Hebreos 4:12
“La palabra de Dios es viva y
eficaz, y más cortante que las espadas de dos filos, pues penetra hasta partir
el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos
y las intenciones del corazón.” RVC
Como lo describe
la escritura, la palabra viva y poderosa de Dios está activamente con
nosotros hablándonos y trabajando efectivamente en nuestras vidas. Y cuando se trata de las promesas que Dios nos
da, la palabra es también más aguda que una espada de dos filos que corta en
dos direcciones. Primero, como lo hizo con Jesús, Dios nos lleva por
su Espíritu al desierto de pruebas (Mateo 4:1) porque en este lugar Él nos
ayuda a conocer su propósito para nuestra vida y nos desarrolla según nuestro
llamamiento.
Este lugar también está diseñado para cortar nuestras actitudes carnales e influencias del espíritu de este mundo en nosotros. Esto
es necesario porque nuestro espíritu necesita envolver nuestra alma y de esa
manera nos volvemos más sensibles y receptivos a las indicaciones del Espíritu
de Dios en lugar de razonar todo y permitir que la duda y la incredulidad nos
descarrilen del curso que Dios quiere que tomemos. Al principio esto es difícil
para nuestra carne, pero cuanto más obedecemos las indicaciones y los mandatos
de Dios, más tomaremos su yugo fácil y carga ligera (Mateo 11:28-30) mientras
recibimos su gracia para hacer las cosas que Él nos ha llamado a
hacer.
Lo que es más, en
este lugar, mientras que Dios está recortando todos los enemigos de nuestro
llamado dentro de nosotros, Él también está trabajando con nosotros
para el desarrollo de la unción que hará lo exclusivo de nuestro llamamiento una
realidad y que al asociarnos con el Espíritu Santo, aplicará el segundo filo de la
espada que removerá el enemigo de nuestra cosecha. Este
segundo filo de la espada también liberará a los cautivos cuando lleguemos a
nuestro lugar asignado. Por lo tanto, cuanto mayor sea el tiempo de preparación
que pasemos en el desierto, más grande será la unción para cumplir el propósito
de Dios para nuestra vida. Es por eso que nuestra compresión de la
gran necesidad que tenemos de pasar tiempo en la presencia de Dios es crucial
durante nuestro tiempo de preparación, así como cuando lleguemos a nuestro lugar y tiempo destinado por Dios.
Algunos ejemplos de personas que Dios tomó por
este proceso de ser cortados en su interior durante su tiempo en el desierto de
pruebas por el primer filo de la espada son David, José y Ester. Cada uno de
ellos pasó por períodos en los que Dios necesitó quitar las cosas que les
impedían llegar a su lugar de destino. David necesitaba aprender a conquistar
sus temores representados en su contienda y victoria contra el León. Él también
necesitó superar sus antojos carnales y sensuales representados en su lucha y
conquista contra el oso.
Para explicar
más, un antojo sensual es cuando usamos nuestros cinco sentidos para gobernar
nuestras emociones. Esto significa que si se ve bien, suena bien, sabe bien, se
siente bien, o huele bien, entonces podríamos pensar que es algo bueno. Nuestras
emociones, como parte de los tres componentes de nuestra alma, junto con
nuestra mente y nuestra voluntad, son útiles para tomar en consideración porque
pueden ayudarnos a discernir las cosas que vienen de Dios y también nos
advierten sobre las cosas que vienen del enemigo. Sin embargo, es peligroso ser
gobernados por nuestras emociones cuando Dios nos pide que seamos gobernados
por su Espíritu al Él guiarnos por nuestro espíritu a hacer algo que
nos parece inusual o que no tiene sentido para nosotros. Estamos llamados a no
ser movidos por lo que vemos u oímos con nuestros sentidos naturales, sino a
discernir con nuestros sentidos espirituales la fuente de lo que sea que
estamos encontrando en nuestro caminar. Isaías 11:1-3 dice:
1 “Entonces un retoño brotará del tronco de Isaí,
Y un vástago dará
fruto de sus raíces.
2 Y reposará sobre El el Espíritu del Señor,
Espíritu de sabiduría y de inteligencia,
Espíritu de consejo y de poder,
Espíritu de conocimiento y de temor del Señor.
3 Él se deleitará en el temor del Señor,
Y no juzgará por lo que vean Sus ojos,
Ni sentenciará por lo que oigan Sus oídos;” (NBLH)
2 Y reposará sobre El el Espíritu del Señor,
Espíritu de sabiduría y de inteligencia,
Espíritu de consejo y de poder,
Espíritu de conocimiento y de temor del Señor.
3 Él se deleitará en el temor del Señor,
Y no juzgará por lo que vean Sus ojos,
Ni sentenciará por lo que oigan Sus oídos;” (NBLH)
Es por eso que el desierto de pruebas nos ayuda a
traer nuestra alma de vuelta a la vida en las áreas donde fue cortada por las
heridas y el pecado que cometimos cuando fuimos influenciados por el espíritu
de este mundo para que podamos hacer nuestros sentidos espirituales fuertes y
ser capaces de discernir las cosas que encontramos y, de acuerdo con el
liderazgo del Espíritu Santo, dar a cada situación el tratamiento adecuado. En
otras palabras, entonces podremos mostrar la justicia de Jesús y nuestra semejanza
a Él para aquellos a quienes estamos llamados a influir porque hemos aprendido
a ser conformados a su imagen y semejanza.
José experimentó esos
cortes en su interior cuando fue arrojado en el poso por sus hermanos, luego fue
vendido a un conductor de esclavos egipcio, y después colocado como
administrador en la casa de Potifar donde fue acusado erróneamente, lo que lo
mandó a la prisión antes de que pudiera ir al Palacio. Ester también necesitó
pasar por sus doce meses de tratamientos de belleza prescritos para su
purificación. Esto era necesario antes de que ella fuera a la habitación donde encontraría
favor con el rey y fuera elegida la reina que reemplazaría a la reina Vasti.
Como se mencionó
antes, el otro filo de la espada corta a los enemigos
que quieren impedir nuestro avance hacia nuestro destino. Cuando esto sucede,
el enemigo que solía burlarse y acosarnos porque tenía cosas en común con
nosotros a través de los enemigos internos que teníamos, encontrará nuestra
casa limpia. No hay más miedo porque hemos aprendido a caminar por la fe y no
por la vista, no hay orgullo porque hemos aprendido a humillarnos y someternos
a Dios y esperar la temporada debida que él ha escogido para exaltarnos a
nuestro lugar de asignación, y todos los ídolos que habíamos levantado antes
han sido derribados de sus pedestales. Por eso, veremos lo que Jesús dijo en Juan 14:29-31,
29 “Y
se lo he dicho ahora, antes que suceda, para que cuando suceda, crean. 30 No
hablaré mucho más con ustedes, porque viene el príncipe (gobernante) de este
mundo, y él no tiene nada en Mí; 31 pero para que
el mundo sepa que Yo amo al Padre, y como el Padre Me mandó, así hago. Levántense, vámonos de aquí.” NBLH
Cuando es tiempo
de que veamos a Dios usar el segundo filo de la espada para remover a nuestros
adversarios, no puede haber nada en común con el enemigo en nosotros. En el
caso de David, vimos esto cuando era su momento de enfrentarse contra Goliat el
gigante hechicero. En ese momento, el espíritu de David estaba fuerte y listo para seguir
la guía del Espíritu de Dios para ver ser removido al enemigo de su avance hacia su promesa de Dios
de convertirse en rey de Israel. Al asociarse con
Dios, David pudo ver el uso enérgico del segundo filo de la espada que se usó
en él, pero esta vez se usó para cortar al enemigo de su destino.
José también se
hizo fuerte a través de las pruebas que probaron la promesa de Dios en su vida
y luego él fue capaz de ver al enemigo de la prosperidad de Egipto ser vencido.
Egipto fue la tierra que se le dio para gobernar como segundo al mando después del
Faraón y su enemigo fue una hambruna devastadora. Como José triunfó sobre sus
enemigos internos dentro de su tiempo en el desierto de pruebas, fue ascendido
a una posición importante y estratégica que ayudó a hacer de Egipto en esos
tiempos, el país más poderoso de la tierra debido a la capacidad de José para
destruir la sequía y su familia también pudo prosperar en ese lugar.
Además, después
de que Ester completó su período de purificación mientras permanecía fiel a sus
raíces judías, ella recibió el favor del rey y después de escuchar acerca del
complot de Amán contra los judíos, ella se dio cuenta que no iba
a ser salvada aunque estuviera en el Palacio. Así que después de tres días de
ayuno, ella fue y se presentó sin previo aviso ante el rey, a pesar de estar
violando la ley. Pero en vez de perder su vida, ella recibió el cetro de redención. Lo
que siguió después fue la primera cena a la que ella invitó al rey y a Amán y durante
la cena del segundo día ella le reveló al rey la malvada conspiración de Amán contra
su pueblo. Esto causó que Amán fuera colgado en la horca que había
levantado para Mardoqueo, el tío de Ester quien le reveló el complot y le
ordenó que hablara con el rey para ver al enemigo de su pueblo juzgado y
removido.
En esencia, el
primer filo de la espada se utiliza para cortarnos a nosotros, y cuando Dios ha
eliminado de dentro de nosotros todo lo que obstaculizaría nuestro avance a
nuestro destino, entonces él aplica el segundo filo de la espada para eliminar
al enemigo que había tratado de detener, descarrilar, o hacer que nos perdamos de
nuestro destino. A medida que nos asociamos con Dios y obedecemos sus mandatos,
podremos decir a los gigantes en nuestra tierra que el mismo Dios que nos dio
la victoria contra los temores y los antojos carnales dentro de nosotros, ahora
nos dará la victoria sobre cada enemigo de nuestro llamamiento y lo veremos
terminado y eliminado.
Ahora, por favor oren
conmigo. Padre celestial, me entrego a ti humilde y sinceramente y te invito a
que recortes de dentro de mí a cada enemigo que está acosando mi alma y los
miedos así como todos los antojos sensuales y carnales que podrían hacerme
descarrilar de mi destino propuesto por ti para mi vida. Te pido Señor, que al
sostener mi mano mientras camino en este desierto, me despojes de todas esas
cosas en las cuales el enemigo de mi llamado ha tenido algo en común conmigo.
Ayúdame a amar el pasar tiempo en tu dulce y preciosa presencia donde puedo ser
renovado y conformado a tu imagen y semejanza cada día más. De esta manera, mientras me asocio contigo
puedo ver la eliminación del enemigo de mi destino. Pido
esto con acción de gracias de antemano por lo que ya has hecho, en el poderoso
nombre de Jesús. Sólo a Dios sea toda la gloria. ▪
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