Saturday, May 30, 2015

Las Cinco Puertas del Creyente 2

1 Corintios 14:1-5 RVC
1Ustedes vayan en pos del amor, y procuren alcanzar los dones espirituales, sobre todo el de profecía, pues el que habla en lenguas extrañas le habla a Dios, pero no a los hombres; y nadie le entiende porque, en el Espíritu, habla de manera misteriosa. Pero el que profetiza les habla a los demás para edificarlos, exhortarlos y consolarlos. El que habla en lengua extraña, se edifica a sí mismo; en cambio, el que profetiza, edifica a la iglesia. Así que, yo quisiera que todos ustedes hablaran en lenguas, pero más quisiera que profetizaran; porque profetizar es más importante que hablar en lenguas, a menos que el que las hable también las interprete, para que la iglesia sea edificada.”
En la enseñanza anterior explicamos cada una de las cinco puertas de cada creyente; Ahora vamos a ver por qué la iglesia está llamada a cultivar el don de profecía y cómo esto se relaciona con nuestras puertas. Como explica el pasaje anterior, estamos para entregarnos a edificar uno a los otros a través de la profecía. Hacemos esto manteniendo nuestras puertas libres de desechos que obstruyen nuestro caminar de amor a Dios y al prójimo y de cosas profanas que podrían hacernos dar la información equivocada a nuestros compañeros creyentes. Queremos ser inspirados por el Espíritu Santo y no por cualquier espíritu demoníaco, y mucho menos hablar porque tenemos malos sentimientos hacia otros como los celos, rencor, ofensa, rabia, control y manipulación, etc.
A fin de desarrollar los frutos del espíritu de Dios (Gálatas 5:22-23), es esencial que hagamos todo lo que nos ayudará a crecer en nuestro caminar de amor porque la Biblia dice que un creyente es conocido por su amor (John 13:35). Esto incluye los profetas (1 Corintios 13:2). Hay muchos tipos de dones proféticos en el cuerpo de Cristo como el de la oficina de un Profeta, pero todos estamos llamados a profetizar a nuestros hermanos y hermanas.
Un profeta puede no sólo edificar, sino también advertir si hay algo en el horizonte que debe ser eliminado quizás con nuestro arrepentimiento y al apartarnos del pecado como Jeremías y Ezequiel advirtieron a los Israelitas, y él o ella puede también declarar oposición a cualquier obstáculo para el avance del Reino de Dios como lo hizo Pedro con Ananías y Safira (Hechos 5:1-11), y Pablo con Elimas el mago por la inspiración del Espíritu Santo (hechos 13:6-12), etc.
Pero nada de esto se puede hacer si no estamos en buena sintonía con el Espíritu Santo porque hemos permitido que otras influencias entraran en nuestras puertas y nos mancharan el discernimiento. Yo sé de alguien que como un joven vidente (un vidente es un profeta que Dios le habla principalmente mediante visiones y sueños además de la palabra de Dios) estaba viendo programas de televisión profanos y escuchando el tipo equivocado de canciones. Esta persona pensaba que no era gran cosa escuchar esas cosas porque él lo consideraba no "tan malos", pero las visiones que empezó a recibir fueron de cosas demoníacas que lo asustaban. Incluso empezó a ver lo que parecía como almas ambulando por las calles cuando era oscuro afuera.
Esta persona me informó de  la situación y el Señor me mostró que era debido a lo que estaba pasando a través de algunas de sus puertas. Al mismo tiempo, cada vez que el escuchaba música limpia o de alabanza y veía programas de televisión más limpios, entonces sus sueños eran diferentes también y sabía que era Dios quien le hablaba. Pero además de ver la Televisión u oír música, hay otras cosas que tenemos que hacer para evitar que sigamos los deseos de nuestra carne. En primer lugar, debemos mantener la palabra de Dios como lo principal delante de nuestros ojos y nuestras mentes al meditar y memorizar las escrituras, y delante de nuestros oídos escuchando las enseñanzas y música de alabanza porque todos ellos nos dan concientización de la influencia del Espíritu Santo en lo que vemos, escuchamos o necesitamos decir cuándo El nos inspira. De esa manera podemos decir cosas que edifiquen los espíritus y las almas de nuestros hermanos en Cristo para que no se cansen en las batallas, o para ayudarlos a saber qué hacer cuando se encuentran en una encrucijada, etc.
De acuerdo a Lucas 10:27 “El intérprete de la ley respondió: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente, y a tu prójimo como a ti mismo.» RVC
El amor de Dios y de nuestros hermanos siempre debe ser nuestro objetivo más alto en nuestro caminar como creyentes, y a pesar de que habrá ocasiones de resistencia a nuestro caminar de  amor, el pasaje anterior nos exhorta a perseguirlo siempre. Si nosotros nos descarriamos de ese camino, no nos resistamos al Señor cuando Él nos quiere dirigir a regresar a hacer las cosas conforme a su voluntad y de una manera que demuestra el carácter de su hijo más claramente a los demás.
Por esta razón también es muy importante buscar al Señor cuando nuestros corazones están heridos, ofendidos o nuestros espíritus están devastados por el comportamiento de otras personas. Estas personas podrían ser líderes u otros alrededor de nosotros que actúan de acuerdo a todo lo que filtra sus almas por heridas que no se han sanado. Nuestras oraciones de intercesión son esenciales en este momento porque queremos verlos libres de la opresión del enemigo y que no sean usados del enemigo para lastimar a otros por su propio dolor y desilusiones de la vida. Si el Señor lo permite, podemos entonces ir a ellos para edificar con nuestras palabras de aliento y si hay conflictos, intentar reparar la relación.
Los misterios que Dios quiere revelarnos más fácilmente se disciernen si permitimos que El desarrolle en nosotros los frutos de su Espíritu. De esta manera nuestro amor para aquellos que nos rodean y nuestro discernimiento cuando ellos se comportan de maneras menos adorables, pueden ayudarnos a ver lo que puede estar causando el comportamiento y cómo superarlo, así como hacerles saber cuándo sus acciones podrían llevarlos a golpear una pared de lo que sería difícil recuperarse. Isaías 58:6 nos dice,
Más bien, el ayuno que yo quiero es que se desaten las ataduras de la impiedad, que se suelten las cargas de la opresión, que se ponga en libertad a los oprimidos, ¡y que se rompa todo yugo! RVC
Debemos cuidarnos unos a otros y animarnos a seguir los caminos que Dios nos ha llamado a seguir para aprender a vivir como sus hijos en la tierra, y no desviar a otros de sus destinos porque estamos viendo las cosas de una manera errónea por la contaminación en nosotros. Así nos ayudamos mutuamente a permanecer de pie y no caer presa al enemigo de nuestros llamados. Por esta razón es importante mantenernos limpios de contaminaciones. A El solamente sea toda la gloria.

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