Este es un extracto editado de mi próximo libro que explica lo que es necesario para nosotros ser portadores de la gloria de Dios a todos los lugares que somos llamados a influenciar y ayudar en la transformación del mundo que nos rodea como una Iglesia unida solo para su gloria. La gloria de Dios es el único medio de transformación de nuestra sociedad y para la satisfacción de nuestro deseo de experimentar lo que fuimos creados para hacer — dar adoración, pero la gloria de Dios nos ayuda a volver a lo que debería ser el único objetivo de nuestra adoración: el Señor Altísimo a través de su hijo Jesucristo. Es por ello que todo lo que está en frente de nuestra adoración a Él será eliminado cuando Él asuma el control en nuestras vidas con su gloriosa presencia.
Permítanme ahora dirigirlos
a lo que cada creyente debe hacer para obtener una continua
transformación dentro de nosotros que nos ayudará a conseguir el
carácter de Cristo que necesitamos para cumplir con nuestros
destinos en Él y como portadores de su gloria para mantenernos
relevantes a los movimientos de su espíritu.
1
Crónicas 4:9-10 NTV
1
Crónicas 4:9-10
RVR1960
9
Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos, al cual su madre llamó
Jabes, diciendo: Por cuanto lo di a luz en dolor.10 E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: !!Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió.
El leer estas dos versiones
de este pasaje me hubiera causado ir tras la búsqueda de las
palabras correctas que Jabes dijo para obtener el significado
“correcto" del contexto. Pero por ahora dejaré eso a un lado
porque me parece interesante que una versión diga que Jabes oró
fervientemente para que Dios lo mantuviera alejado de “toda
dificultad que le cause dolor!” Pero la segunda versión dice que
la oración era prácticamente la misma salvo que al final él oró
que lo librara del mal para que no se dañe!
Esto me dice que Jabes era
un hombre entregado a la oración e intercesión. Una clave muy
importante en nuestro caminar con Dios, también llamado ministrar al
Señor. Estas dos versiones del pasaje muestran que la oración nos
debe mantener pidiendo ambas cosas—ser protegidos contra las
asechanzas del diablo en contra nosotros, y también que Dios haga
una obra de continua transformación en nosotros, para que no
quedemos atrapados bajo la influencia del mundo y su sistema ni
aceptar el pecado en nuestras vidas (Éxodo 34:12-17), ni tampoco
cualquier otra cosa que exhibiría un nivel bajo de nuestro caminar
de amor y devoción a nuestro Dios. Debemos orar fervientemente que
el Señor nos ayude a mantener en nosotros un corazón contrito,
humilde y obediente, que tenga temor reverencial ante su palabra. En
otras palabras, nuestro caminar como ciudadanos del cielo debe
demostrar que adoramos al Señor nuestro Dios con todo nuestro
corazón, nuestra alma, nuestra mente y nuestras fuerzas, y que a
medida que aprendamos a recibir el amor del Padre, aprendamos también a
amarnos a nosotros mismos, y podamos entonces extender ese mismo
amor, misericordia y gracia a otros a nuestro alrededor (Marcos
12:30-31).
Esto nos convertirá en
creyentes justos que podemos ser usados por Dios para derribar el
gobierno de Satanás y sus obras en nuestras vidas y en cada
situación que encontramos para que sea volteada a favor de nosotros. Pero no podemos hacer
la guerra contra las cosas que todavía nos influyen. Tenemos que
superarlas primero. La oración y búsqueda de la presencia de Dios
continuamente pone una bota que aplasta esas cosas en nuestras vidas
como Jabes oró tan fervientemente a Dios para que lo ayudara y lo
transformara. La primera parte del versículo 9 del primer pasaje
Bíblico dice que Dios vio a Jabes como una persona más honorable
que sus hermanos. 1 Samuel 2:30 dice que el Señor honra a los que
lo honran, y los que lo desprecian seran tenidos en poco.
El Salmo 24:3-5 explica que
a fin de que recibamos la victoria de la batalla contra el enemigo,
debemos tener las manos limpias y un corazón puro y no imponernos
cualquier ídolo para que remplace nuestra adoración a Dios, ni
entregarnos a vivir en el engaño. Esto significa que nosotros
siempre debemos perseguir la verdad de quién Dios es y de los
caminos de su Reino. El pasaje describe,
¿Quién puede estar en su lugar santo?
4 Sólo los de manos limpias y corazón puro,
que no rinden culto a ídolos
y nunca dicen mentiras.
5 Ellos recibirán la bendición del Señor
y tendrán una relación correcta con Dios su salvador. NTV
Esto permitirá que adoremos
al Padre en Espíritu y en verdad (John 4:24). Adorar al Padre en
Espíritu y en verdad significa que es muy importante pasar tiempo
buscando su presencia a través de su Hijo, no sólo en la oración,
sino en la alabanza, ayuno, consagración, leyendo su palabra y
buscando cada palabra que sale de su boca al aprender a escuchar la
voz de su Espíritu dentro de nosotros. El objetivo del mismo es
buscar la descontaminación continua que obtuvimos en nuestra
crianza, nuestras culturas, nuestros antecedentes generacionales, el
mundo y de su sistema anti-Cristo, o por cualquier medio como eventos
traumáticos que causaron que recibamos el miedo que conduce a la
manipulación y control porque eso va en contra de Dios y quien Él
es para nosotros y su naturaleza en nosotros. También el sexo fuera
del matrimonio es una de las mayores fuentes de contaminación y
profanación en nosotros. Tenemos que buscar la presencia del Señor
continuamente pidiéndole que nos transforme cada vez más a su
imagen y semejanza y que remueva las cosas que impiden nuestra
obediencia a Él y a su palabra. Esto hará que los frutos del
Espiritu en nosotros sean producidos al aferrarnos a la vid porque
somos las ramas y aparte de Él no podemos hacer absolutamente nada
(Juan 15:5).
Recurrir persistentemente a
Dios en oración y buscando su gloriosa presencia para ser
transformados por Él nos pone del lado de quienes honran a Dios
porque le estamos demostrando con esto que nuestra relación con Él
es de mayor importancia en nuestras vidas y que estamos dispuestos a
pagar el precio para obtener la gran recompensa de la corona dada a
aquellos que vencen al enemigo en cada nivel y dimensión de nuestro
caminar como ciudadanos del cielo y en colaboración con Él
porque muchas veces ese enemigo es "nuestro propio yo".
Esa corona significa que cada vez más nos convertimos en portadores
de su gloria y su Espíritu puede descansar en nosotros para que
podamos ser conductos que manifiestan la atmósfera del cielo donde
quiera que vamos con el fin de dejar una marca duradera que cambia no sólo el
ambiente alrededor de nosotros, sino también aquellos que
encontramos en nuestro camino para que ellos puedan igualmente
probar y ver que el Señor es bueno y aquellos que toman refugio en
Él pueden caminar con alegría (Salmo 34).
Esto incluso nos pone en un
curso tras nuestra madurez espiritual que no puede lograrse sin
permitir que Dios remueva cada piedra y dureza en nuestros corazones
para enfrentarnos a las tendencias de nuestra carne y los traumas,
dolores, decepciones y todo lo que interfiera con nuestra madurez
emocional porque la inmadurez emocional interfiere con nuestra
madurez espiritual. La oración, adoración y otras estrategias como
el ayuno nos ayudarán a alcanzar esta madurez emocional y así
prosperaremos en toda area de nuestras vidas al hacernos fuertes de
espíritu (3 Juan 2).
Según Efesios 6:18-19,
debemos orar siempre con toda clase de oración y súplica. También
orar en el espíritu y ser vigilantes con perseverancia y súplica
por todos los santos. Esto quiere decir que cuando oramos en el
espíritu siguiendo el flujo del Espíritu Santo, Él
nos mostrará situaciones o personas por las cuales orar. A veces nos
mostrará la raíz de una situación por la que estamos orando para
su desarraigo y así también desaparecerán las manifestaciónes que
se ven en la superficie. Además, al mencionar que
oremos por todos los santos (personas), esto incluye también a todos
los líderes. 1 Timoteo 2:1-4 dice:
1
En primer lugar, te ruego que ores por todos los seres humanos.
Pídele a Dios que los ayude; intercede en su favor, y da gracias por
ellos. 2 Ora de ese modo
por los reyes y por todos los que están en autoridad, para que
podamos tener una vida pacífica y tranquila, caracterizada por la
devoción a Dios y la dignidad. 3
Esto es bueno y le agrada a Dios nuestro Salvador, 4
quien quiere que todos se salven y lleguen a conocer la verdad. NTV
Como se mencionó
anteriormente y confirma el versículo 4 de este pasaje, es la
búsqueda de la verdad (de quién es Dios y de los caminos de su
Reino) que estamos obligados a clamar a Dios porque persiguiendo
mentiras y malas doctrinas, siguiendo nuestras propias ambiciones
egoístas, y negarnos a apartarnos de nuestra vida mundana y
pecaminosa puede convertirnos en objetos de juicio según Romanos
2:8-9 que dice, 8 pero
derramará su ira y enojo sobre los que viven para sí mismos, los
que se niegan a obedecer la verdad y, en cambio, viven entregados a
la maldad. 9
Habrá aflicción y angustia para todos los que siguen haciendo lo
malo, para los judíos primero y también para los gentiles;
Oseas 4:6 dice que las
personas perecen por falta de conocimiento y pueden encontrarse con que están recibiendo rechazo de Dios.
Por lo tanto, si nos encontramos con nuestras oraciones rechazadas
por Dios, esto puede significar que estamos violando las leyes que
rigen el orar y estamos pidiendo con malas intenciones y para
nuestros propios placeres según Santiago 4:3 que dice, Aun cuando
se lo piden, tampoco lo reciben porque lo piden con malas
intenciones: desean solamente lo que les dará placer.
1. Pedirle a Dios Padre
en el nombre de su hijo, Jesucristo (Juan 14:13-14). También oramos
la palabra de Dios acerca de la situación. Esto significa que hemos
tomado el tiempo para pedirle una palabra (pasaje Bíblico) sobre
ello a Dios, esperando su respuesta y escuchando por medio de su palabra lo
que Él tiene que decir al respecto.
2. Luego debemos meditar y
confesar esa palabra para establecerla dentro de nuestros corazones,
para que nuestro nivel de fe crezca y podamos ver el cumplimiento de
esa palabra (Josué 1:8) y deliberadamente tomemos cada paso de fe
que Dios nos dirige a tomar hacia su cumplimiento; y después de que
hemos hecho todo, entonces podemos pararnos firmes en esa palabra
creyendo que se va a cumplir.
3. Tenemos que asegurarnos
de que hemos perdonado todos los pecados y ofensas hechos contra
nosotros (Marcos 11:25).
4. También debemos
someternos y entender lo que significa la autoridad. Por eso debemos
primeramente someternos a la autoridad de Dios sobre nosotros con
temor reverencial y asombro como lo hizo el centurión cuando le
dijo a Jesús que enviara su palabra y su criado sería sanado
(Matthew 8:5-13). Al igual, debemos entender qué significa someterse
a la autoridad y así podemos someternos de la manera correcta.
Tenemos que reconocer todas las figuras de autoridad que Dios ha
puesto en nuestras vidas y darles honor y respeto a ellos y a su
posición de autoridad sobre nosotros. Estas son las autoridades
parentales, autoridades civiles y gubernamentales, autoridades
espirituales, profesores, entrenadores, tutores, jefes,
supervisores, gerentes, etc.. Existen penalidades por no obedecer y
honrar a nuestras autoridades incluyendo oraciones sin respuesta.
Honrando a nuestras figuras
de autoridad parentales asegurará de que vivamos una larga vida en
la tierra. Obedecer a nuestras autoridades civiles también
garantizará que no paguemos las penas establecidas para los rebeldes
en la tierra (Romanos 13:1-3). Además, la Biblia dice que no
toquemos a los ungidos de Dios y no le hagamos daño a sus profetas
(1 Crónicas 16:22; Salmo 105:15). Esto se hace no hablando mal de
ellos ni ponerlos en ridículo ni maltratándolos por no creer sus
palabras). Esta desobediencia hará que Dios se levante y luche
contra aquellos que toquen a las personas ungidas de Dios que Él ha
puesto en nuestras vidas.
5. Otra parte de las leyes
que rigen la oración es la ley de la perseverancia referida en Lucas
18:1-8 con la parábola de la viuda que fue repetidamente al
juez para pedirle venganza contra su enemigo. Inicialmente, el juez
no le respondió de la manera que ella quería, pero su perseverancia
finalmente movió su mano con rapidez. Además, Mateo 7:7-11 confiere
acerca del pedir, llamar y buscar. Estos tres son un estado
progresivo por el cual uno persevera en la oración de una manera que
nos convierte en aquellos que tomamos el Reino por la fuerza (Matthew
11:12). Esto es porque hemos utilizado firme resistencia en nuestras
oraciones hasta su cumplimiento sin desmayo y permitiendo que el
Espíritu Santo fluya en nosotros en toda su plenitud según sus
siete facetas declaradas en Isaías 11:2-5 que dice:
el Espíritu de sabiduría y de entendimiento,
el Espíritu de consejo y de poder,
el Espíritu de conocimiento y de temor del Señor.
3 Él se deleitará en obedecer al Señor;
no juzgará por las apariencias
ni tomará decisiones basadas en rumores.
4 Hará justicia a los pobres
y tomará decisiones imparciales con los que son explotados.
La tierra temblará con la fuerza de su palabra,
y bastará un soplo de su boca para destruir a los malvados.
5 Llevará la justicia como cinturón
y la verdad como ropa interior.
Todas estas se verán a
diferentes niveles y dimensiones por las que transitamos en el
proceso que Dios nos lleva camino a nuestros destinos en Él y aún
después que estemos establecidos en nuestros destinos. Como ciudadanos del cielo, debemos siempre esforzarnos por
obtener más conocimiento de Dios y de sus caminos y como el verso 5
del pasaje anterior nos infiere, siempre persiguiendo la justicia y la
verdad con el reconocimiento de que a quien mucho se le da, también
mucho se le exige. Lucas 12:48 nos dice:
Pero
alguien que no lo sabe y hace algo malo, será castigado levemente.
Alguien a quien se le ha dado mucho, mucho se le pedirá a cambio; y
alguien a quien se le ha confiado mucho, aún más se le exigirá.
NTV
Para nosotros poder
convertirnos en agentes de unidad y portadores de su gloriosa
presencia, al seguir siendo transformados a su imagen y semejanza, la
búsqueda de la plenitud de quien es Dios (el viñador) que nos
implantó y nos hizo participes de la vid como ramas adoptadas con el
fin de llevar fruto que permanece, tenemos que venir y beber del vino
de la vid (su palabra y su presencia en continua comunión) y volver
por más una y otra vez. Este debe convertirse en nuestro estilo de
vida hasta que Él obtenga en nosotros y a través de nosotros su
voluntad para Su propia satisfacción que sólo Él puede determinar
y hasta que todo los "no" que le hemos dicho se conviertan
en un "Sí" a su voluntad y su plan y propósito para
nuestras vidas. Debemos completar este patrón en cada nivel o grado
que alcanzemos en nuestro caminar hacia nuestro destino y también
después porque esto nos asegurará que nos mantendremos pertinentes
a todo lo que Dios quiere hacer en nosotros y a través de nosotros
para participar de los movimientos de su Espíritu. Esta es una clave
importante para ver lo sobrenatural de Dios manifestado en nuestras
vidas. No es por las obras de la carne que podemos producir fruto que
permanece, sino al beber de la vid tantas veces como necesitemos
(Esther 1:7-8).
Obras de la carne sin beber
continuamente de la vid nos pueden desgastar y aún no veremos
ninguna fruta o al máximo veremos una pequeña porción comparado
con lo que puede lograrse cuando Dios está muy involucrado en
nuestras vidas. Esta es la diferencia entre el rey Saúl y el rey
David y es por eso que se menciona que las mujeres de la tierra cantaban acerca de los miles que
podía matar Saúl, pero David fue capaz de matar a decenas de miles.
Santiago 4:8 nos amonesta, Acérquense a Dios, y Dios
se acercará a ustedes. Lávense las manos, pecadores; purifiquen su
corazón, porque su lealtad está dividida entre Dios y el mundo.
En otras palabras, la
escritura dice que muchos en la iglesia tienen un pie en el Reino y
el otro en el mundo. Pero Dios es un Dios celoso que no permitirá
que su nombre sea empañado al dar su gloria a nadie (nadie obtendrá
el crédito por lo que Él
hace para rescatarnos por amor de su nombre), ni compartirá su
alabanza con cualquier ídolo que hayamos levantado en cualquier área
de nuestras vidas para reemplazarlo a Él (Isaías 42:8; 48:11). Por
lo tanto, el acercarnos a Dios para que Él pueda acercarse a
nosotros continuamente nos ayudará a producir más frutos en menos
tiempo que si lo hiciéramos
por obras de la carne aunque sean obras para complacer a Dios. Por lo
tanto, el esfuerzo y la lucha para que las cosas sucedan al ir
delante, detrás o aparte de Dios también es algo que Dios quiere
quitar de nosotros cuando venimos a Él una y otra vez para ser más
llenos de Él lo que entre otras cosas, expone y quita los
ídolos que hemos levantado. A Él solo sea toda la gloria. © 2014.
No comments:
Post a Comment