Efesios 4:11-16 RVC
“11 Y
él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros,
evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12 a fin de
perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del
cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos lleguemos a estar unidos
por la fe y el conocimiento del Hijo de Dios; hasta que lleguemos a ser un
hombre perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; 14 para
que ya no seamos niños fluctuantes, arrastrados para todos lados por todo
viento de doctrina, por los engaños de aquellos que emplean con astucia
artimañas engañosas, 15 sino para que profesemos la verdad en
amor y crezcamos en todo en Cristo, que es la cabeza, 16 de
quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas
que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su
crecimiento para ir edificándose en amor.”
Recibir de las cinco piezas del corazón
de Dios es un requisito esencial para
que podamos alcanzar esta plenitud como Iglesia al hacer discípulos que vayan
hasta los confines de la tierra para proclamar el Evangelio del Reino de Dios.5
Esto es porque hay una tarea bíblica para el Ministerio Quíntuple
diseñada para formar el corazón de Jesucristo en nosotros. Esto significa que
cada una de las personas que representan el Ministerio Quíntuple tiene una
medida única del corazón de Dios que ellos reproducirán en nosotros y el Padre
los ha comisionado para ayudarnos a caminar en la plenitud del carácter de
Cristo con una sola mente, un solo corazón,
y en común acuerdo. Esto fue demostrado por su Hijo Jesucristo quien fue
a la Cruz para morir por nuestros pecados, resucitó y ascendió para sentarse a
la diestra del Padre.
Recurriendo
nuevamente al versículo 13 de Efesios 4, note que la Escritura habla de que
seamos “un hombre perfecto, a la medida
de la estatura de la plenitud de Cristo.” Observe que no dice a la estatura
de la plenitud de Jesús, sino a la estatura de la plenitud de Cristo. El
significado Hebreo del nombre “Jesús” es el “que salva” o “salvación” (Strong
Dictionary 2424 and 3091). 6 Pero lo que el Padre requiere de
nosotros es que nos transformemos a la plenitud de su hijo el Cristo. Esta
palabra significa “el Ungido.” Esto quiere decir que Jesús, quien fue hecho
hombre para vivir entre nosotros, necesitaba continua comunión con el Padre, lo
que lo ayudó a desarrollar su unción de rey para desatar el juicio contra el
enemigo y al mismo tiempo, como sacerdote extendió misericordia para el pueblo
que estaba perdido y contaminado con la influencia del Anticristo.
Esto expone que
para poder contrarrestar la maldad del Anticristo, nosotros tenemos que pasar
por el mismo proceso que Jesús caminó para convertirse en Cristo, El Ungido.
Este proceso conlleva tres fases en todos los niveles en los que Dios nos lleva
hasta alcanzar nuestro destino y también una vez que lleguemos a el:
1. Ir a la Cruz. El cargar nuestra cruz es necesario para eliminar la contaminación del
Anticristo en nuestra línea sanguínea espiritual y también por todos los que
estamos llamados a influenciar.
2. Resucitar de entre los muertos. Una vez descontaminados de la influencia del Anticristo en cada nivel
de nuestro proceso, podemos tener vida en abundancia y caminar en la gloria
sobrenatural que Adán y Eva perdieron con su caída.
3. Ascender para sentarnos a la
diestra del Padre. Desde este lugar podemos regir
y reinar en colaboración con el Padre a través de su Hijo para desatar juicio
contra toda oposición Anticristo al avance del Reino de Dios en nuestra esfera
jurisdiccional de influencia y autoridad. Y porque este es también su Trono de
Gracia y Misericordia, nosotros estamos llamados a colaborar con el Padre a
través de su Hijo para extender esta gracia y misericordia a muchos a los que
Él está llamando a formar parte de nuestra familia de creyentes así como para
la restauración de aquellos que se salieron del camino.
Hebreos 2:8-11 nos lleva a este entendimiento diciendo: “8 todo lo sujetaste debajo
de sus pies.””
“Así que, si Dios puso todas las cosas debajo de
sus pies, entonces no dejó nada que no esté sujeto a él. Sin embargo, todavía
no vemos que todas las cosas le estén sujetas. 9 Lo que sí
vemos es que Jesús, que fue hecho un poco menor que los ángeles, está coronado
de gloria y de honra, a causa de la muerte que sufrió. Dios, en su bondad,
quiso que Jesús experimentara la muerte para el bien de todos.
10 Porque convenía que Dios, por quien todas las cosas
existen y subsisten, perfeccionara mediante el sufrimiento al autor de la
salvación de ellos, a fin de llevar muchos hijos a la gloria. 11 Porque
el mismo origen tienen el que santifica y los que son santificados. Por eso no
se avergüenza de llamarlos hermanos.”
Como ha sido mencionado, en la Iglesia
(la casa apostólica de Dios), el
Ministerio Quíntuple nos lleva a este desarrollo apostólico para que nuestras
vidas sean llevadas también de acuerdo al orden y gobierno del Reino de Dios. Además,
esto producirá una casa apostólica fuerte con las siguientes características:
1. Hay visión y estrategia, gobierno,
rango y orden.
2. Hay expresión profética.
3. Hay familias estables (donde se
establecen valores centrados en la familia).
4. Hay oración (con intercesores y
donde se enseña el propósito de la oración).
5. Hay prosperidad y bendiciones
(basadas en lo que se enseña).
6. Hay sanación, milagros, liberación,
misiones para llegar a las comunidades y la alabanza y adoración son comunes.
7. Actividades sociales para cuidar de
nuestras comunidades se realizan en forma práctica (porque lo que tenemos no es
nuestro).
8. Los dones del espíritu están en
operación según 1 Corintios 12:7-11 y Romanos 12: 4-8.
9. También hay capacitación de
liderazgo, discipulado y se desarrollan los niños y jóvenes para el futuro.
10. Las entidades y empresarios proveen
para el Reino (con fe para levar las obras a cabo).
Como siempre, A Dios solo sea toda la
gloria.
Imagen de Google Images.
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