Tuesday, March 20, 2018

Dejando lo Familiar para Dar a Luz a las Promesas de Dios

Lucas 2:4-7
Como José era descendiente de David y vivía en Nazaret, que era una ciudad de Galilea, tuvo que ir a Belén, la ciudad de David, que estaba en Judea, para inscribirse junto con María, que estaba desposada con él y se hallaba encinta. Y mientras ellos se encontraban allí, se cumplió el tiempo de que ella diera a luz, y allí tuvo a su hijo primogénito; y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en ese albergue.” RVC

Es interesante ver que cuando llegó el momento de que María diera a luz a su hijo, Dios orquestó que ella y José tuvieran que abandonar la región que les era familiar para tener lo que Él le había prometido a través del ángel Gabriel. En Lucas 1:28, el ángel la saludó reconociendo que era favorecida y que el Señor estaba con ella. Esto es importante destacar porque en el momento en que ella y José estaban pasando por su proceso que los llevó al nacimiento del niño, terminaron teniendo que ir a un establo, un lugar que unos pocos animales llamaban su hogar. Olía mal allí, y estaba lleno de desecho de animal, lo que hizo de ese escenario el menos deseado para dar a luz a un bebé.

En ese momento, cuando no podían encontrar un lugar oportuno para quedarse donde pudieran estar más confortables y tener las comodidades necesarias para que María diera a luz al niño en un ambiente saludable, parecía que estaban lejos de ser favorecidos y probablemente se preguntaban ¿dónde estaba Dios para ellos? porque estaban siendo rechazados dondequiera que iban, pero Dios estaba con ellos todo el tiempo, alejándolos de su entorno familiar para mostrarse como el Dios que hace todas las cosas posibles y el que puede hacer de una situación que parecía indigna, resultar ser la mejor cosa que podría haberles sucedido. El versículo 35 de Lucas 1 también dice,

35 El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el Santo Ser que nacerá será llamado Hijo de Dios.” RVC

Este nacimiento fue hecho por el poder del Espíritu Santo y no se pudo hacer en la las fuerzas y habilidades de María y José. El Espíritu Santo la eclipso para que este nacimiento pudiera tener lugar y el niño Jesús, el Hijo de Dios, pudiera ser Santo, puro, y sin pecado a lo largo de su tiempo en la tierra. Es asombroso ver que lo que fue impuro en el momento de su debut en la tierra fue el comienzo de un vivir con pureza y santidad, lo que eran necesarios para que Jesús venciera al enemigo que se levantó en su generación y para el cual eventualmente permitió que el Padre lo llevara a través de su propio proceso que le ayudaría a dar a luz su victoria sobre su enemigo y la salvación de la humanidad en muchas generaciones después de la suya.


Pero su proceso en el jardín de Getsemaní, donde todo era menos que cómodo, es donde él tuvo que enfrentar sus propios miedos y debilidades e intercambiarlos por la gracia del Padre para vencer. Esto era también una manera que era contraria a las formas carnales del hombre. Para ello, su proceso significaba ir a la Cruz y morir durante tres días para liberar a muchos cautivos y dar a los hombres los dones necesarios para que obtuvieran una alimentación espiritual equilibrada que les ayudará a alcanzar la misma estatura, fortaleza y plenitud espiritual que Jesús había alcanzado.

Con esto, también nos estaba dando el ejemplo de que se necesita pasar por el desierto de las pruebas y estar en entornos que son menos que deseables para que nos hagamos fuertes en espíritu y obtener los niveles de autoridad y poder necesarios para derrotar al enemigo que se levanta en nuestra generación y por la cual Dios nos usará para cumplir su juramento hecho a Moisés en Éxodo 17:14-16 que dice,

14 El Señor le dijo a Moisés:
‘Escribe esto en un libro, para que se recuerde, y dile a Josué que yo borraré por completo la memoria de Amalec.’
15 Luego Moisés levantó un altar y le puso por nombre Adonay Nisi, 16 porque dijo: ‘La mano de Amalec se levantó contra el trono del Señor. Por eso el Señor estará en guerra contra Amalec de generación en generación.’” RVC

En este pasaje vemos que Dios Altísimo hizo un juramento y prometió que a través de su pueblo en cada generación, Él lucharía contra la generación del espíritu del Anticristo representado a través del pueblo de Amalec. Este es un espíritu de idolatría y rechazo de Dios y sus caminos. El espíritu que gobierna este mundo e influye a muchos a que se alejen de caminar en la pureza y la santidad que son requeridos para vencer este espíritu por cada creyente que le permita a Dios llevarlo a través del desierto de pruebas y tribulaciones diseñados para remover su influencia de nosotros y donde aprendemos el llamado y propósito de nuestra vida y también aprendemos a tener dependencia total de Dios y sus caminos insondables como María y José aprendieron cuando fueron guiados por el Señor para colocar al niño en un pesebre en lugar de una cuna.

Del mismo modo, porque Dios los llevó a una situación con la que no estaban familiarizados, tuvieron que aferrarse a Él totalmente y reconocerlo en todos sus caminos (Proverbios 3:5-6) para poder ver un resultado victorioso que era sobrenatural en su naturaleza porque servían a un Dios sobrenatural. A este establo y no a un hotel lujoso es donde los pastores fueron conducidos a ir y rendir honor y los Reyes Magos vinieron a traer regalos al niño que crecería para ser grande y lograr grandes cosas para el Reino de Dios. Lucas 1:32-33 dice sobre Él,

32 Éste será un gran hombre, y lo llamarán Hijo del Altísimo. Dios, el Señor, le dará el trono de David, su padre, 33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.’” RVC

Además, por causa del nacimiento del niño Jesús también surgió la persecución de parte de los influidos por el espíritu del Anticristo y esto es algo que veremos en nuestros tiempos en el desierto, pero esos tiempos sirven para que nosotros trabajemos nuestros músculos guerreros que nos ayudarán a llegar a ser como David que era un adorador, pero también un guerrero. Así también, en condiciones como la persecución, también aprendemos a adorar al Señor como estilo de vida y asociamos con Él para ver el cumplimiento de su promesa en Éxodo 17 a nuestro favor y a través de nosotros en nombre de aquellos a los que estamos llamados a liberar e influir por el Reino.


Por último, un hecho más acerca de cómo Dios nos lleva fuera de lo que sería más cómodo y familiar para nosotros con el fin de llevarnos al lugar y el tiempo en que tendremos encuentros con Él y verlo de nuevas maneras, se encuentra en Juan 19:17-18. El pasaje dice,

17 Con su cruz a cuestas, Jesús salió al llamado ‘Lugar de la Calavera’, que en hebreo es “Gólgota”, 18 y allí lo crucificaron. Con él estaban otros dos, uno a cada lado suyo, y Jesús en medio de ellos.” RVC

Gólgota o lugar de la Calavera es donde vemos que Jesús fue crucificado. El tuvo que llevar su Cruz por sí mismo y a veces con ayuda, pero no fue crucificado en Jerusalén lo que habría sido el lugar obvio. Fue guiado por Dios fuera de la ciudad para ver la profecía sobre Él que decía que se convertiría en el Rey de los judíos cumplida de la manera contraria a los caminos del hombre porque la sabiduría de Dios no es como la nuestra. Sus pensamientos no son nuestros pensamientos y sus caminos no son nuestros caminos (Isaías 55:8-9).

Sólo Dios sea toda la gloria. ▪

Imágenes de Google Images


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