Efesios
2:10
“Porque
somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para hacer las buenas obras que
Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.”
Aquellos de nosotros que somos maduros en el conocimiento
de quien Dios nuestro Señor es y en sus caminos sabemos que estamos en este
mundo para hacer lo que ha sido predestinado para nosotros desde los cimientos
del mundo. Para poder hacer eso debemos continuamente buscarlo para averiguar
qué pasos tomar que nos ayuden a seguir el camino establecido para
nosotros. Pero hay otras personas que
todavía se tambalean al pensar que no pueden controlar sus vidas y hacer que
las cosas trabajen de acuerdo a lo que ellos imaginan para sí mismos.
Pero la verdad es que Dios nos puso en esta tierra para
hacer las cosas precisas que Él nos ha dado la gracia de estar predispuestos y
hacer esas cosas por su buen placer (Filipenses 2:13). Por medio de esto
podemos avanzar su Reino en la tierra, expandirlo, y también conquistar en
nuestras esferas de influencia por su poder y autoridad delegada a nosotros.
La escritura dice que somos obra de Dios. Esto significa
que Él ha invertido en nosotros y ha colocado en nosotros lo que necesitamos
para hacer aquello para lo que nos creó. Estamos equipados, transformados,
preparados, hechos a su imagen y semejanza para decir y hacer como lo vemos a Él
diciendo y haciendo para poder llevar a cabo las obras más grandes que las que Jesús
hizo el cual Él dijo que haríamos en la tierra.
Esto también significa como ya se ha establecido, que
fuimos hechos para tomar los caminos que Dios ha preordenado para nosotros. Por
su Espíritu, Él nos guía hacia los senderos y a través de ellos, así que
vivimos todo lo escrito para que lo logremos, porque sólo somos un pequeño
punto en su lienzo en comparación con la vista panorámica de todo lo que Él ha
planeado para la humanidad y en nombre de sus hijos e hijas quienes Él está usando
para un momento como este. Salmos 37:23-24 nos dice,
23 “Por el SEÑOR son afirmados los pasos del
hombre,
y él se complacerá en su camino.
24 Si cae, no quedará postrado
porque el SEÑOR sostiene su mano.”
y él se complacerá en su camino.
24 Si cae, no quedará postrado
porque el SEÑOR sostiene su mano.”
Esta escritura es clara en mostrar que Dios espera que
nosotros tomemos esos caminos que Él nos lleva a tomar por su Espíritu. Esto es
esencial para nosotros porque incluso si tropezamos y nos salimos del sendero,
mientras reconozcamos nuestro error y con un corazón humilde clamamos a Él que
nos ayude a regresar, podemos estar seguros de que nos enviará ayuda para estar
en la posición correcta en Él. Pero cuando nos negamos a volver al camino,
demostramos que creemos ser nuestros propio dios y nuestra ambición egoísta es
más importante para nosotros.
El problema con eso es que al elegir hacer nuestra propia
voluntad, estamos perdiendo el hacer lo que fuimos creados hacer por nuestro Creador
y Señor y esto hace que las cosas que nos negamos hacer pongan una demanda
sobre nuestro destino y nos desafíen hasta el punto que se oponen a nosotros
porque nos negamos a cumplir con lo que sólo fue ordenado y diseñado para que
nosotros cumpliéramos en la tierra. Jonás es un gran ejemplo de esto. Jonás
1:1-4 nos dice, aunque les exhorto a que lean todo el capitulo,
1 “La palabra del SEÑOR vino a Jonás hijo
de Amitai diciendo: 2 ‘Levántate y ve a Nínive, la
gran ciudad, y predica contra ella porque su maldad ha subido a mi presencia’.
3 Entonces Jonás se levantó para huir de
la presencia del SEÑOR a Tarsis. Descendió a Jope y halló un barco que iba a
Tarsis; y pagando su pasaje entró en él para irse con ellos a Tarsis huyendo de
la presencia del SEÑOR. 4 Pero el SEÑOR lanzó un
gran viento sobre el mar y se produjo una enorme tempestad de manera que el
barco estaba a punto de romperse.”
Cuanto más nos desviamos del camino, más nos cegamos y nos
ensordecemos a lo que debemos hacer. Cuando le pedimos al Señor Jesús que
viniera a nuestro corazón y se hiciera nuestro Señor y Salvador, también
renunciamos a nuestra voluntad de hacer nuestras propias ideas de las cosas
para tomar en su lugar su voluntad de Dios para nosotros. Nos pusieron en esta
tierra para hacer sólo lo que agrada a nuestro Señor y Padre. Aparte de Él y de
su voluntad para nosotros, no hay nada que podamos hacer que podremos mantener.
Juan 5:30 nos dice esto,
“Yo
no puedo hacer nada de mí mismo. Como oigo, juzgo; y mi juicio es justo porque
no busco la voluntad mía sino la voluntad del que me envió.”
La falta de discernimiento de la voluntad de Dios para
nosotros y para los demás que nos rodean es una razón importante por la cual
muchos son débiles, enfermos y otros se han dormido (han muerto) como se
observa en 1 Corintios 11:27-32 que dice,
27 “De
modo que cualquiera que coma este pan y beba esta copa del Señor de manera
indigna, será culpable del cuerpo y de la sangre del Señor. 28 Por
tanto, examínese cada uno a sí mismo, y coma así del pan y beba de la
copa. 29 Porque el que come y bebe, no discerniendo
el cuerpo, juicio come y bebe para sí. 30 Por eso
hay entre ustedes muchos enfermos y debilitados, y muchos duermen. 31 Pero
si nos examináramos bien a nosotros mismos, no se nos juzgaría. 32 Pero
siendo juzgados, somos disciplinados por el Señor, para que no seamos
condenados con el mundo.”
Esta es una palabra difícil, pero necesaria para
ayudarnos a ver que no somos propiedad nuestra (Psalm 24:1) y no diseñamos
nuestros propios destinos aparte de la voluntad de Dios para nosotros. El
preocuparse más por las cosas que nos hacen lucir bien ante el mundo que nos
rodea puede hacernos perder nuestra vida y renunciar a nuestro destino si no
rendimos nuestra vida completamente al Señor nuestro Dios. Mateo 16:25-27 expande
en este entendimiento diciendo,
25 “Porque
el que quiera salvar su vida la perderá, y el que pierda su vida por causa de
mí la hallará. 26 Pues, ¿de qué le sirve al hombre
si gana el mundo entero y pierde su vida? ¿O qué dará el hombre en rescate por
su vida? 27 Porque el Hijo del Hombre vendrá en la
gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces recompensará a cada uno conforme
a sus hechos.”
Mientras estemos en la tierra, nunca
"llegaremos" al punto en el que no necesitemos mantener y luchar para
no sólo mantener los niveles de logros que hemos obtenido para el Reino de
Dios. También estamos aquí para seguir creciendo y avanzando hacia los nuevos
niveles que Dios tiene para que crezcamos a través de las revelaciones que
recibimos durante nuestros tiempos de intimidad con Él. Durante estos tiempos
también recivimos conocimiento, comprensión, y la renovación de nuestras mentes
que cambian nuestra mentalidad equivocada y destruyen las fortalezas demoníacas
que nos alejaban de su verdad y de alcanzar las revelaciones más elevadas de los
pensamientos de Dios para nosotros.
Isaías 55:6-9 despleja para nosotros la importancia por la
que debemos aspirar siempre alcanzar los caminos más elevados de Dios en
nuestra vida y cada vez que deseamos sentir la necesidad de crecer en nuestra
esfera de influencia y autoridad para que su gloria se muestre en nosotros y a
través de nosotros. Dice,
6 “¡Busquen al SEÑOR mientras puede ser
hallado! ¡Llámenlo en tanto que está cercano! 7 Deje
el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos. Vuélvase al SEÑOR,
quien tendrá de él misericordia; y a nuestro Dios, quien será amplio en
perdonar. 8 “Porque mis pensamientos no son sus
pensamientos ni sus caminos son mis caminos, dice el SEÑOR. 9 Como
son más altos los cielos que la tierra, así mis caminos son más altos que sus
caminos, y mis pensamientos más altos que sus pensamientos.”
Esta es la única manera en que podemos seguir siendo
usados por Él mientras declaramos y esperamos la manifestación de sus promesas
hechas a nuestros antepasados como se afirma en Isaías 46:10 que dice, “’Yo anuncio lo porvenir desde el principio,
y desde la antigüedad lo que aún no ha sido hecho. Digo: ‘Mi plan se realizará,
y haré todo lo que quiero’.”
En su fidelidad, Dios ha escogido manifestar en nuestras
generaciones las cosas que Él planeó para estos tiempos finales a través de
nuestras generaciones. Por lo tanto, hay un precio a pagar para ver esas
promesas cumplidas en nuestra vida, y como todo buen soldado en su ejército,
sabemos que estamos sostenidos por su mano mientras Él va delante de nosotros y
nos prepara el camino cuando nos encontramos con obstáculos que no podemos
eliminar por nuestra propia habilidad humana porque las batallas son
espirituales. Miqueas 2:13 nos dice esto,
“El que abre camino subirá delante de ellos y abrirán brecha. Pasarán
por las puertas y saldrán; su rey pasará delante de ellos, y a la cabeza de
ellos irá el SEÑOR’.”
Además, también fuimos diseñados para siempre necesitarlo
porque las promesas que Él hace están siempre más allá de nuestra capacidad y habilidad
de cumplirlas por nosotros mismos. Si este fuera el caso, nunca lo necesitaríamos
para ayudarnos a obtener esas promesas. Pero esto nos sirve como una
oportunidad para reconocer nuestra insignificancia aparte de Él al humillarnos
bajo su poderosa mano hasta el momento en que Él nos eleva para ser honrados en
nuestro lugar de asignación (1 Pedro 5:6).
Sólo para él sea toda la gloria. ▪
Escrituras tomadas de la Version Reina Valera Actualizada (RVA-2015).
Imágenes
cortesía de Google Images