“12 “Si alguien lleva carne santificada en la
falda de su ropa, y con el vuelo de ella toca pan, comida, vino, aceite, o
cualquier otro alimento, ¿la carne queda santificada?” Y los sacerdotes
respondieron: “¡Por supuesto que no!” 13 Entonces les dijo
Hageo: “Si alguien que esté impuro por haber tocado un cadáver toca alguna de
estas cosas, ¿este hecho las hace impuras?” Y los sacerdotes respondieron:
“¡Por supuesto que sí!”»
14 Hageo dijo entonces:
«Así es como se porta este pueblo delante de mí, y
así también son todas las obras de sus manos. ¡Todo lo que aquí ofrecen es
impuro.
—Palabra del Señor.” RVC
Este mensaje del
Espíritu Santo está dirigido a la Iglesia, el cuerpo de Cristo. La impiedad
infecciosa a la que se refiere la última parte del versículo 13 es la brujería
en la Iglesia. Hay muchas personas que tienen un pie en el mundo y otro en el
Reino. Mientras que van a la iglesia a participar de la comida divina dada
durante los servicios, fuera de ella visitan videntes y hechiceros para obtener
pociones y amuletos para la buena suerte y otras cosas que ellos piensan les
ayudaran a salir de sus circunstancias y las pruebas de fuego a las que Dios
quiere llevarlos porque sabe que en su estado de contaminación no son eficaces
para avanzar su Reino en la tierra.
Dios está
llamando a estas personas al arrepentimiento—de su forma de pensar y comportamiento
con corazón contrito—que les ayudará a comenzar a producir fruto consistente
con su arrepentimiento y de acuerdo a la voluntad de Dios para ellos. Entonces,
aprenderán a tener el tipo adecuado de intimidad con Dios, que les permitirá
ser más fuertes en su caminar con Él. Para esto necesitan que el Espíritu
Santo los lleve al proceso que los convertirá en odre de piel nueva que puede
contener el vino nuevo que Él tan desesperadamente desea verter en
ellos para la gloria de Dios solamente. Así
podrán realmente entrar en su Reino y recibir sus promesas.
Apocalipsis
2:18-23 nos muestra cómo este espíritu se encuentra en la iglesia y cómo Jesús,
el hijo de Dios, nos encarga que no toleremos ni siquiera la apariencia de él
entre nosotros. La razón es que la levadura de los fariseos o brujería es
contagiosa. Un poco de ello es lo suficientemente influyente para contaminar todo
un grupo de personas por completo. Eso es porque todo lo que una persona que
está involucrada en la brujería toca se contamina, incluso la comida que esa
persona toca o prepara y luego alimenta u ofrece a otras personas. La escritura
dice:
“18 »Escribe al ángel de la iglesia en Tiatira:
Así dice el Hijo de Dios, cuyos ojos son como una llama de fuego, y cuyos pies
se asemejan al bronce pulido:
19 »Yo conozco tus obras, tu
amor, y tu fe; tu servicio y tu paciencia. También sé que tus últimas obras son
mejores que las primeras. 20 Pero tengo algunas cosas contra
ti: Tú toleras a Jezabel, esa mujer que se llama profetisa, pero que seduce a
mis siervos y los lleva a incurrir en inmoralidad sexual y a comer lo
sacrificado a los ídolos. 21 Le he dado tiempo para que se
arrepienta, pero no quiere renunciar a su inmoralidad sexual. 22 Por
tanto, a ella y a los que con ella adulteran los haré caer en cama; y si no se
arrepienten de sus malas obras, los haré sufrir en gran manera. 23 Y
heriré de muerte a sus hijos, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que
escudriña la mente y el corazón; y a cada uno de ustedes le daré según lo que
haya hecho.” RVC
El versículo 20
de este pasaje habla de la mujer Jezabel, que se llama a sí misma profetisa y
afirma ser inspirada, pero sus enseñanzas llevan al pueblo a ser descarriados lejos
de Dios y sus encantos los seduce a la inmoralidad sexual y a comer alimentos
sacrificados a ídolos.
Este espíritu
afecta a muchos en la iglesia que son llamados a operar en diferentes niveles del
don de la profecía en la casa de Dios. El uso de este don se supone que es para
edificar y animar al pueblo de Dios a que continúe en la obra del Señor con ahínco
y seguir los pasos dados por Dios para construir su casa que será el anfitrión
de su gloria por medio de su pueblo. Pero poder ver esta realidad en la casa de
Dios conlleva la sanación completa de las personas, así como asegurarse de que
sus almas (su mente, su voluntad y sus emociones) funcionan correctamente a
medida que maduran, porque estamos llamados a vivir nuestra vida según el
primer y principal mandamiento encontrado en Marcos 12:30 que dice:
“30 Y
“amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu
mente y con todas tus fuerzas.””
Sin embargo,
muchos del pueblo de Dios, incluyendo a los líderes, no son conscientes del
hecho de que sus almas están cortadas al punto de desfiguración debido al
pecado generacional, pecados cometidos por ellos, pecados cometidos en contra
de ellos, la inmoralidad sexual, (sexo fuera del pacto matrimonial entre hombre
y mujer y las ataduras del alma demoníacas y emocionales que resultan de esas
relaciones), también hay cortes al alma por medio de eventos traumáticos,
accidentes y otras cosas parecidas. Esta desfiguración hace que la gente suelte
diferentes tipos de disfunciones. Estos son deseos de la carne o naturaleza
humana sin Dios que se encuentran
descritas en Gálatas 5:19-21,
“19 Las obras de la carne se
manifiestan en adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría,
hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones,
herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas
semejantes a éstas. Acerca de ellas les advierto, como ya antes les he dicho,
que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.” RVC
Esto es lo que
sucede en un lugar donde hay una fuerte influencia del espíritu de Anticristo
(el espíritu que gobierna este mundo) y tiene como las tres partes de su Deidad
a los espíritus de la religión (independencia de Dios, de su voluntad y su tiempo),
Avaricia (la adoración a la obra de sus manos, la idolatría y el materialismo)
y Jezabel (control, manipulación y seducción lejos de la verdadera intimidad
con Dios).
Así que,
volviendo a explicar acerca de la influencia del espíritu de Jezabel que Dios
ha encargado a su pueblo a no tolerar en su Iglesia ni en sus vidas, Hechos
16:16-18 da cuenta de una joven que tenía un don profético, pero estaba siendo
traficada como esclava por opresores y debido a que su don fue pervertido, la opresión
abrió puertas al espíritu de adivinación por medio de las heridas de su alma. Esto causó que fuera
utilizada del enemigo para dar palabras que sonaban como verdad pero tenían su
origen en la adivinación. La escritura dice:
“16 Pero sucedió que, mientras nos
dirigíamos al lugar de oración, una joven adivina salió a nuestro encuentro;
por su capacidad de adivinación, ella era para sus amos una fuente de muchas
ganancias. 17 La joven venía tras nosotros, y a voz en cuello
gritaba: «Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, y les anuncian el camino
de salvación.» 18 Esto lo repitió durante muchos días; pero
Pablo se molestó mucho y, finalmente, se dio vuelta y le dijo a ese espíritu:
«¡En el nombre de Jesucristo, te ordeno que salgas de ella!» Y al instante el
espíritu la abandonó.” RVC
Esta manifestación
del espíritu de adivinación se ve en la Iglesia y es por eso que Dios nos
ordena no tolerarlo de ninguna manera o forma. Eso es porque los individuos que
actúan bajo la influencia del espíritu de Jezabel muchas veces desconocen
cuando el espíritu de adivinación asume el control y comienza a hablar a través
de ellos o a influenciarlos a hacer cosas contrarias a lo que realmente son de
su naturaleza y personalidad dadas por Dios. Esto también incluye el hecho de
que durante los tiempos de preparación de alimentos, este espíritu le gusta
contaminar los alimentos manipulados o servidos a otras personas para
contaminar a la persona que los come.
Eso es porque
este espíritu hace que la persona influenciada opere con doble personalidad. La
serpiente o pitón es el espíritu seductor y tiene una lengua partida en dos simbólica
de la doble personalidad que seduce a la persona para convertirla en alguien que
actúa o piensa contrario a quien realmente es, debido a la debilidad de su
alma.
Pero nuestro
Señor y Dios, el restaurador de nuestras almas (Salmo 23:3), nos llama en su
amor por nosotros, para liberarnos de esa influencia por medio de la
prosperidad de nuestras almas. Esto lleva un proceso que implica liberación y
pasar por el fuego que destruye las obras del diablo en nuestras vidas y
trabaja una restauración que prospera nuestras vidas en cada área.
3 Juan 2 nos dice:
“ 2 Amado, deseo que seas
prosperado en todo, y que tengas salud, a la vez que tu alma prospera.” RVC
Así que el primer
paso en esta restauración y prosperidad de nuestras almas y de nuestra vida es
identificar y reconocer ante Dios la influencia de este espíritu y clamar a Él para
la salvación y liberación según 2 Crónicas 7:14,
“14 si mi pueblo, sobre el cual se
invoca mi nombre, se humilla y ora, y busca mi rostro, y se aparta de sus malos
caminos, yo lo escucharé desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su
tierra.” RVC
Más en las
próximas enseñanzas. A Él solo sea toda la gloria. ▪ © 2017.
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