Tuesday, July 25, 2017

Los Efectos de las Vírgenes Sabias y las Vírgenes Necias



Hechos 19:10-17
10 Durante dos años, Pablo fue a ese lugar para hablar de Jesús. Fue así como muchos de los que vivían en toda la provincia de Asia escucharon el mensaje del Señor Jesús. Algunos de ellos eran judíos, y otros no lo eran.
11 En la ciudad de Éfeso, Dios hizo grandes milagros por medio de Pablo. 12 La gente llevaba los pañuelos o la ropa que Pablo había tocado, y los ponía sobre los enfermos, y ellos se sanaban. También ponía pañuelos sobre los que tenían espíritus malos, y los espíritus salían de esas personas.
13 Allí, en Éfeso, andaban algunos judíos que usaban el nombre del Señor Jesús para expulsar de la gente los malos espíritus. Decían a los espíritus: «Por el poder de Jesús, de quien Pablo habla, les ordeno que salgan."
14 Esto lo hacían los siete hijos de un sacerdote judío llamado Esceva. 15 Pero una vez, un espíritu malo les contestó: «Conozco a Jesús, y también conozco a Pablo, pero ustedes ¿quiénes son?"
16 Enseguida, el hombre que tenía el espíritu malo saltó sobre ellos y comenzó a golpearlos. De tal manera los maltrató, que tuvieron que huir del lugar completamente desnudos y lastimados. 17 Los que vivían en Éfeso, judíos y no judíos, se dieron cuenta de lo sucedido y tuvieron mucho miedo. Y por todos lados se respetaba el nombre del Señor Jesús.” TLA

Hemos llegado a unos momentos emocionantes en el Reino. Tiempos de restauración y de ver a muchas almas estar listas para su salvación. La sociedad en su conjunto está tomando ahora un cambio de paradigma que a medida que el espíritu de Elías sigue trabajando para restaurar a las familias y alcanzar a los perdidos, muchos verán los efectos de su trabajo de amor a Dios y a su prójimo así como se aman a sí mismos, ya que ahora podrán ir detrás de las compuertas donde están las unciones, mantos, y recompensas con el novio que eligieron amar y seguir incluso en tiempos difíciles de pruebas y tribulaciones.

Pero también hay un grupo que ha vivido presuntuosamente y con un corazón dividido entre los caminos del Reino de Dios y lo mundano. Estos se han negado a abandonar los caminos del mundo y permitir a Dios hacer un trabajo profundo en ellos que puede parecer riesgoso para ellos, y han olvidado que para vivir esta vida hay que aprender a sembrar para la eternidad porque  Dios nos pedirá muchas veces tomar riesgos para avanzar su Reino.

Su incapacidad para confiar en Dios y renunciar al control de sus vidas los ha llevado a comportarse como las vírgenes necias. Su mal pensamiento y comportamiento los ha mantenido pasando de una desobediencia a otra. Esto a su vez les hizo perder autoridad espiritual, como los siete hijos de Esceva mencionados en la escritura de arriba. Hasta que ellos llegaron a un incidente catalizador, que probó que lo que habían sembrado no era para la eternidad, sino las obras de la carne.

Dios demostró a través del apóstol Pablo lo que significa trabajar en compañerismo con Él para salvar a una sociedad que estaba infestada de idolatría, orgullo nacional, y ganancia ambiciosa y egoísta como lo era Éfeso. En ese lugar también  la doctrina presentada por Dios a través del apóstol Pablo continuaba siendo rechazada y prejuiciada porque no encajaba con su filosofía y contaminación con el paganismo.1

Sin embargo, debido a la profundidad de la fortaleza demoniaca que demostró tal modo de pensar y comportamiento en esa región, Dios sabía que tomaría lo sobrenatural para llamar la atención de aquellos que serían tocados por Él y a través de la doctrina que trajo el apóstol.

Pero los hijos de Esceva, un sacerdote jefe y miembro respetado de su sociedad, presumieron que la influencia de su padre sería suficiente para expulsar a los demonios de los oprimidos sin tener una relación sana con Dios y un caminar de obediencia continua y confianza en Él.

El versículo 13 del pasaje muestra que por un tiempo parecía que lo que estaban haciendo tenía algún tipo de efecto, pero no como el del apóstol Pablo para cambiar los corazones de la gente de vuelta a Dios porque estaban echando fuera demonios en el nombre del Dios de Pablo. Esto revela que habían estado en un proceso que aún no se había completado, y su nivel de autoridad en lo espiritual no era el mismo que el del apóstol. También esto comprueba que su rango en el espíritu no era tan alto como el del apóstol.

Debido a que su proceso aún no se había completado, trataron de alcanzar el destino prometido de Dios para ellos fuera del tiempo y del camino planeado y propuesto para ellos por Dios desde los cimientos del mundo — algo que necesitamos tomar en cuenta — como se mencionó en la enseñanza anterior. Esto requiere íntima comunión con Dios y obediencia a sus órdenes que nos ayudarán a ser reconocidos en lo espiritual tanto por el Reino de los cielos como el reino de Satanás.

La otra cosa que los hijos de Esceva hicieron que resultó perjudicial para ellos fue que salieron fuera de su esfera de influencia y autoridad dada por Dios. Esto demostró su falta de comprensión de permanecer fielmente dentro de los confines del territorio dado por Dios para operar con éxito y ejercer autoridad sobre los demonios que tenían influencia sobre el área asignada a ellos.
Cuando Dios ha ampliado nuestro territorio, eso se comprobará por la facilidad con que las puertas se abren para nosotros para establecer el Reino de Dios y vemos cómo él nos respalda en las batallas sobre esos territorios. Lo contrario sucede cuando no estamos operando en nuestra esfera de influencia y autoridad asignada. Es peligroso hacer eso porque cuando no hay autoridad para operar, no hay protección y las personas están abiertas a guerra espiritual innecesaria que puede resultar en daños devastadores para ellos y aquellos con los que están conectados.

Podemos ver cómo los hijos de Esceva recibieron golpes devastadores a manos de alguien que fue oprimido por un demonio por el cual aún no habían pagado el precio para poder vencer. Eso es porque no podemos expulsar de otros lo que todavía nos está influenciando a nosotros.

Mateo 25:5-13 dice,
5 “Como el novio se demoró, a todas les dio sueño y se durmieron.
6 “A la medianoche, se despertaron ante el grito de: ‘¡Miren, ya viene el novio! ¡Salgan a recibirlo!’.
7 “Todas las damas de honor se levantaron y prepararon sus lámparas. 8 Entonces las cinco necias les pidieron a las otras: ‘Por favor, dennos un poco de aceite, porque nuestras lámparas se están apagando’.
9 “Sin embargo, las sabias contestaron: ‘No tenemos suficiente para todas. Vayan a una tienda y compren un poco para ustedes’.
10 “Pero durante el lapso en que se fueron a comprar aceite, llegó el novio. Entonces las que estaban listas entraron con él a la fiesta de bodas y se cerró la puerta con llave. 11 Más tarde, cuando regresaron las otras cinco damas de honor, se quedaron afuera, y llamaron: ‘¡Señor, señor! ¡Ábrenos la puerta!’.
12 “Él les respondió: ‘Créanme, ¡no las conozco!’.
13 “¡Así que ustedes también deben estar alerta! Porque no saben el día ni la hora de mi regreso.” NTV

El versículo nueve de este pasaje reafirma cómo es necesario que nosotros nos preocupemos por completar cada paso del camino hacia nuestro destino, más que el llegar a nuestro destino. La razón importante es porque cuando lleguemos a nuestro destino habríamos ya alcanzado el nivel necesario de autoridad espiritual que nos ayudará a ser conocidos como lo fueron Pablo y Jesús por las dos partes del ámbito espiritual.

El versículo doce del pasaje atestigua esto al Jesús hacerles reconocer a las vírgenes necias que no eran conocidas en el espíritu. Para ser conocidos por el cielo o el infierno es necesario poder obtener los resultados que buscamos que es la expulsión de demonios para la liberación y sanación de los oprimidos. Para esto, debemos pagar el precio de mantener el suministro del aceite de nuestras lámparas continuamente accesibles a nosotros a través de la intimidad con Dios y la obediencia a sus mandatos. Esto lo hizo Jesús y de eso el Profeta Isaías ya testificaba en el Antiguo Testamento diciendo en Isaías 61:1-3,

“El espíritu de Dios el  Señor está sobre mí. Si, el Señor me ha ungido; me ha enviado a proclamar buenas noticias a los afligidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a anunciar libertad a los cautivos, y liberación a los prisioneros; 2a proclamar el año de la buena voluntad del Señor; y el día de la venganza de nuestro Dios; a consolar a todos los que están tristes; 3a alegrar a los afligidos de Sion; a ponerles una diadema en lugar de ceniza, perfume de gozo en lugar de tristeza, un manto de alegría en lugar de un espíritu angustiado. Y se les llamará robles de justicia plantados por el Señor para gloria suya.” RVC

Esto fue consumado en su vida en Lucas 4:18-19. Por consiguiente, por no haber permitido que el Señor desarrollara esa unción en las vírgenes necias, entonces ellas encontraron en su lugar el tener que pasar tiempo en el desierto de pruebas y tribulaciones diseñados para ayudarlas a alcanzar los niveles necesarios de autoridad y poder delegados del cielo para destruir las obras del enemigo en cada nivel de su jornada hacia su destino. 

Nadie que se haga llamar creyente y seguidor de Jesús puede escapar de este proceso si quiere ser contado entre los que son transformadores del mundo que los rodea y los que avanzan el Reino de Dios en la tierra para su gloria. Aquellos que huyeron de este proceso serán anteriormente ahora serán enviados a hacerlo hasta que completen el nivel de unción que Dios quiere sacar de ellos en el desierto de pruebas, mientras se hacen conscientes de su caminar en nombre de las muchas almas que se beneficiarán de cada paso de obediencia que den.
Para Dios solo será toda la gloria. ▪

Nota de pie:1. Pablo en Èfeso


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