“10 Durante dos años, Pablo fue a ese
lugar para hablar de Jesús. Fue así como muchos de los que vivían en toda la
provincia de Asia escucharon el mensaje del Señor Jesús. Algunos de ellos eran
judíos, y otros no lo eran.
11 En la ciudad de Éfeso, Dios hizo grandes milagros
por medio de Pablo. 12 La gente llevaba los pañuelos o la ropa
que Pablo había tocado, y los ponía sobre los enfermos, y ellos se sanaban.
También ponía pañuelos sobre los que tenían espíritus malos, y los espíritus
salían de esas personas.
13 Allí, en Éfeso, andaban algunos judíos que usaban
el nombre del Señor Jesús para expulsar de la gente los malos espíritus. Decían
a los espíritus: «Por el poder de Jesús, de quien Pablo habla, les ordeno que
salgan."
14 Esto lo hacían los siete hijos de un sacerdote
judío llamado Esceva. 15 Pero una vez, un espíritu malo les
contestó: «Conozco a Jesús, y también conozco a Pablo, pero ustedes ¿quiénes
son?"
16 Enseguida, el hombre que tenía el espíritu malo
saltó sobre ellos y comenzó a golpearlos. De tal manera los maltrató, que
tuvieron que huir del lugar completamente desnudos y lastimados. 17 Los
que vivían en Éfeso, judíos y no judíos, se dieron cuenta de lo sucedido y
tuvieron mucho miedo. Y por todos lados se respetaba el nombre del Señor Jesús.”
TLA
Hemos llegado a unos momentos emocionantes en el Reino.
Tiempos de restauración y de ver a muchas almas estar listas para su salvación.
La sociedad en su conjunto está tomando ahora un cambio de paradigma que a
medida que el espíritu de Elías sigue trabajando para restaurar a las familias
y alcanzar a los perdidos, muchos verán los efectos de su trabajo de amor a
Dios y a su prójimo así como se aman a sí mismos, ya que ahora podrán ir detrás
de las compuertas donde están las unciones, mantos, y recompensas con el novio
que eligieron amar y seguir incluso en tiempos difíciles de pruebas y tribulaciones.
Pero también hay un grupo que ha vivido presuntuosamente y
con un corazón dividido entre los caminos del Reino de Dios y lo mundano. Estos
se han negado a abandonar los caminos del mundo y permitir a Dios hacer un
trabajo profundo en ellos que puede parecer riesgoso para ellos, y han olvidado
que para vivir esta vida hay que aprender a sembrar para la eternidad porque Dios nos pedirá muchas veces tomar riesgos
para avanzar su Reino.
Su incapacidad para confiar en Dios y renunciar al control
de sus vidas los ha llevado a comportarse como las vírgenes necias. Su mal
pensamiento y comportamiento los ha mantenido pasando de una desobediencia a
otra. Esto a su vez les hizo perder autoridad espiritual, como los siete hijos
de Esceva mencionados en la escritura de arriba. Hasta que ellos llegaron a un
incidente catalizador, que probó que lo que habían sembrado no era para la
eternidad, sino las obras de la carne.
Dios demostró a través del apóstol Pablo lo que significa
trabajar en compañerismo con Él para salvar a una sociedad que estaba infestada
de idolatría, orgullo nacional, y ganancia ambiciosa y egoísta como lo era Éfeso.
En ese lugar también la doctrina
presentada por Dios a través del apóstol Pablo continuaba siendo rechazada y prejuiciada
porque no encajaba con su filosofía y contaminación con el paganismo.1
Sin embargo, debido a la profundidad de la fortaleza demoniaca
que demostró tal modo de pensar y comportamiento en esa región, Dios sabía que
tomaría lo sobrenatural para llamar la atención de aquellos que serían tocados
por Él y a través de la doctrina que trajo el apóstol.
Pero los hijos de Esceva, un sacerdote jefe y miembro
respetado de su sociedad, presumieron que la influencia de su padre sería
suficiente para expulsar a los demonios de los oprimidos sin tener una relación
sana con Dios y un caminar de obediencia continua y confianza en Él.
El versículo 13 del pasaje muestra que por un tiempo
parecía que lo que estaban haciendo tenía algún tipo de efecto, pero no como el
del apóstol Pablo para cambiar los corazones de la gente de vuelta a Dios
porque estaban echando fuera demonios en el nombre del Dios de Pablo. Esto
revela que habían estado en un proceso que aún no se había completado, y su
nivel de autoridad en lo espiritual no era el mismo que el del apóstol. También
esto comprueba que su rango en el espíritu no era tan alto como el del apóstol.
Debido a que su proceso aún no se había completado,
trataron de alcanzar el destino prometido de Dios para ellos fuera del tiempo y
del camino planeado y propuesto para ellos por Dios desde los cimientos del
mundo — algo que necesitamos tomar en cuenta — como se mencionó en la enseñanza
anterior. Esto requiere íntima comunión con Dios y obediencia a sus órdenes que
nos ayudarán a ser reconocidos en lo espiritual tanto por el Reino de los
cielos como el reino de Satanás.
La otra cosa que los hijos de Esceva hicieron que resultó
perjudicial para ellos fue que salieron fuera de su esfera de influencia y
autoridad dada por Dios. Esto demostró su falta de comprensión de permanecer
fielmente dentro de los confines del territorio dado por Dios para operar con
éxito y ejercer autoridad sobre los demonios que tenían influencia sobre el
área asignada a ellos.
Cuando Dios ha ampliado nuestro territorio, eso se comprobará
por la facilidad con que las puertas se abren para nosotros para establecer el
Reino de Dios y vemos cómo él nos respalda en las batallas sobre esos
territorios. Lo contrario sucede cuando no estamos operando en nuestra esfera
de influencia y autoridad asignada. Es peligroso hacer eso porque cuando no hay
autoridad para operar, no hay protección y las personas están abiertas a guerra
espiritual innecesaria que puede resultar en daños devastadores para ellos y
aquellos con los que están conectados.
Podemos ver cómo los hijos de Esceva recibieron golpes
devastadores a manos de alguien que fue oprimido por un demonio por el cual aún
no habían pagado el precio para poder vencer. Eso es porque no podemos expulsar
de otros lo que todavía nos está influenciando a nosotros.
Mateo 25:5-13 dice,
5 “Como el novio se demoró, a todas les dio sueño y
se durmieron.
6 “A la medianoche, se despertaron ante el grito de: ‘¡Miren,
ya viene el novio! ¡Salgan a recibirlo!’.
7 “Todas las damas de honor se levantaron y
prepararon sus lámparas. 8 Entonces las cinco necias les
pidieron a las otras: ‘Por favor, dennos un poco de aceite, porque nuestras
lámparas se están apagando’.
9 “Sin embargo, las sabias contestaron: ‘No tenemos
suficiente para todas. Vayan a una tienda y compren un poco para ustedes’.
10 “Pero durante el lapso en que se fueron a comprar
aceite, llegó el novio. Entonces las que estaban listas entraron con él a la
fiesta de bodas y se cerró la puerta con llave. 11 Más tarde,
cuando regresaron las otras cinco damas de honor, se quedaron afuera, y
llamaron: ‘¡Señor, señor! ¡Ábrenos la puerta!’.
12 “Él les respondió: ‘Créanme, ¡no las conozco!’.
13 “¡Así que ustedes también deben estar alerta!
Porque no saben el día ni la hora de mi regreso.” NTV
El versículo nueve de este pasaje reafirma cómo es
necesario que nosotros nos preocupemos por completar cada paso del camino hacia
nuestro destino, más que el llegar a nuestro destino. La razón importante es
porque cuando lleguemos a nuestro destino habríamos ya alcanzado el nivel
necesario de autoridad espiritual que nos ayudará a ser conocidos como lo
fueron Pablo y Jesús por las dos partes del ámbito espiritual.
El versículo doce del pasaje atestigua esto al Jesús
hacerles reconocer a las vírgenes necias que no eran conocidas en el espíritu.
Para ser conocidos por el cielo o el infierno es necesario poder obtener los
resultados que buscamos que es la expulsión de demonios para la liberación y
sanación de los oprimidos. Para esto, debemos pagar el precio de mantener el
suministro del aceite de nuestras lámparas continuamente accesibles a nosotros
a través de la intimidad con Dios y la obediencia a sus mandatos. Esto lo hizo Jesús
y de eso el Profeta Isaías ya testificaba en el Antiguo Testamento diciendo en Isaías
61:1-3,
“El espíritu de
Dios el Señor está sobre mí. Si, el
Señor me ha ungido; me ha enviado a proclamar buenas noticias a los afligidos,
a vendar a los quebrantados de corazón, a anunciar libertad a los cautivos, y
liberación a los prisioneros; 2a proclamar el año de la buena
voluntad del Señor; y el día de la venganza de nuestro Dios; a consolar a todos
los que están tristes; 3a alegrar a los afligidos de Sion; a
ponerles una diadema en lugar de ceniza, perfume de gozo en lugar de tristeza,
un manto de alegría en lugar de un espíritu angustiado. Y se les llamará robles
de justicia plantados por el Señor para gloria suya.” RVC
Esto fue consumado en su vida en Lucas 4:18-19. Por
consiguiente, por no haber permitido que el Señor desarrollara esa unción en las
vírgenes necias, entonces ellas encontraron en su lugar el tener que pasar
tiempo en el desierto de pruebas y tribulaciones diseñados para ayudarlas a
alcanzar los niveles necesarios de autoridad y poder delegados del cielo para
destruir las obras del enemigo en cada nivel de su jornada hacia su destino.
Nadie que se haga llamar creyente y seguidor de Jesús
puede escapar de este proceso si quiere ser contado entre los que son transformadores
del mundo que los rodea y los que avanzan el Reino de Dios en la tierra para su
gloria. Aquellos que huyeron de este proceso serán anteriormente ahora serán enviados
a hacerlo hasta que completen el nivel de unción que Dios quiere sacar de ellos
en el desierto de pruebas, mientras se hacen conscientes de su caminar en
nombre de las muchas almas que se beneficiarán de cada paso de obediencia que
den.
Para Dios solo será toda la gloria. ▪
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