Filipenses 2:13
"porque es
Dios quien obra en ustedes lo mismo el querer como el hacer; por su buena
voluntad.” RVA-2015
Hay un aspecto importante de nuestro caminar con Dios en
el cual Él pondrá a prueba nuestra voluntad de hacer algo que Él nos manda
hacer, incluso si al final no tendremos que hacerlo. Esta es una prueba que
Dios usa para ver si estamos más motivados a adorarlo a Él o a nuestras promesas.
Él es el Dios que da las promesas, y por lo tanto, nuestra lealtad debe ser
hacia Él, el que determina cuándo y cómo se manifestarán. Sólo Él sabe lo que
nos ayudara a llegar a nuestras tierras prometidas.
Sin embargo, debido a que es importante que no sucumbamos
a la idolatría en nuestro caminar hacia recibir nuestras promesas, habrá
momentos, incluso repetidos tiempos, en los que Dios pondrá a prueba nuestra
voluntad de "matar" esas promesas. Vemos este ejemplo con nuestro
padre de fe (confianza en Dios), Abraham al que se le pidió que le pusiera un
cuchillo a su hijo, Isaac. Él y su esposa Sara habían estado esperando por 25
años para tener un hijo y Dios había demostrado su fidelidad y mano poderosa
para manifestar esa promesa en sus años de vejez a pesar de que habían cometido
errores en el camino hacia esa manifestación.
Génesis 22:9-12 dice: 9"Cuando llegaron al lugar que Dios les había dicho, Abraham edificó
allí un altar. Arregló la leña, ató a Isaac su hijo y lo puso sobre el altar
encima de la leña. 10 Abraham extendió su mano y tomó el cuchillo
para degollar a su hijo. 11 Entonces el Ángel del SEÑOR llamó desde el cielo diciendo:
-¡Abraham!,
¡Abraham!
El respondió:
-Heme aquí.
12 Y le dijo:
-No extiendas tu
mano sobre el muchacho ni le hagas nada, porque ahora conozco que temes a Dios,
ya que no me has rehusado tu hijo, tu único. RVA-2015
Hay una razón importante para esto y es que Dios no
compartirá su gloria con ídolos (Éxodo 20:23; Isaías 42:8). Por eso Él se
asegurará de que no haya idolatría en nosotros cuando lleguemos a nuestro
destino. Y esa es una razón principal por la que nos pide que abandonemos o
pongamos en el altar lo que nos ha prometido, ya sea en el camino a su
manifestación, o después.
También es vital destacar que el estar dispuestos a
obedecer protege nuestros corazones de la profanación. Si bien sabemos que hay
protección en nuestra obediencia de las artimañas del enemigo, también hay
protección en nuestros corazones (nuestras almas) de la contaminación con la
influencia del espíritu del mundo.
Entonces podremos obtener nuestra sanación ya sea mental,
emocional o física mientras buscamos su ayuda para ser sanados cuando hemos
recibido heridas debido a nuestra firmeza para obedecer cada orden de Dios no
importa lo que Él nos pida que hagamos, como tampoco importa si entendemos el
mandato o la razón para el mandato o no. Lo que se requiere de nosotros es la
obediencia plena y simple.
Esto es lo que hizo Abraham. Él no entendía plenamente lo
que Dios le pedía cuando le pidió que matara a su único hijo que le había
prometido y por el que tuvo que esperar por tantos años. Dios había hecho algo
milagroso para él y su esposa al darles un hijo mientras desafiaban las leyes
naturales para poder tener hijos. Entonces, si Dios es el Dios de las
generaciones (Éxodo 3:6; Mateo 22:32; Mateo 12:36; Hechos 7:32), ¿por qué
decidió probar a Abraham pidiéndole que matara a su hijo prometido?
La respuesta a esta pregunta es que Dios es el Dios de
las familias. Y porque Él quería demostrar que la familia es importante para Él,
no sólo fue Isaac una manifestación de su poder milagroso, pero también fue un
testimonio de que al igual que hay siembra y cosecha mientras la tierra
permanezca (Génesis 8:22), también hay una lucha para que las familias
permanezcan en la tierra de la manera diseñada por Dios porque así es como Él
eligió bendecirnos, multiplicarnos y hacernos comunidades.
Pero esta bendición debe ser transmitida a las próximas
generaciones de siervos de Dios para que se hagan determinados socios de Dios,
creyentes en la Biblia, hambrientos por más de Él, y también dispuestos y
obedientes vasos a hacer su buen placer en la tierra.
Isaías 1:19 dice: "Si
quieren y obedecen, comerán de lo mejor de la tierra”. RVA-2015
Esto también era verdad de Abraham puesto que Dios tenía
en mente la multiplicación de su familia así como la bendición que Él había
planeado para cada familia que aprenderá lo que Abraham demostró en la tierra
para que ellos se bendigan a sí mismos. Génesis 22:13-18 dice:
13 "entonces Abraham alzó la vista y miró, y he aquí
que detrás de sí estaba un carnero trabado por sus cuernos en un matorral.
Abraham fue, tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. 14Abraham
llamó el nombre de aquel lugar el SEÑOR proveerá. Por eso se dice hasta hoy:
“En el monte del SEÑOR será provisto.”
15 El Ángel del SEÑOR llamó por segunda vez a Abraham desde
el cielo, 16 y le dijo:
--He jurado por mí
mismo, dice el SEÑOR, que porque has hecho esto y no me has rehusado tu hijo,
tu único,
17 de cierto te bendeciré y en gran manera multiplicaré tu
descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está en la orilla
del mar. Tu descendencia poseerá las ciudades de sus enemigos.
18 En tu descendencia serán benditas todas las naciones de
la tierra, por cuanto obedeciste mi voz.
19 Abraham regresó a sus siervos, y levantándose se fueron
juntos a Beerseba y Abraham habitó en Beerseba. RVA- 2015
Esta bendición que Dios le juró a Abraham incluía una provisión
continua, riquezas para poder caminar en dominio en la tierra, la protección
contra sus enemigos, la autoridad y la victoria sobre sus enemigos al asociarse
con Dios para que Él luche sus batallas y Dios le dio grandes botines de esas
batallas. Por medio de esta bendición, Abraham también recibió muchos
descendientes de hijos e hijas, naturales y espirituales que aprenderían a
aplicar en sus vidas lo que él modeló en obediencia, autoridad, voluntad de ser
radical en su relación y asociación con Dios, así como la capacidad de ser una
bendición para otros.
Como ven, en el versículo 19 del pasaje, Abraham
eventualmente pudo regresar a tener lo que tuvo que abandonar por el mandato
del Señor y todo lo que se había esparcido en su vida fue regresado a él porque
había pasado la prueba de su voluntad de obedecer al Señor, entendiera el
mandato o no.
Entonces, sepan que cuando Dios nos pide que
"matemos" nuestra promesa (dejarla a un lado, alejarse de ella o
dejarla ir), nos está probando para ver si adoramos la promesa más que a Él. Él
también tiene multiplicación y mayores bendiciones en mente para nosotros, que
nos ayudarán a lograr las obras mayores que Jesús prometió que haríamos en la
tierra más que Él. Esto también nos ayudará a desarrollar e incrementar la
capacidad de ser influencia en otros para el Reino de Dios. Recuerden, nuestro
trabajo no es entender la razón del mandato, sino obedecer el mandato. A Él
solo sea toda la gloria. ▪
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