Sunday, September 2, 2018

Haciendo Lugar para la Venida del Novio 2

Mateo 25:11-13
11 Después vinieron también las otras vírgenes diciendo: “¡Señor, señor, ábrenos!”. 12 Pero él respondiendo dijo: “De cierto les digo que no las conozco”. 13 Velen, pues, porque no saben ni el día ni la hora.”

¿Estás usando el nombre de Jesús sólo para propositos carnales como cuando una persona menciona el nombre de una persona importante para implicar que son conocidos, o realmente Él te conoce?

Yo estaba en la biblioteca el otro día y una señora entró y cuando la vi pensé, "esa señora me parece conocida, ¿de dónde la conozco? Normalmente recuerdo las caras de las personas, así que el pensamiento se volvió persistente en mi mente hasta el punto de que no podía sacudirlo. Comencé a pensar si la había conocido en la iglesia, o quizás cuando mi hijo estaba en la escuela, o si la conozco de mi vecindario. Hice esto hasta que finalmente me armé de valor y me acerqué a ella para preguntarle si nos hemos conocido antes con la esperanza de que me diera las pistas que no tenia yo. Pero cuando le dije que me era familiar, su respuesta era de perplejo porque ella no me conocía.

Algún tiempo después recordé el encuentro incómodo y el Señor lo usó para decirme que muchas personas dicen conocerlo o que Él los conoce pero no tienen relación con Él. Sólo usan su nombre para aparentar quel lo conocen, pero no lo conocen como su Dios, su fuente de todo lo que necesitan, y mucho menos vienen a pasar tiempo con Él para que puedan llegar a conocerlo. Lamentablemente, llegará el día en que en su tiempo de necesidad vendrán a Él esperando respuestas de un Dios que sólo conocen de oídas o sólo de antiguos encuentros en los que usaron su nombre y Él les respondió, y ahora tienen la audacia de decir , "Jo! ¡ gran Jota! Este es tu amigo, tal y cual. ¿te acuerdas de mí? Solíamos pasar tiempo juntos. "pero Él les dirá:" le ruego me perdone! Yo no le conozco.

En primer lugar, no deshonramos a nuestro Dios usando su nombre en vano. Él tampoco es el hombre de allá arriba. Su nombre es Jesús y su nombre debe estar en nuestras bocas con adoración reverencial y alabanza por el sacrificio del derramamiento de su sangre por nuestro bien que nos reconcilió con nuestro Padre después de la caída de Adán en el jardín del Edén. Su nombre también debe estar en nuestras bocas para exaltarlo y declarar su fama porque Él es la única puerta y camino a la salvación. Él es el único que puede llevarnos a aprender la verdad a través de su Espíritu Santo. Y Él es el único que puede derramar luz en nuestra oscuridad para ayudarnos a vivir la vida de abundancia que murió para darnos.

En segundo lugar, no debemos tratar a Jesús sólo como una celebridad y usar su nombre para recordar sólo las cosas del pasado mientras abandonamos sus caminos en el ahora. Esto sucede cuando nos negamos a ser cambiados del viejo odre y todavía fingimos ser usados por Dios cuando en realidad, nuestra vieja condición no en nuestra edad sino en nuestra mentalidad se pone de obstáculo para ser usado de Él cuando viene a visitar a su iglesia. La intimidad con Él se ha convertido en una cosa del pasado para muchos cristianos y la lectura de su palabra se hace como una rutina, para chequear en nuestra lista de que haceres diarios en lugar de buscar tener encuentros con su espíritu que traen la transformación por la renovación de nuestra mente.

Dar la bienvenida a lo nuevo que Dios quiere traer es rechazado por muchos que se establecen en las tradiciones y permiten que el miedo les impida experimentar lo que no han conocido antes, pero que es el requisito que nos ayudará a cumplir nuestro llamamiento y ser relevantes en estos últimos tiempos. No podemos recurrir a las cosas viejas que Dios ha hecho en nuestras vidas y a través de nosotros y decir que todavía estamos caminando en relevancia con su Espíritu. Esta relevancia sucede cada vez que el logos de su palabra se convierte en un Rhema que nos ayuda a verlo de una manera nueva y también nos ayuda a avanzar hacia nuestro destino en Él. Sin estas revelaciones, sólo nos alimentamos de información histórica. Lo peligroso de esto es que estas son señales de que la presencia de Dios se ha apartado de alguien o de un grupo entero y servirle se convierte en una tarea más que un privilegio gozoso.


Otra cosa triste que he presenciado es cuando he estado alrededor de algunas personas que se comportaron de manera inmadura. Incluso gente en posiciones de liderazgo. Pero después de no estar cerca de ellos durante un año o dos y estar con ellos nuevamente por un tiempo, nada habían cambiado y todavía actuaban y reaccionaban a las circunstancias de la misma manera inmadura y tratando a las personas que no están de acuerdo con su carnalidad en formas que son contrarias a lo que dice la palabra. Estas personas pensaron y se comportaron como si fueran mejores que otras y trataron las situaciones en que estaban involucrados más como niños de tres años de edad que atesoran y acaparan sus juguetes o caramelos lejos del alcance de otros y todavía esperan que Dios los promocione en la próxima temporada. Lucas 12:48 dice:

Pero el que no entendió, aunque hizo cosas dignas de azotes, recibirá pocos azotes. Porque de todo aquel a quien le ha sido dado mucho, mucho se demandará de él; y de aquel a quien confiaron mucho, se le pedirá más.”

También debemos recordar que Dios no es burlado y lo que hemos sembrado en la temporada pasada es lo que será cosechado. Gálatas 6:7 nos recuerda, No se engañen; Dios no puede ser burlado. Todo lo que el hombre siembre, eso mismo cosechará. Porque el que siembra para su carne, de la carne cosechará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna.”

Una regla de medición también ha sido traída para medirnos contra la verdad de su palabra en Gálatas 5:22-26 que dice: 22 Pero el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre y dominio propio. Contra tales cosas no hay ley 24 porque los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
25 Ahora que vivimos en el Espíritu, andemos en el Espíritu. 26 No seamos vanidosos, irritándonos unos a otros y envidiándonos unos a otros.”

Aquellos que han sido encontrados no midiendose a la altura de la medida que busca Dios en ellos por causa de su inmadurez emocional y espiritual, especialmente aquellos que ocupan posiciones de liderazgo o aspiran a tales posiciones, están siendo enviados en su lugar a un período de descontaminación de la influencia del espíritu de este mundo que implica una apremiante temporada en el desierto de pruebas donde aprenderan a conocer a Dios y a sí mismos y se aferrarán a Él para asegurarse de que Él los conoce. En este lugar, también serán reducidos a Cristo y aprenderán a estimar a otros más altamente de lo que piensan de sí mismos.

Romanos 12:3 dice:Digo, pues, a cada uno de ustedes por la gracia que me ha sido dada, que nadie tenga más alto concepto de sí que el que deba tener; más bien, que piense con sensatez, conforme a la medida de la fe que Dios repartió a cada uno.”


Parte de las cosas que el Señor encuentra en estas personas es que se entregan fácilmente a calumnias, chismes, a señalar el dedo, y a convertirse en obstáculos para el avance de otros. Dios en su gracia y misericordia, ha tratado de atraerlos a Él con el fin de sanarlos de las heridas en su alma que los han cegado a su mentalidad y comportamiento inmaduro para que puedan llegar a ser emocionalmente maduros, pero han huido continuamente de Él y de su método de sanación. Hemos mencionado antes que el problema de la inmadurez emocional es que se interpone en el camino de la madurez espiritual. Pero estamos llamados a alcanzar la unidad en la fe y en el conocimiento del hijo de Dios. Un creyente maduro es aquel que alcanza la medida de la plenitud de Cristo que le permite trabajar en unidad con otros como lo expresa Efesios 4:13,

13 hasta que todos alcancemos la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, hasta ser un hombre de plena madurez, hasta la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.” 

Cuando permitimos que el Señor nos dé su toque sanador que resucita aquellas áreas que han muerto en nuestras almas a causa del pecado y las heridas, así como los traumas, podemos ser libres para experimentar más de Él y conocerlo no sólo en la comunión de su sufrimiento, sino también al compartir su gloria que nos lleva a tener vida más abundantemente porque su presencia está morando entre nosotros. Por otro lado, cuando nos escapamos de nuestros problemas, y en su lugar tratamos de resolverlos de acuerdo a nuestro propio entendimiento y traemos soluciones hechas por el hombre en lugar de las soluciones divinas que recibimos de nuestros tiempos de intimidad con el Espíritu Santo, estamos tomando medidas para recorrer la montaña de la desesperación y pruebas una vez más porque no hemos aprendido que para vencer al enemigo de nuestras almas tenemos que aferrarnos al amante de nuestras almas (Jesucristo).

Esto sucede cuando hacemos lo que Romanos 12:1-2 dice,1 Así que, hermanos, les ruego por las misericordias de Dios que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, que es el culto racional de ustedes. No se conformen a este mundo; más bien, transfórmense por la renovación de su entendimiento de modo que comprueben cuál sea la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.”

Estamos en tiempos en que lo que se espera de nosotros es nuestra preparación al asociarnos con Dios y aferrarnos a Él para aprender quién es Él en nuestras circunstancias, y pasar tiempo en su palabra, en la adoración, ayunando, y obedeciendo cada cmandato que sale de su boca (Mateo 4:4) que nos trae  transformación. Esto es importante porque estamos llamados a convertirnos en su imagen y semejanza cada día más. Si venimos a Él y Él se ve a sí mismo en nosotros, entonces nos dirá que nos conoce. Pero cuando evitamos el proceso cada vez y nos vemos más como el mundo que está tratando de que evitemos renovar nuestra mente, vamos a encontrar que al igual que sucedió con las vírgenes mal preparadas, la puerta también se cerrará para nosotros.

No podemos seguir evitando pasar por el proceso que saca de nosotros el aceite de la unción así como una aceituna se aplasta para que saque el aceite de oliva puro. El proceso no es agradable, pero se asegurará de que nuestra lámpara estará llena de aceite y estemos listos para recivir a nuestro novio. Recuerden que Él está buscando verse a sí mismo en nosotros y si puede verse en nosotros cono en un espejo, lo escucharemos decir, "bien hecho siervo bueno y fiel, entra en el gozo del Señor."

2 Corintios 3:18 testifica, “Así que, todos nosotros, a quienes nos ha sido quitado el velo, podemos ver y reflejar la gloria del Señor. El Señor, quien es el Espíritu, nos hace más y más parecidos a él a medida que somos transformados a su gloriosa imagen.” NTV

Sólo Dios sea toda la gloria.

Escrituras tomadas de la Reina Valera Actualizada excepto donde notado.

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