Mateo 19:20-21
“20 El joven le dijo: “Todo esto lo he cumplido desde mi
juventud. ¿Qué más me falta?” 21 Jesús le dijo: “Si quieres ser
perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro
en el cielo. Después de eso, ven y sígueme.”
Una persona que ha
alcanzado el estado espiritual de la perfección, necesario para estos últimos
tiempos es alguien que ha llegado a la comprensión de que como ciudadanos del
cielo, somos también responsables por todo lo que Él nos ha confiado en la
tierra, ya sean personas que Él ha puesto bajo nuestro cuidado, nuestras
empresas o ministerios, nuestras finanzas y todo lo que Dios decidió darnos para
multiplicar y para avanzar su Reino. Pero en referencia a la Escritura en Mateo 19, Dios
está hablando de la perfección que viene a través de la venta. Esto significa que
Dios nos dio la capacidad de adquirir algo o algunas cosas que fueron puestas
en nuestra posesión para crecerlas, pero al final, estábamos haciendo eso para
que otros puedan tener el beneficio de esas cosas.
Hay ejemplos de esto
en la Biblia. Pueda que haya leído estos ejemplos que voy a mencionar en
algunas de mis otras enseñanzas de este blog, pero son los mejores para
ilustrar esta comprensión que llega a nosotros por la gracia de Dios y por la que
la Iglesia de los últimos tiempos necesita despertar. La razón fundamental de
esto es que Dios quiere eliminar la pobreza de la Iglesia, pero todos nosotros necesitamos
participar de esto. Dios le dio más responsabilidad a unos y menos responsabilidad
a otros, pero sin importar la cantidad, el tipo de responsabilidad, o la
capacidad para obtener riquezas, no es para que nosotros lo acaparemos todo. Es
para hacer avanzar su Reino y una de las principales formas de hacerlo es
ayudando a otros en la Iglesia a ser liberados de la pobreza y la carencia.
Hechos 2:44-45 dice, “44 y todos los que habían
creído se mantenían unidos y lo compartían todo; 45 vendían sus
propiedades y posesiones, y todo lo compartían entre todos, según las
necesidades de cada uno.
Hechos 4:32-37 también
nos indica, “32 Todos los
que habían creído eran de un mismo sentir y de un mismo pensar. Ninguno
reclamaba como suyo nada de lo que poseía, sino que todas las cosas las tenían
en común. 33 Y los apóstoles daban un testimonio poderoso de la
resurrección del Señor Jesús, y la gracia de Dios sobreabundaba en todos ellos.
34 Y no había entre ellos ningún necesitado, porque todos los
que poseían terrenos o casas, los vendían, y el dinero de lo vendido lo
llevaban 35 y lo ponían en manos de los apóstoles, y éste era
repartido según las necesidades de cada uno. 36 Fue así como
José, un levita de Chipre, a quien los apóstoles apodaban Bernabé (que
significa, Hijo de consolación), 37 vendió un terreno de su
propiedad y entregó a los apóstoles el dinero de la venta.”
Esto es necesario en
este año de jubileo porque todo lo que legítimamente nos pertenece como hijos
de Dios ahora regresará a nosotros. Me refiero a la gran gracia de Dios
otorgada a la Iglesia primitiva que hizo que ellos se dieran cuenta de que nada
de las cosas que poseían eran para utilizarlas para sí mismos, sino que eran para
compartir con otros. De esta manera también estaremos manifestando el amor
perfecto de Dios a nuestros hermanos y hermanas como se describe en 1 Corintios
13:10 que dice,
“10 pero cuando venga lo perfecto, lo que es imperfecto se
acabará.”
En este contexto, estábamos
haciendo las cosas parcialmente, pero no teníamos un entendimiento completo de
los caminos del Reino de Dios que son necesarios para nosotros operar en estos últimos
tiempos, y esta forma de compartir es parte de la gloria de la última casa que será
mayor que la gloria de la casa del principio. Dios también prometió que en su Iglesia
habrá paz (Hageo 2:9). Esta paz es el Shalom que abarca toda la vida abundante
que Jesús murió en la Cruz para darnos y por la que la Iglesia debe actuar activamente
para acabar con la pobreza entre sus miembros.
Así, Dios está
haciendo guerra contra el espíritu Anticristo de la avaricia/Mamón que ha estado
obstruyendo el camino de la sanación del pueblo de Dios que ha estado clamando
a Él. Por esta razón Jesús fue al templo con un látigo para expulsar a los
cambistas. Mateo 21:12-14 explica,
12 Al entrar Jesús en el templo de
Dios, expulsó de allí a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó
las mesas de los cambistas y las sillas de los que vendían palomas; 13 y
les dijo: “Está escrito: “Mi casa será llamada casa de oración”, pero ustedes
han hecho de ella una cueva de ladrones.”
14 Mientras Jesús estaba en el
templo, algunos ciegos y cojos se acercaron, y él los sanó.
Otra cosa que se ha
visto afectada por la presencia del espíritu Anticristo que ha ocupado la casa
de Dios es que ha faltado el verdadero tipo de oración que Dios nos está
llamando a hacer colectivamente con celo y que en algunas iglesias es
inexistente, lo que hace a la iglesia ineficaz para eliminar obstáculos y lo
demoníaco que ha oprimido a su pueblo. La Iglesia de los últimos tiempos es una
iglesia apostólica que no sólo ora por los perdidos y los caídos, sino también
ora contra el enemigo y los enemigos obstructores del pueblo de Dios, ora para
el avance de la Iglesia y todo lo necesario para proclamar el Reino a las
naciones. La iglesia primitiva también demostró esto.
Hechos 2:34-35 dice,
“34 David mismo no subió a los cielos,
pero sí dice:
“Dijo el Señor a mi Señor:
Siéntate a mi derecha (de poder y autoridad),
35 hasta que yo ponga a tus enemigos
por estrado de tus pies.”(Énfasis mio).
Siéntate a mi derecha (de poder y autoridad),
35 hasta que yo ponga a tus enemigos
por estrado de tus pies.”(Énfasis mio).
Hechos 4:23-30 también
dice,
23 Una vez que fueron puestos en
libertad, ellos se fueron con los suyos y les contaron todo lo que los
principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho. 24 Al
oírlos, todos juntos elevaron sus voces a Dios y dijeron: “Soberano Señor, tú
creaste el cielo y la tierra, y el mar y todo lo que hay en ellos; 25 tú,
Padre nuestro, por medio del Espíritu Santo dijiste en labios de tu siervo
David:
“¿Por qué se amotinan las gentes,
y los pueblos piensan cosas vanas?
26 Los reyes de la tierra se reunieron,
y los príncipes se confabularon,
contra el Señor, y contra su Cristo.
y los pueblos piensan cosas vanas?
26 Los reyes de la tierra se reunieron,
y los príncipes se confabularon,
contra el Señor, y contra su Cristo.
27 “Es un hecho que Herodes y Poncio
Pilato, junto con los no judíos y el pueblo de Israel, se reunieron en esta
ciudad en contra de tu santo Hijo y ungido, Jesús, 28 para
hacer todo lo que, por tu poder y voluntad, ya habías determinado que
sucediera. 29 Ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a
estos siervos tuyos proclamar tu palabra sin ningún temor. 30 Extiende
también tu mano, y permite que se hagan sanidades y señales y prodigios en el
nombre de tu santo Hijo Jesús.”
Por esta razón el
apóstol Pablo deseaba fervientemente que seamos perfeccionados en Cristo como Iglesia
(porque Cristo era un sacerdote que murió para salvar a los perdidos pero también era un rey
que se enfrentó a Satanás y tomó las llaves del Reino nuevamente y liberó
los cautivos) como se explica en Efesios 4:13-16.
13 hasta que todos lleguemos a estar
unidos por la fe y el conocimiento del Hijo de Dios; hasta que lleguemos a ser un hombre perfecto, a la medida de la estatura de
la plenitud de Cristo; 14 para que ya no seamos niños
fluctuantes, arrastrados para todos lados por todo viento de doctrina, por los
engaños de aquellos que emplean con astucia artimañas engañosas, 15 sino
para que profesemos la verdad en amor y crezcamos en todo en Cristo, que es la
cabeza, 16 de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido
entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad
propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
Colosenses 1:28 también
establece: “28 Nosotros anunciamos a Cristo, y amonestamos y
enseñamos a todo el mundo en toda sabiduría, a fin de presentar perfecta en Cristo Jesús a toda la
humanidad.”
Por esta razón, el Señor nos amonesta en Romanos 12:2: “2 Y no adopten las
costumbres de este mundo, sino transfórmense por medio de la renovación de su
mente, para que comprueben cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno,
agradable y perfecto.”
Sólo a Dios sea toda la gloria▪
Todas las Escrituras provienen
de la Versión Reina Varela Contemporánea RVC.
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