

Este auto-enfoque les hizo llegar a un punto del cual se les hizo difícil regresar a lo que era más importante. Así que tuvieron que ser expulsados del jardín y de esta manera, Dios se aseguró de que no podían volver porque coloco un ángel Querubín con una espada flamante que balanceaba afuera del jardín. Esto sucedió porque una vez que Dios expuso su condición, no se arrepintieron. En cambio, trataron de esconderse y continuaron con el pensamiento y comportamiento equivocados y lo que es más, su reverencia hacia Dios también se había ido.

Adán y Eva habían cambiado la verdad por una mentira. La oscuridad también se había vuelto más cómoda para ellos que estar en la luz de la presencia de Dios. Pero Dios, en su amor por ellos, no podía tolerar su participación egoísta con su creación y los envió al desierto de tribulación donde tendrían que sudar para poder lograr las cosas a las que habían renunciado recibir a través de  la gloria de Dios y la mentira del Satanás que creyeron les trajo la muerte a sus sueños. Él hizo esto para ayudarles a regresar a la roca de la que habían caído con la esperanza de que les hiciera desear el verdadero amor de nuevo en lugar de sus deseos carnales (ver Génesis 2-3).


Muchos en el cuerpo de Cristo están bajo esta clase de contaminación con el misma condición de contaminación con el espíritu del mundo y todavía siguen haciendo lo hacen en nombre de Dios. Pero en esta hora, Dios está demostrando su amor por ellos y cómo, por amor a su nombre, Él no los dejará en ese estado. Por esta razón, ellos serán enviados al desierto de pruebas donde podrán aprender a amar a Dios con reverencia y a amarse a sí mismos, para que puedan a su vez aprender a volver su atención hacia servir a otros más que a sí mismos.

A esto no hay que tenerle temor porque el horno de la aflicción está diseñado para convertirnos en oro puro y refinado. Sin esto, no podemos amar ni servir a Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, nuestra mente, y nuestras fuerzas, como lo indica el pasaje inicial. Esta es era intención original de Dios para nosotros, y por eso la contaminación del enemigo en nosotros será quemada para que lo que quede es Cristo en nosotros, la esperanza de la gloria. 

En este desierto de pruebas podremos correr hacia Él en vez de alejarnos de Él y hacerlo nuestra primera prioridad en lugar de una segunda o tercera opción como antes. Ningún otro Dios nos ama lo suficientemente como para no dejarnos en nuestra inmundicia y viene a recogernos para limpiarnos con el agua de su palabra y se asegura de que el fuego que se nos envía para refinarnos, haga un trabajo minucioso.

Sólo Él sabe cómo tiene que lucir el producto después de que ha pasado por el proceso de eliminación de todo lo que no estaba destinado originalmente para el. Por lo tanto, las cosas que nutrieron y sostuvieron las fortalezas incorrectas en nosotros, y que se hicieron como muletas en las que nos apoyamos, serán quitadas para que así podamos depender de nuestro Dios y creador más a propósito y aprender a pararnos firmes en sus promesas mientras que llegamos a conocerlo de nuevas maneras.

Así que, en estos tiempos, cuando el miedo o la incertidumbre quieren venir, sepan que hay alguien que está enfocado en nosotros y no en sí mismo. Él está listo para darnos la limpieza adecuada y purificarnos para que podamos ser reducidos a amar y parecernos más a Él. A Él solo sea toda la gloria. ▪

Lecturas de la versión Reina Valera Contemporánea RVC

Imágenes cortesía de Google Images.

Monday, January 22, 2018

Características de aquellos que califican para una Transferencia de Riquezas



Génesis 22:17
17 “ciertamente te bendeciré; multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que hay a la orilla del mar; ¡tu descendencia conquistará las ciudades de sus enemigos! 18 En tu simiente serán bendecidas todas las naciones de la tierra, por cuanto atendiste a mi voz.’”

Dios le hizo esta promesa a Abraham después de que vio su disposición a sacrificar a su hijo prometido cuando Él se lo ordenó. A primera vista, esta escritura puede implicar una referencia a multitudes de personas que Abraham heredaría a través de las generaciones. Pero en realidad, se refiere a una gente de calidad que tendrá tal influencia que pueden ser comparados con los rascacielos que se pueden ver desde kilómetros de distancia.

Serán vistos como estrellas porque mucha gente los verá como modelos a seguir para conocer a Dios y los caminos de su Reino. Su identidad como la novia guerrera de Cristo que camina con dominio en la tierra en las esferas que dadas para ejercer autoridad y poder del Reino también los harán ser observados y solicitados por miles de personas de diversas áreas de nuestra sociedad.

Estos hombres y mujeres son vasos rotos de los que emana la luz de Dios que alumbra el camino del Reino para otros. Y en las áreas donde fueron quebrantados, Dios demostrará a través de ellos su poder para destruir las obras del diablo. Ellos también se comparan con la arena de la orilla del mar porque son mansos — sabiendo que su poder y autoridad para hacer hazañas grandes y sobrenaturales en la tierra viene por su relación con el Dios vivo, su Creador, Señor, y único objeto de su adoración.

Al igual que Mardoqueo en el libro de Esther, ellos no se inclinan ante el sistema de este mundo que está lleno de idolatría y pueden estar seguros en su Dios para ver al enemigo de sus llamamientos removido de su camino y colgados en la horca que construyó para ellos para que puedan seguir avanzando y defender el Reino de Dios con su amor como estandarte.

La verdad y la paz son sus emblemas, y su humilde, pero feroz reconocimiento de que sin Dios no pueden hacer nada, también los conducirá a decirle al enemigo que no tiene parte, porción o memoria en la restauración de la esfera que se les ha dado para influir, conquistar y resucitar las ciudades y naciones a la intención original de Dios. De esta manera ellos ayudarán a difundir el conocimiento de la gloria del Señor así como las aguas cubren el mar, y verán a las generaciones doblando sus rodillas y proclamando el nombre de Jesús como su Dios para adorarle y servirle solamente a Él.

Este remanente de hijos e hijas de Dios ha sobrevivido al fuego en el desierto de pruebas y tribulaciones diseñadas para convertirlos en un gran ejército, portadores fuertes de su gloria, dispuestos a hacer su voluntad sin razonar o negociar sus órdenes. Ellos marchan ferozmente a la batalla para devorar al enemigo de su propósito y destino porque primero han buscado el Reino de Dios y toda su justicia, y saben que es hora de recibir la cosecha para la que han sembrado con lágrimas y penurias. Éstos se describen en Joel 2:2B-3, 7-8 que dice,

“…Se aproxima un ejército pueblo grande y poderoso, como nunca antes lo hubo ni lo habrá después durante muchas generaciones. Viene como el alba, cuando se extiende sobre los montes. Lo precede un fuego consumidor, y llamas destructoras cierran su marcha. Antes de que pasen, la tierra es como el huerto de Edén; pero después de que han pasado queda la tierra como un desierto deshabitado. ¡Nadie puede librarse de ellos!”
 “Corren como soldados, trepan por los muros como guerreros; cada uno de ellos mantiene la marcha, sin cambiar el rumbo. Ninguno estorba a su compañero; cada uno mantiene el paso; ¡no hay espada que los detenga!”

Una razón importante por la cual no son destruidos por el enemigo es que ellos saben quiénes son — un pueblo santo, separados para servir a Dios y por eso no sucumben a la influencia del espíritu del mundo. Ellos son disciplinados y conocen su autoridad y rangos y cómo operar las armas que se les ha dado con precisión. Son ovejas que sólo responden a la voz de su pastor y entienden que la gracia que se les ha dado para hacer las obras predestinadas para ellos es un don, y no es nada que puedan ganar porque como muchos otros, fueron llamados pero se encuentran entre los pocos que fueron elegidos.


Es por eso que tienen una devoción inquebrantable para adorar y servir al Dios Altísimo, porque a través de su intimidad con Él reciben revelaciones que ordenan sus pasos para ver nuevos niveles de favor con Él y con los hombres que les ayuda a cumplir su destino. Apocalipsis 22:21 dice, 21 Que la gracia del Señor Jesucristo sea con todos. Amén.”

Pero interesantemente, la versión Amplified Classic Edition dice traducida al español, 21 "la gracia (bendición y favor) del Señor Jesucristo (el Mesías) sea con todos los Santos (el pueblo santo de Dios, los que se apartan para Dios, para ser, por así decirlo, exclusivamente suyo). Amén (así sea)!”

Esta lectura reitera que estos poderosos creyentes también están conscientes de que la gracia de Dios es necesaria para salir del sistema que los ha oprimido durante tantos años y para los cuales tuvieron que esperar a que se llenara la copa de iniquidad de su enemigo (ver Génesis 15:16). Los israelitas sirvieron a Egipto—una representación del sistema de este mundo gobernado por el espíritu del Anticristo. Este sistema está lleno de idolatría y rechazo a Dios y sus caminos. 

Pero ha llegado el momento de Dios para su remanente que no sucumbió a la tentación del enemigo de Dios para buscar riquezas y una buena vida a expensas de perder su destino. No siguieron la lujuria de su carne, ni la lujuria de sus ojos, o el orgullo de la vida. A estos, Dios ha dicho: "bien hecho, siervos buenos y fieles". Ahora pueden entrar en la alegría del Señor que es recibir la recompensa de su fidelidad a Él — la evidencia de que son hijos y siervos del GRAN YO SOY.

La evidencia es la transferencia de riquezas que recibirán del sistema del enemigo que los oprimió y les robó. El poder de su Dios traerá ahora una gran demostración de su poder para cumplir sus promesas y ellos ahora serán reconocidos como hijos e hijas del Dios Viviente. Sus declaraciones de quiénes son y a quién pertenecen al igual que de la palabra de Dios enmarcarán su mundo junto con cada obediencia a las órdenes que Dios les da.

Estos son también como José, que soportó el hoyo, la esclavitud, y la prisión, pero fue restaurado después que el tiempo de la prueba de la palabra que Dios habló sobre su vida terminó. Fue entonces cuando él fue enviado al palacio para ocupar una posición de preeminencia, como segundo en mando después del faraón. Al igual que José, este remanente entiende la función de administración gubernamental y el propósito de cada título y posición que se les da. Saben que es para salvar las vidas de muchas personas y exponer al enemigo y sus artimañas para que los cautivos puedan ser liberados.

Las generaciones se beneficiarán de la influencia de estos siervos influyentes y como Éxodo 34:10 establece, las señales y maravillas que Dios realiza en ellos y a través de ellos dejarán a muchos asombrados a lo largo de su camino. Eso es porque el que los llamó de la zarza ardiente desafiará las leyes de la naturaleza para que ellos puedan avanzar de una manera que ojos no han visto y oídos no han oído lo que Dios hace para aquellos que lo aman. La escritura dice:

10 “El Señor contestó:
‘Mira, yo hago un pacto delante de todo tu pueblo. Voy a realizar maravillas nunca antes vistas en toda la tierra, ni en nación alguna. Todo el pueblo, en medio del cual tú estás, verá las obras tan sorprendentes que yo, el Señor, haré contigo.”

Estos milagros, señales y prodigios que Dios realizará para el remanente de su pueblo y a través de ellos, serán hechos también en favor de los pobres para quienes ellos han sido ungidos para predicar las buenas nuevas, los ciegos verán y los cautivos recibirán libertad. Los corazones rotos también serán sanados, y las puertas de la prisión estarán abiertas para aquellos que han sido atados. Además, este remanente levantará árboles rectos que serán plantados por el Señor sólo para su gloria (Isaías 61:1-3).


Por otra parte, la vara que usaban a lo largo de su viaje en el desierto que les recordaba la fidelidad de Dios y les mostraba cada nivel de autoridad que habían alcanzado en el espíritu para hacer que sus nombres sean reconocidos por el cielo y el infierno, ahora se convertirá en una serpiente que devorará a las serpientes de los magos porque el poder creativo de Dios no puede ser imitado o superado por los que adoran a otros dioses.

Esto frustrará a los hechiceros y los adivinos serán enloquecidos, los sabios se retrocederán y su conocimiento se verá como necedad porque las palabras de este grupo remanente de siervos de Dios serán confirmadas y su consejo como mensajeros hará que Dios actúe para que la sociedad pueda ser reconstruida y habitada por aquellos que serán levantados para seguir el consejo y la guía del Espíritu Santo de todo corazón (Isaías 44:25-26).

Por último, Eclesiastés 2:21 dice, "21 ¿Tener que dedicar sabiduría, conocimientos y rectitud, para luego dejarle el fruto de su trabajo a quien nunca se lo ganó? ¡Eso también es vanidad, y un mal muy grande!" 

Este pasaje explica lo que Dios ha estado haciendo tras bastidores en nombre de su remanente, ya que ellos se preocupan de cumplir el mandato de Dios para ser fructíferos y multiplicarse, llenar la tierra y someterla, y tomar el dominio sobre las esferas que les han sido dadas para gobernar con autoridad y poder del cielo y el consejo del Espíritu Santo. De igual manera, Dios hace distinción entre su remanente y los que usaron la sabiduría y el conocimiento de este mundo para hacer riquezas. Hageo 2:6-8 dice,

6-8 “Yo soy el Dios de Israel,
y dentro de poco tiempo
haré temblar el cielo y la tierra;
¡sacudiré el mar y la tierra firme!
Haré que tiemblen todas las naciones;
haré que me traigan todas sus riquezas
para llenar con ellas mi templo,
pues la plata y el oro me pertenecen.”
TLA

Hay ciclos de tiempo en los que Dios envía un gran temblor para juzgar el espíritu de este mundo, y todo lo que se hizo bajo su influencia se desmoronará (Amós 9:9) porque Dios es dueño de la plata y el oro, y Él hará que la riqueza levantada por los malvados llegue hasta las manos de sus hijos, los que le sirven a Él. Él lo hace para revelar su gloria en sus vidas y a través de ellos. Eso es porque somos mayordomos de las verdaderas riquezas del Reino de Dios y aunque Él nos da el poder para hacer riquezas, él todavía es dueño de todo y puede decidir qué hacer con lo que le pertenece en cualquier momento. 

Nuestro trabajo es obedecer cada mandato y entregar sus bienes de manera específica al próximo administrador asignado. Aquellos que, influenciados por el espíritu de este mundo, piensan que todo lo que tienen les pertenece y lo atesoran para sus propias ambiciones egoístas, no se dan cuenta de que están siendo vistos como ladrones ante los ojos de Dios y recibirán un despertar a la realidad de que la tierra le pertenece al Señor y toda su plenitud (Salmo 24:1-2).

El sacudimiento descrito en Hageo tendrá como fin mover esas cosas de sus manos para que lleguen a las manos de aquellos a quienes han sido asignadas. Es por eso Nabucodonosor dijo en Daniel 4:37: 37 Por eso yo, Nabucodonosor, alabo y engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos, y él puede humillar a los que se muestran soberbios.”

Sólo a Dios sea toda la gloria.
Escrituras de la versión Reina Valera Contemporánea RVC, excepto donde notado.

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