Números
22:6, 12, 20-21, 23-26, 32-33
6 Ven, por favor,
maldíceme a este pueblo, porque es demasiado poderoso para mí. De
esa manera quizás yo pueda conquistarlos y expulsarlos de la tierra.
Yo sé que sobre el pueblo que tú bendices, caen bendiciones y al
pueblo que tú maldices, caen maldiciones”.
—No vayas con ellos ni maldigas a este pueblo, ¡porque es
bendito!20 Esa noche Dios vino a Balaam y le dijo: “Ya que estos hombres vinieron por ti, levántate y ve con ellos, pero sólo haz lo que yo te indique”.
21 A la mañana siguiente Balaam se levantó, ensilló su burra y salió con los funcionarios moabitas;
23 la burra de Balaam vio al ángel del Señor de pie en el camino, con una espada desenvainada en su mano. La burra se apartó del camino y se desbocó hacia un campo, pero Balaam la golpeó y la obligó a regresar al camino. 24 Entonces el ángel del Señor se detuvo en un lugar donde el camino se hacía estrecho entre las paredes de dos viñedos. 25 Cuando la burra vio al ángel del Señor, trató de pasar pero aplastó el pie de Balaam contra la pared. Así que Balaam la golpeó de nuevo. 26 Entonces el ángel del Señor se adelantó y se plantó en un lugar tan estrecho que la burra no podía pasar del todo.
32 —¿Por qué le pegaste a tu burra tres veces? —le preguntó el ángel del Señor—. Mira, he venido a impedirte el paso porque con terquedad te me opones. 33 Tres veces la burra me vio y se apartó del camino; si no, te aseguro que te habría matado a ti y habría dejado a la burra con vida. NTV
En este pasaje
vemos la cuenta de Balac, Rey de Moab, quien se sentía
amenazado por los Israelitas y quizo que Balaam los maldiciera.
Balaam era un hombre que no estaba totalmente decidido a quien iba a
servir—si a Dios o a sus ambiciones egoistas—aunque parecía
tener profundo conocimiento de Dios y de sus caminos (Numeros
24:15-16). Balaam es llamado el hijo de Jezabel. Explicare porqué.
Balaam ha recibido este titulo porque ayudó
al rey enemigo a desviar a los hijos de Israel para que abandonaran
la adoración a Jehova su
Dios y adoraran en vez otros dioses por medio de su unión
en matrimonio con mujeres que eran idólatras
(Apocalipsis 2:14). Balaam hizo eso pensando más
en la recompensa que le ofrecieron porque el estaba dividido entre
dos opiniones aunque él
sabía que tenía
autoridad para bendecir o maldecir, lo que demuestra que era un juez
con una unción
apostólica tal como se
ilustra en el versículo
6.
El versículo
5 de Números 22 en la
versión Nueva Traducción
Viviente dice, “Mira, una gran multitud de personas ha llegado
de Egypto. Cubren la faz de la tierra y me amenaza.”
Podemos ver aquí cómo
el pueblo de Israel estaba como ellos dicen, “cuidando de sus
propios asuntos,” caminando fuertes y siendo bendecidos por su Dios
y esto hizo a sus enemigos sentirse débiles,
pequeños y enormemente
amenazados por ellos, especialmente después
de que habían visto o
escuchado de las victorias que Dios les había
dado. Esto nos demuestra que habrá
tentaciones de hablar contra otros, quizás
un líder o un hermano o
hermana del cuerpo de Cristo que parecen que están
siendo bendecidos por Dios, o porque su fuerza espiritual y unción
son evidentes. El hablar mal de otros es diseñado
por el enemigo para matar la influencia de esa persona en otros. Una
de las primeras señales
que el enemigo muestra cuando se siente amenazado por una persona o
grupo es levantar tambien una persona o grupo (muchas veces
internamente) para que hablen en contra de aquellos que están
decidios a caminar fuertes en Dios y a servirle fielmente.
Pero los que están
siendo condenados con sus palabras y desviados de sus tierras
prometidas son los chismosos y calumniadores porque no se dan cuenta
que están cabando su
propio pozo y al mismo tiempo están
ayudando a la persona o personas de las que estan hablando mal a
subir a niveles más
altos en Dios porque Él
pelea sus batallas. Tiene que haber una persistencia y determinación
en nuestras oraciones para pedirle a Dios que nos ayude a ser usados
como instrumentos de bendición
y paz en vez de ser instrumentos de peleas y división
porque incluso nuestros enemigos pueden cambiar con nuestro amor, a
menos que Dios nos impulse a evitarlos y permitirle a Él
intervenir en la situación
cuando clamamos por la justicia de su Reino en nuestras vidas.
Así que después
de que el rey de Moab había
enviado por Balaam para maldecir al pueblo de Israel, Dios le dijo a
él en el versículo
12 que no podía
maldecirlos porque ellos son un pueblo bendecido. Esta invitación
a maldecir del rey de Moab no vino una sóla
vez, sino que envió
mensajeros una vez más y
hasta una tercera vez haciendo el soborno todavía
más grande. Dios puso a
Balaam a prueba en el versículo
20 diciéndole que se
levantara y fuera con los siervos del rey de Moab; pero sólo
para hablar la palabra que Él
le indicaría. Pero
Balaam no pasó la prueba
y fue cegado de toda justicia para ver si había
alguna posibilidad de maldecir al pueblo de Dios para su propia
ganancia. Entonces partió
Balaam hacia la dirección
equivocada, despertando la ira de Dios por medio de su Ángel.
Esta situación es
similar y nos ha pasado a muchos cuando nos hemos ido en caminos
equivocados. Los versiculos del 23 al 26 describen cómo
el camino se volvió cada
vez más estrecho para
Balaam hasta que no había
ninguna manera de continuar. Pero el Ángel
del Señor finalmente le
abrió los ojos y el pudo
ver que la burra, a quien el culpaba como la razón
por la que no podía
seguir adelante en su empeño
no era su problema, sino su propia desobediencia. En los versiculos
32 y 33 vemos que aunque Balaam había
golpeado la burra tres veces para lograr que siguiera llevándolo
por el camino incorrecto, el Ángel
le dijo que sus caminos eran perversos y estaba incluso dispuesto a
matarlo, pero la burra le salvó
la vida al no avanzar. Esto demuestra que a veces hay personas o
situaciones a las que culpamos de no dejarnos avanzar en nuestras
ambiciones egoistas, pero en realidad ellos nos estan ayudando a no
perecer en el camino, quizás
para que lleguemos al arrepentimiento y nos volteemos hacia la
dirección correcta de
acuerdo a la voluntad de Dios para nosotros.
Hay una doctrina llamada la doctrina de Balaam que nos lleva a
maldecirnos a nosotros mismos con nuestro comportamiento porque hemos
violado principios espirituales del Reino de Dios debido a nuestra
desobediencia quizás por
ignorancia que nos causó
girar al lado equivocado y ver obstáculos
por nuestra propia naturaleza pecaminosa. El versículo
32 de Numeros 22 dice que el Ángel
de Jehová le habló
a Balaam diciendo, “...he venido a impedirte el paso porque con
terquedad te me opones.” Al violar los principios del Reino de
Dios y desobedecer sus leyes nos abrimos nosotros mismos a ataques
demoníacos traidos
porque hemos causado que se abra una brecha en la barrera de
protección de Dios para
nuestras vidas. La otra parte de esta obstrucción
proviene de Dios mismo quien obstruye el camino del orgulloso (1
Pedro 5:5).
Cuando nos alejamos de los caminos de Dios, de su Reino y su justicia
para seguir entonces las cosas materiales y mundanas; cuando
decidimos caminar con rencor y ofensa en vez de extender el perdón
y la compasión a
nuestros hermanos y los perdidos; cuando nos alejamos de nuestra
relación con Dios y
nuestro caminar de fé y
confianza en su palabra; cuando no nos sometemos a las figuras de
autoridad en nuestras vidas y no damos honor a nuestros líderes,
como por ejemplo nuestros padres naturales o espirituales; también
cuando no damos los diezmos y ofrendas ni ayudamos a los pobres, y en
su lugar permitimos que el miedo o la negligencia nos bloqueen de la
fuente de nuestra provisión;
al igual, cuando caminamos independientemente de la guia del Espíritu
Santo y nos obstruímos
de ser utilizados como instrumentos del poder de Dios para que otros
vean su bondad manifestada en sus vidas estamos siendo desviados de
nuestros destinos y es preciso regresar al camino establecido por
Dios para nosotros por medio del arrepentimiento.
Además, cuando nos
hacemos instrumentos de división,
calumnias y conflictos, en lugar de convertirnos en objetos de unidad
y amor con acción de
gracias a Dios por el privilegio de servirle y darnos poder para ser
instrumentos que avanzan su Reino; cuando nos involucramos en la
promiscuidad y el uso de sustancias que alteran nuestro pensamiento y
pueden dañar nuestros
cuerpos que son el templo del Espiritu Santo; cuando murmuramos y nos
quejamos en vez de confiar en Dios y adorarlo en medio de nuestras
circunstancias, estamos violando leyes espirituales del Reino de Dios
que causan que disminuyamos en lugar de aumentar en Él.
Estas son reglas básicas
que se han violado sin conocimiento de ello.
Como se mencionó
anteriormente, el pueblo de Israel se mezcló
con la gente idolatra de Moab. Este consejo vino de Balaam para
ayudar a Balac a sacar a los hijos de Israel de su trayecto hacia la
tierra prometida mediante la seducción
para casar a sus mujeres con los hombres Israelitas. Esto fue una
abominación ante los
ojos de Dios porque Él
habia ordenado en Deuteronomio 7:3-4 que nunca se hiciera tal cosa
porque serían profanados
como nación y
convertidos en adoradores de otros dioses y así
efectivamente sucedió.
El enemigo utiliza este tipo de estrategias cuando no puede alejarnos
de nuestra adoración a
Dios, y trae tropiezos en forma de pequeñas
zorras que estropean el viñedo
(Cantar de los Cantares 2:15). Por medio de esas pequeñas
zorras muchas personas han sido desviadas de la ruta hacia sus
destinos y los que no lo detectaron lo suficientemente pronto fueron
desviados seriamente hasta que murieron en el desierto. Esto le pasó
a la primera generacián
de los hijos de Israel que salieron de Egipto hasta que la mayoria de
ellos murió y la próxima
generación entró
entonces a poseer la tierra prometida. Balaam, quien conocía
los caminos del Señor,
supo de este principio e instruyó
a Balac de ello para que los hijos de Israel violaran su pacto con
Dios hasta que murieron en el desierto 24,000 de ellos.
Muchos en el cuerpo de Cristo no se dan cuenta de la posibilidad de
perder su unción y no
ser conscientes de eso. Es más
fácil saber cuando un
nuevo nivel de unción
viene sobre nosotros, pero cuando la unción
se ha ido, todo lo que nos queda es el desbordamiento de lo que
teníamos. Mucho menos
nos damos cuenta cuando la unción
y el manto han pasado a otra persona a causa de nuestra desobediencia
(25:28-29). Una de las maneras de saber que estamos bajo la unción
del Espíritu de Dios
para avanzar, es que hay aumento de personas, finanzas y recursos que
se nos añaden para
cumplir con el mandato de Dios para nosotros con aceleramiento. Hay
también un profundo
deseo de pasar tiempo en comunión
con Dios, de ser partícipes
de la unidad entre hermanos, así
como una aceleración de
la manifestación de las
promesas de Dios una vez hayamos cumplido el proceso en nuestras
distintas etapas de entrenamiento y preparación.
Lo contrario sucede cuando la unción
y el manto se han quitado: hay disminución
de finanzas y las personas son dispersadas, hay conflictos, así
como una desceleración
de las promesas de Dios y las cosas mundanas se nos vuelven mas
atractivas.
Otra pequeña zorra que
puede estropear nuestra vid es la formación
de alianzas impías con
alguien no ordenado por Dios. Tal como sucedio a los hijos de Israel
en el pasaje anterior, este tipo de desobediencia también
le sucedió al Rey Saúl
en la forma de permitir la vida a alguien que Dios había
ordenado debía morir.
Dios había mandado al
Rey Saúl destruir a los
Amalecitas y todo lo que les pertenecía,
y no dejar que nada sobreviviera animal o humano. Esto sucedió
porque cuando los hijos de Israel salieron de Egipto, los Amalecitas
intentaron impedirles entrar a Canaan, su tierra prometida. Por esa
razón el Señor
juró que toda generación
luchará contra la
influencia Amalecita que trata de evitar que lleguen a sus destinos
(Éxodo 17:14-16).
La tribu Amalecita representa el espíritu
anti-Cristo y el Rey Saúl
no obedeció la orden que
Dios le dio y se concentró
más en el botín
e incluso le permitió a
Agag, rey Amalecita la vida. Esto despertó
la ira de Jehová, quien
envió al profeta Samuel
a decirle a Saúl que
porque él había
rechazado la orden del Señor
y había en vez salvado
la vida del rey enemigo, el Señor
había elegido rechazarlo
a él como rey de Israel
(1 Samuel 15). El profeta Samuel terminó
matando al malvado rey Amalecita, pero aunque ese rey estaba muerto,
el daño ya se había
hecho en el espíritu, lo
que causó devastación
a muchas generaciones por la desobediencia del Rey Saul hasta que
Dios levantó a otra
persona en otra generación
para acabar con el enemigo de la cosecha del pueblo de Israel. Por
esta razón es de mayor
importancia para nosotros saber cuando hemos sido promovidos y
preguntarnos ¿Cuál
es la razón
para la promoción
y la nueva posición
en el ámbito
natural al igual que en el espiritual, y cuál
es nuestra misión
por medio de esta posición
en particular?
El espiritu de Jezabel utiliza
la sutileza y la seducción
para sugerir (por ejemplo) el calumniar a otros o chismear, o para
comprar algo que realmente no se necesita como lo fue la serpiente en
el jardín
del Edén
cuando sutilmente convenció
a Eva de comerse la manzana que Dios le habia dicho a ella y a Adán
que no debian comer (Genesis 3:4-6). Pero el espíritu
de Balaam utiliza presión
y al atacar dice cosas como: si no hacemos esto ahora (para obtener
por ejemplo) un cónyuge
no importa si es la persona correcta para nosotros o no, perderíamos
la oportunidad para siempre. Igual sentimos la presión
de gastar dinero cuando vemos algunos anuncios comerciales en la
televisión
o en las tiendas que dicen que si no actuamos en el momento ya no
podremos tomar ventaja de la oferta. Esto no es solamente mercadeo.
El espíritu
de Balaam traerá
también
presión
al sugerir el porqué
no debemos dar diezmos y ofrendas, especialmente cuando el preupuesto
es bajo y hay mucha deuda que pagar y hasta sugerirá
que paguemos las deudas primero, y si queda algo restante, podremos
utilizarlo para dar nuestros diezmos. A veces, cuando hay presiòn
para dar ofrendas en la iglesia, si no tenemos un oido agudo ante la
voz de Dios, podríamos
sucumbir a la presión
del espíritu
de Balaam al punto de dar de lo que no tenemos porque algunos
predicadores contaminados con la influencia de anti-Cristo, también
pueden estar bajo la influencia de este espiritu. Este es asímismo
el espiritu detrás
de toda propiciación
y empeño
de tener lo que la persona llama éxito,
pero que no es más
que una ambición
egoista que pisotea a otros para subir a otro escalón
y no se busca con la dirección
del Espíritu
de Dios y su tiempo y proceso para nosotros. Igualmente habrá
presión
para dejar una relación
o un lugar debido a conflictos justo antes de que llegue la victoria
o un avance significativo hacia una promesa. Estas son obras de la
carne, y no por la gracia de Dios para poder llegar a la promesa
prometida porque dice Mateo 6:33 que busquemos primeramente el Reino
de Dios y su justicia, en su tiempo y obedeciendo sus preceptos y su
palabra, y luego se nos añadiran
las cosas prometidas.
Porque estos espíritus
buscan convertirnos en seres egoístas
y calumniadores y en contra de otros, es imperativo aumentar nuestra
intimidad con Dios en estos últimos
tiempos. Tiempo invertido en la alabanza y adoración
a nuestro Señor,
con oración
y la lectura de su palabra, son extremadamente importantes y nos
ayuda a obtener mayores niveles de discernimiento de los espíritus
detrás
de lo que estamos viendo o escuchando. Esto es importante para poder
vivir en estos últimos
tiempos porque Jesus viene pronto a buscar a una novia que está
sin mancha o arruga. Pídamosle
en oración
al Señor
que nos ayude a aumentar nuestro discernimiento de espíritus
y a disminuir en las obras de nuestra carne, pero sobre todo a
caminar en amor a Él
y a nuestro prójimo
a medida que pasemos más
tiempo en comunión
con Él.
A Él
solo sea toda la gloria. ■
No comments:
Post a Comment