Hechos 27:23
"Lo sé porque
esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios a quien sirvo y pertenezco,"
RVC
Una de las razones por las que Jesús murió en la Cruz fue
para que recibiéramos el perdón de nuestros pecados y ser reconciliados con el
Padre. Otra razón fue para comprar nuestra redención de la caída de Adán y Eva.
Pero una cosa que muchos Cristianos no han entendido que Jesús también nos dio
a través de su muerte fue la gracia de caminar en comunión con el Padre a
través de Él para ayudarnos a cumplir nuestros llamamientos y todo lo que Él planeó y
propuso para nuestras vidas y a través de nuestras vidas. Dado que estos planes
y propósitos se establecieron a partir de los cimientos del mundo, su
cumplimiento no puede suceder si no lo reconocemos como nuestro Señor.
Cuando le pedimos a Jesús que venga a nuestros corazones
y se convierta en nuestro Señor y Salvador, le estamos pidiendo que nos ayude a
vivir la vida en abundancia que Él murió para darnos acceso. Sin embargo, no podemos olvidar la otra parte
de este pacto que hicimos con Él — es decir — no podemos olvidar permitirle que sea el Señor (dueño) de
nuestras vidas. Esto significa que le pertenecemos y vinimos para servirle como
el pasaje de arriba nos indica.
La palabra Señorear se define como:
1.
Dominar o
mandar [en una cosa] como dueño de ella.
2.
Mandar uno
imperiosamente.
3.
Apoderarse [de una cosa].
4.
Sujetarla
a su dominio.
5.
Estar una
cosa en situación superior [a otra].1
También, para ayudarnos a entender a Dios como soberano y
rey sobre nuestras vidas, algunos sinónimos de la palabra Señor incluyen: varón, hombre, noble, caballero,
aristócrata, hidalgo, rey, soberano, príncipe. Amo, dueño, propietario,
patrono, autoridad, cacique, jefe, patrón, superior, cabeza, hacendado,
terrateniente.2
Por lo tanto, no podemos vivir nuestras vidas
presuntuosamente pensando que podemos hacer y ser lo que queremos o escogemos.
Nuestros tiempos de compañerismo con Dios nos ayudan a conocerlo a Él y los
caminos de su Reino. Pero también nos ayudan a reconocer cómo debemos adorar y
servirle en esta tierra. Adam caminó en este tipo de compañerismo
originalmente. Él se comprometió con Dios y cooperó con Él en el jardín
del Edén para lograr que la creación se manifestara en la tierra de acuerdo a las
cosas que Dios ya había hablado en el ámbito espiritual.
Entonces, porque Dios ya tiene un plan y un propósito
para el ser humano y para el universo que Él creó, no
podemos venir y tratar de cambiar sus planes por el nuestro sólo porque
pensamos que podemos ser nuestro propio dios o aun peor, estamos tratando de
cambiar nuestros roles y el de Dios al hacer que Él nos sirva a nosotros en vez.
Esta es una de las cosas que provocaron la caída de Adán y Eva. Dios les dio un
mandamiento de no comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal
(ver Génesis 2:17).
Pero cuando la serpiente vino y sugirió a Eva que si
comía de la fruta sus ojos estarían abiertos y ella podría ser como Dios
sabiendo el bien y el mal (Génesis 3:5), no le dijo que su desobediencia al
mandato importante de Dios traería la influencia y la contaminación del
espíritu equivocado — el espíritu del anticristo — y su vida y todo lo que ella
tocare también estaría contaminado. Esta contaminación también fue transmitida
a Adán. Una de las consecuencias de esta contaminación fue que empezaron a ver
las cosas de una manera torcida lo que los hizo empezar a llamar lo malo bueno
y lo bueno malo.
Por lo tanto, debido a que esta contaminación no podía
ser tolerada en el jardín, fueron rechazados y expulsados. Otra consecuencia de
su desobediencia fue que la gracia y la facilidad que tuvieron como privilegio
para colaborar con Dios y llevar a cabo las manifestaciones sobrenaturales del
poder creador de Dios, ya no estaban allí, y luego se encontraron trabajando arduamente
y teniendo que sudar para hacer que las cosas sucedieran. Así que, en lugar de
la gracia que trajo la fecundidad, tenían obras religiosas para mostrar.
El ser influenciado por el espíritu del Anticristo
también les impediría participar de la herencia en los Santos que es la luz de
la gloria de Dios. Es porque participar de la gloria de Dios es lo que nos hace
quienes somos en Cristo ya que somos portadores de ella para extender su
conocimiento y ayudar a otros a experimentarla en la tierra, en lugar de la
contaminación del espíritu que se opone a esta gloria.
Colosenses 1:9-12
dice, 9"Por eso nosotros, desde el día que lo supimos, no
cesamos de orar por ustedes y de pedir a Dios los llene del conocimiento de su
voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual. 10para que vivan como es digno del
Señor, es decir, siempre haciendo todo lo que a él le agrada, produciendo los
frutos de toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; 11todo
esto, fortalecidos con todo poder, conforme al dominio de su gloria, para que
puedan soportarlo todo con mucha paciencia. Así, con gran gozo, 12darán
las gracias al Padre, que nos hizo aptos para participar de la herencia de los
santos en luz; RVC
Eso es porque fuera de nuestra comunión con Dios y
nuestro reconocimiento de que Él no es sólo nuestro Salvador, sino también nuestro Señor (dueño), y que
estamos llamados a amarlo por encima de todas las cosas, adorarlo, y servirle
sólo a Él (Mateo 4:10; 22:37), donde hay contaminación con el espíritu de este
mundo, hay trabajo arduo sin fruto en lugar de prosperidad, y nos cuesta
aceptar que no venimos a servirnos a nosotros mismos, sino a ser los conductos
por el cual traemos el cielo a la tierra por medio de nuestro servicio a Dios.
Nuestras agendas y motivos no pueden ser egoístas, sino llenos de reverencia a
Dios, dado el hecho de que fuimos creados por él y para él.
Colosenses 1:16-18 lo explica de esta manera, 16"En él fue creado todo lo que hay en los
cielos y en la tierra, todo lo visible y lo invisible: tronos, poderes,
principados, o autoridades, todo fue creado por medio de él y para él. 17El
existía antes de todas las cosas, y por él se mantiene todo en orden. 18Él
es la cabeza del cuerpo, que es la iglesia. Él es el principio, el primogénito
de entre los muertos para tener la preeminencia en todo.” RVC
Cualquier cosa que hagamos contraria a esto se considera perversidad
absoluta (es decir, pensamiento y comportamiento torcidos). Esa es también la
razón por la cual el rey Saúl perdió el Reino (1 Samuel 15:22-23) que fue
entregado a David y David fue llamado un hombre tras el corazón de Dios (Hechos
13:22). Todo lo que Dios nos ordena que hagamos es importante obedecer, ya sea
que lo entendamos o no. A través de la gracia que Jesús murió para darnos
acceso, Él también nos ayudó a servirle no como esclavos, sino como siervos dispuestos
que obedecerlo por nuestro amor a Él y al Padre. No hay miedo en este amor (1 Juan 4:18), sino sólo una
reverencia que nos hace vivir para Él y morir a nuestros deseos carnales porque vemos que
todo lo que Él nos pide que hagamos no es sólo para nuestro beneficio, sino también para
el beneficio de quienes nos rodean y los que estamos llamados a influenciar.
Esta es otra razón por la cual nuestras oraciones no
pueden ser oraciones de brujería — es decir — oraciones rebeldes, egoístas y a
expensas de la voluntad de Dios y lo que ya fue ordenado para nosotros y para
ser hecho a través de nosotros desde los cimientos del mundo. Debemos buscar el
consejo de Dios además de hacerle saber lo que está en nuestros corazones. Lo
que está en su corazón debe ser nuestra primera prioridad y la llevamos a la
tierra a través de nuestras oraciones. No nuestros deseos y agendad a expensas
de lo que es eterno y voluntad de Dios para nosotros.
Hacer eso se llama idolatría (exaltar la creación de Dios
por encima del creador). Y donde Dios encuentra la idolatría, Él sacudirá esas
fundaciones equivocadas y nos guiará por su Espíritu para pasar tiempo en el
desierto donde aprenderemos a verlo como Señor de todo y donde vamos a aprender
a convertir cada no en un sí de acuerdo a su voluntad, porque lo que Él está pidiendo
de nosotros encaja en el esquema de lo que ya estaba planeado y propuesto para
nosotros. Esto es necesario para vivir como creyentes en Cristo donde nuestra
influencia puede llevar a otros a Él y no a nosotros mismos.
Efesios 2:10 también dice, "Nosotros somos hechura suya, hemos sido creados en Cristo Jesús para
realizar buenas obras, las cuales Dios preparó de ante mano para que vivamos de
acuerdo con ellas.” RVC
Ahora por favor únanse a mí en esta oración. Padre
celestial, venimos ante ti en total rendición para reconocer que eres nuestro
Señor, eres el Dios Soberano, y todo fue creado por ti y por ti. Por esta
razón, te pedimos perdón por nuestros pecados y por ignorar tu señorío en
nuestras vidas. Ayúdanos a hacer tu voluntad en toda área de nuestras vidas. También
te pedimos, Señor, que abras los ojos de
nuestro entendimiento y nos des conocimiento de tu voluntad para que con sabiduría
podamos vivir para agradarte a ti y no a nosotros mismos. Crea en nosotros un
corazón limpio que está tras tu propio corazón, para que seamos los conductos
de lo que tú has ordenado desde los cimientos del mundo para hacer en nosotros,
para nosotros y a través de nosotros en la tierra y de esa manera solo tú
recibirás la gloria debida a tu nombre. Tu voluntad es hacer que el
conocimiento de tu gloria sea extendido por toda la tierra, y te pedimos que
sanes nuestros corazones, y nos ayudes a renovar el espíritu de nuestras
mentes, y así conocer la profundidad, la amplitud, la altura y el ancho de tu
amor por nosotros, para que podamos colaborar contigo y extender los frutos de
tu Espíritu (Gálatas 5:22-23) a los que nos rodean y aquellos en nuestra esfera
de influencia y autoridad. Señor, a ti solo pertenecemos; ayúdanos a amarte con
todo nuestro corazón, mente y alma. A ti solo queremos servir todos los días de
nuestras vidas. Te pedimos esto en el nombre de su amado hijo, Jesús. Amén.
Sólo a Dios sea toda la gloria. ▪
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