Monday, July 24, 2017

Sirviendo al Señor Nuestro Dios y no a Nosotros Mismos



Hechos 27:23
"Lo sé porque esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios a quien sirvo y pertenezco," RVC

Una de las razones por las que Jesús murió en la Cruz fue para que recibiéramos el perdón de nuestros pecados y ser reconciliados con el Padre. Otra razón fue para comprar nuestra redención de la caída de Adán y Eva. Pero una cosa que muchos Cristianos no han entendido que Jesús también nos dio a través de su muerte fue la gracia de caminar en comunión con el Padre a través de Él para ayudarnos a cumplir nuestros llamamientos y todo lo que Él planeó y propuso para nuestras vidas y a través de nuestras vidas. Dado que estos planes y propósitos se establecieron a partir de los cimientos del mundo, su cumplimiento no puede suceder si no lo reconocemos como nuestro Señor.

Cuando le pedimos a Jesús que venga a nuestros corazones y se convierta en nuestro Señor y Salvador, le estamos pidiendo que nos ayude a vivir la vida en abundancia que Él murió para darnos acceso. Sin embargo, no podemos olvidar la otra parte de este pacto que hicimos con Él — es decir — no podemos olvidar permitirle que sea el Señor (dueño) de nuestras vidas. Esto significa que le pertenecemos y vinimos para servirle como el pasaje de arriba nos indica.

La palabra Señorear se define como:
1.   Dominar o mandar [en una cosa] como dueño de ella.
2.   Mandar uno imperiosamente.
3.    Apoderarse [de una cosa].
4.   Sujetarla a su dominio.
5.   Estar una cosa en situación superior [a otra].1

También, para ayudarnos a entender a Dios como soberano y rey sobre nuestras vidas, algunos sinónimos de la palabra Señor incluyen: varón, hombre, noble, caballero, aristócrata, hidalgo, rey, soberano, príncipe. Amo, dueño, propietario, patrono, autoridad, cacique, jefe, patrón, superior, cabeza, hacendado, terrateniente.2

Por lo tanto, no podemos vivir nuestras vidas presuntuosamente pensando que podemos hacer y ser lo que queremos o escogemos. Nuestros tiempos de compañerismo con Dios nos ayudan a conocerlo a Él y los caminos de su Reino. Pero también nos ayudan a reconocer cómo debemos adorar y servirle en esta tierra. Adam caminó en este tipo de compañerismo originalmente. Él se comprometió con Dios y cooperó con Él en el jardín del Edén para lograr que la creación se manifestara en la tierra de acuerdo a las cosas que Dios ya había hablado en el ámbito espiritual.

Entonces, porque Dios ya tiene un plan y un propósito para el ser humano y para el universo que Él creó, no podemos venir y tratar de cambiar sus planes por el nuestro sólo porque pensamos que podemos ser nuestro propio dios o aun peor, estamos tratando de cambiar nuestros roles y el de Dios al hacer que Él nos sirva a nosotros en vez. Esta es una de las cosas que provocaron la caída de Adán y Eva. Dios les dio un mandamiento de no comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal (ver Génesis 2:17).

Pero cuando la serpiente vino y sugirió a Eva que si comía de la fruta sus ojos estarían abiertos y ella podría ser como Dios sabiendo el bien y el mal (Génesis 3:5), no le dijo que su desobediencia al mandato importante de Dios traería la influencia y la contaminación del espíritu equivocado — el espíritu del anticristo — y su vida y todo lo que ella tocare también estaría contaminado. Esta contaminación también fue transmitida a Adán. Una de las consecuencias de esta contaminación fue que empezaron a ver las cosas de una manera torcida lo que los hizo empezar a llamar lo malo bueno y lo bueno malo.

Por lo tanto, debido a que esta contaminación no podía ser tolerada en el jardín, fueron rechazados y expulsados. Otra consecuencia de su desobediencia fue que la gracia y la facilidad que tuvieron como privilegio para colaborar con Dios y llevar a cabo las manifestaciones sobrenaturales del poder creador de Dios, ya no estaban allí, y luego se encontraron trabajando arduamente y teniendo que sudar para hacer que las cosas sucedieran. Así que, en lugar de la gracia que trajo la fecundidad, tenían obras religiosas para mostrar.

El ser influenciado por el espíritu del Anticristo también les impediría participar de la herencia en los Santos que es la luz de la gloria de Dios. Es porque participar de la gloria de Dios es lo que nos hace quienes somos en Cristo ya que somos portadores de ella para extender su conocimiento y ayudar a otros a experimentarla en la tierra, en lugar de la contaminación del espíritu que se opone a esta gloria.

Colosenses 1:9-12 dice, 9"Por eso nosotros, desde el día que lo supimos, no cesamos de orar por ustedes y de pedir a Dios los llene del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual.  10para que vivan como es digno del Señor, es decir, siempre haciendo todo lo que a él le agrada, produciendo los frutos de toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; 11todo esto, fortalecidos con todo poder, conforme al dominio de su gloria, para que puedan soportarlo todo con mucha paciencia. Así, con gran gozo, 12darán las gracias al Padre, que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; RVC


Eso es porque fuera de nuestra comunión con Dios y nuestro reconocimiento de que Él no es sólo nuestro Salvador, sino también nuestro Señor (dueño), y que estamos llamados a amarlo por encima de todas las cosas, adorarlo, y servirle sólo a Él (Mateo 4:10; 22:37), donde hay contaminación con el espíritu de este mundo, hay trabajo arduo sin fruto en lugar de prosperidad, y nos cuesta aceptar que no venimos a servirnos a nosotros mismos, sino a ser los conductos por el cual traemos el cielo a la tierra por medio de nuestro servicio a Dios. Nuestras agendas y motivos no pueden ser egoístas, sino llenos de reverencia a Dios, dado el hecho de que fuimos creados por él y para él.

Colosenses 1:16-18 lo explica de esta manera, 16"En él fue creado todo lo que hay en los cielos y en la tierra, todo lo visible y lo invisible: tronos, poderes, principados, o autoridades, todo fue creado por medio de él y para él. 17El existía antes de todas las cosas, y por él se mantiene todo en orden. 18Él es la cabeza del cuerpo, que es la iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos para tener la preeminencia en todo.” RVC

Cualquier cosa que hagamos contraria a esto se considera perversidad absoluta (es decir, pensamiento y comportamiento torcidos). Esa es también la razón por la cual el rey Saúl perdió el Reino (1 Samuel 15:22-23) que fue entregado a David y David fue llamado un hombre tras el corazón de Dios (Hechos 13:22). Todo lo que Dios nos ordena que hagamos es importante obedecer, ya sea que lo entendamos o no. A través de la gracia que Jesús murió para darnos acceso, Él también nos ayudó a servirle no como esclavos, sino como siervos dispuestos que obedecerlo por nuestro amor a Él y al Padre. No hay miedo en este amor (1 Juan 4:18), sino sólo una reverencia que nos hace vivir para Él y morir a nuestros deseos carnales porque vemos que todo lo que Él nos pide que hagamos no es sólo para nuestro beneficio, sino también para el beneficio de quienes nos rodean y los que estamos llamados a influenciar.

Esta es otra razón por la cual nuestras oraciones no pueden ser oraciones de brujería — es decir — oraciones rebeldes, egoístas y a expensas de la voluntad de Dios y lo que ya fue ordenado para nosotros y para ser hecho a través de nosotros desde los cimientos del mundo. Debemos buscar el consejo de Dios además de hacerle saber lo que está en nuestros corazones. Lo que está en su corazón debe ser nuestra primera prioridad y la llevamos a la tierra a través de nuestras oraciones. No nuestros deseos y agendad a expensas de lo que es eterno y voluntad de Dios para nosotros.

Hacer eso se llama idolatría (exaltar la creación de Dios por encima del creador). Y donde Dios encuentra la idolatría, Él sacudirá esas fundaciones equivocadas y nos guiará por su Espíritu para pasar tiempo en el desierto donde aprenderemos a verlo como Señor de todo y donde vamos a aprender a convertir cada no en un sí de acuerdo a su voluntad, porque lo que Él está pidiendo de nosotros encaja en el esquema de lo que ya estaba planeado y propuesto para nosotros. Esto es necesario para vivir como creyentes en Cristo donde nuestra influencia puede llevar a otros a Él y no a nosotros mismos.
Efesios 2:10 también dice, "Nosotros somos hechura suya, hemos sido creados en Cristo Jesús para realizar buenas obras, las cuales Dios preparó de ante mano para que vivamos de acuerdo con ellas.” RVC

Ahora por favor únanse a mí en esta oración. Padre celestial, venimos ante ti en total rendición para reconocer que eres nuestro Señor, eres el Dios Soberano, y todo fue creado por ti y por ti. Por esta razón, te pedimos perdón por nuestros pecados y por ignorar tu señorío en nuestras vidas. Ayúdanos a hacer tu voluntad en toda área de nuestras vidas. También te pedimos, Señor,  que abras los ojos de nuestro entendimiento y nos des conocimiento de tu voluntad para que con sabiduría podamos vivir para agradarte a ti y no a nosotros mismos. Crea en nosotros un corazón limpio que está tras tu propio corazón, para que seamos los conductos de lo que tú has ordenado desde los cimientos del mundo para hacer en nosotros, para nosotros y a través de nosotros en la tierra y de esa manera solo tú recibirás la gloria debida a tu nombre. Tu voluntad es hacer que el conocimiento de tu gloria sea extendido por toda la tierra, y te pedimos que sanes nuestros corazones, y nos ayudes a renovar el espíritu de nuestras mentes, y así conocer la profundidad, la amplitud, la altura y el ancho de tu amor por nosotros, para que podamos colaborar contigo y extender los frutos de tu Espíritu (Gálatas 5:22-23) a los que nos rodean y aquellos en nuestra esfera de influencia y autoridad. Señor, a ti solo pertenecemos; ayúdanos a amarte con todo nuestro corazón, mente y alma. A ti solo queremos servir todos los días de nuestras vidas. Te pedimos esto en el nombre de su amado hijo, Jesús. Amén.
Sólo a Dios sea toda la gloria. ▪

      2.    Sinónimos de señor.


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