Romanos 3:21-23
21 Pero
ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, y de ello dan
testimonio la ley y los profetas. 22 La justicia de Dios, por medio
de la fe en Jesucristo, es para todos los que creen en él. Pues no hay
diferencia alguna, 23 por cuanto todos pecaron y están destituidos
de la gloria de Dios; RVC
Continuando
con las dos últimas enseñanzas de esta serie, hemos observado que como
creyentes debemos enfocarnos de manera decidida a ser portadores de la gloria
de Dios. La gloria de Dios (la atmosfera de Dios en el cielo que trae lo
sobrenatural a la tierra) es la recompensa de cada creyente que opta por seguir
a Jesucristo hasta que logremos este objetivo y poder llevarla a las esferas de
influencia que Dios nos ha dado como destino. Esto es porque la gloria de
Dios es lo que transforma nuestras vidas y nos hace ejemplos de lo que es vivir
una vida de abundancia en cada área de nuestras vidas con la ayuda sobrenatural
de Dios a un mundo moribundo que está desesperado por algo nuevo y mejor que el
caos que conocen. Es por ello que juzgar uno al otro y convertirse en
obstáculo para los demás sólo nos detiene de llevar la demostración de la luz y
la gloria de Dios al mundo que esta oscuro.
Nada
nos puede transformar aparte de buscar la presencia de Dios que trae su gloria
en nuestras vidas y nos restaura cada vez más a su imagen y semejanza. El
poder del hombre no lo hará, la codicia no lo hará, nuestras propias fuerzas no
lo harán, buenas intenciones o presunción no podrán hacerlo tampoco. Por esta
razón, nuestro principal objetivo debe ser el de convertirnos en los vasos que
llevarán esta gloria a nuestros puestos de influencia al mismo tiempo que
aceptamos el proceso que Dios elige con el fin de eliminar la influencia
mundana que no alcanza esta meta en nuestras vidas. Debemos ceder al proceso
ordenado por Dios para nosotros porque eso hace que se destruyan las fortalezas
y todo lo que está obstruyendo su voluntad en nuestras vidas para su gloria
solamente.
Buscar
hacer las cosas a nuestra manera nos da resultados mediocres, pero cuando
buscamos hacerlas con Dios, como resultado tendremos su gloria que trae
señales, maravillas y milagros sobrenaturales más allá de lo que podemos
imaginarnos porque vivimos dependientes
de su ayuda. Es por ello que el rey Saúl estaba celoso de David después que
él (David) mató al gigante Goliat. Las mujeres en ese lugar empezaron a
cantar y bailar diciendo que Saúl podía matar a miles, pero David podía matar a
decenas de miles. 1 Samuel 18:7-8 dice:
7 Pero
en sus cantos y danzas decían:
Saúl mato a miles de guerreros
pero David mato a más de diez mil.
8 Cuando
Saúl escuchó esto se enojó mucho, pues le desagrado que a David le hayan
reconocido haber matado diez veces más soldados que a él, así que dijo: “Ahora
sólo falta que David se quede con mi reino.” RVC
Observen
que los celos que el rey Saúl tenía hacia David también lo hicieron desconfiar
de él, aunque David era inocente y sólo quería servir al rey y a Dios. El
temor a perder su trono condujo al rey a la ira y los celos y lo hicieron hacer
algo innecesario y que al final le causó más porque el rey Saúl pronto comenzó
a ser atormentado por un espíritu maligno y sólo David tenía la autoridad
espiritual para sacarlo a través de su adoración. Saúl estaba dispuesto no sólo
a ser un obstáculo para el propósito de Dios para David, sino que también
quería, bajo la influencia de un espíritu de sedición, eliminar completamente a
David. Un espíritu de sedición provoca a una persona retar la autoridad
establecida por medio de la deshonra y aplicando su propia agenda con el fin de
derrocar a la persona establecida por Dios. Algunas veces esta autoridad
establecida puede venir de afuera como una voz profética que Dios envió para por
medio de su unción establecer el orden necesario para que Él se pueda mover en
una situación dada.
Desafortunadamente,
este escenario se ha repetido muchas veces en la Iglesia, donde se han producido
divisiones y peleas. Esto abrió puertas a nuevas iglesias o denominaciones que
se iniciaron a expensas de la desgracia o caída de otra persona o grupo en la
casa de Dios. Otro ejemplo de la manifestación del espíritu de sedición es
cuando quizás haya llegado la hora de que un Ministerio llegue a una dimensión
más alta en Dios, pero la manera en que Dios escogió que estas personas entren
en un nuevo portal en lo sobrenatural va mucho más allá de la comprensión de
los líderes y debido a eso persiguieron al enviado de Dios que fue elegido como
la puerta por la cual ellos podrían entrar a este nuevo portal, pero como
resultado, en vez dejaron que este espíritu entrara en la casa de Dios debido a
la ignorancia de los líderes de los caminos más altos de Dios (Isaías 55:8). Esto
también se observa en el mercado.
Hay
casos en que la unción de un hijo o hija de Dios puede romper un obstáculo
demoníaco que impide a otros avanzar, pero hay otras veces cuando lo que nos
impide avanzar es nuestra propia naturaleza pecaminosa y obras de la
carne. Por eso, la carne tiene que ser puesta bajo la sumisión del poder del
Espíritu Santo y crucificada. Eso requiere a veces que pasemos por pruebas
diseñadas y permitidas por Dios para traer la carne en sumisión y gobernación. Además,
cuando seguimos eligiendo lo que es familiar y a lo que se ha acostumbrado en
lugar de aceptar lo que puede ser nuevo y muy por encima de lo que podemos
pedir, creer o imaginar porque así es cómo Dios elige responder a nuestras
oraciones, nos estamos obstaculizando a nosotros mismos porque los niveles de
revelación y conocimiento por el cual operamos han quedado obsoletos.
Dios
se mueve constantemente y nos movemos con Él a la velocidad de las revelaciones
que recibimos que nos ayudan a alcanzar niveles más altos en el conocimiento de
Él y de sus caminos. Por esa razón, no podemos asumir que tenemos todas
las respuestas y creer que podemos resolver toda situación de la misma manera
que lo hicimos antes. Hacer las cosas de esta manera nos conducirá a que
los cielos se cierren a su atmosfera de gloria que nos da las respuestas a
nuestras circunstancias de una manera
que sólo Dios puede hacer por medio de las riquezas de su gloria porque estamos
ofreciendo sacrificios en lugar de obediencia a sus mandatos. Como se
mencionó anteriormente, eso atrae un espíritu malo en nuestras vidas porque
nuestra desobediencia es considerada brujería y rebeldía.
El
espíritu de la sedición es acompañado por los espíritus de conflictos y
división y traiciones como la de Absalón, hijo de David que quiso quitarle su trono,
o como Coré, quien dirigió a los hijos de Israel a alzarse contra la autoridad
y el liderazgo de Moisés nos seguirá y causará división donde quiera que
vayamos. Los que sufren las consecuencias de la influencia de este
espíritu en un Ministerio o negocio, nuestras familias, communidades y hasta las naciones no son sólo
aquellos en posiciones de liderazgo, sino todos los que están bajo la influencia
de esos líderes. Hay caos y no orden que nos impide tener un flujo del
poder de Dios que se pueda mover libremente en nuestros medios para demostrar la
riqueza de su gloriosa presencia durante los servicios o en nuestras
vidas. Esto se convierte en una reacción en cadena para el detrimento de
todos los implicados directa o indirectamente y puede afectar toda área de
nuestras vidas.
Este
espíritu debe ser expulsado de entre nosotros primero a través del
arrepentimiento. Otras acciones pueden ser también necesarias como la
eliminación de la persona o personas que constantemente atraen la manifestación
de ese espíritu de nuestra presencia (incluyendo aquellos en liderazgo). No
se pueden hacer avances mientras hay sedición entre nosotros. La expulsión
y renuncia a este espíritu son componentes necesarios de nuestra liberación,
para que no nos encontremos en otras situaciones que pueden impedir el avance
del Reino de Dios a través de nuestras vidas por haber rendido nuestra
autoridad y libertad en Cristo para tener algo nuevo a costa del sufrimiento de
otras personas, especialmente si esas personas son inocentes víctimas de
nuestros motivos equivocados.
Otra
razón ya destacada en esta enseñanza, pero la cual expandiré más es la
ignorancia. El arma número uno de Satanás contra nosotros es mantenernos
ignorantes. La ignorancia da nacimiento al miedo y este miedo es el tipo
que nos lleva a querer controlar y manipular nuestras circunstancias que no
entendemos, o que Dios está permitiendo para sacudir los cimientos del mal y
mentalidad mundana para reemplazarlos con la fundación del Reino de Dios que es
el temor reverencial a Dios que nos lleva a querer seguir su sabiduría y ser
aprobados por Él. Pero muchos líderes han descarriado a su gente a través
de su falta de conocimiento de Dios que los ha llevado a la idolatría porque
primero se negaron a buscar o aceptar un nivel más alto en el conocimiento de Él
y quedaron estancados en un cierto nivel que ya se hizo obsoleto o por lo menos básico ante los ojos
de Dios y eso se ha convertido en idolatría. Oseas 4:6-7 dice:
6 Mi
pueblo está siendo destruido
porque no me conoce.
Así
como ustedes, sacerdotes, se niegan a conocerme,
yo me niego a conocerlos como mis sacerdotes.
Ya que
se olvidaron de las leyes de su Dios,
me olvidare bendecir a sus hijos.
7 Mientras
más sacerdotes hay
más pecan contra mí.
Han
cambiado la gloria de Dios
por la vergüenza de los ídolos. NTV
Es por eso que el Señor de los ejércitos celestiales viene a su casa para remover toda idolatría que se está interponiendo con su gloriosa presencia entre su pueblo, quitando lo que trae deshonra y sedición en la iglesia para dejar las cosas en orden para que su novia quede sin manchas ni arrugas y pueda ser hecha lista para su venida en unidad y esta unidad es interdenominacional. Malaquías 3:1-5 explica cómo lo hará.
1 "¡Miren! yo
envío a mi mensajero y él preparará el camino delante de mí. Entonces el Señor
que ustedes buscan vendrá de repente a su templo. El Mensajero del pacto
que ustedes buscan con tanto entusiasmo, sin duda vendrá," dice el Señor de
los Ejércitos celestiales.
2 Pero ¿quién será capaz de soportar su venida? ¿Quién podrá mantenerse de pie y estar cara a cara con él cuando aparezca? Pues él será como un fuego abrasador que refina el metal o como un jabón fuerte que blanquea la ropa. 3 Se sentará como un refinador de plata y quemará la escoria. Purificará a los levitas, refinándolos como el oro y la plata, para que puedan ofrecer sacrificios aceptables al Señor. 4 Nuevamente el Señor recibira las ofrendas que Judá y Jerusalén le lleven, como lo hizo en el pasado.
5 "En ese día yo los pondré a juicio. Estoy ansioso por dar testimonio contra los hechiceros, los adúlteros y mentirosos. Declararé en contra de los que estafan a sus empleados de sus sueldos, de los que oprimen a viudas y huérfanos, o privan de justicia a los extranjeros que viven entre ustedes, porque gente que hacen estas cosas no me temen". Dice el Señor de los Ejércitos celestiales.
Lamentablemente,
lo que se describe en el versículo 5 se observa en la iglesia y El viene a traer
el temor reverencial de Él en su casa primero. La Biblia dice que el temor
de Jehová es el principio de la sabiduría, y trae conocimiento y comprensión del
que es Santo para nosotros. También nos encabeza a que caminemos en
humildad que eventualmente nos llevará a un lugar de honor (Proverbios 1:7;
9:10; 15:33). Así que en esencia, Dios nos está llamando a examinar nuestros
caminos y cuando Él derrame su luz en cada giro equivocado que hemos tomado que
causó que estemos destituidos de su gloria, podamos ir con valor delante su
trono de gracia y misericordia. Postrémonos
delante del altar, permitiéndole que se haga su voluntad en nosotros y a través
de nosotros para que podamos ser libres de perseguir la verdad de su Evangelio,
así como la unidad de los santos que trasciende las fronteras denominacionales.
De
tal manera su novia puede hacerse sin mancha ni arruga y puede llegar a ser
como la nueva Jerusalén, que es iluminada por la luz de su gloriosa presencia y
sin idolatría vergonzante, deshonestidad o algo malo que podría hacernos morir
espiritualmente sin saberlo que pueda entrar en las puertas de nuestras vidas,
ministerios o empresas (Apocalipsis 22:23, 27). Es importante que
averigüemos si hemos experimentado la muerte espiritual que es demostrada por
nuestra falta de habilidad de escuchar y discernir cómo el Espíritu del Señor
se está moviendo actualmente y las luchas que son difíciles de
superar y se ponen de mal en peor. Es decir, en lo espiritual y lo natural, las cosas se deceleran y se reducen en nuestras vidas. Falta de atención a la realización de la muerte espiritual puede llevar
a una segunda muerte que puede manifestarse como mínimo en la pérdida de
nuestros puestos y ser destituidos de nuestras posiciones y en lo máximo, la
muerte física porque ya no somos capaces de cumplir el propósito de Dios para
nuestras vidas (Apocalipsis 21:6-8). Vamos a ser un cuerpo que preste
atención en esta hora. A El sea toda la gloria. ■
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