Pero
Ester no dio a saber cuál era su pueblo ni su parentela porque Mardoqueo le
había mandado que no hablara de eso. RVC
Como creyentes en Cristo debemos entender que para
poder ejercer nuestra autoridad y llegar al lugar donde podemos exponer y
eliminar la oposición demoníaca al ordernarselos como lo hizo Jesús, tenemos
que empezar desde la base de la obediencia a Dios, la obediencia a su palabra y
sus mandatos personales para nuestras vidas, la obediencia a las autoridades
gubernamentales en la tierra, la obediencia a nuestros padres, y a cada persona
que tiene una posición de autoridad sobre nosotros (como los maestros, jefes,
etc.). No podemos asumir que podemos caminar en desobediencia y esperar que el
reino de las tinieblas se someta a nuestra autoridad.
Pero la
excepción a esta regla viene solo cuando nos encontramos en la necesidad de
buscar la sabiduría de Dios al respecto del nuestra sumisión al liderazgo
establecido en nuestras vidas porque ellos no están siguiendo la autoridad de
Dios, sino una influencia demoniaca y nos pueden estar pidiendo que hagamos
cosas contrarias a la palabra de Dios—cosas que pueden ser peligrosas, ilegales
en la esfera natural o espiritual, o que nos aleje del camino que Dios ha
trazado para nosotros en nuestro proceso hacia nuestro llamado y destino en Él.
Hacer esto nos
puede traer persecución de parte de aquellos que no estamos obedeciendo , pero
deberíamos estar más dispuestos a ser perseguidos por el hombre porque estamos
obedeciendo y sometiéndonos a la voluntad y la autoridad de Dios que abrir
puertas a opresión demoníaca por rebeldía contra Dios y la autoridad que El ha
establecido sobre nosotros que estamos obedeciendo su palabra. Esta persecución
de parte de aquellos que ejercen un liderazgo torcido cesará por la razón de
que el Reino de los cielos nos está respaldando a través del Padre, del Hijo, y
del Espíritu Santo y sus ángeles asignados para ayudarnos a llegar a nuestro
destino a pesar de la oposición.
Vemos en el libro de
Ester como ella seguía y fue sumisa a sus autoridades. Fue sumisa a
Mardoqueo, su primo y custodia, y a Hegai, el eunuco a cargo de las doncellas.
No obstante, hubo un tiempo en el que ella tuvo que arriesgarlo todo, incluso
su vida al desafiar al rey y una ley de la tierra donde habitaba porque su
posición como reina no la hacia exenta de cumplir con esta ley. Esta ley decía que nadie podía
acercarse al rey sin ser convocado por nombre porque podría enfrentar la
muerte. El rey no había convocado a Ester por un largo periodo para que se
presentase ante él, pero ella lo hizo a pesar de la ley y el riesgo que
enfrentaba con el fin de salvar a su familia y a su pueblo de los planes
malvados de Amán que quería aniquilar a la raza Judía en todo el Reino de
Jerjes (Ver el libro de Ester).
.
Este tipo de sumisión fue a Dios aunque no se mencione
en el libro porque era más importante enfrentar persecución o las represalias
de Amán o del rey como lo hicieron Mardoqueo y Ester que
obedecer una ley cuando las vidas de muchas personas estaban en juego. La
sumisión de Ester le trajo protección por su obediencia a Dios a través de
Mardoqueo quien también recibió su recompensa en su tiempo oportuno por no
humillarse ante los deseos malvados de Amán, pero dio juicio al enemigo de los judíos y salvo muchas generaciones
de su pueblo.
También es imprescindible mencionar que la sumisión a
todas las figuras de autoridad en nuestras vidas trae protección contra ataques
demoníacos porque el Reino de Dios, el reino de las tinieblas y toda área e
industria en la tierra funciona por medio de rangos de clasificación. Mateo 8:8-9 dice a cerca de la importancia de
comprender nuestra necesidad de obedecer nuestra posición en el orden de
clasificación y estar sujetos a nuestras autoridades. Dice, 8El centurión le respondió: <<Señor, yo no soy digno
de que entres en mi casa. Pero una sola palabra tuya bastará para que mi criado
sane. 9Porque yo también estoy bajo autoridad y tengo soldados bajo
mis órdenes. Si a uno le digo que vaya,
va; y si a otro le digo que venga, viene; y si a mi siervo le digo: “Haz esto”
lo hace. >> RVC
También Efesios 6:12 nos habla de la clasificación y
orden de rango de las tinieblas. Dice, La
batalla que libramos no es contra gente de carne y hueso, sino contra los
principados y potestades, contra los que gobiernan las tinieblas de este mundo,
¡contra huestes espirituales de maldad en
las regiones celestes! RVC
Además, Romanos 13:1-5 dice, 1Todos debemos someternos a las autoridades, pues no hay
autoridad que no venga de Dios. Las autoridades que hay han sido establecidas
por Dios. 2Por lo tanto, aquel que se opone a la autoridad, en
realidad se opone a lo establecido por Dios, y los que se oponen acarrean
condenación contra ellos mismos. 3Porque los gobernantes no están
para infundir temor a los que hacen lo bueno, sino a los que hacen lo malo. ¿Quieres vivir sin miedo a la autoridad? Haz lo
bueno, y tendrás su aprobación, 4pues la autoridad está al servicio
de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, entonces sí debes temer, porque no
lleva la espada en vano, sino que está al servicio de Dios para darle su
merecido al que hace lo malo. 5Por lo tanto, es necesario que nos
sujetemos a la autoridad, no sólo por causa del castigo, sino también por
motivos de conciencia. RVC
Desafortunadamente, hay líderes en todas las esferas
de influencia, incluyendo la iglesia que caminan en rebeldía y funcionan más
como obstructores de la justicia y la verdad que activadores de ellas. Por
ellos debemos orar, pero nuestro deber es someternos a Dios, y a su autoridad y
voluntad a pesar de que enfrentemos persecución de esta clase de líderes que
están influenciados por las tinieblas para detener la obra de Dios a través de
nosotros para avanzar y expandir su Reino sobre la tierra y salvar muchas
vidas.
Otro ejemplo se encuentra con David y Saúl.
Después de un periodo de favor en el que David recibió favor por parte de Saúl
debido a la destrucción de Goliat y del ejército filisteo bajo su autoridad,
muchas personas comenzaron a hacer distinción entre las habilidades de David y las
de Saúl como guerreros. Ellos decían con cantos que Saúl podía matar a miles,
pero David podía matar a más de diez mil (1 Samuel 21:11, 29:5). Esto enfureció
a Saúl y el favor hacia David entonces se convirtió en persecución. Debido a la
rebeldía de Saúl, el abrió las puertas para ser utilizado por el reino de las
tinieblas para perseguir a David, pero David todavía se sometía a la voluntad y
autoridad de Dios hasta que se convirtió en el rey que sustituyó a Saúl (1
Samuel 24:1-15; Salmo 57:1).
Busquemos sinceramente la sabiduría
de Dios y sometámonos a la autoridad correcta en nuestras pruebas para que
podamos gozar de la protección de todo asechamiento demoníaco y podamos también
levantarnos en triunfo por encima de nuestras circunstancias porque nuestra
obediencia y sumisión a la autoridad la colocamos en las manos de Dios y no la de
los hombres. A Él solo sea toda la gloria.∎
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