Santiago 2:18
"A los
que dicen que son fieles a Dios, pero no hacen lo bueno, yo les podría decir:
“Tú dices que eres fiel a Dios, y yo hago lo que es bueno. Demuéstrame que es
posible ser fiel a Dios sin tener que hacer lo bueno, y yo te demostraré
que soy fiel a Dios por medio del bien que hago.” TLA
Hay varios ejemplos
en la Biblia de personas a las que Jesús consideró haber demostrado gran fe
para obtener lo que necesitaban en sus vidas. Con esto ellos mostraron su
confianza en Él y también que estaban dispuestos a actuar de
acuerdo a la palabra que Él les dio porque sabían que Él tenía el poder para
llevarla a cabo en sus vidas.
Mi primer ejemplo
se encuentra en Marcos 7:24-28 y es la mujer Siro-Fenicia quien tenía una hija
que estaba siendo oprimida por un espíritu impuro. Esta mujer insistió a Jesús
para que librara a su hija de la opresión. Sin embargo, la primera respuesta de
Jesús hacia ella en el versículo 27 fue: "—Deja que primero coman los hijos, pues no está bien quitarles la comida
para echársela a los perros.". A esto, la respuesta de la mujer fue según
el versículo 28, "...— ¡Señor, eso
es cierto! Pero aún los perros comen las sobras que se les caen a los hijos
debajo de la mesa.”
En este pasaje
Jesús le estaba explicando a la mujer Siro-Fenicia que su primera misión en la
tierra era ministrar a los hijos de Israel (descendientes de Abraham a través
de Isaac) y de esta manera cumplir la ley del evangelismo que dice que
predicamos el Evangelio de salvación primero a los judíos y luego a los gentiles
(Romanos 1:16). La mujer Siro-Fenicia era una gentil. Pero para demostrar que
no importa quiénes somos y de dónde venimos, si entendemos que cuando Dios nos
da una palabra de promesa, podemos estar seguros de que se cumplirá al
asociamos con Él y confiar en que Él tiene el poder de
hacer lo que dijo que iba a hacer.
Esto es evidente
en el resultado de su persistencia. Los versículos 29-30 dicen: "29
Jesús le dijo:" --¡Mujer, es muy
cierto lo que dices! Vete tranquila a tu casa, pues el demonio ya salió de tu
hija.”
30 La
mujer regresó a su casa y, cuando llegó,
encontró a su hija acostada en la cama. El demonio ya había salido de ella.” TLA
Otro ejemplo es
el centurión romano que entendió cómo el caminar sometiéndonos a la autoridad
celestial suelta las bendiciones del cielo en nuestras vidas. El siervo del
centurión yacía en casa, enfermo, y terriblemente atormentado. Jesús le sugirió
al centurión cuando este le pidió que sanara a su siervo que iría a su casa para
sanar al hombre. Pero el centurión tenía entendimiento de que todo lo que el necesitaba
era que Jesús le diera una promesa, y así hizo Jesús. Mateo 8:8-10 dice, "8... –Señor Jesús, yo no merezco
que entre usted en mi casa. Basta con que ordene desde aquí que mi sirviente se
sane y el quedará sano." 9Porque yo sé lo que es
dar órdenes y lo que es obedecer. Si yo le ordeno a uno de mis soldados que
vaya a algún sitio, ese soldado va. Si a otro le ordeno que venga, el viene; y
si mando a mi sirviente que haga algo, lo hace.
10Jesus se quedó admirado al
escuchar la respuesta del Capitán. Entonces le dijo a la gente que lo seguía:
--¡Les aseguro que, en todo Israel, nunca había
conocido a alguien que confiara tanto en mi como este extranjero!” TLA
El versículo 13
también dice: "Luego Jesús le dijo
al Capitán:
--Regresa a tu casa, y que todo suceda tal como
has creído. En ese mismo instante, su sirviente quedo sano.” TLA
Un último ejemplo
en esta enseñanza es la mujer que tenía un problema de flujo sanguíneo durante
doce años. Esta mujer había hecho todo lo humanamente posible y gastó mucho
dinero buscando ser sanada de su enfermedad pero nada había funcionado. Pero luego,
cuando se enteró de que Jesús estaba visitando su pueblo, decidió no
preocuparse por las consecuencias sociales que podrían venir por aparecer en
público en su condición.
Ella eligió presionar
para avanzar entre la multitud y tocó el dobladillo del manto de Jesús. Esto
causó que la virtud fluyera de Jesús e inmediatamente fue sanada. Pero Jesús,
maravillado y dándose cuenta de que la virtud había brotado de Él,
decidió preguntar quién lo había tocado de tal manera. La mujer entonces confesó lo
que hizo y porqué lo hizo. Por su acto, Jesús reconoció
públicamente la gran fe de esta mujer y dijo en Lucas 8:48, " …--Hija fuiste sanada porque confiaste en mí.
Puedes irte en paz. “ TLA
Así que lo que
estas tres personalidades bíblicas que no eran necesariamente hijos de Abraham
por nacimiento (pero a través de su fe en Jesús y su reconocimiento de que Él es
su Señor y Salvador), tienen en común es que sabían que si el Señor les había
dado una palabra de promesa , eso era suficiente para ellos decidir seguirlo y
asociarse con Él para la manifestación de esas palabras porque estaban
plenamente convencidos de que a través de su creencia y obediencia a cada
mandato, la verían realizada.
En efecto, Marcos
11:22-24 reitera esto diciendo: "22Jesús
les dijo:
--Confíen en Dios. 23-24 Les aseguro
que, si tienen confianza y no dudan del poder de Dios, todo lo que pidan en sus
oraciones sucederá. Si le dijeran a esta montaña: ‘Quítate de aquí y échate en
el mar’, así sucedería. Solo deben creer que ya está hecho lo que han pedido.” TLA
Entonces, ¿cómo
confías en Dios y como Abraham, quien también demostró esta persuasión, que
cosas debes hacer que demuestran y activan tu gran fe?
1. Busca del Señor en oración
como se demuestra en 2 Crónicas 7:14. "Pero
si mi pueblo se humilla, y ora y me busca, y si al mismo tiempo abandona su
mala conducta, yo escucharé en el cielo su oración, perdonaré
sus pecados y los haré prosperar de nuevo.” TLA
Esta escritura
destaca lo que es importante para nosotros: conseguir esa palabra de promesa y
guía de Dios para nuestras circunstancias. Para eso necesitamos humillarnos
ante Dios con oración (y a veces con ayuno) y pedirle que rebusque en nuestros
corazones y nos muestre lo que está en nosotros o en nuestras vidas que podría
obstaculizar la manifestación de lo que Él quiere hacer en nosotros, a nuestro
favor y también a través de nosotros. Necesitamos cambiar lo que Dios muestra que
son esos malos caminos y esto abrirá la vía para que Él hable lo que hará en
nuestras circunstancias o una palabra de promesa para ayudarnos a cumplir
nuestro destino.
Además de eso,
orar con nuestro lenguaje espiritual es importante porque nos ayuda a tener
toda la ayuda angelical que necesitamos para remover los obstáculos, desatar y
también recibir las revelaciones de los misterios que conciernen a esas promesa
y los cuales necesitamos para avanzar en nuestro destino. De igual manera, el
orar en lenguas nos ayuda a recibir toda estrategia que nos ayudará a
eliminar cualquier obstáculo demoníaco que esté obstruyendo la manifestación
sin importar el tiempo que se necesite para ver su cumplimiento.
1 Corintios 14:15
nos dice, “¿Qué debo hacer entonces? Pues
orar y cantar con mi espíritu, pero también orar y cantar con mi
entendimiento.” TLA
Romanos 8:26-27
también indica, "26 Del
mismo modo, y puesto que nuestra confianza en Dios es débil, el Espíritu Santo
nos ayuda. Porque no sabemos cómo orar a Dios, pero el Espíritu mismo ruega por
nosotros, y lo hace de modo tan especial que no hay palabras como expresarlo. 27
Y Dios, que conoce todos nuestros pensamientos, sabe lo que el Espíritu Santo
quiere decir. Porque el Espíritu ruega a Dios por su pueblo especial, y sus
ruegos van de acuerdo con lo que Dios quiere.” TLA
Es importante
también explicar que cuando Dios nos da una palabra de promesa, Él
también está haciendo un pacto con nosotros. Para ello, estamos obligados a
asociarnos con Él para obtener esta gran fe hacia su cumplimiento.
Éxodo 34:10-12 dice,
10”Dios le dijo a Moisés;
‘Pon atención, porque voy a hacer un pacto con
todo tu pueblo. Voy a hacer grandes milagros, como nunca antes se han visto en
ningún país del mundo. Todos los países donde ustedes vivan verán lo que yo, el
Dios de Israel puedo hacer.
11’Si ustedes obedecen todo lo
que hoy les he ordenado, yo expulsaré a todos los pueblos que no
me obedecen, y su territorio se lo daré a ustedes.
12 Ustedes van a entrar al territorio que
les prometí. No deben hacer ningún pacto con los que allí viven, para que no
imiten su mala conducta.’” TLA
En esta alianza,
Dios nos dará nuestra parte que debemos obedecer. En los versículos 11 y 12 Él nos
pide que obedezcamos su mandato, que prestemos atención a lo que hacemos y a lo
que debemos o no debemos permitir en nuestras vidas.
2. Como parte de nuestro acuerdo con Dios para el cumplimiento de esta
promesa del Pacto, debemos sembrar una
ofrenda de su elección y en el lugar que Él también elija. Esto puede tomar cualquier forma como
las finanzas, o servir a otros, o pasar tiempo en alabanza y adoración. El caso
es dejar que Dios elija y nos diga que clase de ofrenda Él aceptará de nosotros.
Deuteronomio 12:13-14
dice, "13-14Tengan
cuidado de no llevar sus ofrendas a cualquier parte, sino solo al lugar que
Dios elija de entre las tribus. Allí harán lo que les he ordenado hacer, y
darán gracias por las abundantes cosechas que Dios les haya dado.” TLA
3. Confiesa la palabra de promesa sobre tu vida y
declara las cosas que no son como si fueran. Romanos 4:17 explica,
“En la Biblia, Dios le dijo a Abraham que llegaría
a ser el antepasado de gente de muchos países. Esta promesa se la hizo Dios a
Abraham porque Abraham creyó en El, que es el único Dios con poder para
resucitar a los muertos y para crear cosas nuevas.” TLA
Hebreos 11:1-2 también
dice, "1Confiar en Dios
es estar totalmente seguro de que uno va
a recibir lo que espera. Es estar convencido de que algo existe, aun cuando no
se pueda ver. 2Dios acepto a nuestros antepasados porque ellos
confiaron en él.” TLA
Esto es porque la
fe viene a nosotros al escuchar la palabra de Dios continuamente cuando la
escuchamos y al confesarla, pero también cuando obedecemos cada mandato que Él nos
da en relación con la promesa y mientras continuamos orando con acción de
gracias por lo que Él ya ha hecho por nosotros porque Él no
cambiará de parecer de acuerdo a lo que nos prometió (números 23:19). Por lo
tanto, no necesitamos estar ansiosos o temerosos de nada.
Filipenses 4:6-7 también
nos dice, "6No se
preocupan por nada. Más bien, oren y pídanle a Dios todo lo que necesiten, y
sean agradecidos. 7Así Dios les dará su paz, esa paz que la gente de
este mundo no alcanza a comprender, pero que protege el corazón y el
entendimiento de los que ya son de Cristo.” TLA
Romanos 10:17
añade "Así que la fe viene del oír,
y el oír proviene de la palabra de Dios." RVC
4. Finalmente, permita que Dios ordene
sus pasos y los guíe por su Espíritu Santo. Esto significa que confiamos en
Él y no nos apoyamos en lo que nuestra mente carnal pueda razonar sobre nuestras
circunstancias. Proverbios 3:5-6 describe,
"5Pon toda
tu confianza
en Dios
y no en lo mucho que sabes.
6Toma
en cuenta a Dios
en todas tus acciones.
Y él te ayudará en todo.” TLA
El Salmo 37:23-24
también declara que Dios nos guía hacia nuestras promesas con pasos ya planeados
por Él de antemano e incluso cuando tropezamos y podemos caer en tratar de
obedecer su palabra y mandatos, podemos estar seguros de que Él nos
ayudará a volver al camino correcto y ver que se cumpla su promesa para
nosotros.
“23Cuando a Dios le
agrada
la
conducta de un hombre,
lo
ayuda a mantenerse
firme.
24 Tal vez tenga tropiezos,
pero no
llegara a
fracasar.
porque
Dios le dará su
apoyo.” TLA
Estos pasos están
siempre diseñados para ajustarse al mandamiento de Dios de amarlo con todo
nuestro corazón, alma, fuerza, y mente, pasar momentos de intimidad con Él y
amar a nuestro prójimo como nos amamos a nosotros mismos porque la fe funciona
a través de nuestros pensamientos y hechos que muestran este amor. (Lucas
10:27; 1 Juan 4:20). A Él solo sea toda la gloria. ▪
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