Continuando con la parte 1 de esta serie, con la ayuda del capítulo
14 del libro de Romanos y otras escrituras, quiero explicar algunas
de las razones por las que hay muchos argumentos acerca de las
diferentes doctrinas y denominaciones, así como la necesidad que
tenemos de abstenernos de juzgar a nuestros hermanos y hermanas. Sólo
Dios puede determinar quién permanecerá en pie y quién caerá
delante de Él y nos
llama a no discutir sobre opiniones o mirar como inferiores a
aquellos que son débiles en la fe (Romanos 14:1).
Romanos 14:4 dice, ¿Quién
eres tú para juzgar al criado (siervo) de otro? Para su propio amo
(señor) está en pie o cae. En pie se mantendrá, porque poderoso es
el Señor para sostenerlo en pie. NBLH
Un ejemplo se observa en romanos 14:5-9 y dice que mientras que una
persona puede estimar un día por encima de otros, otro puede estimar
todos los días por igual. Por lo tanto, en todo lo que hacemos,
deberíamos estar plenamente convencidos en nuestra propia mente que
lo que hacemos y lo que creemos honra al Señor y estamos agradecidos
con Él porque nosotros
no vivimos para nosotros mismos, sino para el Señor.
Romanos 14:10-12 nos amonesta diciendo, 10
Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O también, tú, ¿por qué
desprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal
de Dios. 11
Porque está escrito:
“Vivo yo, dice el
Señor, que ante Mi se doblara toda rodilla,y toda lengua alabara a Dios.”
12 De modo que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí mismo. NBLH
Hay más amonestaciones en este
capítulo que son importantes para ayudarnos a entender que
argumentos y juicios de una denominación contra otra no es la
voluntad de Dios para nosotros. El versículo 13 nos exhorta a que
nos abstengamos de emitir juicios el uno contra el otro y nos
convirtamos en obstáculos que dificultan el camino de nuestros
hermanos y hermanas. El pasaje explica, 13
Por tanto, ya no nos juzguemos los unos a los otros, sino más bien
decidan esto: no poner obstáculo o piedra de tropiezo al hermano.
NBLH
Porque el Señor nos da una medida de fe (Romanos 12:3) que estamos
obligados a crecer y desarrollar escuchando la palabra de Dios
(Romanos 10:17) y buscando primero el Reino de Dios y toda su
justicia (Matthew 6:33). Aquellos que han recibido revelaciones a un
cierto nivel de fe y no han crecido a otros niveles, no debe bloquear
a quienes vienen a beber el agua de la palabra y el vino del Espíritu
y así recibir revelaciones a niveles superiores, porque a quien
mucho se le da, de él
mucho se requiere (Lucas 12:48). Por otro lado, aquellos que alcanzan
niveles más altos de revelaciones no deberían ver como poca cosa a
quienes operan en niveles inferiores de conocimiento de los caminos
de Dios (Romanos 12:3). Por favor lea mi enseñanza
titulada "La Bebida Extravagante" 1 y 2, publicado en mayo
de 2012 para ir aún más profundamente en esta explicación.
Desafortunadamente, muchos que empezaron fuertes en su caminar con
Dios y la búsqueda de la verdad, llegaron a ser engañados por otras
doctrinas que eran en efecto demoníacas y humanistas. Es por ello
que Apocalipsis capítulos 2 y 3 nos dan ejemplos de estas doctrinas
de demonios y la decepción de muchos de los que fueron llamados para
guiar al pueblo de Dios y de otros que se encargaron de enseñar
fuera doctrinas con influencia de indole mentirosa, engañosa y
abominable. Es importante que continuemos obedeciendo la palabra de
Dios para buscar la verdad porque en el día del juicio seremos
responsables por la verdad que conocimos y obedecimos como se explica
en la parte 1 de esta serie. Galatas 6:7 advierte, No se dejen
engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre,
eso también segará. NBLH
Una razón importante para nosotros perseguir la verdad y la unidad
en el cuerpo de Cristo se explica en Gálatas 6:1-4, 10. Se dice que
aquellos de nosotros que son espirituales debemos ayudar a restaurar
los que se caen en cualquier transgresión, pero esto debe hacerse en
un espíritu de mansedumbre y humildad para no ser tentados. Estamos
para soportar las cargas de los otros y así cumplir con la ley de
Cristo (que es la ley del amor). De lo contrario estamos engañados
si pensamos de nosotros mismos más de lo que realmente somos. Por
el contrario, debemos examinar nuestro propio trabajo y regocijarnos
en hacer el bien a todos, especialmente los de la familia de la fe.
Como se menciona en Efesios 4:13, la meta que tenemos que perseguir
individual y corporativamente es ayudarnos mutuamente, 13
hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del pleno
conocimiento del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a
la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. NBLH
Romanos 14:16-19 lo confirma de esta manera, 16
Por tanto, no permitan que se hable mal de lo que para ustedes es
bueno. 17
Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y
gozo en el Espíritu Santo. 18
Porque el que de esta manera sirve a Cristo, es aceptable a Dios y
aprobado por los hombres. 19
Así que procuremos lo que contribuye a la paz y a la edificación
mutua. NBLH
Josue 24:14 agrega lo que se necesita hacer para cumplir con nuestro
llamado de ayudarnos unos a otros a la unidad de la fe y del
conocimiento del hijo de Dios, a un hombre perfecto (cuyo principal
objetivo es servir a Dios y a sus hermanos para cumplir con la ley de
Cristo — la ley de amar a Dios y al prójimo como a sí mismo) y
así
poder alcanzar la plenitud de la estatura de Cristo (como
reyes que nos enfrentamos contra cualquier influencia del Anticristo
y eliminamos el gobierno de Satanás para ampliar y defender el
establecimiento del Reino de los cielos en nuestras circunstancias al
igual que como sacerdotes que extendemos misericordia y gracia a los
perdidos del mundo y de los caídos en la casa de Dios), dice, 14
Ahora pues, teman (reverencien) al Señor
y sírvanle con integridad y con fidelidad. Quiten los dioses que sus
padres sirvieron al otro lado del Río (Eufrates) y en Egipto, y
sirvan al Señor.
NBLH
Colosenses 1:28-29 también ratifica la importancia de ser
espiritualmente maduros en Cristo para así poder enseñar a otros el
mismo, 28 A El
nosotros proclamamos (anunciamos), amonestando a todos los hombres, y
enseñando a todos los hombres con toda sabiduría, a fin de poder
presentar a todo hombre perfecto en Cristo. 29
Con este fin también trabajo, esforzándome según Su poder que obra
poderosamente en mí. NBLH
De esta manera ayudaremos a otros a contemplar y participar de la
recompensa de la gloria de Jehová que transforma nuestras vidas. Al
igual que lo hicimos en la enseñanza
anterior, usaremos 2 Corintios 3:12-18 para explicar que lo que Dios
ha planeado y propuesto para su pueblo es que podamos ser
transformados por su gloria y experimentar la libertad en Cristo.
Dice, 12
Teniendo, por tanto, tal esperanza, hablamos con mucha franqueza. 13
Y no somos como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro para que
los Israelitas no fijaran su vista en el fin de aquello que había de
desvanecerse.
A Él solo sea toda la gloria. ■