Wednesday, October 11, 2017

La Prueba de Nuestra Voluntad de Obedecer la Orden de Dios 2: Activando Nuestra Gran Fe



Santiago 2:18  
"A los que dicen que son fieles a Dios, pero no hacen lo bueno, yo les podría decir: “Tú dices que eres fiel a Dios, y yo hago lo que es bueno. Demuéstrame que es posible ser fiel a Dios sin tener que hacer lo bueno, y yo te demostraré que soy fiel a Dios por medio del bien que hago.” TLA

Hay varios ejemplos en la Biblia de personas a las que Jesús consideró haber demostrado gran fe para obtener lo que necesitaban en sus vidas. Con esto ellos mostraron su confianza en Él y también que estaban dispuestos a actuar de acuerdo a la palabra que Él les dio porque sabían que Él tenía el poder para llevarla a cabo en sus vidas.

Mi primer ejemplo se encuentra en Marcos 7:24-28 y es la mujer Siro-Fenicia quien tenía una hija que estaba siendo oprimida por un espíritu impuro. Esta mujer insistió a Jesús para que librara a su hija de la opresión. Sin embargo, la primera respuesta de Jesús hacia ella en el versículo 27 fue: "—Deja que primero coman los hijos, pues no está bien quitarles la comida para echársela a los perros.". A esto, la respuesta de la mujer fue según el versículo 28, "...— ¡Señor, eso es cierto! Pero aún los perros comen las sobras que se les caen a los hijos debajo de la mesa.”
 
En este pasaje Jesús le estaba explicando a la mujer Siro-Fenicia que su primera misión en la tierra era ministrar a los hijos de Israel (descendientes de Abraham a través de Isaac) y de esta manera cumplir la ley del evangelismo que dice que predicamos el Evangelio de salvación primero a los judíos y luego a los gentiles (Romanos 1:16). La mujer Siro-Fenicia era una gentil. Pero para demostrar que no importa quiénes somos y de dónde venimos, si entendemos que cuando Dios nos da una palabra de promesa, podemos estar seguros de que se cumplirá al asociamos con Él y confiar en que Él tiene el poder de hacer lo que dijo que iba a hacer.

Esto es evidente en el resultado de su persistencia. Los versículos 29-30 dicen: "29 Jesús le dijo:" --¡Mujer, es muy cierto lo que dices! Vete tranquila a tu casa, pues el demonio ya salió de tu hija.”
30 La mujer regresó a su casa y, cuando llegó, encontró a su hija acostada en la cama. El demonio ya había salido de ella.” TLA

Otro ejemplo es el centurión romano que entendió cómo el caminar sometiéndonos a la autoridad celestial suelta las bendiciones del cielo en nuestras vidas. El siervo del centurión yacía en casa, enfermo, y terriblemente atormentado. Jesús le sugirió al centurión cuando este le pidió que sanara a su siervo que iría a su casa para sanar al hombre. Pero el centurión tenía entendimiento de que todo lo que el necesitaba era que Jesús le diera una promesa, y así hizo Jesús. Mateo 8:8-10 dice, "8... –Señor Jesús, yo no merezco que entre usted en mi casa. Basta con que ordene desde aquí que mi sirviente se sane y el quedará sano." 9Porque yo sé lo que es dar órdenes y lo que es obedecer. Si yo le ordeno a uno de mis soldados que vaya a algún sitio, ese soldado va. Si a otro le ordeno que venga, el viene; y si mando a mi sirviente que haga algo, lo hace.

10Jesus se quedó admirado al escuchar la respuesta del Capitán. Entonces le dijo a la gente que lo seguía:
--¡Les aseguro que, en todo Israel, nunca había conocido a alguien que confiara tanto en mi como este extranjero!” TLA

El versículo 13 también dice: "Luego Jesús le dijo al Capitán:
--Regresa a tu casa, y que todo suceda tal como has creído. En ese mismo instante, su sirviente quedo sano.” TLA


Un último ejemplo en esta enseñanza es la mujer que tenía un problema de flujo sanguíneo durante doce años. Esta mujer había hecho todo lo humanamente posible y gastó mucho dinero buscando ser sanada de su enfermedad pero nada había funcionado. Pero luego, cuando se enteró de que Jesús estaba visitando su pueblo, decidió no preocuparse por las consecuencias sociales que podrían venir por aparecer en público en su condición.

Ella eligió presionar para avanzar entre la multitud y tocó el dobladillo del manto de Jesús. Esto causó que la virtud fluyera de Jesús e inmediatamente fue sanada. Pero Jesús, maravillado y dándose cuenta de que la virtud había brotado de Él, decidió preguntar quién lo había tocado de tal manera. La mujer entonces confesó lo que hizo y porqué lo hizo. Por su acto, Jesús reconoció públicamente la gran fe de esta mujer y dijo en Lucas 8:48, " …--Hija fuiste sanada porque confiaste en mí. Puedes irte en paz. “ TLA

Así que lo que estas tres personalidades bíblicas que no eran necesariamente hijos de Abraham por nacimiento (pero a través de su fe en Jesús y su reconocimiento de que Él es su Señor y Salvador), tienen en común es que sabían que si el Señor les había dado una palabra de promesa , eso era suficiente para ellos decidir seguirlo y asociarse con Él para la manifestación de esas palabras porque estaban plenamente convencidos de que a través de su creencia y obediencia a cada mandato, la verían realizada.

En efecto, Marcos 11:22-24 reitera esto diciendo: "22Jesús les dijo:
--Confíen en Dios. 23-24 Les aseguro que, si tienen confianza y no dudan del poder de Dios, todo lo que pidan en sus oraciones sucederá. Si le dijeran a esta montaña: ‘Quítate de aquí y échate en el mar’, así sucedería. Solo deben creer que ya está hecho lo que han pedido.” TLA

Entonces, ¿cómo confías en Dios y como Abraham, quien también demostró esta persuasión, que cosas debes hacer que demuestran y activan tu gran fe?

1. Busca del Señor en oración como se demuestra en 2 Crónicas 7:14. "Pero si mi pueblo se humilla, y ora y me busca, y si al mismo tiempo abandona su mala conducta, yo escucharé en el cielo su oración, perdonaré sus pecados y los haré prosperar de nuevo.” TLA

Esta escritura destaca lo que es importante para nosotros: conseguir esa palabra de promesa y guía de Dios para nuestras circunstancias. Para eso necesitamos humillarnos ante Dios con oración (y a veces con ayuno) y pedirle que rebusque en nuestros corazones y nos muestre lo que está en nosotros o en nuestras vidas que podría obstaculizar la manifestación de lo que Él quiere hacer en nosotros, a nuestro favor y también a través de nosotros. Necesitamos cambiar lo que Dios muestra que son esos malos caminos y esto abrirá la vía para que Él hable lo que hará en nuestras circunstancias o una palabra de promesa para ayudarnos a cumplir nuestro destino.

Además de eso, orar con nuestro lenguaje espiritual es importante porque nos ayuda a tener toda la ayuda angelical que necesitamos para remover los obstáculos, desatar y también recibir las revelaciones de los misterios que conciernen a esas promesa y los cuales necesitamos para avanzar en nuestro destino. De igual manera, el orar en lenguas nos ayuda a recibir toda estrategia que nos ayudará a eliminar cualquier obstáculo demoníaco que esté obstruyendo la manifestación sin importar el tiempo que se necesite para ver su cumplimiento.

1 Corintios 14:15 nos dice, “¿Qué debo hacer entonces? Pues orar y cantar con mi espíritu, pero también orar y cantar con mi entendimiento.” TLA

Romanos 8:26-27 también indica, "26 Del mismo modo, y puesto que nuestra confianza en Dios es débil, el Espíritu Santo nos ayuda. Porque no sabemos cómo orar a Dios, pero el Espíritu mismo ruega por nosotros, y lo hace de modo tan especial que no hay palabras como expresarlo. 27 Y Dios, que conoce todos nuestros pensamientos, sabe lo que el Espíritu Santo quiere decir. Porque el Espíritu ruega a Dios por su pueblo especial, y sus ruegos van de acuerdo con lo que Dios quiere.” TLA

Es importante también explicar que cuando Dios nos da una palabra de promesa, Él también está haciendo un pacto con nosotros. Para ello, estamos obligados a asociarnos con Él para obtener esta gran fe hacia su cumplimiento. Éxodo 34:10-12 dice,

10”Dios le dijo a Moisés;
‘Pon atención, porque voy a hacer un pacto con todo tu pueblo. Voy a hacer grandes milagros, como nunca antes se han visto en ningún país del mundo. Todos los países donde ustedes vivan verán lo que yo, el Dios de Israel puedo hacer.
11’Si ustedes obedecen todo lo que hoy les he ordenado, yo expulsaré a todos los pueblos que no me obedecen, y su territorio se lo daré a ustedes.
12 Ustedes van a entrar al territorio que les prometí. No deben hacer ningún pacto con los que allí viven, para que no imiten su mala conducta.’” TLA 


En esta alianza, Dios nos dará nuestra parte que debemos obedecer. En los versículos 11 y 12 Él nos pide que obedezcamos su mandato, que prestemos atención a lo que hacemos y a lo que debemos o no debemos permitir en nuestras vidas.

2. Como parte de nuestro acuerdo con Dios para el cumplimiento de esta promesa del Pacto, debemos sembrar una ofrenda de su elección y en el lugar que Él también elija. Esto puede tomar cualquier forma como las finanzas, o servir a otros, o pasar tiempo en alabanza y adoración. El caso es dejar que Dios elija y nos diga que clase de ofrenda Él aceptará de nosotros.

Deuteronomio 12:13-14 dice, "13-14Tengan cuidado de no llevar sus ofrendas a cualquier parte, sino solo al lugar que Dios elija de entre las tribus. Allí harán lo que les he ordenado hacer, y darán gracias por las abundantes cosechas que Dios les haya dado.” TLA

3. Confiesa la palabra de promesa sobre tu vida y declara las cosas que no son como si fueran. Romanos 4:17 explica,
“En la Biblia, Dios le dijo a Abraham que llegaría a ser el antepasado de gente de muchos países. Esta promesa se la hizo Dios a Abraham porque Abraham creyó en El, que es el único Dios con poder para resucitar a los muertos y para crear cosas nuevas.” TLA

Hebreos 11:1-2 también dice, "1Confiar en Dios es estar totalmente seguro de  que uno va a recibir lo que espera. Es estar convencido de que algo existe, aun cuando no se pueda ver. 2Dios acepto a nuestros antepasados porque ellos confiaron en él.” TLA

Esto es porque la fe viene a nosotros al escuchar la palabra de Dios continuamente cuando la escuchamos y al confesarla, pero también cuando obedecemos cada mandato que Él nos da en relación con la promesa y mientras continuamos orando con acción de gracias por lo que Él ya ha hecho por nosotros porque Él no cambiará de parecer de acuerdo a lo que nos prometió (números 23:19). Por lo tanto, no necesitamos estar ansiosos o temerosos de nada.

Filipenses 4:6-7 también nos dice, "6No se preocupan por nada. Más bien, oren y pídanle a Dios todo lo que necesiten, y sean agradecidos. 7Así Dios les dará su paz, esa paz que la gente de este mundo no alcanza a comprender, pero que protege el corazón y el entendimiento de los que ya son de Cristo.” TLA

Romanos 10:17 añade "Así que la fe viene del oír, y el oír proviene de la palabra de Dios." RVC

4. Finalmente, permita que Dios ordene sus pasos y los guíe por su Espíritu Santo. Esto significa que confiamos en Él y no nos apoyamos en lo que nuestra mente carnal pueda razonar sobre nuestras circunstancias. Proverbios 3:5-6 describe,

"5Pon toda tu confianza
   en Dios
  y no en lo mucho que sabes.
6Toma en cuenta a Dios
  en todas tus acciones.
  Y él te ayudará en todo.” TLA

El Salmo 37:23-24 también declara que Dios nos guía hacia nuestras promesas con pasos ya planeados por Él de antemano e incluso cuando tropezamos y podemos caer en tratar de obedecer su palabra y mandatos, podemos estar seguros de que Él nos ayudará a volver al camino correcto y ver que se cumpla su promesa para nosotros.

23Cuando a Dios le
     agrada
     la conducta de un hombre,
     lo ayuda a mantenerse
     firme.
24 Tal vez tenga tropiezos,
    pero no llegara a
    fracasar.
    porque Dios le dará su
    apoyo.” TLA

Estos pasos están siempre diseñados para ajustarse al mandamiento de Dios de amarlo con todo nuestro corazón, alma, fuerza, y mente, pasar momentos de intimidad con Él y amar a nuestro prójimo como nos amamos a nosotros mismos porque la fe funciona a través de nuestros pensamientos y hechos que muestran este amor. (Lucas 10:27; 1 Juan 4:20). A Él solo sea toda la gloria. ▪

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