Monday, July 31, 2017

Es Criminal Codiciar lo que Pertenece a Dios

Mateo 25:14-30

14 »Porque el reino de los cielos es como un hombre que, al irse de viaje, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. 15 A uno le dio cinco mil monedas de plata; a otro, dos mil; y a otro, mil, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se marchó. 16 El que había recibido cinco mil monedas negoció con ellas, y ganó otras cinco mil. 17 Asimismo, el que había recibido dos mil, ganó también otras dos mil. 18 Pero el que había recibido mil hizo un hoyo en la tierra y allí escondió el dinero de su señor. 19 Mucho tiempo después, el señor de aquellos siervos volvió y arregló cuentas con ellos. 20 El que había recibido las cinco mil monedas se presentó, le entregó otras cinco mil, y dijo: “Señor, tú me entregaste cinco mil monedas, y con ellas he ganado otras cinco mil; aquí las tienes.” 21 Y su señor le dijo: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor.” 22 El que había recibido las dos mil monedas dijo: “Señor, tú me entregaste dos mil monedas, y con ellas he ganado otras dos mil; aquí las tienes.” 23 Su señor le dijo: “Bien, buen siervo y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor.” 24 Pero el que había recibido mil monedas llegó y dijo: “Señor, yo sabía que tú eres un hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges lo que no esparciste. 25 Así que tuve miedo y escondí tu dinero en la tierra. Aquí tienes lo que es tuyo.” 26 Su señor le respondió: “Siervo malo y negligente, si sabías que yo siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí, 27 debías haber dado mi dinero a los banqueros y, al venir yo, hubiera recibido lo que es mío más los intereses. 28 Así que, ¡quítenle esas mil monedas y dénselas al que tiene diez mil!” 29 Porque al que tiene se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo poco que tiene se le quitará. 30 En cuanto al siervo inútil, ¡échenlo en las tinieblas de afuera! Allí habrá llanto y rechinar de dientes.RVC

En la última enseñanza mencionamos brevemente los peligros de la codicia. Para repasar, no podemos operar por celos y envidia de lo que otros tienen y son capaces de lograr, especialmente cuando han pagado un gran precio para caminar en su vocación. Esto pone al hombre codicioso en peligro de operar fuera de su esfera de protección y estar abierto a guerras espirituales innecesarias y sufrir golpes devastadores que también podrían herir a aquellos con los que está conectado. Ahora aquí voy a expandir más sobre eso y dar ejemplos de formas en que uno puede caer en los peligros de codiciar lo que le pertenece a otra persona.

Cuando entramos en la familia y el ejército de Dios al aceptar a Jesús como nuestro Señor y Salvador, también entramos a cumplir el mandato dado en Génesis 1:28 que dice: 28 “Y los bendijo Dios con estas palabras: “¡Reprodúzcanse, multiplíquense, y llenen la tierra! ¡Domínenla! ¡Sean los señores de los peces del mar, de las aves de los cielos, y de todos los seres que reptan sobre la tierra!” RVC

En otras palabras, cuando Dios nos bendijo — esto significa que Él nos fortaleció y nos dio el poder para cumplir su mandato dándonos la medida necesaria de cada herramienta que necesitaríamos sea espiritual, física, financiera, mental, y otras, de acuerdo a nuestra tarea asignada para ser fructífero, multiplicar, reponer y someter, así como tomar dominio en las áreas que se nos da influencia y autoridad.

Deuteronomio 8:18 lo dice de esta manera: 18 Más bien, acuérdate del Señor tu Dios, porque él es quien te da el poder de ganar esas riquezas, a fin de confirmar el pacto que hizo con tus padres, como en este día. RVC
Pero otro principio que la mayoría de las personas ignoran que trabaja con este mandato, es el principio de ayudarse a llevar las cargas mutuamente entre hermanos. Esto se declara en al menos dos lugares en el Nuevo Testamento. Uno es Romanos 15:1-6 que explica,

1 “Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, en vez de hacer lo que nos agrada. Cada uno de nosotros debe agradar a su prójimo en lo que es bueno, con el fin de edificarlo. Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo sino que, como está escrito: “Las ofensas de los que te insultaban cayeron sobre mí.” Las cosas que se escribieron antes, se escribieron para nuestra enseñanza, a fin de que tengamos esperanza por medio de la paciencia y la consolación de las Escrituras. Que el Dios de la paciencia y de la consolación les conceda a ustedes un mismo sentir, según Cristo Jesús, para que todos juntos y a una sola voz glorifiquen al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.” RVC

La otra escritura es Gálatas 6:1-2, 1Hermanos, si alguno es sorprendido en alguna falta, ustedes, que son espirituales, restáurenlo con espíritu de mansedumbre. Piensa en ti mismo, no sea que también tú seas tentado. Sobrelleven los unos las cargas de los otros, y cumplan así la ley de Cristo.” RVC

Te preguntarás cual es la ley de Cristo? Se encuentra en Lucas 10:27, 27 El intérprete de la ley respondió: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente, y a tu prójimo como a ti mismo.” RVC


Te he dado, lector, todo este trasfondo bíblico para demostrar ahora cuando una persona cae en la codicia y avaricia. Al volver a la escritura inicial, vemos en Mateo 25, que los versículos 24-30 dicen: 24 “Pero el que había recibido mil monedas llegó y dijo: “Señor, yo sabía que tú eres un hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges lo que no esparciste. 25 Así que tuve miedo y escondí tu dinero en la tierra. Aquí tienes lo que es tuyo.” 26 Su señor le respondió: “Siervo malo y negligente, si sabías que yo siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí, 27 debías haber dado mi dinero a los banqueros y, al venir yo, hubiera recibido lo que es mío más los intereses. 28 Así que, ¡quítenle esas mil monedas y dénselas al que tiene diez mil!” 29 Porque al que tiene se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo poco que tiene se le quitará. 30 En cuanto al siervo inútil, ¡échenlo en las tinieblas de afuera! Allí habrá llanto y rechinar de dientes. RVC

Para explicar las maneras negligentes de un hombre como es mencionado en el versículo 24, necesitamos entender que no somos dueños de nada en esta tierra, sino sólo administradores de las cosas que Dios nos ha confiado para poder cumplir el mandato establecido en Génesis 1:28. Dios es dueño de la tierra, así como de todo lo que hay en ella, incluyendo a las personas que viven en ella (Salmo 24:1). Por esta razón, incluso cuando Él nos ha dado el poder y la capacidad para crecer y multiplicar los recursos, finanzas, relaciones interpersonales, negocios, ministerios, posiciones y posesiones que ha puesto bajo nuestro cuidado, Él tiene el derecho de decirnos cuándo es el momento de entregar esas cosas al siguiente administrador al cual Él ha decidido asignar el manejo y cuidado de ellos.

Sin embargo, cuando no obedecemos este mandato, hemos entrado en territorio criminal ante la vista de Dios. Y cuanto más tiempo nos lleva obedecer, más somos reconocidos en el cielo como ladrones. También somos vistos como personas codiciosas que queremos lo que le pertenece a otro. Una tercera etiqueta que ahora tenemos es de ser acaparadores: alguien que acumula, esconde, o guarda cuidadosamente algo para la preservación y su uso futuro.1
Esto también está diciendo que no nos arriesgamos a dejar ir lo que Dios nos manda soltar porque consideramos que esas cosas son nuestras. Parte del mandato dado en Génesis 1:28 implica ayudar a nuestros hermanos y hermanas a ser capacitados para lograr su parte. Esto quiere decir que lo que se nos ha dado es también para ayudar a aquellos que pueden tener cargas en sus vidas que son demasiado para ellos cargar solos, lo que evita que cumplan con sus asignaciones para obedecer este mandato.

Además, como también se indica en los versículos 19-20 del pasaje, llega el momento en que Dios viene a ajustar las cuentas con nosotros y ver cuánto hemos tomado riesgos al dejar ir lo que Él nos encomienda pasar a la administración de otro lo que le pertenece a Él. Cuanto más obedecemos este mandamiento, más Él nos confía hasta que nos llega a dar de las verdaderas riquezas de su Reino y nos hace asociados de Él porque ha visto que somos fieles en confiar en Él y hacer lo que Él nos ordena que hagamos lo entendamos o no.

Lo contrario sucede cuando no obedecemos. Cuanto menos obedecemos, más nos quitará porque ve que no somos dignos de confianza al acaparar lo que le toca administrar a otra persona y se lo da a sus fieles que demostraron ser fieles tomadores de riesgos. No sólo eso, sino que Proverbios 6:30-31 dice que un ladrón no puede ser despreciado si roba para satisfacer su hambre, pero cuando se encuentra, debe restaurar séptuple, y que tendrá que pagar hasta con la sustancia de su casa. Zacarías 5:1-4 también revela la maldición que va a la casa de un ladrón y un perjuro para consumirlo hasta que desaparezca.
Por lo tanto, si te encuentras sacudido en cualquier área, pregúntale al Señor si puede ser porque se te pidió que pasaras a la administración de otro, finanzas, o recursos, una relación de cualquier índole, o una posición a otra persona o se te pidió que ayudaras a alguien a llevar sus cargas y no obedeciste el mandato de Dios.


Así que es importante prestar atención y no sólo trabajar con firmeza para ser fructíferos, someter, multiplicar, reabastecer y tomar dominio en las áreas sobre las que hemos sido llamados a tener influencia y autoridad. También tenemos el mandato de ayudar a otros a ser capaces de hacer su parte ayudándoles a llevar sus cargas cuando es demasiado para ellos de soportar. También debemos recordar que en esta tierra no somos dueños sino administradores de los bienes de Dios y necesitamos servirlo como nuestro Señor porque Él tiene el derecho de hacernos cosechar donde no hemos sembrado, y recoger donde no hemos dispersado.

Ahora, por favor oren conmigo. Padre celestial, venimos con valor ante tu trono de gracia y misericordia, pero con corazones humildes para pedirte que perdones nuestro pecado de rebeldía contra ti y contra tu Reino. Ayúdanos a alejarnos de nuestros malos caminos, para que escuches nuestra oración. Sananos de las mentalidades equivocadas que nos impiden obedecer tus mandatos. Elimina de nuestra mente toda doctrina y formas equivocadas que usa el mundo que aboga por el premiarse a sí mismo y perseguir ambiciones egoístas e impías. Danos entendimiento de los caminos de tu Reino y de tu corazón para que no pequemos contra tí. Con corazones arrepentidos venimos y te pedimos que nos ayudes a cumplir tus mandatos y tu voluntad perfecta para nosotros para que nuestras vidas puedan ser sanadas. Te pedimos esto en el precioso nombre de tu amado hijo, Jesucristo. Amén.

Sólo a Dios sea toda la gloria. ▪



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Tuesday, July 25, 2017

Los Efectos de las Vírgenes Sabias y las Vírgenes Necias



Hechos 19:10-17
10 Durante dos años, Pablo fue a ese lugar para hablar de Jesús. Fue así como muchos de los que vivían en toda la provincia de Asia escucharon el mensaje del Señor Jesús. Algunos de ellos eran judíos, y otros no lo eran.
11 En la ciudad de Éfeso, Dios hizo grandes milagros por medio de Pablo. 12 La gente llevaba los pañuelos o la ropa que Pablo había tocado, y los ponía sobre los enfermos, y ellos se sanaban. También ponía pañuelos sobre los que tenían espíritus malos, y los espíritus salían de esas personas.
13 Allí, en Éfeso, andaban algunos judíos que usaban el nombre del Señor Jesús para expulsar de la gente los malos espíritus. Decían a los espíritus: «Por el poder de Jesús, de quien Pablo habla, les ordeno que salgan."
14 Esto lo hacían los siete hijos de un sacerdote judío llamado Esceva. 15 Pero una vez, un espíritu malo les contestó: «Conozco a Jesús, y también conozco a Pablo, pero ustedes ¿quiénes son?"
16 Enseguida, el hombre que tenía el espíritu malo saltó sobre ellos y comenzó a golpearlos. De tal manera los maltrató, que tuvieron que huir del lugar completamente desnudos y lastimados. 17 Los que vivían en Éfeso, judíos y no judíos, se dieron cuenta de lo sucedido y tuvieron mucho miedo. Y por todos lados se respetaba el nombre del Señor Jesús.” TLA

Hemos llegado a unos momentos emocionantes en el Reino. Tiempos de restauración y de ver a muchas almas estar listas para su salvación. La sociedad en su conjunto está tomando ahora un cambio de paradigma que a medida que el espíritu de Elías sigue trabajando para restaurar a las familias y alcanzar a los perdidos, muchos verán los efectos de su trabajo de amor a Dios y a su prójimo así como se aman a sí mismos, ya que ahora podrán ir detrás de las compuertas donde están las unciones, mantos, y recompensas con el novio que eligieron amar y seguir incluso en tiempos difíciles de pruebas y tribulaciones.

Pero también hay un grupo que ha vivido presuntuosamente y con un corazón dividido entre los caminos del Reino de Dios y lo mundano. Estos se han negado a abandonar los caminos del mundo y permitir a Dios hacer un trabajo profundo en ellos que puede parecer riesgoso para ellos, y han olvidado que para vivir esta vida hay que aprender a sembrar para la eternidad porque  Dios nos pedirá muchas veces tomar riesgos para avanzar su Reino.

Su incapacidad para confiar en Dios y renunciar al control de sus vidas los ha llevado a comportarse como las vírgenes necias. Su mal pensamiento y comportamiento los ha mantenido pasando de una desobediencia a otra. Esto a su vez les hizo perder autoridad espiritual, como los siete hijos de Esceva mencionados en la escritura de arriba. Hasta que ellos llegaron a un incidente catalizador, que probó que lo que habían sembrado no era para la eternidad, sino las obras de la carne.

Dios demostró a través del apóstol Pablo lo que significa trabajar en compañerismo con Él para salvar a una sociedad que estaba infestada de idolatría, orgullo nacional, y ganancia ambiciosa y egoísta como lo era Éfeso. En ese lugar también  la doctrina presentada por Dios a través del apóstol Pablo continuaba siendo rechazada y prejuiciada porque no encajaba con su filosofía y contaminación con el paganismo.1

Sin embargo, debido a la profundidad de la fortaleza demoniaca que demostró tal modo de pensar y comportamiento en esa región, Dios sabía que tomaría lo sobrenatural para llamar la atención de aquellos que serían tocados por Él y a través de la doctrina que trajo el apóstol.

Pero los hijos de Esceva, un sacerdote jefe y miembro respetado de su sociedad, presumieron que la influencia de su padre sería suficiente para expulsar a los demonios de los oprimidos sin tener una relación sana con Dios y un caminar de obediencia continua y confianza en Él.

El versículo 13 del pasaje muestra que por un tiempo parecía que lo que estaban haciendo tenía algún tipo de efecto, pero no como el del apóstol Pablo para cambiar los corazones de la gente de vuelta a Dios porque estaban echando fuera demonios en el nombre del Dios de Pablo. Esto revela que habían estado en un proceso que aún no se había completado, y su nivel de autoridad en lo espiritual no era el mismo que el del apóstol. También esto comprueba que su rango en el espíritu no era tan alto como el del apóstol.

Debido a que su proceso aún no se había completado, trataron de alcanzar el destino prometido de Dios para ellos fuera del tiempo y del camino planeado y propuesto para ellos por Dios desde los cimientos del mundo — algo que necesitamos tomar en cuenta — como se mencionó en la enseñanza anterior. Esto requiere íntima comunión con Dios y obediencia a sus órdenes que nos ayudarán a ser reconocidos en lo espiritual tanto por el Reino de los cielos como el reino de Satanás.

La otra cosa que los hijos de Esceva hicieron que resultó perjudicial para ellos fue que salieron fuera de su esfera de influencia y autoridad dada por Dios. Esto demostró su falta de comprensión de permanecer fielmente dentro de los confines del territorio dado por Dios para operar con éxito y ejercer autoridad sobre los demonios que tenían influencia sobre el área asignada a ellos.
Cuando Dios ha ampliado nuestro territorio, eso se comprobará por la facilidad con que las puertas se abren para nosotros para establecer el Reino de Dios y vemos cómo él nos respalda en las batallas sobre esos territorios. Lo contrario sucede cuando no estamos operando en nuestra esfera de influencia y autoridad asignada. Es peligroso hacer eso porque cuando no hay autoridad para operar, no hay protección y las personas están abiertas a guerra espiritual innecesaria que puede resultar en daños devastadores para ellos y aquellos con los que están conectados.

Podemos ver cómo los hijos de Esceva recibieron golpes devastadores a manos de alguien que fue oprimido por un demonio por el cual aún no habían pagado el precio para poder vencer. Eso es porque no podemos expulsar de otros lo que todavía nos está influenciando a nosotros.

Mateo 25:5-13 dice,
5 “Como el novio se demoró, a todas les dio sueño y se durmieron.
6 “A la medianoche, se despertaron ante el grito de: ‘¡Miren, ya viene el novio! ¡Salgan a recibirlo!’.
7 “Todas las damas de honor se levantaron y prepararon sus lámparas. 8 Entonces las cinco necias les pidieron a las otras: ‘Por favor, dennos un poco de aceite, porque nuestras lámparas se están apagando’.
9 “Sin embargo, las sabias contestaron: ‘No tenemos suficiente para todas. Vayan a una tienda y compren un poco para ustedes’.
10 “Pero durante el lapso en que se fueron a comprar aceite, llegó el novio. Entonces las que estaban listas entraron con él a la fiesta de bodas y se cerró la puerta con llave. 11 Más tarde, cuando regresaron las otras cinco damas de honor, se quedaron afuera, y llamaron: ‘¡Señor, señor! ¡Ábrenos la puerta!’.
12 “Él les respondió: ‘Créanme, ¡no las conozco!’.
13 “¡Así que ustedes también deben estar alerta! Porque no saben el día ni la hora de mi regreso.” NTV

El versículo nueve de este pasaje reafirma cómo es necesario que nosotros nos preocupemos por completar cada paso del camino hacia nuestro destino, más que el llegar a nuestro destino. La razón importante es porque cuando lleguemos a nuestro destino habríamos ya alcanzado el nivel necesario de autoridad espiritual que nos ayudará a ser conocidos como lo fueron Pablo y Jesús por las dos partes del ámbito espiritual.

El versículo doce del pasaje atestigua esto al Jesús hacerles reconocer a las vírgenes necias que no eran conocidas en el espíritu. Para ser conocidos por el cielo o el infierno es necesario poder obtener los resultados que buscamos que es la expulsión de demonios para la liberación y sanación de los oprimidos. Para esto, debemos pagar el precio de mantener el suministro del aceite de nuestras lámparas continuamente accesibles a nosotros a través de la intimidad con Dios y la obediencia a sus mandatos. Esto lo hizo Jesús y de eso el Profeta Isaías ya testificaba en el Antiguo Testamento diciendo en Isaías 61:1-3,

“El espíritu de Dios el  Señor está sobre mí. Si, el Señor me ha ungido; me ha enviado a proclamar buenas noticias a los afligidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a anunciar libertad a los cautivos, y liberación a los prisioneros; 2a proclamar el año de la buena voluntad del Señor; y el día de la venganza de nuestro Dios; a consolar a todos los que están tristes; 3a alegrar a los afligidos de Sion; a ponerles una diadema en lugar de ceniza, perfume de gozo en lugar de tristeza, un manto de alegría en lugar de un espíritu angustiado. Y se les llamará robles de justicia plantados por el Señor para gloria suya.” RVC

Esto fue consumado en su vida en Lucas 4:18-19. Por consiguiente, por no haber permitido que el Señor desarrollara esa unción en las vírgenes necias, entonces ellas encontraron en su lugar el tener que pasar tiempo en el desierto de pruebas y tribulaciones diseñados para ayudarlas a alcanzar los niveles necesarios de autoridad y poder delegados del cielo para destruir las obras del enemigo en cada nivel de su jornada hacia su destino. 

Nadie que se haga llamar creyente y seguidor de Jesús puede escapar de este proceso si quiere ser contado entre los que son transformadores del mundo que los rodea y los que avanzan el Reino de Dios en la tierra para su gloria. Aquellos que huyeron de este proceso serán anteriormente ahora serán enviados a hacerlo hasta que completen el nivel de unción que Dios quiere sacar de ellos en el desierto de pruebas, mientras se hacen conscientes de su caminar en nombre de las muchas almas que se beneficiarán de cada paso de obediencia que den.
Para Dios solo será toda la gloria. ▪

Nota de pie:1. Pablo en Èfeso


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