Isaias 45:4-5
4 “A
causa de mi siervo Jacob, y de Israel mi escogido, yo te llamo por tu nombre.
Te doy un título de honor, aunque tú no
me conoces. 5 Yo soy el SEÑOR, y no hay otro.
Aparte de mí no hay Dios. Yo te ciño, aunque
tú no me conoces,” RVA-2015 (Énfasis en negrita míos).
Adán perdió su posición en el jardín del Edén por el cual
había obtenido su empoderamiento, autoridad y su capacidad de ser una
bendición. Ya no podía co-gobernar y co-reinar con nuestro Señor. La serpiente le
robó todo eso al llevarlo a través de Eva a ignorar el mandato soberano de Dios
para ellos de no comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal.
Él también le abdicó su autoridad a ella y le permitió usar su autoridad para desobedecer.
Pero aún más que eso, él perdió algo que era mucho más valioso
— su relación con Dios el Padre. La serpiente le hizo olvidar lo que tenía en
su relación con Dios — un Padre que cuidó bien de él, lo protegió, proveyó para
él, y lo estableció en su propósito en la tierra. El Padre también le dijo a
Adán cómo prepararse para las cosas venideras al informarle de cómo se movería Él
para traer más ampliación a su esfera de influencia, ya sea en el área de la
familia, o para continuar siendo su conducto de la gloria que traía su poder
sobrenatural a ella.
Aparte de tener conocimiento de Dios como nuestro Padre,
muchos de nosotros hemos recurrido a querer protegernos, proveernos a nosotros
mismos, y establecernos en nuestro destino a nuestra manera y en nuestro tiempo.
Esto ciertamente no crea cosas para la eternidad que pueden trascender
generaciones de una manera positiva y recta. Dios es nuestro creador y muchas
personas lo buscan por eso en sus vidas. También lo conocen como libertador, sanador,
proveedor, torre fuerte que los cubre y defiende, pero no lo conocen como Padre.
Esto ha sido en muchas maneras lo que han sufrido muchos
hombres y mujeres quienes fueron robados de una relación con un padre terrenal
debido a las mentiras del diablo. Estas mentiras hicieron que muchos hombres
abandonaran sus familias, quizás porque ellos también fueron abandonados por
sus padres. Algunos padres han estado presentes en la vida de sus hijos pero
ausentes en sus emociones y reacios a tener una relación significativa con
ellos. En cambio, los hijos y su cónyuge enfrentan abuso, abandono y el modelo
de una imágen torcida de que el cuidado de alguien sólo significa tener sus necesidades
materiales satisfechas pero no sus necesidades emocionales o relacionales. El
Salmo 27:10 nos dice que el carácter de Dios nuestro Padre no es de abandonarnos.
dice,
“Mis padres podrán
abandonarme,
pero tú me adoptarás como hijo.” TLA
pero tú me adoptarás como hijo.” TLA
Hebreos 13:5 también dice, “No vivan preocupados por
tener más dinero. Estén contentos con lo que tienen, porque Dios ha dicho en la
Biblia:
“Nunca
te dejaré desamparado.” TLA
Los ataques y la ruptura que el enemigo ha traído en el
área de la familia han sido implacables y fue iniciado en el jardín del Edén
cuando él tomó de Adán el sacerdocio y la autoridad necesaria para que él
representara a Dios en la tierra no sólo como co-gobernante con Dios , sino
también como cabeza de su familia. Pero esta ruptura no puede ser reparada sin
una relación con Dios nuestro Padre. Él es un Dios que anhela tener relación personal
con nosotros y su Hijo Jesús murió en la Cruz para que pudiéramos ser
reconciliados con Él después de la caida de Adán.
Jesús mismo trajo de vuelta la doctrina de la relación personal
y la comunicación que fueron perdidas en el jardín al demostrar su relación con
el Padre, y nos enseñó a comunicarnos con Él a través de la oración que lo
reconoce como la fuente de nuestra vida en cada área por el cual primero lo
alabamos y le damos las gracias por ser nuestro Padre amoroso, misericordioso,
e grande. Mateo 6:9 nos dice,
“Ustedes deben orar así:
‘Padre
nuestro
que estás en el cielo:
Que todos reconozcan
que tú eres el verdadero Dios.
10 Ven y sé nuestro único rey.
Que todos los que viven
en la tierra te obedezcan,
como te obedecen
los que están en el cielo.
11 Danos la comida que necesitamos hoy.
12 Perdona el mal que hacemos,
así como nosotros perdonamos
a los que nos hacen mal.
13 Y cuando vengan las pruebas,
no permitas que ellas nos aparten de ti,
y líbranos del poder del diablo.’” TLA
que estás en el cielo:
Que todos reconozcan
que tú eres el verdadero Dios.
10 Ven y sé nuestro único rey.
Que todos los que viven
en la tierra te obedezcan,
como te obedecen
los que están en el cielo.
11 Danos la comida que necesitamos hoy.
12 Perdona el mal que hacemos,
así como nosotros perdonamos
a los que nos hacen mal.
13 Y cuando vengan las pruebas,
no permitas que ellas nos aparten de ti,
y líbranos del poder del diablo.’” TLA
Después de que Jesús ascendió al cielo, Él envió al
Espíritu Santo para que nos ayudara a tener esa comunicación y relación con el
Padre. Romanos 8:14-16 nos informa,
14 “Todos los que viven en obediencia al
Espíritu de Dios, son hijos de Dios. 15 Porque el
Espíritu que Dios les ha dado no los esclaviza ni les hace tener miedo. Por el
contrario, el Espíritu nos convierte en hijos de Dios y nos permite llamar a
Dios: ‘¡Papá!’ 16 El Espíritu de Dios se une a
nuestro espíritu, y nos asegura que somos hijos de Dios.”
Tener esta relación con Dios nuestro Padre es lo que nos
ayuda a recibir las revelaciones que necesitamos para caminar y avanzar en
nuestro destino como hijos e hijas, co-gobernantes, sacerdotes que pasamos
tiempo en su presencia y como reyes que defendemos el Reino o esfera de
autoridad e influencia que se nos ha dado en la tierra. Mateo 16:16-19 dice,
16 “Pedro
contestó:
—Tú
eres el Mesías, el Hijo del Dios que vive y da vida.
17 Jesús le dijo:
—¡Bendito
seas, Pedro hijo de Jonás! Porque no sabes esto por tu propia cuenta, sino que
te lo enseñó mi Padre que está en el cielo. 18 Por
eso te llamaré Pedro, que quiere decir “piedra”. Sobre esta piedra construiré
mi iglesia, y la muerte no podrá destruirla. 19 A
ti, Pedro, te daré autoridad en el reino de Dios. Todas las cosas que tú
prohíbas aquí en la tierra, desde el cielo Dios las prohibirá. Y las cosas que
tú permitas, también Dios las permitirá.” TLA
El tener esta relación con el Padre a través del Espíritu
Santo abre el camino para que nosotros recibamos estas revelaciones para hacer venir
su Reino y su Gobierno en la tierra y ver su poder vencedor en nuestras vidas
contra las puertas del infierno que se levantan contra nosotros para robar,
matar y destruirnos a nosotros y nuestro propósito. También nos ayuda a recibir
las llaves o estrategias para ejecutar y hacer cumplir su autoridad y volvernos
cada vez más como su imagen y semejanza. Génesis 1:26-27 explica:
26 “Entonces
dijo Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y
tenga dominio sobre los peces del mar, las aves del cielo, el ganado, y en toda
la tierra, y sobre todo animal que se desplaza sobre la tierra”. 27 Creó,
pues, Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los
creó.”
RVA-2015
Además, Génesis 22:17 dice, “de cierto te bendeciré y en gran manera
multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que
está en la orilla del mar. Tu descendencia poseerá las ciudades de sus
enemigos.” RVA-2015
La escritura dice que Dios nos bendice y nos multiplica.
Sin embargo, la multiplicación en lo natural no es lo mismo que la
multiplicación en el espíritu. En aritmética, se dice que al multiplicar, el
orden de los factores no altera el producto. Pero al hacer las cosas en el
espíritu, el orden de los factores si afecta el producto o los resultados porque
Dios es un Dios de orden, y no de confusión (1 Corintios 14:33).
Este orden referido aquí es el orden que reconoce a Dios
nuestro Padre, Dios el Hijo, y Dios Espíritu Santo como nuestra cabeza
espiritual y a nosotros como hijos e hijas, siervos, sacerdotes, y reyes en la
tierra que también reconocemos el orden establecido en la tierra con el hombre
como la cabeza del hogar. 1 Corintios 11:3 destaca esto,
“Pero
quiero que sepan que Cristo es la cabeza de todo hombre, y el hombre es la
cabeza de la mujer, y Dios es la cabeza de Cristo.”
RVA-2015
Por lo tanto, el orden espiritual establecido para
nosotros es Dios el Padre como la cabeza de Cristo Hijo. El Hijo (Jesucristo
por su Espíritu Santo) como la cabeza del hombre, y el hombre como la cabeza de
la mujer. Los hombres y las mujeres, por ignorancia, han ignorado e incluso se han
puesto en contra de este orden establecido que ha traído el caos y hasta la
abominación a sus vidas.
Pero Dios nos está llamando a apartarnos de esta
confusión y buscarlo reconociéndolo a Él como nuestra cabeza spiritual y a
respetar la cabeza que Él estableció en la tierra para que nosotros evitemos
las tormentas en nuestras vidas que quitan su presencia gloriosa y nos protege,
provee, y establece en nuestro propósito con autoridad y empoderamiento porque Él
es la fuente de vida para nosotros.
Oremos:
Padre celestial, te adoramos y exaltamos porque tú eres
el soberano Dios de nuestras vidas, nuestro Señor, y fuente de vida. A través
de la muerte en la Cruz de tu Hijo Jesús nos diste acceso nuevamente a ti y por
eso te damos gracias. Eres un Dios misericordioso que nos perdona nuestras faltas
y nos ayuda a caminar y vivir como tú has planeado y propuesto para nosotros en
la tierra. No hay otro Dios como tú y nadie se puede comparar a ti. Te damos el
honor y la gloria que mereces porque solo tu eres digno de nuestra alabanza.
También buscamos tu rostro con humildad y te pedimos que
nos rompas de toda dureza en nuestros corazones, nos restaures en nuestras
áreas quebradas para que podamos vivir en el orden que has establecido para
nosotros contigo como nuestra cabeza espiritual y el hombre como la cabeza en
cada familia donde él busca tu presencia con oración e intercesión por su
familia, y contigo se convierte en la autoridad, el proveedor, el protector y
el que te busca para saber las cosas venideras para nosotros. Ayúdanos Padre a que
nuestras familias sean restauradas de nuevo a tí y de nuevo al uno con el otro
con honor primero a ti. También te agradecemos porque nunca nos dejas ni nos
abandonas y nos ayudas a conocerte más como nuestra fuente de vida y rectitud.
Te lo pedimos en el nombre de tu hijo Jesús. El nombre sobre todo nombre. Amén.
Sólo Dios sea toda la gloria. ▪
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